EL BLOG DE JAVI GALLEGO: SIERRA DE PEÑA ORNIZ

jueves, 12 de agosto de 2021

SIERRA DE PEÑA ORNIZ - (La Cueta) 07-08-2021

1ª ASCENSIÓN A “CUETALBO” Y “LINGOTE”. 2ª ASCENSIÓN A “PEÑA ORNIZ”. RUTA POR LAS FUENTES DEL SIL. (La Cueta).

07-08-21 (Sábado)

Este primer sábado de agosto nos hemos acercado a La Cueta, pueblo con la singularidad de estar situado a la mayor altitud de la provincia de León, 1450 metros. Desde el mismo hemos ascendido a Peña Orniz y dos cumbres más de la misma sierra, el Cuetalbo y el Lingote. Estos dos últimos era la primera vez que los coronaba, mientras que a Peña Orniz ya lo había hecho otra vez hace algo más de 20 años. Bajo la sierra mencionada se sitúan las Fuentes del río Sil, principal afluente del Miño, por las que transcurre una ruta señalizada de Cuatro Valles y que en parte coincide con el trayecto de subida y descenso hecho por nosotros en esta ocasión.

De nuevo hemos “sufrido” un poco las inclemencias de este verano tan atípico que estamos teniendo con una climatología muy irregular y cambiante por completo. Nubes, sol, nieblas, amago de lluvia y temperaturas bastante frescas fueron variando a lo largo de la jornada que después de todo nos respetó mayormente. En la siguientes líneas queda reflejado todo ello junto al transcurso de la ruta a la que nos hemos animado 10 participantes: José Luis, Álvaro, Juan, Mª Jesús, Silvano, Alex H., Terry, Carmen, Eulogio y yo.

Sobre las 8:15 horas, y con unos 12º C, salimos de León repartidos en los vehículos de Silvano y el mío los 7 componentes que íbamos desde aquí. En La Magdalena se nos unieron Carmen y Terry en el suyo para continuar el viaje mientras en el cielo tan solo se veían algunas nubes. Rodeamos el pantano de Luna para entrar posteriormente en Babia dirigiéndonos hacia Villablino. No sé por qué ubiqué mal el desvío a La Cueta, creyendo que estaba en dicha carretera, por lo que me pasé el cruce del puerto de Somiedo en Piedrafita de Babia. Retrocedimos el poco trayecto errado para dirigirnos hacia éste y llegar a Vega de Viejos donde sí está dicho desvío correcto. Dejamos atrás algunos pueblos más en este tramo hasta llegar a La Cueta cuando eran las 10:15 horas tras unos 109 Km hechos.

Aparcamos dos vehículos a la entrada mientras otro se metía hacia el centro del pueblo. Mientras nos preparábamos para la ruta llegó Eulogio, el último compañero que faltaba. Allí mismo nos hicimos una foto de grupo antes de iniciar la ruta cuando eran las 10:37 horas y a una altitud de 1444 metros. Nos encaminamos hacia el interior de La Cueta por una calle empedrada hasta llegar a un puente sobre el río Sil cerca del cual nos encontramos con un gran y manso mastín leonés. Cruzamos por el mismo para continuar siguiendo la dirección de una señal de la ruta de Las Fuentes del Sil antes mencionada.

Abandonamos el pueblo y superamos de nuevo otro puente sobre el río y posteriormente una cancilla antes de meternos en un ancho camino paralelo al cauce que bajaban por nuestra izquierda. Echando la vista atrás podíamos ver la gran iglesia de San Mateo en lo alto del pueblo. Las nubes y los claros se alternaban en el cielo mientras ganábamos altura cómodamente con las laderas de la cimas que caían por la margen derecha hacia el río que poco a poco se encajonaba en el fondo de este valle. Tras algo menos de 2,000 km hechos volvimos a cruzar el Sil por otro puente de hormigón, el de Bustusil, continuando desde él la subida por el camino ahora muy reforzado con rocas hacia el cauce. Pocos metros más adelante la ruta abandonaba este ancho vial, que volvía a cruzar el río de nuevo, para desviarse ésta a una senda que se metía perpendicularmente hacia la ladera Norte del valle por debajo de los Picos Blancos. Durante un tramo trazó algunos altibajos mientras se arrimaba o se alejaba del río, que desde el desvío anterior se convertía en un arroyo secundario ya que el Sil bajaba por una vaguada del otro lado del valle. Como anécdota divertida contaré que en la primera ascensión a Peña Orniz, bajando ya de ella, un compañero del que no mencionaré el nombre, se metió a bañarse “en pelota picada”en una de las pozas del lecho rocoso de este arroyo justo en el momento en el que aparecía por la senda una familia que bajaba detrás de nosotros. Lo que me pude reír aquel día viéndole intentar camuflarse a toda velocidad.

