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miércoles, 17 de agosto de 2022

NOCTURNA "LA CAMPONA" - (Villanueva de Omaña) 13/14-08-22

 


XXXIX TRAVESÍA NOCTURNA. 4ª ASCENSIÓN A LA “CAMPONA”.
(Villanueva de Omaña).

13/14-08-22

En pleno mes de agosto, y con un mínimo de participantes, nos hemos decidido a realizar la primera ruta nocturna de este año. Tan solo Álvaro, Mª Jesús y yo hemos realizado la misma en esta ocasión. Tras descartar la primera opción elegida, siendo el pico Socellerón en Tolibia, por la probabilidad de tormentas en la zona, nos hemos ido a Villanueva de Omaña para ascender a la Campona, una cumbre también sencilla a la que ya había ascendido en más ocasiones, incluso la última para colocar el Belén de Cumbres. En esta ocasión variamos parte de la ruta de subida, alargándola un poco para evitar algunos tramos un tanto enrevesados si se coge por el valle. El resultado no pudo ser mas satisfactorio en todos los sentidos.

SÁBADO 13
Antes de salir hemos ido Álvaro y yo a cenar un poco en un establecimiento del centro comercial. Luego recogimos a Mª Jesús en Armunia y a las 23:40 horas, con 22º C de temperatura externa, salimos de León por la carretera de Caboalles hacia el punto de inicio de la ruta.

