lunes, 30 de agosto de 2021

PEÑÍSCOLA 15/24-08-21 (4) JUEVES 19




VACACIONES EN “PEÑÍSCOLA” (CASTELLÓN).

15/24-08-21

En las vacaciones de verano de este año he ido a Peñíscola, Castellón, acompañado en esta ocasión por Álvaro, amigo y compañero habitual en las rutas de montaña. En los diez días que estuvimos por allí, incluidos ambas jornadas de viaje, conocimos y visitamos diferentes lugares de dicha provincia y otras aledañas.
Durante los mismos hicimos un par de rutas de montaña que más o menos llevaba previstas, con algunos cambios de última hora. En el siguiente relato voy a “resumir” un poco el transcurso de todas las vacaciones, centrándome sobre todo en las dos rutas, aunque el resto de jornadas van también un tanto detalladas.

 


JUEVES 19 (Peñíscola - Delta del Ebro.)

La mañana de este jueves optamos por quedarnos en Peñíscola y hacer unas visitas por el casco antiguo. Sobre las 9:20 horas, y con el cielo medio cubierto, salimos caminando Álvaro y yo del apartamento hacia el mismo, distante 4 km. Por el arcén de la carretera avanzamos dejando atrás un par de camping, varias rotondas y más zonas residenciales. Nos desviamos luego hacia otro vial secundario con carril bici y de paseo. Así entramos en la localidad paralelos a la Sequia del Rei, uno de los dos grandes canales, junto al de la Sequia Templera, que atraviesan el Majal, un gran humedal en el que pueden verse numerosas aves acuáticas y peces de especies protegidas, sobre todo el samarugo, pez cuya mayor colonia se sitúa en dicho humedal. Ambos canales se forman algo más al Norte a partir de manantiales de agua subterránea conocidos como Ullal desembocando luego en la playa Sur de Peñíscola. Varios puentes de madera sirven de comunicación entre ambas márgenes.
Llegamos así a la playa Norte de Peñíscola, conocida televisivamente entre otras por el emplazamiento en la misma del “Chiringuito de Pepe” de la popular serie. Como curiosidad, el edificio que estaba en la playa solo era fachada y poco más ya que los interiores se rodaban en estudio. Ese decorado está ahora en la zona del puerto y se usa como bar con terraza. Por el paseo nos encaminamos hacia el casco antiguo pasando delante del gran título de letras coloristas con el nombre de la población. Entramos a la parte antigua por una de las varias puertas de la muralla y comenzamos a subir por las empinadas calles hacia el castillo. En diferentes lugares de este casco antiguo pueden verse carteles con informaciones y curiosidades de las muchas veces que Peñíscola ha sido protagonista en el cine y la televisión. Nos fuimos acercando al castillo con intención de visitarlo ese día, así que compramos la entrada, 5,00 €, y entramos al recinto.
Resumiré brevemente lo que puede verse dentro de este Castillo del Papa Luna, muy bien conservado y restaurado, por cierto. En las diferentes salas que componen su interior y que en su día eran las estancias del castillo como las caballerizas, aposentos de los moradores, cuerpo de guardia, mazmorra, capilla, cocinas, etc, etc, ahora hay dispuestas exposiciones, salas de conferencias o recreaciones de aquella época, entre ellas la estancia de Benedicto XIII, el Papa Luna. Estrechos pasadizos comunican algunas de estas salas dispuestas en varios niveles a los que se accede por el exterior principalmente. Desde el patio de armas, garitas, murallas y otras terrazas exteriores se puede disfrutar de unas vistas extraordinarias de Peñíscola, tanto del casco antiguo bajo el mismo como de la parte más moderna y todas las urbanizaciones en las laderas de la cercana Sierra de Irta. Los nubarrones sobre ésta contrastaban con algunos claros que se abrían dejando pasar el sol brevemente.
El estrecho istmo que une el peñón del casco antiguo con la zona nueva separa a la vez la playa del Norte y la del Sur, al lado de la cual está el puerto de Peñíscola. La costa se alejaba por el Norte y podíamos distinguir Benicarló y Vinaroz en ella. En medio del extenso mar mediterráneo podía distinguirse al Este la antaño polémica plataforma de gas Castor, hoy en desuso. Numerosas embarcaciones surcaban estas aguas que se ofrecían de un color turquesa. El faro emplazado muy cerca del castillo y al Sur del mismo, “vigilaba” todo ese panorama.
Cuando salimos del mismo, 1:20 horas después, había bastante cola para sacar las entradas. Nosotros habíamos tenido suerte y entramos sin esperas. Con la entrada al castillo se incluye la del Parque de Artillería y Fortificaciones, situadas en otro punto del peñón y a un nivel más bajo. Camino del mismo entramos a ver un momento la iglesia de la Ermitana.
En el recinto del Parque de Artillería se pueden contemplar los Jardines del Castillo, bonito parque verde con césped y palmeras entre las cuales está el edificio del polvorín, fosos, garitas, pasadizos, los puestos de baterías con varios cañones, murallas, etc, etc. Bajo todo ello se situaba el puerto antiguamente. Visitando este lugar cayeron cuatro gotas de lluvia.
