lunes, 29 de enero de 2007

LAS PUENTES DE MAL PASO (Molinaseca) 28-01-07

 

2ª TRAVESÍA “LAS PUENTES DE MAL PASO”.

28-01-07              (Domingo)

Por fin me estreno este año en la montaña tras mes y medio sin salir a ella. La primera salida del club hace 15 días me la perdí por un tema familiar, por lo que ya tenía ganas de comenzar de nuevo la actividad. Para colmo de males, un temporal de nieve durante la semana nos ponía en peligro la salida de este domingo. Al final tuvimos que cambiar la ascensión prevista al Muxiven, donde bien podía haber medio metro de nieve, por esta sencilla travesía que hace cuatro años ya había realizado yo.
Tras ponerme en contacto el sábado con un hostal de Molinaseca, me informaron que allí no había caído ni un copo. Avisé entonces a los socios con los que ya había acordado el cambio y cuatro de ellos decidieron hacerla.
El domingo a las ocho habíamos quedado en Guzmán. Como llevaba el coche Luis y el mío no hacía falta, les llamé para que me recogiesen de camino en la gasolinera frente a Agrícolas. Allí me reuní con Luis, Antonio, Tere y Roberto continuando por la nacional hacia Astorga donde entramos en la autovia hacia Ponferrada. En éste cogimos la carretera a Molinaseca, distante unos 7 Km. Cerca de la fuente donde lo habíamos hecho la vez anterior aparcamos el coche. Eran las 9:15 horas y llevábamos 116 Km.
Con el cielo completamente despejado, pero temperaturas frías, comenzamos la ruta poco después de las nueve y media. Atravesamos Molinaseca, (595 m), por una calle en obras hasta llegar al puente medieval de Los Peregrinos por el que luego entraríamos. Yo llevaba impreso el resumen de la vez anterior para irnos guiando un poco por él. Giramos a la derecha y pasamos frente a la iglesia parroquial cerca de la cual un indicador señalaba la ruta. Además de ello, un cartel comunicaba que la Puente Grande se encontraba cortada al paso por peligro de derrumbe. Esto suponía un pequeño contratiempo ya que nos podía impedir llegar a Riego de Ambrós y cerrar la ruta circular. Aún así el tramo hasta el mismo era de unos 4 Km. que íbamos a hacer ya de estar allí.
Nada mas salir del pueblo por una pista de cemento la abandonamos para entrar en un sendero entre castaños. Por la parte baja de la izquierda transcurría el río Meruelo mientras que por la derecha subían las laderas de los montes cercanos. Al ser muy temprano aún, el sol no entraba todavía en el valle y se notaba el frío de la fuerte helada.
La pendiente era un poco pronunciada en algunos tramos, pero se llevaba bien. Al otro lado del valle subía la carretera hacia Riego de Ambrós, donde también llegaba la ruta. Por ella se veían subir y bajar numerosos vehículos. En algunos tramos los árboles se cerraban alrededor de nosotros impidiéndonos ver el paisaje, pero eran pocos los trechos así. La mayoría del trayecto transcurría abierto al valle hacia el cual caían a veces paredes a plomo. Atravesamos un arroyo por un puente de rejilla de hierro donde nos sacamos una foto. Eran las 10:15 horas.
Seguimos la marcha sin más mientras poco a poco iba saliendo el sol tras las laderas contrarias y comenzó a darnos de lleno a nosotros. Se agradecía calor que ya comenzaba a radiar. En una de las curvas de la ruta y mirando al frente, conseguí ver muy al final del valle y en la lejanía el pueblo de Riego de Ambrós. Con el zoom de la cámara saqué una foto del mismo. Aquí aprovecho para apuntar que he comprado una tarjeta de 1Gb de capacidad con la que puedo sacar unas 1800 fotos más. En total, y sacando solo fotos, puedo hacer casi 2000 fotos entre las tres tarjetas. Lo que aprovecho es para hacer más vídeos y luego añadirlo todo a los montajes.