DOMINGO 14
Fue en Canales donde hicimos una parada para tomar un refrigerio en uno de los bares antes de proseguir el viaje hacia Villanueva de Omaña, pueblo al que llegamos a la 1:00 hora de la madrugada. Atravesamos parte del mismo antes de aparcar en una de las plazas casi al final del pueblo. Sin prisa nos preparamos para la ruta allí mismo, a una altitud de 1177 metros, y tras una foto de grupo, iniciamos la marcha a la 1:35 horas.
Para ascender al pico la Campona desde este pueblo hay tres alternativas principales, más o menos. La más directa, por la que bajaríamos, sale por la parte derecha del valle del Río Pequeño, al Oeste, y llega al refugio bajo la cumbre del pico. Por ella hicimos la ruta del Belén de Cumbres y por allí bajaríamos luego. Otra de las alternativas es la del fondo del valle que recorre además el conocido bosque de acebos que en alguna ocasión hemos hecho también, una incluso con nieve que nos impidió alcanzar la cima. Esta ruta la descarté por que llega un momento en el que hay que abandonar el camino para meterse al bosque por el que no es muy cómoda la subida, máxime haciéndolo de noche. Una tercera, por la que me decanté, asciende por la ladera Este, la izquierda, siguiendo siempre un ancho camino que llega a la cresta para rodear luego toda la cabecera del valle hasta coronar la cima. Esta alternativa me era desconocida en buena parte del recorrido inicial, pero estudiando los mapas comprobé la existencia de ese camino que se veía claro en la vista de satélite de los mismos. Tampoco conseguí ruta para el GPS por dicha alternativa, así que nos fuimos guiando por la intuición y la posición que nos daban los móviles en el mapa. De día no importa arriesgar un poco más o menos, pero de noche no conviene mucho.
Salimos de Villanueva por una calle que nos llevó enseguida a un puente sobre el Río Pequeño que atravesamos para comenzar a subir por un camino entre algunos praderías. Enseguida nos topamos con un todoterreno abandonado y medio engullido por la maleza donde nos sacamos una foto. La luna, llena el día antes, iluminaba mucho el paisaje cuando la arboleda lo permitía, poco aún en esta parte baja del valle. Pocos metros más adelante pasamos al lado de un depósito de agua y enseguida entramos entre un pinar. El camino se llenaba cada vez más de hierba alta y otros matorrales bajos y esperábamos que no terminase cerrado por completo.
Fuimos ganando altura y por detrás veíamos a veces las luces del pueblo. Algunas nubes sueltas ocultaban la luna de vez en cuando, pero enseguida desaparecían movidas por algo de viento que corría arriba. La temperatura era muy agradable, incluso para ir en manga corta. El camino iba trazando numerosos zigzag para remontar más cómodamente aquella pendiente ladera. A las 2:45 horas, a una altura de 1515 metros, cruzamos un recto cortafuegos que subía directo a la cresta desde la parte baja. Tras el mismo fue desapareciendo la arboleda y con la luz de la luna solamente podíamos ver perfectamente para caminar.
A las 3:05 horas alcanzamos la cresta de la sierra a una altitud de 1581 metros y tras haber caminado 3,100 km. Nos situamos a la vera de una alambrada por la que continuamos ganando altura hacia una pequeña cima cercana con algo de roca. Hacia el Oeste veíamos como la niebla se iba metiendo y cubría las cimas de esa parte, bien definidas con la luz de la luna. El ancho camino seguía ahora unos pocos metros por debajo de la línea cimera hacia el Este y en algunas ocasiones cruzaba cancillas. Numerosas luces de los pueblos fueron apareciendo en el oscuro paisaje, aunque es difícil concretar de cuales se trataba. Pasamos al lado de un rebaño de vacas pastando en aquellos altozanos. En esos momentos la niebla se cerró en la última cumbre que habíamos pasado.
El trazado del camino era un continuo tobogán de altibajos con cumbres y collados que íbamos dejando atrás. Entre las cimas que pasamos, o que rodeamos, figuran en el mapa el Manzanalón, Alto de Navedo, Cerro Posada o las Pozas de Linares. Cruzamos los collados de Redibuey, San Vicente o el de Ferreiras. Tras todo ello llegamos al collado de Los Acebos, 1621 m, en el que enlazamos con el track de una de las rutas que ya había hecho yo en otra ocasión. Eran las 5:12 horas y llevábamos 7,700 km hechos hasta ese punto.
Iniciamos desde él la subida ya continua hacia la cima de la Campona. Nos metimos entonces a la vera de un macizo rocoso, el de la Peña del Miro, que el camino rodeaba por su cara Oeste. El acceso al mismo se veía muy cerrado de escobas y la cresta muy abrupta. Cruzamos alguna cancilla más para el ganado y a las 5:57 horas llegamos al desvío del camino que baja hacia el refugio desde esa cresta. Lo dejamos a un lado para seguir nosotros hacia la ya cercana cumbre, cuyo vértice geodésico se perfilaba por delante de nosotros. Se me olvidaba mencionar que durante estos días se produce el fenómeno astronómico de las Perseidas o Lagrimas de San Lorenzo. Pues bien, la noche anterior había sido el máximo apogeo de ellas, pero a lo largo de ésta veníamos viendo algunas fugaces cruzar el cielo, no muy favorecido para ello por la brillante luna que teníamos.
Así nos situamos bajo la cima de la Campona, cuyo acceso desde el camino, aunque corto, no es muy sencillo. Alambradas y altas escobas envuelven la base de la roca a la que pudimos acceder tras pelear con todo ello y que por fin alcanzamos a las 6:10 horas y tras 9,600 km recorridos.
La Campona tiene una altitud de 1800 metros y la vista nocturna desde ella era espectacular. La luna seguía iluminando el paisaje perfilando todas las cumbres en redondo. Como ya indiqué anteriormente, en las del Suroeste la niebla “abrazaba” todo el cresteo de las sierras. Y bien digo “abrazaba” ya que en muchos puntos parecía manos y brazos atrapando esas cimas. Con la cámara, y con esa luz de la luna, pude captar muchos de esos detalles. Hacia el Este se comenzaban a vislumbrar las primeras luces con el lucero del alba, Venus, destacando en el cielo. Numerosos pueblos también sobresalían en los valles identificables de momento solamente por las luces.
Hubo que abrigarse un poco ya que la temperatura bajó en esa cumbre, y más al amanecer. El rocío había cubierto las mochilas con una capa húmeda. Nos hicimos alguna foto en torno al vértice geodésico y fuimos esperando para ver la salida del sol mientras el paisaje se mostraba cada vez mas claro y nítido. Salvo esas nieblas pegadas a las cimas, ahora no quedaba ni una nube en el cielo. Antes de la salida del sol se perfiló de una forma muy guapa tras las crestas y nubes con un tremendo color rojizo. A las 7:35 horas aparecía el astro rey por encima de la Sierra de La Cañada, posiblemente tras el pico Penouta, aunque no lo confirmo al cien por cien, y en pocos minutos fue inundando el paisaje con un tono anaranjado precioso. La luna continuaba visible en lo mas alto por encima de la sierra en la que se emplaza el Arcos de Agua, Sesteadero Buey de Fraile o la Peña Cefera, que poco a poco iban despejándose de las nieblas.
Dejamos una tarjeta de cumbres en una bolsa hermética al lado del monolito de cemento y a las 8:18 horas emprendimos el descenso. Retrocedimos unos metros para desviarnos enseguida por el camino que baja hacia el refugio, situado en un llano a media ladera hacia el Este. El ancho camino va rodeando esta altiplanice de la vaguada del valle principal mientras pierde altura hacia esa caseta a la que llegamos en 35 minutos.
Este refugio de piedra, situado a 1616 metros de altitud y con el nombre de La Cabaña en los mapas, está “incrustado” dentro del murete de un corral circular de ganado, ahora vacío. Dentro hay una chimenea, bancos y un baúl a modo de mesa. Mientras Mª Jesús se acomodaba fuera para desayunar, Álvaro y yo decidimos hacerlo dentro. Como ya adelanté, en este refugio celebramos el Belén de Cumbres del año 2019 debido al mal tiempo reinante ese día para hacerlo en la cumbre de la Campona. En la repisa de la chimenea encontramos, bastante deteriorado y medio roto, el belén que habíamos dejado allí ese día.
A las 9:40 horas retomamos el descenso atajando ahora un tramo campo a través para evitar un gran rodeo que daba el camino desde ese punto. Encontramos algunos restos más de muretes de piedras en esa ladera. Ya por el camino entramos enseguida en un bosque que nos cubrió durante un corto espacio antes de abandonarlo a cielo abierto de nuevo. El sol ya iba calentando y sobraba ropa. El camino iba trazando algunas curvas siguiendo la ortografía de la vaguada por la que descendía. Justo enfrente, al otro lado del valle, teníamos la loma por la que habíamos subido por la noche, viendo ahora claramente el camino y el cortafuegos que lo cruzaba.
No tardamos en divisar también el pueblo bajo nosotros y la carretera principal. El camino trazaba varias curvas más para mitigar la pendiente que aún quedaba por bajar hasta él, aunque nosotros decidimos volver a atajar algunas de ellas. La pendiente era considerable, pero estaba bastante despejada de matorral, encontrando algunas zonas de piedra y roca. Nos llevó ese atajo al camino que entra hacia el fondo del valle, cogiendo nosotros la dirección contraria hacia Villanueva. Cruzamos una nueva cancilla y en pocos minutos entramos en el pueblo cuando eran las 10:57 horas. Entre viviendas de piedra y pizarra recorrimos el escaso tramo que nos separaba de la plaza en la que teníamos la furgoneta y donde terminamos la ruta a las 11:00 horas. 15,200 km y 878 metros de desnivel acumulado nos daba el GPS como datos principales.
Nos cambiamos en dicha plaza, en la que ahora había varios vehículos más, y a las 11:20 horas iniciamos el viaje de regreso. Algunas nubes surcaban ahora el cielo. De nuevo en Canales hemos hecho una breve parada para tomar algo en el bar. Por mi parte un café cargado, que el sueño me empezaba a vencer conduciendo. Minutos después retomamos el viaje hacia León donde llegamos a las 13:00 horas. Dejé a Mª Jesús en casa y a las 13:15 horas llegaba con Álvaro a la mía, donde él había dejado su coche. Un termómetro cercano marcaba 24º C a esa hora.
Buena experiencia la que vivimos durante esta jornada, en gran parte nocturna. El resultado no pudo ser más satisfactorio, tanto por los paisajes contemplados como con el transcurso de la ruta en sí. Cómoda por el itinerario escogido y con unos tiempos acertados para, ni tener que esperar mucho en la cima a ver el amanecer, ni llegar tarde.


