EL BLOG DE JAVI GALLEGO: PEÑA ARBILLOS (OTERO DE GUARDO

lunes, 20 de septiembre de 2021

PEÑA ARBILLOS (OTERO DE GUARDO - PALENCIA) 18-09-21

2ª ASCENSIÓN AL “ARBILLOS”. (Otero de Guardo - Palencia).

18-09-21 (Sábado)

A punto de finalizar el verano hemos ido hasta la vecina provincia de Palencia para ascender desde Otero de Guardo al pico Arbillos, cumbre divisoria a la que hace unos años ascendimos desde Besande, en la vertiente leonesa. Ocho participantes nos animamos en esta ocasión: Mª Jesús, José Luis, José Antonio, Álvaro, José Carlos, Juan M., Tiquio y yo, reuniéndonos todos en el lugar habitual en León de donde salimos repartidos en mi furgoneta y el coche de José Carlos a las 8:30 horas y con 5º C en los termómetros.

Por la autovía salimos hacia Mansilla donde enlazamos con la nacional hacia Cistierna. En algunos tramos encontramos bancos de niebla aislados que cruzamos. En Sahechores abandonamos la misma para seguir hacia Almanza donde paramos a tomar un café antes de proseguir rumbo a Puente Almuhey. Dejamos atrás esta población ya hacia Guardo, en Palencia, pasando éste por las afueras hacia Velilla del Río Carrión. Aquí nos despistamos y cogimos la carretera a Besande en vez a Otero de Guardo, encontrándonos enseguida con un gran rebaño de ovejas cortando el paso. En ese momento me di cuenta del error y dimos la vuelta para coger la salida correcta. Entre pinares transcurre esta carretera que se mete a la vera del pantano de Compuerto poco antes de llegar a Otero de Guardo a las 10:30 horas.

En este pueblo no encontramos demasiados lugares donde aparcar y al final cada vehículo quedó en un punto diferente. Mientras nos preparábamos se nos acercaron dos pequeños y guapos gatines que jugueteaban por allí. Ya todos juntos nos sacamos una foto de grupo antes de iniciar la ruta a las 10:45 horas a una altitud de 1250 metros.

Salimos de Otero de Guardo por una calle entre el frontón y un parque infantil cerca de la confluencia de los dos ramales de la ruta, el de ida y el de regreso. Cogimos nosotros el que se dirigía más al Norte por un camino cementado entre arboleda y matorrales que ya comenzaba a ganar altura. Cruzamos un paso canadiense más adelante y allí abandonamos el cemento para seguir subiendo por un camino de tierra un poco más pendiente. Fuimos girando algo al Oeste mientras la arboleda desaparecía y salíamos a unas praderías entre escobas. Cruzamos el pequeño arroyo Del Sotillo y el camino se metió en la ladera del valle trazando algunas “eses” por la misma. En otro punto en el que cruzaba de nuevo el arroyo estaba cubierta por piedras blancas para reforzar el firme. Una señal prohibía desde allí la circulación de vehículos.

Continuamos ganando altura sobre el valle ahora con dirección Norte hacia la cresta de la loma. Por debajo, al Sudeste, aparecía el pueblo delante del estrecho pantano. No lejos de alcanzar la cresta habían desbrozado el camino por los laterales. A las 11:30 horas, tras 2,800 km, llegamos a la parte alta de la loma desde donde nos apareció al Norte el impresionante y cercano Espigüete coronado en ese momento por una nube. Con él de fondo nos sacamos una foto de grupo antes de retomar la marcha por un cortafuegos de la misma cresta.

Una señal cercana nos marcaba 3,100 km a La Tuda y 4,600 km al Peñón del Arbillos. La Tuda es conocida también como Peña de Orvillo, y la vez anterior la consideré como la cima principal, siendo más alto el Peñón del Arbillos por el que también pasamos más tarde. Aún así, y a la hora de contemplar personalmente como cumbres ascendidas, he unificado ambas como una sola, Pico Arbillos con la altitud de la principal, 1972 m.

