lunes, 30 de agosto de 2021

PEÑÍSCOLA 15/24-08-21 (6) SÁBADO 21


VACACIONES EN “PEÑÍSCOLA” (CASTELLÓN).

15/24-08-21

En las vacaciones de verano de este año he ido a Peñíscola, Castellón, acompañado en esta ocasión por Álvaro, amigo y compañero habitual en las rutas de montaña. En los diez días que estuvimos por allí, incluidos ambas jornadas de viaje, conocimos y visitamos diferentes lugares de dicha provincia y otras aledañas.
Durante los mismos hicimos un par de rutas de montaña que más o menos llevaba previstas, con algunos cambios de última hora. En el siguiente relato voy a “resumir” un poco el transcurso de todas las vacaciones, centrándome sobre todo en las dos rutas, aunque el resto de jornadas van también un tanto detalladas.





SÁBADO 21 (1ª Travesía “Corral de Roda - Barranco Font de La Parra - Campanilles (1ª Ascensión) - Pico y Torre de Ebri (1ª Ascensión) - Corral de Roda”.)

Este sábado hicimos la segunda ruta de montaña de las vacaciones, y ésta sí resultó la que llevaba prevista. No la teníamos muy lejos, en la misma Sierra de Irta, aunque la íbamos a iniciar en la parte contraria a la que estábamos nosotros.
Salimos del apartamento a las 9:30 horas hacia Alcocéber, localidad que cruzamos para salir por una pista de tierra entre la Sierra de Irta y la costa. Por la misma recorrimos unos 3,000 kilómetros hasta llegar al paraje del Corral de Roda, donde hay unas edificaciones. Desde Peñíscola habíamos hecho 38 km.
En ese punto aparcamos mientras por la pista pasaban más vehículos hacia ambos lados. Nos preparamos para la ruta a una altitud de 47 metros y emprendimos la misma a las 10:25 horas. Entramos en un camino hacia el Noroeste entre arboleda, sobre todo pinos de bajo tamaño. Paralelo a éste vimos los restos de una antigua acequia medio derruida. Mas adelante dejamos atrás una plantación de árboles que no sabría identificar entre bajos tapiales de piedras y no lejos un chozo también de piedra medio en ruinas. Un indicador de madera nos marcaba la dirección a la Font de la Parra, que nosotros seguíamos.
No tardamos en meternos en el Barranco de la Font de la Parra donde el firme de tierra cambió por el de cantos y piedra. Se estrechó el camino y se encajonó entre algunas paredes de roca, señal de que entrábamos en el barranco en sí. Por allí vimos marcas del PR CV 431, sendero de Pequeño Recorrido que íbamos a seguir durante buena parte de la ruta. Varios árboles crecían en el cauce seco o salían de las mismas paredes medio rocosas. En algunos puntos en los que trazaba curvas el curso del cañón se podían ver las paredes excavadas por la fuerza del agua. En muchos de estos tramos se habían formado verdaderos techos que parecían a punto de venirse abajo por la falta de firme y el peso que soportaban por encima. De echo encontramos algunos desprendimientos en algunos sitios del barranco.
Enseguida nos encontramos con las primeras trepadas formadas en los lugares donde el agua hubiese formado cascadas. Eran fáciles de remontar ayudados un poco por las manos. Un indicador de madera nos marcaba por un lado 3 km a la costa y por otro 2 km al Campanilles. Habiendo caminado 2,700 km y cuando eran las 11:25 horas, llegamos a la Font de la Parra. En este lugar pudimos ver una fuente con pilón, totalmente seco y en un poste de madera, una placa metálica con unas inscripciones de coordenadas. Otra señal de madera indicaba el nombre de la fuente.
Seguimos subiendo unos metros más por el cauce que ahora tenía de base unas rocas grandes y planas. Poco después encontramos en medio del barranco una pila de cemento de algo menos de un metro cuadrado. No tardamos en abandonar el cauce por un sendero que subía sobre el mismo por la derecha. Ganamos en este tramo bastante altura mientras comenzábamos a sufrir los efectos del calor entre tanta vegetación y encajonados en la vaguada. Unos 650 metros avanzamos por dicha senda, en la que nos cruzamos con un ciclista que bajaba, antes de volver a meternos hacia el barranco. Eran las 12:00 horas y llevábamos 3,700 km.
En este siguiente tramo ya comenzamos a notar la pendiente de subida más evidente. El cauce era más estrecho y comenzaba a ser agobiante entre la vegetación. Por supuesto que no corría viento alguno y solo la sombra de la arboleda mitigaba un poco ese sofoco. No he estado nunca en la selva, pero “salvando mucho las distancias”, el calor que teníamos podíamos compararlo. Sudábamos a mares, y aunque yo llevaba dos litros de agua, ya pensaba en que me había quedado muy corto, y casi fue así.
Nos fuimos encontrando más pasos en los que había que trepar y cada vez más estrechos. Llegamos a uno de ellos incluso con cuerda para ayudarse, y no fue el único. Las marcas de la ruta seguían presentes en las piedras y troncos, aunque también llevábamos el track del GPS como referencia. Tras una de esas trepadas con cuerda abandonamos ya el cauce del río para continuar por la senda de la pendiente ladera del valle entre escobas y algunos pinos. No tardamos en divisar la cima del Campanilles con una placa y un tubo metálico en ella. Igualmente divisamos más al Sur las antenas con la cercana Torre de Ebri en lo alto de una de la varias cimas de la Sierra de Irta en la que nos encontrábamos. Nos restaban unos 100 metros de desnivel, algunos bastante verticales, y eran las 12:45 horas.