MAPA ESQUEMA

ENLACE RUTA WIKILOC:


VISTA SATÉLITE

ARMUNIA

CENA ANTES DE MARCHAR

VILLANUEVA DE OMAÑA




INICIO DE RUTA (1177 m)

RÍO PEQUEÑO

VEHÍCULO ABANDONADO

DEPÓSITO DE AGUA

LA LUNA ENTRE NUBES

SUBIENDO POR EL CAMINO ENTRE ARBOLEDA






NUBARRONES POR EL OESTE

CUMBRES ROCOSAS EN LA CRESTA


NIEBLAS SOBRE LA SIERRA AL SUROESTE

GANADO EN LAS PRADERAS CIMERAS

CANCILLAS

SE INTUYE EL VÉRTICE GEODÉSICO EN LA CIMA

LLEGANDO A LA CUMBRE

LA LUNA DE FONDO

FOTO NOCTURNA EN LA CIMA DE LA CAMPONA (1800 m)

PAISAJES AL AMANECER











PRIMEROS REFLEJOS SOLARES


SALE EL SOL A LAS 7:35 HORAS


LA LUZ VA INUNDANDO EL PAISAJE


PICACHOS EN EL DESCENSO DE LA CIMA




BONITOS REFLEJOS DEL ROCÍO MATINAL


LA CIMA VA QUEDANDO ATRÁS


EL SOL SE VA ELEVANDO

CORRAL Y REFUGIO



LA LUNA A PUNTO DE DESAPARECER DE NUESTRA VISTA

REFUGIO DE "LA CABAÑA"



BAJANDO POR EL BOSQUE



DIVISAMOS EL PUEBLO

FRENTE A NOSOTROS, EL CAMINO DE SUBIDA Y PARTE DEL CRESTEO

ULTIMOS METROS HACIA VILLANUEVA

NO HAY ATAJO...SIN TRABAJO


FIN DE RUTA EN EL PUEBLO



DESAYUNO EN CANALES


ARMUNIA