Poco a poco nos fuimos desviando del arroyo hacia la izquierda del valle que se iba ampliando con las cumbres de Las Morteras frente a nosotros. José Luis y Terry, no sé por qué, comenzaron a subir ya desde atrás hacia los Picos Blancos, algo totalmente innecesario ya que dichas cumbres no tenían unión con nuestro objetivo por la parte alta. En la cresta de estos picos vimos algunos rebecos encaramados.

Nos fuimos metiendo bajo Las Morteras encontrando de vez en cuando postes de señalización de la ruta que de momento íbamos siguiendo más o menos y que continuaba hacia la cabecera del valle al Sudeste, en la que precisamente se encuentran las fuentes del río Sil. El terreno era montano con praderías y matorral bajo y en él encontramos algunas rocas partidas en las que se podía ver claramente el cuarzo semitransparente.

Abandonamos el trayecto marcado para echarnos directamente a la loma hacia el ya cercano collado de Las Morteras, al cual llegamos a las 12:20 horas tras 4,900 km hechos. Esta cota se sitúa a una altitud de 1880 metros entre varias de las cumbres de la sierra del mismo nombre. En él nos detuvimos unos minutos a reponer fuerzas y tomar un respiro, aunque hasta ahora lo que llevábamos era muy light. Al lado mismo había una sima entre roca. En el cielo se veían cada vez más nubarrones aparecer por el Noroeste y el vientecillo que soplaba era fresco.

Unos 15 minutos paramos en ese punto antes de retomar la marcha por la loma hacia el Sudeste entre algunos de los picachos de esta sierra de Las Morteras. Echando la vista atrás vimos aparecer a Terry y José Luis, que casi habían llegado a la cumbre de los Picos Blancos antes de bajar al valle y remontar al collado. También oímos las voces de un pastor con las ovejas en los valles al Norte...y parecía un poco cabreado. En la collada habíamos abandonado el track que llevaba en el GPS y que subía por la cara Norte de la sierra directamente hacia Peña Orniz. Ahora nos encaminábamos hacia el pico Cuetalbo por las herbosas lomas del mismo tras dejar atrás Las Morteras. Alcanzamos esta cumbre a las 13:20 horas habiendo hecho 5,900 km desde La Cueta.

Aquí hago un pequeño inciso ya anotado en alguna crónica anterior, pero que quiero recalcar a modo de aclaración. Cuando apunto en estos resúmenes: “alcanzamos la cima a las ........., o llegamos al collado a las......, etc, etc.” me estoy refiriendo a la hora en la que llegué yo y los que me acompañan en ese momento. La mayoría de las veces ya hay compañeros en ese punto que se han adelantado u otros que lo hacen más tarde, y unas veces lo especifico y otras no. Lo que quiero decir es que no significa literalmente que llegamos todos a la vez.

Esta cima del Cuetalbo tiene 2075 metros de altitud y en ella hay un montón de rocas a modo de señal de cumbre, entre las que dejamos nuestra tarjeta en un bote. Nos detuvimos unos minutos en ella y nos sacamos una foto de grupo con nuestro objetivo principal de fondo un poco al Nordeste. Escasos 20 minutos más tarde reanudamos la marcha descendiendo por la cresta de esa orientación siguiendo el sendero muy marcado en ella. Unas veces transcurría por la misma parte alta y otras se metía un poco hacia ambas vertientes, Norte o Sur. En el valle de las fuentes del Sil vimos un numeroso grupo de montañeros, algunos de los cuales estaban subiendo por esa parte.

Fuimos cresteando o rodeando los picachos intermedios y llegamos al collado Orniz, punto mas bajo entre el Cuetalbo y Peña Orniz con 2008 metros de altitud. Desde el mismo se inicia la subida ya casi continua hacia esta última, aunque entre medias está el pico Lingote, un crestón sin apenas desnivel de descenso por el lado de la principal. De nuevo seguimos el sendero entre pradería ahora por la vertiente Sur ganando altura rápidamente mientras las nieblas se cerraban en la parte baja. Poco a poco la piedra y roca ganó terreno al terreno vegetal y la pendiente se acentuó. Algunos ya estaban casi en la cima de Peña Orniz mientras que otros les seguíamos más abajo. Mª Jesús y José Luis subían algo más al Oeste y alcanzaron la cima del pico Lingote, avisándonos de ello a Alex, Álvaro y a mi que íbamos directos hacia la principal. Álvaro y yo nos encaminamos entonces hacia la misma trepando un pequeño tramo rocoso con algo de caída vertical al Norte y que provocaba un cierto vértigo. De hecho, la cima, cima, es una roca lisa y redondeada en la que no es muy seguro parar, estando la cruz y el buzón en una pequeña hondonada un poco más al Oeste.