Más adelante unos indicadores nos señalaban la distancia a Molinaseca, 2 Km, y a las Puentes, 0,5 Km. La ruta está marcada como PR- LE 42. No tardamos en llegar a la Puente Pequeña, a las 10:50 horas, situada a una altitud de 820 metros y habiendo recorrido 3,600 Km. Por la ladera bajamos hasta situarnos bajo ella. Este puente de piedra es vadeado por debajo por el arroyo pequeño. Nos sacamos unas fotos allí y vimos un nido vacío bajo el arco del mismo.
Retomamos la marcha subiendo un tramo empinado y zigzagueante entre enormes moles de piedra. Poco a poco íbamos cambiando de dirección hacia el Este y también de vaguada. Entramos en la del arroyo Grande, en el que se emplaza la Puente Grande a la que no tardamos en llegar sobre las 11:25 horas. Comprobamos como unas cintas de plástico cerraban el paso a la misma y un plástico blanco la cubría. Parte del puente estaba derruido por la parte en la que estábamos, pero también es cierto que no era para caerse al paso de una persona. Lógicamente es normal que la tuvieran cerrada por el peligro que supone el paso habitual por ella, pero haciéndolo con precaución no supone peligro alguno. Total que, mientras todos bajaban hasta el río para ver como se podía vadear, yo pasé por arriba tranquilamente y sin problema alguno. Sí que había que vigilar no resbalar con el hielo que se acumulaba encima del plástico que lo cubría, pero nada más. También Tere se decidió a seguirme mientras los demás hacían números pasando por unos troncos que se zarandeaban sobre el arroyo. Volvimos a situarnos bajo la misma para sacar algunas fotos y disfrutar de los bonitos rincones en el arroyo.
Retomamos de nuevo la marcha habiendo recorrido 4,5 Km, para hacer el último tramo de la ruta de ida hacia Riego de Ambrós. El sendero subía y no tardamos en cambiar de vaguada siguiendo ahora el arroyo de las Contrillas. Atravesamos tramos de roca hasta llegar al estrecho cauce de dicho arroyo que dejamos atrás pasándolo por unas piedras. Continuamos ascendiendo ahora entre arboleda pequeña de robledal, urces etc. hasta salir a los claros soleados desde donde vimos ya no lejano el pueblo. Antonio y Roberto se habían adelantado y estaban sentados tomando un tentempié. Nos detuvimos también nosotros unos minutos allí.
Tras retomar la marcha vimos en un seco retoño numerosos hongos pegados y formando curiosas formas. No tardando nos encontramos con el enorme castaño del que yo me acordaba de la vez anterior y en el cual nos sacamos una foto todos juntos. Desde allí el sendero subía con más ímpetu serpenteante hacia el pueblo.
Poco antes de las 13:00 horas llegamos a Riego de Ambrós. Aquí hubo divergencias de donde comer. El viento soplaba fresco, pero no para tanto. La vista del macizo del Morredero y La Quiana era espectacular y yo quería disfrutarlo mientras comíamos. Total que terminamos sentándonos en la misma tapia de piedras que lo hicimos la vez anterior. Antonio y Roberto fueron a dar una vuelta por el pueblo mientras nosotros comimos disfrutando de la bella y amplia vista de las cumbres del macizo antes mencionado. También se veía camuflado en la ladera Espinoso de Compludo desde donde hace un mes habíamos visto el pueblo donde ahora estábamos. Al volver la pareja nos comentaron que no merecía la pena la visita al pueblo, por lo que optamos por emprender el regreso a Molinaseca siguiendo ahora un tramo del Camino de Santiago Francés. Eran las 13:50 horas. Hasta allí llevábamos 8 Km. La altitud allí es de 900 metros.
Leyendo el resumen de la vez anterior comprobé que habíamos entrado al pueblo para coger la ruta de regreso en el mismo. Esta vez decidimos atajar ladera abajo hacia una vaguada paralela a la carretera donde poco después encontramos el camino señalizado. También aquí vimos numerosos castaños de enormes troncos moteando el paisaje. Entre prados ascendimos unos metros hasta salir a la carretera que une los dos pueblos. Por ella caminamos escasos 100 metros antes de meternos de nuevo en el camino señalado por hitos con la concha de vieira como escudo.
