EL BLOG DE JAVI GALLEGO: MENA DE BABIA

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miércoles, 27 de julio de 2022

ALTO DE LOS TERREIROS, VALGRÁN Y CUETO PEÑALBA (Mena de Babia) 23-07-22

1ª ASCENSIÓN AL “ALTO DE TERREIROS”, “VALGRÁN” Y “CUETO PEÑALBA”. (Mena de Babia).

23-07-22 (Sábado)

Nueva ruta en plena época estival, en esta ocasión volviendo a la comarca de Babia. Hemos elegido para este sábado la ascensión a algunas cumbres de la Sierra de Villabandín partiendo desde Mena de Babia, pueblo que no conocía al igual que las tres cimas ascendidas. El tiempo nos acompañó con un día completamente despejado y caluroso, aunque mitigado arriba por la brisa que corría.

Al final siete participantes nos animamos a la misma: Juan, José Luis, Silvano, Terry, José Carlos, Eulogio y yo, partiendo de tres distintos puntos de origen. Juan, José Luis, Silvano y yo salíamos de León a las 7:35 horas en mi furgoneta y con unos 15º C en los termómetros. En esos momentos salía el sol por el horizonte. Mientras éste se elevaba salimos de la ciudad por la carretera hacia La Magdalena donde enlazamos con la autopista para evitar el tramo del pantano. Tras el puente colgante abandonamos la misma para continuar el viaje saliendo de Luna minutos más tarde y entrando en Babia. Por el amplio valle avanzamos hasta llegar a Huergas de Babia donde habíamos quedado con José Carlos para tomar un café en uno de los bares de dicha localidad. Poco nos restaba a Mena de Babia, donde llegamos a las 9:00 horas, aparcando a las afueras del pueblo cerca de una zona recreativa fluvial acondicionada para ello. A la par llegaban Terry y Eulogio en un tercer coche. En este lugar, donde había varios vehículos más, nos preparamos para la ruta que iniciamos tras una foto de grupo a las 9:15 horas y a una altitud de 1264 metros.

Algunos carteles informaban sobre la zona y la ruta señalizada como “BL-SD 06 Camino Real Pregame” que íbamos a seguir durante un pequeño tramo. Por su parte, Eulogio, conocedor de la zona, también nos ilustró con varios datos de la misma, como la existencia de una antigua fortaleza en lo alto de la cercana Peña del Castillo, al Este del pueblo. Desde allí veíamos al Oeste algunas casas de Peñalba de los Cilleros, pueblo por el que pasaríamos en el regreso.

El ancho camino se dirigía al Sudeste entre praderías cercadas por muretes de rocas. En una de ellas pastaba ganado y al paso nos salieron varios mansos y juguetones mastines. Apenas habíamos recorrido un kilómetro cuando abandonamos este sendero señalizado, que se dirigía a Huergas de Babia hacia el Este, para seguir nosotros mas al Sur dejando atrás unas cuadras ganaderas. Enseguida pasamos un tramo en el que las paredes rocosas de la Peñasca del Paxarín caían sobre el camino. Allí mismo cruzamos un puente de hormigón sobre el río del Monte, por cuyo valle subíamos desde el pueblo. Cambiamos entonces de vertiente en el valle para meternos en la ladera Este del mismo por la cual comenzaba a subir más evidente el camino. Pasamos al lado de una edificación de piedra y pizarra mientras poco a poco iban apareciendo las cumbres que cerraban el valle el Sur, entre ellas nuestros objetivos.

Las escobas escoltaban el camino que seguía ganando altura más o menos suave siguiendo la orografía de las vaguadas del valle. A las 10:18 horas llegamos a una campa en la que nos encontramos otra nave ganadera, un refugio y un chozo circular de piedra y techo vegetal. Varios caballos pastaban en las praderías que aún conservaban algo de verdor. Estábamos a 1560 metros de altitud y llevábamos 3,900 km.

Desde ese punto se empinaba un poco más la subida y las laderas se cubrieron de repoblaciones de pinares. Una media hora más nos llevó alcanzar el collado entre el pico Los Lobos, al Norte y Peña Blanca, al Sur. Este paso, sin nombre en los mapas, tiene una altitud de 1734 metros y desde él dimos vista al valle principal de Babia con la impresionante panorámica de las Ubiñas y todo su macizo de fondo. Llevábamos hasta ese punto 4,800 km hechos. Echando la vista al lado contrario teníamos el valle por el que veníamos subiendo así como las cumbres hacia las que nos dirigíamos, el Alto de Terreiros y el Valgrán. También las anteriores que íbamos a rodear y otras en el espolón que cerraba el valle por el Oeste, como el Alto de los Cuchaos o la Peña Ortigosa.

