TRAVESÍAS Y VISITAS EN CUENCA Y
PROVINCIA
PARQUE ARQUEOLÓGICO DE SEGÓBRIGA / TORCAS DE LOS PALANCARES Y TIERRA MUERTA / LAGUNAS DE LA CAÑADA DEL HOYO / CIUDAD ENCANTADA / NACIMIENTO DEL RÍO CUERVO / CALLEJONES DE LAS MAJADAS / CARAS DE BUENDÍA
15/21-07-20
Durante
la semana que he pasado de vacaciones en Cuenca he visitado y recorrido varios
parajes naturales de su provincia que quiero incluir dentro de los resúmenes de
montaña. Algunos han sido rutas propiamente dichas, mientras que otras fueron
visitas a espacios algo más turísticos, aunque todas ellas dentro de entornos
de la naturaleza. Por ello voy a redactar una crónica de las mismas, así como
unas reseñas mas resumidas de los demás días aunque sean solamente turísticos,
para que quede constancia dentro del largo listado de rutas montañeras. La
mayoría de los planes los llevaba ya pensados desde casa, aunque siempre surgen
muchas improvisaciones, algunas no tan positivas como se desea.
El
GPS me sirvió para saber exactamente los kilómetros hechos en cada paseo o ruta
y el total de los mismos, con el pequeño error que pueda tener. En él llevaba
algunas de las rutas que hice. Como se puede comprobar en los diferentes
resúmenes, “abuso” un poco de los datos técnicos: kilómetros hechos, tiempos,
horas, etc, etc. En las redacciones de los paseos y visitas turísticas no son
tan relevantes, pero sí los considero importantes en las rutas ya que pueden
servir de referencia a quien quiera hacer las mismas guiándose de lo que
redacto yo.
La
mascarilla fue compañera inseparable durante todos estos días, si bien es
cierto que en muchas ocasiones la ausencia o escasez de personas cerca la hacía
innecesaria.
DOMINGO 19 (CUENCA)
Tras dos días de rutas por
la provincia, este domingo decidí quedarme en la ciudad. Desayuné en el buffet
del hotel y a las 10:30 horas salía del mismo. Cerca de la desembocadura del
río Huecar en el Júcar, al otro lado de éste, está la iglesia de la Virgen de
la Luz, en la que además de visitar, asistí a la misa que comenzaba en esos
momentos. A la salida me dirigí hacia el paseo del Júcar, que tras cruzar una
pasarela sobre el Huécar, entra en otra suspendida sobre el Júcar y pegada a
las mismas paredes de la hoz por debajo de las casas. El río transcurre entre
arboleda encajonado en dicho cañón y en algunos puntos tiene rincones de foto.
El paseo sigue por un camino ancho de tierra dejando atrás un restaurante con
terraza, cerrado en ese momento. A la misma orilla del río vi un ave con dos
polluelos.
Tras un buen
tramo a nivel de río fui subiendo hacia el casco antiguo llegando a la altura
de la ermita de la Virgen de las Angustias, que entré a ver. Por allí me
encontré con un hombre con el que conversando, y no me acuerdo debido a qué,
salió el tema de los obispos de la ciudad. Le comenté que yo había vivido
muchos años en Armunia en la casa en la que también lo había hecho Don
Inocencio Rodríguez, originario de la provincia de León y luego obispo de
Cuenca. Me dijo que él le había conocido y me informo de algunas de las obras y
proyectos que había hecho en la ciudad durante su obispado desde 1943 a 1973.
Llegué al
mirador de Camilo José Cela desde donde volví a ver Los Ojos de la Mora en los
riscos tras el Júcar. En el casco antiguo entré al edificio del Convento de las
Carmelitas Descalzas, hoy reconvertido en museo, y visité la exposición de la
Fundación “Antonio Pérez”, con diferentes objetos de arte moderno del siglo X.
Continué el paseo por el resto de la parte antigua de Cuenca entre callejuelas
y plazas y me tomé un refrigerio en uno de los bares de la misma.
Fui bajando
hacia la parte nueva y en un establecimiento de una gran avenida entré a comer
ese día. Un termómetro marcaba 35º C a las 16:20 h. Poco después volvía al
hotel habiendo caminado 9,300 Km. Aquí descansé un rato, descargue fotos, etc,
etc.
A las 19:30
horas volví a salir de nuevo hacia el casco antiguo. De camino pasé al lado del
monumento Turbas Generación, representación en metal de un grupo de Turbos,
Nazarenos de la Semana Santa conquense tocando tambores y clarinetes y
representando diferentes edades. Tras subir una fuerte pendiente llegué a la
parte alta desde donde tuve una bonita panorámica con la ciudad y las nubes de
tormenta que se estaban acumulando sobre la misma. Pasé cerca de la Torre
Mangana y crucé por la Plaza Mayor hacia las Casas Colgadas. La vista de las
mismas con el cielo cargado de nubarrones y a la vez iluminado por un
anaranjado sol era una verdadera postal. No sé las fotos que saqué allí....
Volví a entrar al casco antiguo y camino del hotel tuve otra panorámica nocturna de la ciudad. Aún me di un paseo por las inmediaciones del mismo antes de entrar en él a las 23:05 horas. Un termómetro marcaba a esas horas 29º C. Por la tarde había hecho 6,400 Km, sumando un total durante el día de 15,700 Km.
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