EL BLOG DE JAVI GALLEGO: CUETO DE FOLLEDO

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martes, 19 de diciembre de 2017

BELÉN CUETO DE FOLLEDO Y LA ARGAYADA - 17-12-17

2ª ASCENSIÓN AL “CUETO (DE FOLLEDO)” Y “ LA ARGAYADA” (Folledo)

(Belén de Cumbres)

17-12-17 (Domingo)

A medio mes para finalizar este 2017, hemos hecho la tradicional salida para colocar el Belén de Cumbres con el que cerramos habitualmente las rutas anuales del grupo. En esta ocasión la concurrencia fue mínima, tres participantes, aunque no por ello resultó menos satisfactorio.

A las 8:20 horas, con -1º C en los termómetros, salí de casa para recoger a José Luis en la suya minutos después. A continuación se nos unió la ultima componente de la ruta, Piedad, a la que recogimos antes de salir de León por la carretera de Asturias con el cielo surcado por algunas nubes sueltas. El sol comenzaba a emerger por el horizonte y las montañas al Norte tornaban a un bonito color rojizo. Pasado La Robla entramos en la montaña en sí hasta llegar a La Pola de Gordón donde giramos por la carretera hacia la Collada de Aralla. A pocos kilómetros abandonamos la misma para desviarnos hacia Folledo por otro vial más estrecho en el que una fina capa de nieve medio helada cubría el asfalto teniendo que extremar un poco más la precaución. En este tramo vimos la silueta de un lobo en el alto de unas peñas comprobando enseguida que se trataba de una figura metálica a modo de monumento, pero que nos engañó. Dejamos atrás Buiza sin entrar en él y seguimos ascendiendo hacia Folledo mientras el asfalto se cubría por completo de hielo. En algunas praderías vimos algunas vacas y bonitos caballos pastando.

A las 9:30 horas llegamos a dicho pueblo en el que no había muchos lugares para aparcar, teniendo que retroceder hacia la entrada para hacerlo a la vera de la carretera. Nos preparamos para la ruta y a las 9:50 horas la comenzamos a una altitud de 1264 m. Había que caminar con cuidado para no patinar en algunos lugares. Por la calle principal avanzamos dejando atrás la iglesia y algunas fuentes. En los tejados pudimos ver numerosos chupiteles de hielo colgando de las tejas. La temperatura aún era bastante fría.

Nos dirigimos hacia el Norte para salir por un camino que viró a Noroeste tras una cerrada curva que nos fue situando por encima mismo de Folledo. El camino estaba cubierto por la nieve, pero solo por una delgada capa que no era molesta para avanzar. Las nubes tapaban el sol de vez en cuando formando unos bellos efectos. En algunos lugares apenas era perceptible el camino ya que se veía poco transitado. Habiendo cogido algo de altura lo abandonamos para meternos de lleno en la ladera zigzagueando un poco para evitar la pendiente directa. Más arriba enlazamos con otro camino que de nuevo nos trazó unas curvas hasta colocarnos frente a un cortafuegos que subía directamente a la cima de La Argayada, y por el que lo habíamos hecho la vez anterior. Una línea de gas entre León y Oviedo, según rezaba en los postes informativos, seguía esa misma dirección, siendo posible que dicho cortafuegos fuese consecuencia del enterramiento de ella.

Por el mismo emprendimos la directa ascensión viendo al Noroeste la cima del Cueto tras otra de menor altitud. Anterior a esta última estaba el collado que la separa de La Argayada y hacia el que decidimos atajar sin llegar a la cima de ésta. Nos metimos entonces entre las escobas que cubrían las laderas de estas cumbres y que no encontramos demasiado tupidas para dificultar el avance, ni aún con la nieve entre ellas. El desnivel hasta el collado apenas era de 40 metros en este atajo, lo cual no resultaba excesivo.