El camino continuaba entre más escobas y pinares jóvenes por la falda Norte de la Peña Blanca. Rodeamos ésta y nos metimos bajo otra de las cumbres de esta sierra, la Braña Vieja, donde los pinos desaparecieron y el matorral era bajo. También el ancho camino se convirtió en senda sin apenas darnos cuenta en una zona donde pastaba más ganado. Seguíamos por la cara Norte de la sierra unos metros por debajo de la línea cimera ganando altura de continuo y así alcanzamos una especie de "collado" entre la cresta principal y un peñasco que salía hacia el Norte. Eran las 11:30 horas, llevábamos 6,700 km y estábamos a 1952 metros de altitud cuando hicimos una breve parada en dicho paso para tomar un tentempié.

Por delante veíamos una pequeña parte de la cima del Alto de Terreiros tras un peñasco más cercano y a la izquierda del mismo, más alejado, el pico La Arena. Tras ese breve relax retomamos la marcha hacia ese primer objetivo alcanzando la cresta minutos después. Desde la misma tuvimos a la vista otro de los ramales de la sierra de Villabandín en la que se ubica la cumbre principal, el pico La Cañada y otros más que luego nombraré. Cruzamos allí una cerca de cinta electrificada para el ganado para seguir ganando altura hacia los peñascos anteriores al Alto de Terreiros bajo los cuales se encuentra la laguna de Terreiros en un altiplano. En ella aún quedaba algo de agua, no mucha, y la rodeamos para iniciar la última subida por un terreno casi “lunar” que da nombre precisamente a la cima por lo terroso del mismo.

A las 12:10 horas, tras 8,100 km, alcanzamos esta cima del Alto de Terreiros y sus 2061 metros de altitud en la cual hay un pequeño monolito de rocas apilado. Entre ellas encontramos un bote con un papel y en él dejamos nuestra tarjeta de cumbres. Apenas paramos para una foto rápida antes de retomar la marcha hacia el ya cercano pico Valgrán. Descendimos hacia un collado de 2027 metros también por ese suelo árido antes de iniciar la remontada por la siguiente ladera algo más herbosa. Luego los pedreros fueron cubriendo cada vez más espacio de esta empinada ladera por la que finalmente alcanzamos la cima del Valgrán a las 12:48 horas. La altitud de esta cumbre es de 2091 metros y hasta ella habíamos caminado 8,900 km.

Vuelvo a hacer un inciso que de vez en cuando anoto en estas crónicas escritas. Cuando indico “llegamos a la cumbre...” o “llegamos a tal punto.....”, me refiero a mí y los que me acompañan en ese momento, no tiene por que ser todo el grupo. Hay ocasiones en las que algunos compañeros se adelantan y ya están en la cima y otros van aún por detrás, y esto unas veces lo detallo y otras no, dependiendo de la relevancia del dato.

Esta cima del Valgrán es una mole de rocas “apiladas” entre las cuales encontramos clavadas una estaca de madera y una varilla metálica. Entre todo ello revoloteaban una especie de hormigas voladoras, o similar, que literalmente nos cubrieron el cuerpo. Se contaban por miles, y en las fotos de la cámara queda reflejada esa marabunta voladora que llegaba a cubrir el objetivo. Por ello tuvimos que bajar unos metros hacia el Norte para acomodarnos a comer en dichas rocas donde por suerte ya nos libramos de ellas, no sin antes tener que sacudir la ropa plagada.

La vista clara que teníamos nos permitía disfrutar de unas panorámicas espectaculares. Como ya adelanté, al Sur corría la sierra en la que se ubican cumbres como La Cañada, La Arena, Rabinalto o la Penouta más alejada. Girando a Suroeste, el Arcos de Agua, Vizbueno, Catoute o el Nevadín. Por el Noroeste, el Muxiven, Cornón, la Penouta de Somiedo o el Mocoso, algunos ya en Asturias. Más al Norte, la zona de Somiedo y Ventana, el Morronegro, Torre Orniz, Albos o el Montigüero. Le seguía el macizo de Peña Ubiña y otras cumbres de Babia, Omaña y Luna que ya no me atrevo a detallar. En los valles acertamos a distinguir algunos pueblos también.

Tras una foto de grupo allí mismo, y dejar rápidamente la tarjeta de cumbres entre las rocas de la cima, iniciamos el descenso a las 13:55 horas. Nos echamos ahora a la loma contraria, hacia el Oeste, por más pedreros de grandes rocas calizas de afilados bordes. Luego el terreno se volvió más herboso entre matorral bajo. Pasamos por un collado y nos metimos bajo la siguiente cumbre también rocosa para rodearla por el Nordeste, aunque Silvano la cresteó por la cumbre. Perdimos algo de altura en este tramo antes de iniciar de nuevo una remontada hacia el collado posterior. Desde esa zona comenzamos a ver Mena en el valle y más cercano Peñalba de los Cilleros.

Alcanzamos la cresta a una altitud de 1883 metros y nos encaminamos hacia la ultima cumbre destacada de la ruta, el Cueto Peñalba. El tramo hacia la misma es una sucesión de altibajos de escaso desnivel hasta la última subida, un poco más considerable. En ella estaban algunos compañeros que se habían adelantado y que, o ya habían subido o habían quedado allí mismo. José Carlos y yo llegamos a ella a las 15:10 horas y tras un total de 11,700 km.