A los pocos metros dejamos este ancho camino para meternos en un estrecho paso de descenso en el que el firme estaba empedrado para continuar atravesando más prados delimitados por bajas tapias de piedras apiladas. De esa forma dimos vista al valle principal por el que bajaba la carretera viendo incluso la senda por la que habíamos subido por la mañana. Desde Riego de Ambrós nos lo había ido tapando un montículo al que habíamos bordeado por el lado contrario a este valle del río Meruelo. El sendero transcurría en este tramo por la ladera del valle con una fuerte caída por la izquierda hacia la carretera y el río.
Enseguida vimos Molinaseca al fondo del valle. El camino atravesó entonces un tramo en el que la roca lo escoltaba por ambos lados a modo de pasadizo y paralelo a la carretera, serpenteaba siguiendo la orografía del valle. De nuevo Fueron Antonio y Roberto los que se detuvieron para reponer fuerzas y aprovechamos el resto para tomarnos un respiro también. Eran las tres de la tarde y nos restaban pocos metros para llegar a Molinaseca.
Unos veinte minutos más tarde retomamos la marcha por el estrecho sendero al lado del cual, y poco antes de terminar en la carretera, había una cruz de hierro. Ya por el asfalto entramos en Molinaseca en cuyo acceso se encuentra el santuario de Las Angustias, cuya imagen preside la fachada. Eran las 15:30 horas.
Atravesamos el puente medieval de Los Peregrinos y recorrimos algunas calles y plazas antes de terminar la ruta donde la empezamos cerca de la fuente. Eran las 15:43 horas y el podómetro marcaba 13,800 Km. En un bar cercano entramos a tomar un café y aproveché para cambiarme. Con el catarro que tenía, y tengo, no quería quedarme frío. Luego, como ya habíamos hablado, regresaríamos por Foncebadón.
Salimos de Molinaseca a las 16:10 horas por la carretera que veníamos viendo por la ruta. Subimos los escasos 400 metros hasta Riego de Ambrós dejándolo a un lado camino del puerto. Al llegar a el Acebo nos desviamos hacia Compludo para ver la herrería. Suponíamos que estaba cerrada, pero al menos la veríamos por fuera. Yo la había visto por dentro la vez que ascendí la Silla de Yegua hace unos años. Tras dejar aparcado el coche en la carretera nos metimos en el camino de aproximadamente un kilómetro que lleva a la misma. Al estar cerrada solo pudimos ver los edificios por fuera, las palas de madera y el canal que llevaba el agua a la misma. Luis quería acercarse hasta los molinos de Compludo, pero quedaban bastante alejados y ya no era hora de hacer más ruta.
Regresamos al coche y volvimos a subir la fuerte pendiente de 4 kilómetros hasta el Acebo encontrando un tramo con nieve en la carretera. Continuamos hacia Foncebadón viendo cada vez mas tramos con nieve y algo de hielo en la calzada, lo que obligó a ir más pendiente a Luis. Desde un determinado punto divisamos claramente la ascensión hecha en el Belén de Cumbres del pasado diciembre en La Cruz del Cueto. Así llegamos al alto de Foncebadón, punto clave del Camino de Santiago y el mas alto de toda la ruta según nos comentó Roberto. Está a 1500 metros. Aquí paramos unos minutos y Antonio y yo nos acercamos hasta la cruz y la ermita. Soplaba un viento helado y además el día se había ido cubriendo de brumas que no dejaban lucir el sol. Eran las 17:45 horas. Sacamos unas fotos y enseguida retomamos el regreso a León.
Fuimos perdiendo altura y la poca nieve de la carretera desapareció por completo. Atravesamos Foncebadón, Rabanal y El Ganso así como otros pueblos de camino a Astorga. Tras abandonar ésta cogimos la nacional viendo como por detrás se ponía el sol sobre el Teleno con un colorido espectacular. Así fuimos avanzando kilómetros y sobre las 19:30 horas me dejaron en casa los compañeros dando por finalizada esta primera salida del 2007 por mi parte. Aunque no fue la prevista, sirvió para “desempolvarme” un poco de estas semanas de abstinencia.