El cortafuegos desbrozado subía por la misma cresta de la loma que dividía el valle del arroyo Del Sotillo al Sur y el de Ceresuelo al Norte. La subida era continua pero no excesivamente pendiente y muy cómoda, pasando en algunos puntos entre robles aislados en esta cresta. Llegamos así al punto en el que se terminaba el cortafuegos y la ruta seguía ya por un sendero entre las bajas escobas marcado por algunos hitos de piedras. Por delante y arriba ya veíamos los cuatro curiosos monolitos de rocas apilados en la cumbre de la Peña de Orvillo. La pendiente se hizo un poco más pronunciada en este último tramo a la misma a la que llegamos los últimos a las 12:55 horas y habiendo hecho 6,000 km.

La Peña de Orvillo, o Tuda, tiene una altitud de 1960 metros y su cumbre es muy pedregosa. Sobre esa base de rocas se elevan cuatro pilares alineados y construidos con ese mismo material y de una altura de unos dos metros, aproximadamente. Según algunas informaciones, eran usados por los pastores como resguardo, tanto para el mal tiempo como para el sol del verano. En torno a ellas nos acomodamos para tomar un tentempié y disfrutar de la amplia vista que teníamos.

Eran numerosas las cimas que podíamos contemplar desde aquella altitud así como algunos pueblos. Además del cercano Espigüete, aparecía a su derecha y más alejado, la doble cima del Curavacas. Al lado contrario teníamos el pico Murcia seguido de La Rasa más al Oeste o el Pandián por encima de Riaño y el pantano también visibles desde allí. Peña Ten, Yordas, Las Pintas, o el pico Loto aparecían también hacia esa orientación Noroeste. Por debajo, al Oeste del Espigüete, veíamos Valverde de la Sierra. A la izquierda del Pico Arbillos, que teníamos a 1,200 km en línea recta al Suroeste, destacaba la solitaria Peña Corada. A poco más de 4 km, estaba Peña Lampa, ascendida desde Velilla del Río Carrión hace unos años. Esta localidad y Guardo aparecían en el valle contiguo. Girando a Sudeste teníamos la Sierra del Brezo en la que también hace tiempo ascendimos a la Peña Cueto y a la Peña del Fraile desde el Santuario de la Virgen del Brezo. Siguiendo la misma, pero mucho más alejada, está la Sierra de La Peña en la que se sitúa la Oracada, también coronada anteriormente junto con la travesía por la bonita Tejeda de Tosande.

De todo ello disfrutamos mientras nos tomábamos un descanso y nos sacamos algunas fotos. En esta cima no dejamos tarjeta alguna y a las 13:35 horas iniciamos la marcha hacia la cumbre principal. Fuimos descendiendo hacia el collado entre las dos cumbres siguiendo los senderos más o menos marcados que descendían suavemente por la loma entre algunas zonas de rocas. Poco antes de llegar a dicho collado hay otro monolito de rocas hacia el que algunos nos acercamos. Pues bien, fue allí donde me di cuenta de que no llevaba la visera. Lo cierto es que aunque lucia el sol, la brisa que corría era fresca y no la había echado en falta. Ya era la segunda que perdía, y muchas más veces me había quedado olvidada, así que, como la pendiente no era muy fuerte, decidí, acompañado por algunos compañeros, volver en su busca. Intentando seguir el mismo trayecto de bajada llegué de nuevo a la cumbre, sin éxito. Por allí la busqué, siendo Mª Jesús cuando llegó detrás de mí la que dio con ella caída entre las rocas. Volvimos sin más hacia donde había dejado la mochila cerca del monolito sumando 1,300 km en este tramo de ida y vuelta a la Peña de Orvillo.

Algunos ya estaban cerca de la cima del Arbillos mientras otros nos habían esperado. Pasamos por el collado entre cumbres emplazado a 1897 metros de altitud antes de iniciar la remontada a la cima principal. En este collado cruzamos una zona de pradera con hierba seca muy alta. Cómodamente ganamos altura por la loma limpia hasta llegar nosotros a la cima del Arbillos a las 14:30 horas y tras un total de 9,000 km hechos, incluido la vuelta a por la visera.