A pesar del sol que aparecía entre algunas nubes, el calor era menos intenso ya que comenzaba a correr algo al aire. El sendero trazó algunos zigzag mientras aparecía por detrás la costa. Nos dirigimos hacia un collado, al que no llegamos ya que “atajamos” hacia la loma de una cumbre anterior al Campanilles. Alcanzamos la cresta a las 12:57 horas a una altitud de 475 metros y tras un total de 4,600 km. Desde allí divisamos al Nordeste el peñón de Peñíscola con el casco antiguo y el castillo coronándolo.
Continuamos la subida por la loma de esa cumbre secundaria de la sierra y llegamos a un cruce de sendas con un poste lleno de señales del PR marcando la dirección y distancia de tres ubicaciones, Alcocéber, Ermita de Santa Lucia y pico Campanilles. A éste teníamos según el indicador 350 m y 10 minutos. Ladeamos un poco la cima de la loma para meternos en la misma cresta hacia la cumbre principal. Ahora tuvimos una gran panorámica del valle al Oeste por el que transcurren las principales autovías y carreteras que recorren esta parte de la costa del Mediterráneo. En lo alto de un cerro que “caía” hacia dicho valle principal se podía ver claramente el castillo de Xivert. Entre roca, escobas y otros arbustos bajamos unos metros antes de iniciar la breve subida a la cima principal a la que llegamos cuando eran las 13:20 horas. El GPS nos daba como datos principales un desnivel acumulado de subida de 540 metros, 30 m de bajada y 5,200 km hechos.
En esta cumbre nos encontramos con un vértice geodésico, un poste con una placa en la que indicaba el nombre de la cima, Campanilles, y su altitud, 572 m, así como un monolito de rocas apiladas. La vista desde el mismo era amplia y extensa hacia cualquier dirección. De Norte a Sur corría la misma sierra con más cumbres de las hay que destacar la de Ebri, en la que divisamos las antenas y la Torre del mismo nombre. Estaba al Sur a una distancia en línea recta de 3 km. Al Este, tras el valle de subida y las cimas que lo cerraban tras él, divisábamos la costa que corría de Norte a Sur, también a una distancia similar a la anterior en línea recta. No se veía población alguna en ella, ocultas por las lomas de la sierra, aunque sí alguna edificación aislada. En el mar navegaban algunos pequeños veleros y embarcaciones así como lanchas que dejaban la estela tras ellas. Por el Oeste seguíamos viendo el amplio valle en el que se emplaza Alcalá de Xivert, la principal localidad del mismo en esa zona, aunque ahora oculta. Más alejadas corrían otras sierras más bajas por las que días atrás habíamos pasado a través de puertos camino de los pueblos ya visitados. En medio del valle vimos también una gran extensión de invernaderos que destacaban por su blanco manto de plástico.
Comimos un pequeño tentempié disfrutando de todo ello y nos sacamos algunas fotos. En un bote dejamos la tarjeta de cumbres entre el monolito de piedras, que ya nos han devuelto antes de finalizar estos relatos, y a las 14:30 horas retomamos la marcha por la cresta hacia el Sur. Descendimos hacia un collado de 495 m por el sendero muy marcado entre más arbustos. La subida a la siguiente cima de 537 m la hicimos cruzando entre pinos viendo de nuevo alguna marca de pintura del PR. En este tramo nos cruzamos con un joven que venía de la Ermita de Santa Lucia, al Sur, a casi 6 km en línea recta del Campanilles y a una altitud de 310 metros.
De nuevo bajamos otro paso entre cimas de 518 m para volver a remontar la siguiente loma similar entre arboleda y escobas. En la cumbre de la misma encontramos muchas rocas y piedras sospechosamente “colocadas”. Según informaciones de Internet, podría tratarse de los restos de un pueblo íbero. Nos hicimos una foto en las mismas, aunque como ya anoté, ninguna de estas cimas intermedias tenía nombre en los diferentes mapas que he consultado. Eran entonces las 15:10 horas y llevábamos 6,500 km.
El siguiente tramo de la marcha no diferenciaba mucho de lo anterior. El sendero transcurría entre escobas, pinos y otros árboles y arbustos. Era casi todo bajada salvo alguna corta y suave remontada. La senda se convirtió en camino y llegamos a un cruce múltiple con varias señales del PR CV 431 y las diferentes direcciones ya mencionadas anteriormente. Cogimos la que indicaba la dirección a la Ermita de Santa Lucia, distante desde allí 3,500 km. No tardando divisamos las antenas por delante de nosotros y ya no lejanas. Un nuevo cruce y más postes con señales en el que cogimos ahora una pista cementada hacia dichas antenas. Escasos minutos después llegábamos a las mismas cuando el reloj marcaba las 15:50 horas y el GPS, 8,800 km hechos.
Rodeamos el recinto cerrado por uno de los laterales viendo las torretas de antenas, casetas y algunas instalaciones eléctricas. Un poco por encima, entre más vegetación, estaba el punto más alto de esta cima de 508 m de altitud. Volvimos unos pasos sobre lo andado para desviarnos por un sendero que descendía al Sur a lo largo de 125 metros hasta llegar a la Torre Ebri, cerca de la cual estaba el vértice geodésico. La altitud allí era de 495 metros.