Media hora nos llevó ver este segundo recinto del castillo saliendo de nuevo hacia las estrechas calles por las que bajamos hacia la zona del puerto en la que nos tomamos un refrigerio mientras se abrían claros en el cielo. Por la playa Sur abandonamos la parte antigua para encaminarnos hacia el apartamento y antes de llegar al mismo paramos en un Mercadona a comprar algunas cosas, no muchas ya que íbamos andando y nos quedaba un trecho decente aún.
De nuevo voy a hacer un inciso sobre algo habitual que me ocurrió durante casi toda la estancia por allí. No se por qué, pero gran parte del tiempo no tenía cobertura en el móvil. Unas veces solo de teléfono, otras de datos, aunque la gran mayoría de ninguna de las dos. A la hora de poner el navegador para ir a algún lugar era imposible conectar. Por su parte, Álvaro tenía algo más que yo, pero tampoco era buena.
A las 14:30 horas llegamos al apartamento habiendo hecho 11,600 km. En él preparamos algo de comida y comimos tranquilamente en el salón. Dos horas después nos poníamos de nuevo en ruta, esta vez con la furgoneta, hacia el Delta del Ebro. El cielo se mantuvo cubierto mientras avanzábamos hacia la desembocadura del principal río de España, ya en Tarragona. Antes de llegar a la misma se cruza el gran cauce que lleva en ese punto final. Por la vera Norte del río transcurre la carretera entre campos de arroz hasta llegar a un aparcamiento en el que dejamos la furgoneta a las 17:20 horas y tras 74 km desde Peñíscola.
Allí mismo hay montado un mercadillo con casetas por el medio del cual cruzamos para meternos en una pista media asfaltada paralela al Ebro. Comprobamos que se podía avanzar más con la furgoneta hacia la desembocadura, aun distante, y volvimos a por ella. Tras casi 3 km aparcamos y nos encaminamos hacia el Zigurat, a unos 500 metros y muy cercano ya a la desembocadura misma. Se trata de una construcción de madera a modo de tronco piramidal utilizada como mirador. Tiene unos 7 metros de altura y las vistas sobre el delta son espectaculares. Lástima del día nublado que teníamos y que redujeron drásticamente la belleza del lugar. Incluso se escapaban algunas gotas de lluvia de vez en cuando. El terreno se veía encharcado, señal de haber descargado un buen aguacero no hacía mucho. Por el río se veían varias embarcaciones navegando, algunas turísticas. A pocos metros del Zigurat se encuentra el Faro de Garxal, una pequeña torre metálica y amarilla que hace más bien las veces de baliza que de faro. Volvimos hacia la furgoneta encontrándonos con algunas esculturas antes vistas también. Se trata de unas figuras cuadradas con formas de caras cuyo significado no logro encontrar en Internet.
A las 18:15 horas emprendimos el regreso mientras al Oeste se oscurecía de forma tremenda y vimos algunos relámpagos. Aún así no llovía, salvo alguna pinta suelta. Paramos no mucho después a la vera de un gran arrozal de verdor exuberante. Con sol me imagino como tenía que lucir aquel paisaje. Emergía entre aquella negrura y frente a nosotros, el Montsiá, cumbre de 762 metros de altitud emplazado en la sierra del mismo nombre. La distancia del mismo en línea recta al mar es de escasos 4 km, ubicándose un poco más al Sur de San Carlos de la Rápita.
Durante el resto del trayecto de regreso sí llovió con fuerza en algunos tramos. Llegamos a la urbanización a las 19:30 horas. Estuvimos un rato en el apartamento desde el que pude sacar unas fotos espectaculares del cielo que iba abriendo con las nubes rojizas y anaranjadas, resto de la tormenta. Nos cambiamos y bajamos a Peñíscola con la furgoneta donde estuvimos cenando antes de darnos un buen paseo por el casco antiguo ya anochecido. La luna entre nubes se reflejaba en el mar formando un bonito “camino” en el agua. Volvimos al apartamento sobre la 1:30 horas.
Jornada aprovechada a pesar de la climatología un tanto irregular. Como apunté, una pena no haber encontrado el Delta del Ebro despejado.
Día de nubes, tormenta y cuatro gotas de lluvia. Temperaturas veraniegas.

Kilómetros Furgoneta: 166,000 / Kilómetros Caminando: 12,700

PEÑÍSCOLA

EL MARJAL DE PEÑÍSCOLA


PASEO MARÍTIMO



CASCO ANTIGUO




LA  ANTAÑO MEDIÁTICA PLATAFORMA DE GAS "CASTOR"

PEÑÍSCOLA DE CINE


DELANTE DEL FARO

CASTILLO DEL PAPA LUNA

















BELLAS PANORÁMICAS DE PEÑÍSCOLA DESDE EL CASTILLO








IGLESIA DE LA ERMITANA



PARQUE DE ARTILLERÍA Y POLVORIN













PUERTO Y PLAYA SUR



DELTA DEL EBRO (TARRAGONA)





ZIGURAT





LA TORMENTA AL OESTE

ARROZALES EN EL DELTA DEL EBRO




LA TORMENTA SOBRE EL MONTSIÁ

DESDE EL APARTAMENTO








CENA Y PASEO NOCTURNO POR PEÑÍSCOLA
















EL CONOCIDO "CHIRINGUITO DE PEPE"








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