También esta cima es rocosa, aunque no de piedras sueltas. Su altitud es de 1972 metros y en ella hay una varilla metálica de una señal de coto de caza en lo más alto. En la base de la misma, entre las piedras, dejamos la tarjeta de cumbres en un bote. Desde allí veíamos Besande al Oeste bajo nosotros así como Siero de la Reina algo más al Norte. Aparte de esos dos pueblos, el paisaje era el similar al del contemplado desde la cima anterior, con el evidente cambio de perspectiva. Por el Noroeste se cerraba cada vez más el cielo con negros nubarrones que ya comenzaban a cubrirnos en parte y se notaba más fresca la brisa que venia de esa orientación. Por el contrario, al Norte se había despejado por completo el Curavacas y Espigüete.

Comimos sentados en las rocas a la abrigada de ese vientecillo fresco que soplaba y disfrutamos de todas esas amplias vistas un buen rato hasta iniciar el descenso a las 16:55 horas. Nos echamos a la ladera Este con dirección a una loma que dividía dos vaguadas, la del arroyo del Honcinar, que bajaba desde la misma cumbre, y la del arroyo de La Colina, cuya cabecera era el collado anterior a esta cima. El matorral era bajo y se bajaba bien entre el mismo buscando los claros entre las matas. Llegamos así a lo alto de dicha loma para seguir por su parte cimera sorteando el matorral más alto. En esta cresta encontramos algunos penachos rocosos y con robledal incómodo para caminar entre el mismo, por lo que intentamos evitarlo en lo posible bajando unos metros por la derecha. En esos momentos se escaparon algunas gotas de lluvia.

De esa forma enlazamos con un sendero que ya habíamos visto anteriormente desde la cima y que nos sacó a un ancho cortafuegos a cuyo lado izquierdo comenzamos a tener un pinar. Estábamos a 1690 metros de altitud y eran las 17:50 horas. Habíamos cambiado la dirección hacia el Sudeste y así bajamos varios metros hasta una nueva bifurcación al Norte hacia una pista que entraba al pinar en la cabecera del valle de arroyo de La Muela. Siguiendo este ancho camino rodeamos este valle por su parte alta trazando varias curvas hasta pasar sin darnos cuenta al siguiente valle, el del arroyo de La Colina. Desde el mismo vimos el bonito arco iris que se formaba hacia el Nordeste por encima del pantano de Compuerto. El pinar anterior dio paso a un bosque de robles al que nos metimos mientras seguíamos bajando con dirección al pueblo. Cruzamos una pradería con la hierba totalmente agostada desde la cual vimos ahora las dos cumbres ascendidas echando la vista atrás.

El siguiente tramo del camino de nuevo entre bosque se veía recién desbrozado y a la salida del mismo nos apareció Otero de Guardo ya bajo nosotros. En él entramos los primeros a las 19:00 horas cerrando pocos metros después el lazo con el camino de subida. No lejos de allí tenía yo la furgoneta donde terminamos la marcha cinco minutos más tarde. El GPS me daba como resultado, 15,700 km hechos con un desnivel acumulado de 864 metros. Si no le sumo el regreso a por la visera en el Orvillo quedaría la ruta en sí en 14,400 km y 824 metros.

De nuevo aparecieron los gatitos a rondarnos mientras nos cambiábamos y jugaban entre ellos o con algunas pequeñas piedras de la calle. A las 19:25 horas iniciamos el regreso a León acordando parar en Velilla a tomar algo y así lo hicimos diez minutos más tarde en uno de los bares de dicha localidad. Unos 40 minutos estuvimos en él tomando un merecido refrigerio antes de volver a la carretera. Dejamos atrás Guardo y camino de Puente Almuhey tuvimos una bella postal de Peña Corada con el cielo anaranjado del atardecer tras la misma. Sin novedades pasamos por Almanza y en Sahechores de Rueda cogimos la nacional hacia Mansilla de las Mulas. Antes de entrar en ella enlazamos con la autovía hacia León donde llegamos a las 21:35 horas. Fui dejando a los compañeros de viaje en diferentes lugares y a las 22:05 horas finalizaba el mismo en casa donde un termómetro cercano marcaba 11º C.

Buena ruta la de este sábado, último del verano. Cómoda, fácil, pero con unas vistas espectaculares de las que disfrutamos al máximo durante toda la jornada.

MAPA ESQUEMA