VACACIONES
EN “PEÑÍSCOLA” (CASTELLÓN).
15/24-08-21
MARTES 17 (1ª Travesía “La Pobla De Benifassá - Bel - Molló Dels Tres Termes (1ª Ascensión) - La Pobla De Benifassá”.)
Esta jornada hemos hecho una de las dos rutas previstas en tierras de Castellón. La variamos un poco respecto a la prevista en esta zona, que transcurría en las inmediaciones del pantano de Ulldecona, recomendándonos José la que finalmente hicimos. La misma transcurrió entre dos pueblos, La Pobla de Benifassá y Bel, coronado la cumbre del Molló Dels Tres Termes (Mojón de los Tres Términos), ya en el trayecto de regreso. La jornada transcurrió como sigue.
Salimos del apartamento en Peñíscola a las 8:30 horas. En el viaje de ida al punto de inicio cruzamos alguna vez el límite provincial y de comunidad en Tarragona, aunque La Pobla de Benifassá está en Castellón. Poco a poco nos separamos de la costa para meternos hacia terreno montañoso entre roca y desfiladeros hasta llegar al embalse de Ulldecona. Cerca de la presa paramos unos minutos para sacar unas fotos del mismo antes de continuar avanzando hacia La Pobla a la que llegamos a las 9:45 horas y tras 62 km hechos. Cruzamos la población, decorada con numerosas cadenetas de fiestas, que a lo largo de los siguientes días también vimos en numerosos pueblos, y aparcamos a las afueras de la misma a una altitud de 671 metros.
Nos preparamos para la ruta que iniciamos a las 10:05 horas bajando unos 20 metros de desnivel por una de las calles hacia el cauce del Barranco de la Pobla de Benifassá, encontrándolo totalmente seco. Caminamos unos pocos metros por él antes de llegar a la bifurcación de la ida y la vuelta. En esos momentos no me acordaba del sentido que tenía el track del que nos guiábamos en el GPS, por lo que optamos por coger el ramal que ya comenzaba a subir desde allí mismo por una de las márgenes del barranco. Siguiendo un sendero llegamos a lo alto de un cerro desde el cual tuvimos una bonita y amplia vista del pueblo. Enlazamos algo más arriba con un ancho camino entre praderías y algo de arboleda que mitigaba el calor que ya se empezaba a notar. Nos echamos algo de protector solar para el mismo en una pequeña parada y seguimos la subida hasta llegar a las cercanías de un recinto con antenas. Eran las 10:30 horas. Desde allí se veía perfectamente otro pueblo cercano en lo alto de un cerro, Ballestar, así como La Pobla y la furgoneta aparcada en las afueras.
Enlazamos en ese punto con un sendero de fuerte pendiente entre matorral y algo de arboleda que poco a poco se fue metiendo en la margen derecha de una vaguada cerrada con muchos canchales de piedras en sus laderas. Dicha senda ganaba altura cruzando estos pedreros y entre numerosos pinos no muy tupidos. Podíamos ver hacia atrás parte del valle principal por el que habíamos llegado al pueblo. En las laderas de este barranco también se podían ver riscos de roca verticales. En algunos puntos el sendero estaba medio escalonado por piedras formando escaleras.
Llegamos así a un punto en el que encontramos unos tapiales también de piedras con un pilón cercano y como grifo, una boya de corcho similar a la de las cisternas de wc. No lejos había un pozo medio cubierto por unas losas. Había igualmente muchos troncos de árboles cortados, todo ello se veía muy abandonado. Estábamos a 910 metros de altitud y eran las 11:05 h.
Seguimos subiendo entre arboleda y trazando algunos zigzag hasta que alcanzamos la cresta de la sierra a las 11:25 horas. En este punto se emplazan los restos de unas brañas, Mas de Inza, casas medio derruidas usadas antiguamente por los pastores que cruzaban por la Cañada del Esqueche, a la que nos unimos en ese punto, y que forma parte de una extensa red de cañadas que recorren toda esa parte de la geografía. En un poste había varias señales e indicadores de distancias a las poblaciones cercanas. La altitud en ese punto es de 965 metros y llevábamos 2,200 km.