Llegamos a dicho collado desde el cual, ya más cómodamente, emprendimos la subida más evidente hacia esa cima anterior al Cueto. Según avanzamos vimos que se podía rodear por el Norte y hacia esa parte nos fuimos desviando entre algunas rocas que tuvimos que sortear con cuidado para no patinar en ellas. Ya situados en la parte contraria de esa cima intermedia nos restaba la subida directa a la cumbre del Cueto de apenas 100 metros de desnivel.

Esta última pendiente se hizo un poco más manifiesta, pero no pesada. Mientras Piedad se adelantaba hacia la cima, José se desvió un poco a la cresta y quedó por detrás de mí. Cinco minutos antes de la una de la tarde alcanzaba yo la cumbre del pico Cueto (de Folledo), para distinguirlo de los otros varios que comparten nombre y que he ascendido. En la misma no había nada más que un monolito de piedras apiladas con un bote de plástico en medio de ellas y vacío. En él dejamos luego nuestra tarjeta.

La vista era amplia y bonita con el paisaje nevado. Las cumbres, innumerables, como Peña Ubiña, Tres Marías, Cirbanal, Brañacaballo, Cellón, Fontún, etc, etc. Cercano teníamos el Valle de Arbás con parte del embalse a la vista y Cubillas. En el lado contrario se veía Buiza y parte de Folledo, punto de partida. El día había despejado por completo y no se veía nube alguna, aunque estaba fresco.

Comimos tranquilamente disfrutando de toda esa maravilla visual y a continuación nos dispusimos a colocar el Belén acondicionando para ello una especie de “cueva” con rocas en la base del monolito de la cima. Allí lo instalamos para ubicar luego a su alrededor lo que habíamos llevado para celebrar la Navidad montañera, bebidas, turrones, etc. Sacamos la foto “oficial” con todo ello antes de comenzar a degustarlo mientras entonábamos algunos villancicos acompañados con las panderetas y demás. El día invitaba a disfrutarlo plenamente y daba pereza tener que emprender el descenso, pero ahora ya son cortos y no debíamos de demorarlo mucho.

A las 15:10 horas comenzamos a descender por el mismo lugar de subida. Siguiendo más o menos el mismo trazado perdimos altura hasta el primer collado optando ahora por subir a la cima intermedia en vez de rodearla. La cruzamos por la parte alta para descender hacia el siguiente collado desde el cual volvimos a variar lo anterior al dirigirnos hacia la cima de La Argayada. Desde este collado de 1592 metros ascendimos en pocos minutos hasta esa cumbre de 1636 m de altitud. En ella no hay nada destacable y no dejamos tarjeta alguna. Sí hicimos una foto de grupo y fue cuando se me cayó la cámara en toda la nieve empañándose la lente para el resto de la ruta.

Eran las 16:50 horas cuando retomamos la marcha incorporándonos al cortafuegos que pasaba muy cerca de la cima y por el que emprendimos el fuerte descenso. Encontramos algunos postes e indicadores más de la línea de gas enterrada bajo nosotros. En algunos puntos había que tener precaución para no patinar con la nieve y el barrillo que se formaba con ella. El sol había empezado el declive y ya no iluminaba buena parte del valle, incluyendo Folledo. No tardamos en meternos también nosotros a la sombra de las cumbres que rodean dicho valle.

Alcanzamos el camino de la parte baja y a él nos incorporamos para recorrer el escaso kilómetro que nos restaba al pueblo. Encontramos algunos tramos totalmente congelados que sorteamos para evitar patinajes. A las 17:45 horas entramos en Folledo donde ya se había quitado buena parte de la nieve que cubría las calles por la mañana. En unos diez minutos lo cruzamos terminando la ruta mientras anochecía. Hacia el Este se podían ver otras cimas sobre las que destacaba un cielo de tonos rojizos y violáceos dignos de postal.

Sin más dilaciones nos cambiamos y emprendimos el regreso. En el bar cercano a la carretera general cerca de La Pola de Gordón hicimos una parada para tomar un refrigerio. Sin novedades hicimos el resto del trayecto hasta León donde llegamos sobre las 19:45 horas.

Así fue el transcurso de esta última ruta anual en la que habitualmente celebramos la Navidad en el bonito entorno de la montaña.

MAPA ESQUEMA