Eran las 14:27 horas cuando alcanzamos nosotros esta cumbre de 2162 metros en la que, como digo, hay una cruz, a la que le falta un brazo, y el buzón adherido a ella con un par de inscripciones: “CORCAN 91 LINGOTE”, en la tapa, y “LINGOTE 2110” en el bote en sí. Es algo muy raro, y de hecho en Internet más personas lo han comentado, el significado de 2210, no concordando con la altitud de la cima. Nos sacamos una foto los cuatro con la cercana cumbre de Peña Orniz y los compañeros en ella de fondo. En el buzón dejamos una tarjeta antes de volver a destrepar el pequeño risco y encaminarnos ya sin más hacia nuestro principal objetivo. Nos metimos en una pequeña canaleta hacia la cumbre y fue en este sendero donde me encontré una tarjeta de cumbres algo deteriorada del grupo Ensidesa de Gijón. Cuando llegué a la cima descubrí la razón de ello.

Eran las 14:50 horas cuando alcancé la cumbre de Peña Orniz con sus 2191 metros de altitud y habiendo hecho 7,600 km desde el inicio. En la misma no encontramos ningún rastro del buzón ni de otras señales de cima, lo han arrancado todo y seguramente la tarjeta que encontré estuviese en el mismo. Por lo visto hay un grupo de “seudo-montañeros” que se creen muy ecologistas y desprecian todo lo que no sea natural en las cimas, arrasando con lo que haya en ellas. Sin comentarios.

Los compañeros ya estaban comiendo y nosotros nos pusimos a ello también aprovechando que el día parecía que abría un poco. El paisaje, a pesar de las nieblas ahora algo lejanas, era amplio y las cumbres se contaban por cientos, así que voy a enumerar solo una mínima parte de ellas por relevancia. De Este a Oeste por el Norte podíamos ver el macizo de Ubiña, Morronegro, Calabazosa, Ferreirua, los Bígaros, Picos Albos, detrás de los cuales estarían los lagos de Saliencia ocultos y Peña Llana. También alejado se veía el Cornón, casi oculto ahora por la niebla, y el Muxiven con su doble cumbre más al Sur. Girando de Este a Oeste por el Sur, la cercana Peña Chana, Peña Los Años, Picón y Montigüero. Tras ellos, más alejados, Valdeiglesias, Catoute, Tambarón y la sierra de La Curiscada, recientemente ascendida por nosotros. La sierra de La Cañada más al Este y la de la Filera. En esa dirección podíamos ver un pueblo en el valle principal de Babia, aunque no me atrevo a nombrarlo. La Meloita, Tres Marías o el Cirbanal cerraban este circulo a modo de “muestra” de lo que podíamos ver desde esa atalaya de Peña Orniz, que por cierto, en varios relatos anteriores la he adjudicado una tilde que no tiene, “Orníz”, así como otra altitud similar pero no concordante con la real. La razón es lo anotado no hace mucho en otro relato, la diferencia de datos entre mapas y libros consultados y la actualización de los mismos con el tiempo.

Bajo nosotros, al Sur, bajaba la extensa cabecera del Sil que luego se encajona hacia a La Cueta. Al Norte descendía otro gran valle que enseguida se une al que llega al Lago del Valle desde Valle de Lago, ya en Asturias, cuyo límite teníamos muy pocos metros en esa dirección. De hecho todas las cumbres de esta sierra aún son de León. Un poco al Este se emplaza Torre Orniz, la segunda cima mas importante de la sierra con 2175 metros. Esta cota es mucho más escabrosa y con acceso algo más delicado, por lo leído en varios lugares.

Comimos disfrutando de todo este amplio y bonito paisaje mientras el tiempo nos respetaba, aunque durante un momento se escaparon cuatro gotas de lluvia. Nos sacamos unas fotos de grupo y parte del mismo emprendió el descenso mientras arriba quedamos Álvaro, Mª Jesús, Silvano y yo un rato más. Hacia Peña Ubiña tuvimos una bella postal con las nieblas jugando sobre ella.

A las 17:00 horas iniciamos nosotros el descenso hacia la loma contraria a la de subida con dirección a Torre Orniz. Como si hubiese estado esperando nuestra marcha, la niebla se cerraba en esos momentos en la cumbre. Variamos entonces el rumbo a Sur para seguir el descenso hacia el collado de la cabecera del valle principal del Sil. Tras los primeros metros rocosos, de nuevo el terreno se volvió más montano hacia dicho collado de 2049 m, al que no le he encontrado nombre en los mapas. Llegamos al mismo y nos metimos hacia el valle por uno de los varios regatos que conforman estas fuentes del río Sil y que encontramos secos en esa parte alta. Bajamos varios metros y llegamos a la altura de un chozo de piedra derruido cerca del cual pasamos.