Nos metimos entonces a la vera de una pared de roca por donde transcurría dicha cañada unos metros por debajo de la cresta. Numerosos árboles crecían entre las grietas de la misma pared en la que también encontramos un abrigo de piedras usado como corral para el ganado y refugio de los pastores. Dejamos atrás la roca y salimos a cielo abierto ya cerca del collado - mirador de la Ereta del Bel al que llegamos a las 12:00 horas y tras 3,500 km recorridos. Este paso se encuentra a 959 metros de altitud y tiene una buena vista hacia el Norte, cuyas cumbres y otras localizaciones están explicadas en un panel. En un monolito cercano de piedra vimos varias placas de “Trobadas” o encuentros celebrados por aquellos parajes. No voy a polemizar más, pero a lo largo de los días que estuvimos de vacaciones nos encontramos muchos carteles, informaciones, etc, etc, etc, de carácter público e incluso oficial solo en valenciano. Sin comentarios.....
Avanzamos por el sendero hacia otro collado en el que vimos aparcado, ya en un camino, un todoterreno. Desde allí vimos también al sur el pueblo de Bel hacia el que nos dirigíamos. El track que llevábamos como referencia se metía ahora hacia la sierra del Este por encima de otro gran barranco, el de Requena, siguiendo un sendero que seguimos hacia la misma. Poco a poco ganamos altura hacia unas cumbres no lejanas por las que había que pasar. Fue entonces cuando, estudiando el GPS y el terreno in situ, vimos lo que nos restaba a Bel y por donde. Desde dichas cumbres teníamos que perder 300 metros de altura hasta el fondo del Barranco de Requena para luego subir 200 al pueblo. Eran las 12:30 horas, el sol calentaba bien y la opción no parecía la más adecuada. Con las mismas retrocedimos hacia el collado anterior con la intención de hacer la ruta por el ramal de vuelta, mucho más suave, aunque al final lo modificamos como luego se verá.
La pista ancha para vehículos se metía hacia el barranco mientras que nosotros cogimos otro camino menos marcado hacia la sierra del Oeste de dicho valle y que pronto se convirtió en senda. Otro indicador marcaba 2,900 km a Bel por dicha senda junto a más distancias de otros puntos. Nos metimos por las lomas de la falda Este del pico Molló que luego subiríamos, aunque en esos momentos aún no teníamos intención de hacerlo. Sí que íbamos viendo posibles subidas al mismo, aunque parecía bastante cerrado el acceso. En este tramo siguiente pasamos por un punto a 1000 metros de altitud. En un par de tablillas vimos escritas sendas indicaciones, “La Coveta Laigua a 150 m” y “La Coveta Fumada de Bel a 30 m”.
Tras bordear dicha cumbre enlazamos con la pista por la que bajaba otro todoterreno similar al del collado, ambos con el logo de una empresa. Este ancho camino fue trazando numerosas curvas y altibajos en el terreno alcanzando la cresta en algunos puntos o bajo la misma en otros. De frente a nosotros nos encontramos con una pareja con la que paramos a hablar unos minutos. Atajamos un pequeño tramo de una curva cerrada del camino mientras poco a poco íbamos viendo el cañón mucho más amplio al Este así como el desnivel que habríamos bajado y subido de haber hecho la alternativa primera. Bel había desaparecido tras algunas lomas intermedias.
Así alcanzamos otro altiplano en el que abandonamos la pista, que rodeaba un cerro hacia el cercano pueblo, para atajar nosotros por otro camino hacia el mismo. En las lomas vimos numerosas terrazas “allanadas” para usarlas como huertos y divididas por bajos tapiales de piedra. Pasamos al lado de un par de depósitos de agua y no tardó en aparecer el bonito pueblo a la vista.