Esta torre de piedra de planta circular tiene unos 8,500 metros de altura y más o menos 4,000 metros de diámetro. Había una abertura que ahora hacía las veces de entrada y varios ventanucos pequeños en su pared y uno un poco mayor encima del cual se conservaba una especie de dintel cerca del punto más alto. Por lo visto era realmente la puerta de acceso a la torre y a la que se subía usando una escalera de madera portátil colocada en el exterior. Entré dentro para ver como unos escalones metálicos encastrados en la pared subían a la parte alta. Se veían varias grietas en la estructura y en el suelo de la misma había algunos tablones de madera.
A lo largo de toda la costa hay numerosas torres similares. Ésta en concreto servía como puesto de vigía y alerta del castillo de Xivert, en la otra parte de la sierra. Según rezaba en una placa, es similar a la torre Badum, cerca de Peñíscola, y que al final no fuimos a visitar. Hasta el siglo XVII se utilizó como defensa contra los ataques de los piratas berberiscos. Por lo visto entre las torres consecutivas se comunicaban visualmente.
Unos metros por debajo de ella nos acomodamos para comer disfrutando de la vista de la costa, ahora bastante más cerca, y en la que aparecía parte de Alcocéber, un camping y algunos edificios más dispersos. Bajé unos metros para ampliar la vista al sur y pude divisar el puerto de dicha localidad.
A las 16:25 horas emprendimos el regreso al punto de inicio. Volvimos al ancho camino y bajamos unos metros por la pista cementada hasta llegar al primer desvío. Esta vez tomamos otro ramal diferente al de llegada y que seguía la Cañada Real del Clot de Diumenge por la parte alta de una loma. Llegamos a un determinado punto desde el que volvimos a ver Peñíscola al Nordeste. Desde ese mismo lugar teníamos también visible la cima del Campanilles y el último tramo de subida a la misma. El camino se convirtió en senda mientras perdía altura metiéndose hacia la ladera Sur de la loma aquella. Rodeamos la misma por el Este y apareció ante nosotros y abajo el punto de inicio y la furgoneta en él. Estábamos a 360 metros de altura y eran las 17:10 horas.
Desde ese lugar iniciamos un fuerte descenso por el sendero un tanto resbaladizo por la gravilla y piedras acumuladas en él. Apenas me quedaba agua y la estaba racionando como pocas veces a pequeños tragos. Cruzamos bajo un tendido eléctrico y una zona con algunas losas de roca bastante planas antes de que se suavizase la pendiente considerablemente. Así llegamos a una plantación de árboles, no sé si frutales o no, con los restos de una caseta en el recinto. Enlazamos con un ancho camino a la vera de este cultivo y dejamos atrás algunos chamizos más en las fincas entre las que bajaba éste. No lejos ya del final se encuentra otra propiedad en la que uno de los edificios podía ser una capilla, por el campanario que tenía. No muchos metros más adelante salimos a la pista principal en la que teníamos la furgoneta ya cercana. Casi “corriendo” hice este último tramo a la misma en busca del preciado líquido que teníamos en la nevera de camping que llevábamos. A las 17:47 horas terminamos esta sofocante ruta de la que el GPS nos marcaba como datos principales: 12,800 km hechos y un desnivel acumulado de subida y descenso de 700 metros.
Los refrescos que llevábamos en dicha nevera se mantenían frescos y no puedo describir la satisfacción al tomarlos. No nos cambiamos ya que la intención era acercarnos hasta la Cala de la Torre Nova, a poco más de un kilómetro siguiendo la misma pista. Habíamos sabido de su existencia preguntando a los ocupantes de uno de los vehículos que había pasado. Hacia ella nos dirigimos por la polvorienta pista llegando a su aparcamiento a las 18:20 horas. Nos pusimos el bañador y entramos hacia la misma. Tenia tres playitas separadas por unos pequeños riscos por los que se pasaba sin dificultad. Nos quedamos nosotros en el segundo y allí nos metimos al agua......uno más que el otro........
Tras la ruta hecha, esto era lo más que podíamos pedir. La playa no era muy cómoda que digamos, de piedras en vez de arena, y no pequeñas según te ibas metiendo. Por supuesto que no éramos los únicos, había más personal, pero para nada agobiante. Como había hecho en Almenara, cogí la cámara estanca para sacar alguna foto en la playa y dentro del agua.
Algo más de hora y media estuvimos en esa cala antes de ponernos de regreso a Peñíscola a las 20:00 horas. Recorrimos por la pista de tierra los 4,500 km hasta Alcocéber donde salimos al asfalto mientras el cielo de atardecer se tornaba anaranjado y moteado por nubes. Antes de llegar al apartamento paramos a comprar alguna cosa en un supermercado. Cuando salimos vimos la luna llena ya en lo alto. A las 21:25 horas llegamos a la urbanización tras 42 km hechos desde la cala.
En el apartamento pusimos una lavadora tras asearnos y demás. Luego nos acercamos hasta casa de Mª Jesús y José a cenar con ellos y de regreso tendimos la ropa.
Buena ruta la de esta jornada, sofocante y exigente a pesar del moderado desnivel general de la misma. Las vistas de las que disfrutamos desde la sierra compensaron ese esfuerzo, con los valles y la costa como fondo.
Jornada con algunas nubes y calor sofocante.