Cruzamos de nuevo otro cauce seco e iniciamos la suave subida por la loma contraria con intención de llegar al collado de La Cueña. Nos encontramos de nuevo con señales de la ruta marcada en este tramo y cómodamente alcanzamos el mismo a las 18:10 horas. Hasta ese punto llevábamos 10,300 km hechos y estábamos a 1876 metros de altitud. Desde este collado se tiene una bonita vista de parte de la laguna de Las Verdes bajo el Montigüero y el valle que sube a la misma desde Torre de Omaña, que varias veces hemos recorrido en otras ocasiones. Desde esa perspectiva tengo una foto de la vez anterior en la que, cada vez que la veo, al igual que ahora en vivo, reconozco en el conjunto de la mole del Montigüero dos figuras diferentes. Por un lado, la cabeza de un gran lagarto o dinosaurio con el ojo, nariz, etc, etc. Por otra parte, una gran tortuga con el caparazón y la cabeza tocando el lago como si bebiese de él. Pues bien, José Luis sacó otra semejanza también factible, un gran lagarto con las patas y el cuerpo formado por el resto de la sierra. Como suele decirse, “Imaginación al poder”.

Retomamos la marcha tras unas fotos en ese punto bajando por la ladera oblicuamente hacia el valle a encontrarnos con la ruta de las Fuentes del Sil. Teníamos ahora al Norte una amplia y bonita panorámica de la sierra que habíamos ascendido desde el Cuetalbo a Peña Orníz, en la que seguían bailando las nieblas. No tardamos en enlazar con el marcado sendero que se metía bajo las paredes de Peña Chana al Suroeste. A la misma también ascendimos hace varios años por ese mismo valle para subir también luego a la Peña de Los Años y Punta La Sierra antes de descender más directamente a La Cueta.

En el terreno vimos alguna sima más entre roca cerca de esta senda en la que encontramos algunas estacas más marcando la ruta de Cuatro Valles e incluso una pegada a una roca, de una ruta de BTT-GN. El trazado descendió bruscamente hasta casi meternos a una zona encajonada del río que ahora ya tenía algo de agua y que formaba alguna cascadina que otra. Por encima de este pequeño cañón fuimos perdiendo altura hacia el ramal del valle por el que habíamos subido. Frente a nosotros teníamos los Picos Blancos.

A las 19:35 horas nos incorporamos a dicho valle y enseguida al ancho camino que comenzaba allí mismo y bajaba a La Cueta. Hacia arriba teníamos el macizo de Las Morteras iluminado por el sol del atardecer y moteado por las sombras de las nubes que se mantenían arriba. Del otro lado del río estaba el estrecho sendero de ascenso a cuyo inicio llegamos en pocos minutos tras cruzar el río por las piedras del cauce, cerrando así el lazo. Dejamos atrás y un poco por encima un pequeño refugio, el de Bustusil, en las faldas de los Picos Blancos, antes de llegar al puente homónimo.

Cruzamos el mismo y nos situamos en la margen contraria del río, que ahora bajaba por nuestra derecha. Al final del valle podíamos ver ya algunos edificios de La Cueta que ya estaba a la sombra de las cumbres del Oeste. Poco a poco nos fuimos aproximando al pueblo y ya cerca del mismo cruzamos la cancilla, que suponemos era para el cierre del paso del ganado hacia el camino. Entramos en La Cueta a las 20:10 horas y subimos hacia la parte alta rodeando la iglesia de San Mateo hasta llegar a las cercanías del bar, en cuya terraza estaban José Luis y Alex. Silvano tenía el coche allí mismo mientras que yo tuve que bajar al inicio del pueblo donde estaba la furgoneta. En este aparcamiento terminé la ruta a las 20:20 horas habiendo recorrido 16,700 km con un desnivel acumulado de 958 metros.

Con la furgoneta entré hacia el pueblo y allí nos cambiamos. A las 20:45 horas emprendimos el regreso habiendo decidido parar a tomar algo en Piedrafita de Babia. En la terraza de un bar de dicho pueblo nos acomodamos para degustar un rico chocolate con unos enormes y deliciosos frisuelos que nos repusieron las energías. Eran ya las 22:00 cuando retomamos el viaje, optando por hacerlo ahora por Omaña. En Cabrillanes nos desviamos por la estrecha carretera hacia Los Bayos donde enlazamos con la del puerto de La Magdalena por donde pasamos minutos más tarde. Avanzamos hacia La Magdalena y luego hacia la capital. A las 23:45 hora dejaba a José Luis y poco después a Alex y Mª Jesús, llegando yo a casa a las 23:58 horas.

Sumamos así otra nueva ruta de montaña en la que disfrutamos de los bellos paisajes de valles y cumbres babianos y los asturianos de Somiedo.

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