Pues bien, esta cima de 1936 metros de altitud no tiene nombre en la mayoría de los mapas, al menos en los que pudimos consultar allí en el GPS o en el móvil. Luego, ya en casa, he encontrado una referencia a ella con el nombre de Cueto Peñalba o simplemente Cueto. Nos sacamos unas fotos José Carlos y yo, ya que el resto incluso había comenzado a bajar ya, y dejamos una tarjeta entre el monolito de rocas que había en la cima.

No nos entretuvimos tampoco allí y enseguida nos echamos a la pendiente cresta del Norte. En una colladina de la parte baja vimos al resto de compañeros parados, aunque se pusieron en marcha de nuevo antes de alcanzarles. También nosotros nos detuvimos unos minutos en ese mismo punto. Seguía calentando y yo mitigaba el calor con el agua aún fría que me quedaba al congelar parte de la misma en una botella la noche anterior.

Retomamos la marcha subiendo un corto tramo antes de iniciar una fuerte bajada por una vaguada de pradería que nos llevó a las inmediaciones de un refugio de piedra y un chozo circular de piedra y paja similar al que encontramos subiendo. Allí mismo había un remolque de un vehículo. En una tablilla figuraba el nombre, "Chozo el Cueto". Oímos los balidos de un corderín al que encontramos en un pequeño recinto dentro del chozo. En ese punto estábamos a 1500 metros de altitud. Eran las 16:30 horas.

La senda seguía bajando ahora por lo alto de una loma divisoria de vaguadas hasta que nos metió de lleno en la parte baja donde los regatos inundaban el terreno lleno de hierba alta entre la que perdimos la senda. El track lo marcaba por otro lugar en el que tampoco lo vimos claro. Al final, tras meter los pies en varios lugares embarrados, cruzar algunas alambradas de ganado, saltar un pequeño tapial de piedras, etc. etc. conseguimos salir a un camino a pocos metros de la carretera que une Peñalba de Cilleros con la de Quintanilla de Babia. A las 16:55 horas enlazamos con ella a una altitud de 1340 metros.

Pues bien, al poco de salir a la misma se dio cuenta José Carlos de que había perdido el móvil. Lo había usado para sacar fotos donde el chozo y se le había salido del bolsillo en ese tramo. Claro, si se le había caído en el último tramo donde la hierba era alta y abundante, malo. Hacia arriba el sendero estaba más despejado. Total, emprendimos el regreso siguiendo lo más fiel posible el recorrido hecho por el track del GPS. Cruzamos de nuevo la zona enfangada y con la hierba alta sin éxito alguno e iniciamos la subida por la senda más pendiente. Me fui adelantando un poco ganando altura de nuevo hacia el chozo con la esperanza de que se hubiese caído en esa zona y no la anterior. Mi alegría fue tremenda al encontrarlo caído en ese sendero a escasos 200 metros del chozo y del refugio y a una altura de 1455 metros.

Con esa satisfacción encima dimos la vuelta y ahora intentamos seguir el track del GPS sin meternos mucho en la zona de humedales. Sí cruzamos prados con más hierba alta y nos situamos por encima de una tierras de labranza en las que trabajaban con un tractor y en medio de ello vimos una cigüeña. Ya por un sendero entramos por fin en Peñalba de Cilleros a las 17:35 horas llegando enseguida a una plaza en la que había una fuente de piedra datada en 1900, según una inscripción labrada en ella. Llevábamos hasta ese pueblo, emplazado a una altitud de 1320 m, 16,700 km hechos.

Nos refrescamos en la fuente y por el móvil supimos que los compañeros estaban ya en Mena. Salimos a la carretera por la que recorrimos 1,000 km en dirección a Cabrillanes y cruzando el resto del pueblo antes de desviarnos a un ancho camino hacia Mena. Entre praderías más agostadas nos fuimos acercando al pueblo viendo en algunas ocasiones la furgoneta en la zona recreativa. A las 18:03 horas entramos en Mena de Babia dirigiéndonos a esta zona fluvial en la que ahora había mucho personal. A las 18:10 horas terminábamos José Carlos y yo la ruta de la cual el GPS nos marcaba 18,800 km hechos con un desnivel acumulado de 1110 metros, incluida la vuelta a por el móvil.

Nos cambiamos allí mismo y nos despedimos de Terry y Eulogio antes de iniciar el viaje de vuelta a las 18:25 horas. De nuevo en Huergas de Babia hicimos una parada para tomar un merecido refrigerio. Tras ello nos despedimos ahora de José Carlos y emprendimos nosotros el regreso a León. Volvimos a coger la autopista en el tramo del pantano y sin novedades hicimos el resto del trayecto hasta la capital donde llegamos a las 20:15 horas. Aquí fueron quedaron los compañeros y a las 20:40 horas, con 32º C en los termómetros, llegaba yo casa.

Una nueva ruta con tres cumbres para sumar al listado de ellas, pero lo más importante, disfrutada al máximo.

MAPA ESQUEMA