TRAVESÍAS
Y VISITAS EN CUENCA Y PROVINCIA
PARQUE ARQUEOLÓGICO DE SEGÓBRIGA / TORCAS DE LOS PALANCARES Y
TIERRA MUERTA/ LAGUNAS DE LA CAÑADA DEL HOYO / CIUDAD ENCANTADA /
NACIMIENTO DEL RÍO CUERVO/ CALLEJONES DE LAS MAJADAS / CARAS DE
BUENDÍA
15/21-07-20
Durante la semana que he
pasado de vacaciones en Cuenca he visitado y recorrido varios parajes naturales
de su provincia que quiero incluir dentro de los resúmenes de montaña. Algunos
han sido rutas propiamente dichas, mientras que otras fueron visitas a espacios
algo más turísticos, aunque todas ellas dentro de entornos de la naturaleza.
Por ello voy a redactar una crónica de las mismas, así como unas reseñas mas
resumidas de los demás días aunque sean solamente turísticos, para que quede
constancia dentro del largo listado de rutas montañeras. La mayoría de los
planes los llevaba ya pensados desde casa, aunque siempre surgen muchas
improvisaciones, algunas no tan positivas como se desea.
El GPS me sirvió para saber
exactamente los kilómetros hechos en cada paseo o ruta y el total de los
mismos, con el pequeño error que pueda tener. En él llevaba algunas de las
rutas que hice. Como se puede comprobar en los diferentes resúmenes, “abuso” un
poco de los datos técnicos: kilómetros hechos, tiempos, horas, etc, etc. En las
redacciones de los paseos y visitas turísticas no son tan relevantes, pero sí
los considero importantes en las rutas ya que pueden servir de referencia a
quien quiera hacer las mismas guiándose de lo que redacto yo.
La mascarilla fue compañera
inseparable durante todos estos días, si bien es cierto que en muchas ocasiones
la ausencia o escasez de personas cerca la hacía innecesaria.
MIÉRCOLES 15 (PARQUE ARQUEOLÓGICO DE SEGÓBRIGA / ALMENDROS / UCLÉS / CUENCA)
Salí de casa a las 7:35
horas con el equipaje en el maletero y un cielo despejado por completo. Por
delante tenía 444 Km. hasta el primer lugar que quería visitar en estas
vacaciones, el Parque Arqueológico de Segóbriga, en Saelices, provincia de
Cuenca. Sin novedades fui avanzando kilómetros, primero por la A-66 y luego por
la A-6 en la que hice una parada en un área de servicio no lejos de Madrid. Por
el peaje de Guadarrama crucé la Sierra de Madrid y sobre las 11:20 horas superé
la capital por la M-30 para salir por la A-3 dirección levante. A las 12:05
horas entraba en la provincia conquense y 20 minutos después me desviaba hacia
este primer punto a visitar al que llegué a las 12:28 horas tras exactamente 447
Km.
Este recinto se emplaza en
el llamado cerro de Cabeza de Griego, en el término de Saelices. La entrada al
mismo está a 827 metros de altitud y la mayor altura en lo que son los restos
arqueológicos es de 838 m. En recepción pagué los 6,00 € de la entrada para
iniciar la visita cruzando una pequeña sala con algunas fotos y objetos
recuperados del yacimiento. En el exterior se marcha a lo largo de un kilómetro
más o menos por un camino en el que pueden verse algunas tumbas antiguas,
necrópolis, así como restos de los canales que llevaban el agua a este lugar,
acueductos. Antes de llegar está también el Museo de los Epígrafes, aunque
cerrado por obras ese día. Desde el mismo ya se tiene una vista de la antigua
ciudad al Suroeste.
Llegué a ésta, emplazada en
la ladera del cerro, e inicié un paseo por entre todas los restos, más o menos
conservados o restaurados. Lo primero que se ve es el teatro, un gran espacio
semicircular con gradas de piedra y columnas en su parte baja. Por los
laterales se sube a la parte alta desde donde vi llegar a un grupo de personas
que montaban una pequeña tienda de campaña entre unos muretes. Pues bien, luego
supe por una de las vigilantes del recinto que una famosa, no concretaré más,
estaba haciendo un reportaje fotográfico en esos momentos por allí. Cuando
volví luego a ese punto ya no había nadie y en las fotos que saqué no sé si se
la ve o no entre el grupo que salió.