A las 13:45 horas entramos en Bel, localidad emplazada a 960 metros de altitud en las lomas del gran Barranco de Requena. Lo primero que encontramos fue un cartel explicativo de la localidad........en valenciano......En una gran piedra estaba grabada, esta sí en castellano, una inscripción referida a la construcción del acceso al pueblo. En la fachada de la gran iglesia había una fuente y encima una hornacina con un mosaico de San Jaime fechado en 1955. Nos metimos por la estrecha y bonita calle principal entre casas de piedra en su mayoría. Balcones con muchas flores adornaban y favorecían esta bella vista. Casi al final de la misma se encuentra la taberna en cuya terraza nos acomodamos a tomar un merecido refrigerio a la sombra de unas esterillas en la parte superior. El GPS nos marcaba hasta allí 8,200 km con un desnivel acumulado de subida de 500 m y de bajada de 220 m.
Una media hora estuvimos en la terraza aquella antes de retomar la marcha por la misma calle hasta su final. En otro cartel había una foto panorámica con los nombres de lo que se podía ver desde ese punto del pueblo hacia el Barranco de Requena de Oeste a Este por el Norte. En la parte contraria, al Sur, había huertas en las terrazas escalonadas de las laderas, por esa orientación entra la pista que habíamos traído nosotros hasta el atajo, así como la carretera que viene desde Rossell, la población principal más cercana.
El pueblo solo tiene dos calles, la principal por la que habíamos entrado y otra paralela al sur menos “poblada”. Por ella caminamos unos metros antes de salir de nuevo a la principal y más bonita. Por la misma abandonamos el pueblo a las 14:35 horas siguiendo el mismo camino de entrada y el atajo. El sol seguía calentado en todo su esplendor a esas horas. Tras un tramo por esta pista enlazamos con el sendero bajo la cresta de la sierra. Al llegar a la altura de los indicadores de madera nos echamos por otra senda menos marcada hacia lo alto cuando estábamos exactamente a 1000 metros de altitud.
Enseguida salimos de la arboleda más alta a cielo abierto sin abandonar la senda, que al contrario de lo que pensábamos, no subía por la loma directamente, si no que iba rodeando la cima hacia el Oeste. Poco a poco vimos como se iba difuminando en el terreno hasta que prácticamente desapareció. Lo peor es que hacia arriba se veía muy cerrado de maleza entre la roca que ya aparecía en el terreno. Nos fuimos metiendo hacia la cresta Oeste del pico comprobando que el acceso desde ella era imposible por dicha vegetación y lo abrupto de los riscos. Tuvimos rodear de nuevo la cumbre en sentido inverso intentando no perder altura mientras esquivábamos los espesos matorrales. Al final terminamos en la cresta contraria, la que venía del collado por el que habíamos pasado por la mañana, donde sí encontramos una buena senda hacia la cima. Ahora ya sin dificultad alcanzamos esta cumbre del Molló Dels Tres Termes cuando eran las 15:50 horas y tras un total de 12,300 km hechos.
En esta cima de 1069 metros de altitud encontramos un gran monolito de piedras apiladas y un par de listones metálicos de indicadores, pero sin ellos, clavados cerca del mismo. También allí la vegetación invadía la cumbre con escobas y otros arbustos más grandes, sobre todo al Norte. A pesar de ello había buenas vistas de los alrededores, contemplando incluso La Pobla de Benifassá al Nordeste distante 2,600 km en línea recta. Al Sudeste también podíamos ver Bel en la loma del Barranco de Requena a 2,500 km.
Nos acomodamos para comer a la sombra y preparamos una tarjeta de cumbres para dejarla en un bote entre las piedras de hito. Tras unas fotos en la cima iniciamos el descenso a las 17:10 horas siguiendo el mismo sendero de llegada, ahora sin abandonarlo hacia el collado. Entre pinos perdimos altura cómodamente por la loma Este del pico hasta enlazar de nuevo con la ruta de por la mañana en el punto donde el otro sendero iniciaba el rodeo de la cumbre. Aquí anotaré que, no sé por qué razón, desde la cima hasta el pueblo no me grabó el track el GPS, o se inutilizó por alguna razón, ya que sí se veía el archivo, pero no se pudo abrir, ni en él GPS ni en el ordenador luego. Para completarlo lo he trazado a mano alzada sobre el mapa.