Kilómetros Furgoneta: 81,000 / Kilómetros Caminando: 12,800


 MAPA ESQUEMA

ENLACE RUTA WIKILOC: 

https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/corral-de-roda-pico-campanilles-torre-ebri-sierra-de-irta-21-08-21-83493582



VISTA SATÉLITE

CORRAL DE RODA - ALCOCÉBER





INICIO DEL BARRANCO FONT DE LA PARRA






LAS CASCADAS SECAS EN EL CAUCE



FUERTE EROSIONES DEL AGUA EN LA PAREDES DEL BARRANCO




FONT DE LA PARRA





COMO EN LA SELVA

ALGUNAS TREPADAS CON CUERDAS







SALIMOS DE LA ZONA ENCAJONADA HACIA LA CRESTA



PEÑÍSCOLA DESDE LA LOMA


AL OESTE

CASTILLO DE XIVERT

HACIA EL CAMPANILLES


PICO CAMPANILLES




PANORÁMICA AL ESTE CON LA COSTA





POR LA CRESTA


EL SUPUESTO POBLADO ÍBERO (RESTOS)



NUEVO CRUCE DE CAMINOS



ANTENAS EN EL PICO EBRI

TORRE EBRI



ALCOCÉBER




INTERIOR DE LA TORRE




COSTA DE ALCOCÉBER


PEÑÍSCOLA




ALCOCÉBER


PRONUNCIADO DESCENSO




ENTRE FINCAS



FIN DE RUTA

...LO MÁS PRECIADO EN ESE MOMENTO

CALA DE LA TORRE NOVA






REGRESO A PEÑÍSCOLA


MERECIDA CENA

LA LUNA LLENA