EL BLOG DE JAVI GALLEGO: HAYEDO LOIS

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viernes, 11 de noviembre de 2016

PEÑA JOYA Y HAYEDO DE LOIS - 06-11-16

3ª ASCENSIÓN A “PEÑA JOYA” Y “HAYEDO DE LOIS”

06-11-16 (Domingo)

De nuevo la climatología de este otoño tan irregular nos hizo desistir de llegarnos hasta el hayedo de Busmayor, al que por este año ya tendremos que renunciar por lo avanzado de la estación, que casi ha dado paso al invierno durante este fin de semana. La nieve ha sido protagonista de esta jornada en la que el frío también ha hecho bajar las temperaturas varios grados de un día para otro. Optamos entonces por hacer una ruta en el hayedo de Lois, en la base de Peña Joya, a la que al final terminamos por ascender.

Solo tres participantes fuimos los “valientes” a salir este domingo primero de noviembre. Sobre las 9:00 horas recogía a José Luis en Trobajo y poco después a Álvaro en Villaobispo. En los coches se veía el rastro de las primeras heladas de la temporada así como en las praderías de los valles que recorrimos en el trayecto. En Boñar paramos unos minutos a tomar un café antes de proseguir por el valle de Sabero hacia la carretera del Esla. Por ella avanzamos mientras se escapaban los primeras gotas de agua-nieve. El cielo azul se fue cubriendo según avanzamos hacia el Norte hasta desviarnos poco antes de entrar a Las Salas hacia Lois. Encontramos esta carretera en obras de ensanchamiento y circulamos con precaución paralelos al río Dueñas en el que vimos unos curiosos monolitos de piedras apiladas no sabemos con qué motivo.

Eran ya las 11:00 horas cuando llegamos a Lois, 1236 m, y aparcamos la furgoneta frente a la pared de una casa que tenía un soportal que usamos para prepararnos mientras seguía escapándose la nieve. Media hora después emprendimos la marcha pasando al lado de varios edificios destacados de este pueblo, como la Casa del Humo, una vivienda de piedra, madera y con techo de cuelmo o La Casa de Los Reyero, un caserón señorial con varios escudos heráldicos en su fachada de piedra. Destaca sobre todo la iglesia majestuosa del siglo XVIII conocida como La Catedral de la Montaña en cuya fachada de piedra blanquecina puede verse un reloj solar.

Salimos del pueblo por la única carretera que lleva al mismo desviándonos enseguida hacia un camino por la derecha entre praderías y algo de arboleda. Nuestro objetivo principal era recorrer el hayedo de esta parte, y si se podía, alcanzar las cumbres de Peña Joya, Peña Terrionda y bajar por otro hayedo hacia Ciguera. Llevaba un track del GPS metido, pero solo como referencia, ya que daba una vuelta que no queríamos hacer nosotros. Cruzamos el arroyo Tras El Castro sin caudal y abandonamos el camino hacia los prados para cruzar luego el del Prado de la Vega con poco más de torrente. Nos metimos de lleno en la ladera pendiente por debajo del hayedo hasta entrar de lleno en él. Estaba muy avanzada la caída de hoja, pero aún se podía disfrutar del colorido del mismo.

Hace cuatro años exactamente hicimos un magosto en la Peña Joya y bajamos por este hayedo siguiendo un camino que enlazaba con el que traíamos abajo y que queríamos seguir ahora. En el GPS venía marcado y fuimos ganando altura en su busca mientras encontrábamos bonitos rincones y detalles en el bosque. Troncos cargados de musgo en los que crecían grupillos de setas o rocas aisladas tapizadas por ese verde manto creaban verdaderas postales.

La nieve caía con fuerza a ratos cerrando la vista del amplio paisaje que iba a pareciendo hacia atrás, donde asomaba Lois en el valle. Por encima se entreveían varias cimas como los Llerenes, Castaño, etc. Salimos entonces a un camino, no el que buscábamos, pero que seguimos hasta pasar a una vaguada paralela desde donde vimos la Peña Joya frente a nosotros. Fue allí donde comenzamos a pisar nieve ya cuajada, la primera de esta temporada. Salimos del hayedo y terminó el ancho camino siguiendo entonces un sendero entre diferentes arbustos cargados de frutos rojos que destacaban en el blanquecino paisaje. Encontramos una vieja bañera usada como bebedero para el ganado y algo más arriba una fuente con un gran pilón de cemento al que caía un chorro de agua por un tubo plástico que venía soterrado por el terreno.