Dentro del recinto además se
pueden ver los restos del Foro, Termas, Templo, Basílica o el Anfiteatro, otro de
los puntos mejor conservados. Entre todo ello hay trozos de las columnas o
muros con decoraciones labradas en ellos así como algunas estatuas pétreas. En
uno de los extremos está la ermita de la Virgen de los Remedios, a la que suben
de romería los habitantes de Saelices el sábado anterior al último domingo de
mayo, por la información que he leído.
Tras algo más de una hora
por la “ciudad” emprendí el regreso hacia la salida. Me desvié ahora unos
metros para ver los restos de una basílica visigoda, de la que solamente quedan
los muretes de piedra. A las 14:40 horas, tras 4,300 Km hechos, salía del
recinto con un sol calentando como en “pleno verano......”.
El resto de la jornada, muy
resumida, fue así. Paré a comer en Almendros, pueblo cercano y con una gran
iglesia. Por él me di un paseo de apenas un kilómetro escaso. Camino de Cuenca
me detuve en Uclés, otro pueblo más grande con un gran monasterio, cerrado por
obras también, pero con bonitas vistas del mismo desde la carretera así como de
la torre del castillo. Una fuente de piedra también destacaba en una de las
calles de entrada. Por allí me di una vuelta de 1,100 Km antes de retomar la
marcha ya hacia la capital. A lo largo de este tramo paré en numerosas
ocasiones a sacar fotos de los preciosos campos de girasoles o de labranza en
los que los colores se contrastaban de forma espectacular.
En Rozalén del Monte solo
saqué unas fotos del ayuntamiento y el exterior de la iglesia. Tras unos
kilómetros más por nacional entré en la A-40 hacia Cuenca donde llegué a las
18:30 horas yendo directamente al hotel Alfonso VIII donde tenía previsto la
pernocta durante la semana. Eran las 18:35 horas cuando llegaba al mismo tras
un total de 547 Km hechos con la furgoneta.
Hice el trámite de entrada
al mismo y subí las maletas a la habitación antes de ir a aparcar la furgoneta
a unos diez minutos andando del hotel, unos 850 metros, en un lugar fuera de la
ORA y bien situado en la que quedó el resto de días. Desde la quinta planta del
hotel tenía una hermosa vista del casco antiguo de la ciudad, parte de la nueva
y de algunos cerros que la rodean.
Ya al atardecer me fui
paseando hacia el casco antiguo por la Hoz del Huécar en donde se emplazan las
famosas Casas Colgadas del siglo XIV. Para hacerse una idea, el casco antiguo
de Cuenca se emplaza entre los ríos Júcar y Huécar que forman una “V”. La parte
nueva de la ciudad empieza en la punta de ella y en la parte baja. En pocos
metros se sube un gran desnivel sobre los cañones y hoces de ambos ríos sobre
los que se emplaza este caso histórico con las casas y monumentos dando vista a
los precipicios verticales en la mayoría de los puntos. Unos de los puntos de
acceso es el Puente de San Pablo, una pasarela a varios metros sobre el Huécar
desde donde están las más conocidas vistas de las Casas Colgadas, así como del
Parador de Turismo, antiguo Convento de San Pablo, en la margen contraria del
río. Por la noche se ilumina todo ello y algunas de las paredes del cañón,
haciendo del paisaje nocturno una verdadera postal. Sí que apunto que no tenían
todo la iluminación encendida, lo que sí ocurrió en días posteriores.
Crucé la pasarela y me di un
paseo por el casco antiguo, lleno de callejuelas estrechas y con escaleras
muchas de ellas. En la Plaza Mayor está la catedral, no iluminada tampoco
ahora, así como el ayuntamiento. Cené en la terraza de un bar y tranquilamente
bajé hasta el hotel donde entré a las 00:35 h. El GPS marcaba 4,900 Km. El
hotel está a 916 m de altitud y la parte mas alta del casco antiguo a 1060 m
aproximadamente. Desde la habitación tuve otra preciosa vista nocturna. Hice
ese día 11,800 Km.
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