El todoterreno seguía allí y pasamos a su vera llegando poco después al collado de la Ereta de Bel en el que está el monolito con las placas a una altitud de 959 metros. Eran las 17:50 horas y llevábamos 13,400 km. Nos incorporamos ahora a otro camino que se metía hacia el valle del Norte y donde un indicador marcaba 2,100 km a La Pobla. Volvimos a entrar entre pinares por donde el camino bajaba trazando algunas eses. Poco a poco el camino se fue estrechando y pasó a ser senda, lo cual resulta un tanto “raro” bajando, ya que suele ser al contrario, parte del pueblo siendo camino y se convierte en senda hacia arriba. Se agradecía la sombra del pinar en los tramos que atravesábamos éste mientras otros se pegaba a paredes de roca. Vimos como bajo el suelo, también rocoso en muchos lugares, habían metido una tubería de bajada de agua. Cruzamos un canchal de rocas y dejamos atrás un par de casetas, suponemos que de esas captaciones de agua. Ya muy abajo salimos a campo abierto entre fincas valladas por muretes de piedra y lo que parecían frutales plantados en ellas.
Llegamos así al cauce del barranco de La Pobla de Benifassá comprobando que la ruta continuaba por él marcada por hitos de piedras. Anteriormente habíamos visto alguna marca de pintura amarilla y blanca, en piedras o árboles. Siguiendo el lecho pedregoso fuimos avanzando hacia el pueblo ya no lejano. Justo bajo el mismo llegamos al punto en el que en la ida nos habíamos decidido por el sendero que subía más pronunciadamente. Nos restaba desde él la corta subida al pueblo en el que entramos minutos después. No lejos teníamos la furgoneta donde terminamos la ruta a las 18:40 horas. Haciendo los cálculos del GPS, a pesar de dicho fallo, nos salen 15,700 km hechos y 697 metros de desnivel acumulado.
En la furgoneta llevábamos una nevera de camping con algunas latas frías que en esos momentos nos supieron...... Nos cambiamos y nos movimos con la furgoneta al inicio del pueblo. Desde allí iniciamos un paseo por el mismo viendo algunos rincones guapos. Casas de piedra al igual que la gran iglesia. Fuentes y algunas viviendas en las que podía verse que allí residía algún artesano, por las figuras o decoración de la fachada. Incluso un helipuerto en la parte alta cerca de la iglesia. En una calle vimos un “SIMCA 1200” ya de desguace, pero aun bastante completo. Las calles empinadas en las que, con alguna helada en invierno, podía ser terrorífico. La luna creciente aparecía detrás de las cumbres al Sudeste.
A las 7:35 horas nos pusimos de regreso a Peñíscola. Poco después nos desviamos hacia el Monasterio de Sta. Mª de Benifassá. Por una carretera estrecha y escoltada por dos hileras de cipreses llegamos a su entrada, aunque estaba cerrado. Pudimos ver parte del mismo por encima del tapial del recinto antes de volver sobre los pasos a la general. En el pantano de Ulldecona paramos y saqué unas fotos del mismo, en el que se veían algunas barcas a pedales. Paramos luego en otro paraje que entraba cerca de unas paredes verticales, aunque no había mucho más que ver. Ya sin más detenciones hicimos el resto del viaje a Peñíscola donde llegamos a las 21:10 horas.
En el apartamento nos adecentamos y demás para luego cenar en casa de Mª Jesús y José.
Añadimos así una nueva ruta de montaña en una zona “un poco” más alejada de nuestro entorno habitual. La vegetación mediterránea y la orografía del terreno hacen que el paisaje sea muy diferente al que tenemos por el Norte. Esta fue la primera de las rutas que hicimos en Castellón.
Jornada despejada con temperatura cálidas, aunque un poco menos al estar en la montaña.
Kilómetros Furgoneta: 128,000 / Kilómetros Caminando: 16,900