La pendiente se fue acentuando hacia la cresta del espolón Este de la Peña Joya hacia el que nos encaminamos con calma. La nieve ya formaba una capa de unos centímetros que íbamos pisando en esta ladera Noroeste. A las 14:05 horas alcanzamos la cresta a una altitud de 1620 metros y habiendo recorrido 3,300 Km. Desde ella tuvimos una amplia vista al Sur algo más despejada. Llerenes, Peñas Pintas, Cerroso, Pico Moro o Aguasalio eran algunas de las cumbres que emergían hacia esa orientación.

Seguimos la subida por la cresta trepando algunos pasos sin complicación alguna. Enseguida vimos el resto de la sierra con Peña Toya y Peña Terrionda al Sur. Hace cuatro años habíamos comenzado en Ciguera subiendo a esta sierra y cresteando las cumbres para hacer el magosto en Peña Joya, con la lluvia acompañando, y bajando luego a Lois por el hayedo. El viento frío se hizo más intenso en la parte alta y hubo que abrigarse más. Era un aspecto totalmente invernal el que teníamos. Rodeamos algunos de las grandes hoyas anteriores a la cumbre a la que llegamos a las 14:25 horas tras 3,600 Km hechos.

En esta cima de 1687 metros había un monolito de piedras entre las que encontramos un bote con un tarjeta de cumbres sin rellenar y que dejamos allí junto a la nuestra. El frío era intenso y seguía nevando casi de continuo. La vista era nula al Norte mientras al Sur estaba algo más abierto. Pudimos ver una pequeña superficie del pantano del Porma. Nos sacamos una foto de grupo en la cima antes de bajar unos metros a la abrigada de una de las hoyas donde comimos más o menos cómodos.

Viendo el panorama tan adverso optamos por desistir de hacer el resto de la sierra y bajar a Ciguera, decidiendo hacerlo por el mismo lugar pero entrando más al hayedo. A las 15:25 horas emprendimos este descenso siguiendo más o menos el mismo trazado anterior hasta la cresta entre valles. Por ella bajamos con precaución sorteando algunos pasos rocosos resbaladizos por la nieve hasta llegar al collado anterior a la Peña el Jaido, situado a 1495 metros. Allí nos echamos al Norte entrando al hayedo directamente sin bajar la guardia por el manto de hojas resbaladizo que cubría el terreno. En esta parte alta el hayedo ya estaba muy pelado, aunque seguía teniendo gran belleza.

Fuimos perdiendo altura entre la arboleda y saqué varias fotos de la misma. Algunos troncos tenían oquedades en las que se acumulaba el agua de la lluvia y nieve y en otros vimos bonitos grupos de setas. Cruzamos un claro de pradería mientras nevaba con ímpetu en ese momento. A la entrada de nuevo al bosque encontramos una cancilla de madera de la que yo me acordaba y en la que comenzaba el ancho camino. Antes habíamos ido por otro de la parte superior.

Según descendíamos era más tupido el ramaje de los árboles, contrastando los colores ocres de unos con el verdor de otros. El camino describió varias curvas antes de llegar al cauce del arroyo Tras el Castro desde el que emprendimos una subida y cerrando más adelante el lazo en el camino por el que habíamos ido por la mañana. Nos restaba el tramo entre praderías en las que vimos algunas vacas pastando, alguna también en medio del camino, donde había alguna alpaca de paja para alimentarlas. Nevaba cuando entramos en Lois a las 17:45 horas terminando la ruta minutos después donde la furgoneta. El GPS daba estos datos: 8,000 Km y 575 metros de desnivel acumulado.

En una fuente cercana limpiamos las botas y las polainas y bajo el soportal de la casa cercana nos cambiamos cómodamente. La furgoneta estaba cubierta por una ligera capa blanca de nieve. Pues bien, como ya pasó en la ruta anterior, al arrancarla falló de nuevo y esta vez hubo suerte y no necesitamos empujarla. Tengo que llevarla al taller a ver que le pasa.

A las 18:20 horas emprendimos el regreso a León. La nieve nos acompañó hasta Boñar, donde paramos a tomar un refrigerio y hacer las cuentas de gasolina. Retomamos la marcha ya de noche llegando sin novedad a León a las 20:20 horas. En Villaobispo quedó Álvaro y acerqué a José Luis a Trobajo donde paré un rato en su casa. Eran las 21:30 horas cuando llegué yo a Armunia.

Hemos hecho hoy la primera ruta invernal de la temporada en pleno otoño. Como sea preludio de lo que nos espera hasta la primavera, podemos prepararnos a fondo.

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