viernes, 8 de octubre de 2021

CAPELOSO - SAN JULIÁN 03-10-21



1ª TRAVESÍA “SAN JULIÁN – OTERO – VEIGA DE BRAÑAS – BRAÑAS DA SERRA

– CAPELOSO (1ª ASCENSIÓN) – SAN JULIÁN”.


03-10-21                 (Domingo)

Con una previsión bastante irregular del tiempo hemos programado esta ruta por el Bierzo en su límite con la provincia de Lugo, a la cual entramos durante parte de la misma. Ascendimos al pico Capeloso, nuestro principal objetivo, emplazado en la Serra da Escrita, aunque en algunos sitios la emplazan también dentro de la del Caurel, que realmente se sitúa más al Oeste ya en Lugo.
Tras algunas bajas de ultimísima hora esa misma mañana, quedamos en cuatro los participantes para esta ruta: Álvaro, José Carlos, Alberto y yo.
De Armunia salimos Álvaro y yo sobre las 8:35 horas en mi furgoneta, con cielos despejados y 9º C de temperatura, aunque en los alrededores sí se veían nubarrones. Avanzamos por la nacional hacia Astorga mientras aparecía el sol y enlazamos con la autovía. Camino del puerto Manzanal vimos un bonito y nítido arco iris por delante de nosotros antes de meternos en la niebla y la lluvia en este alto. Ya de bajada al Bierzo fue abriendo algo y así llegamos a Ponferrada a las 10:30 horas. En esta ciudad se nos unieron José Carlos y Alberto para seguir el viaje hacia el inicio de la ruta. Salimos de la autovía y de nuevo apareció la lluvia en este tramo en el que nos detuvimos unos minutos a tomar un café cerca de la nacional.
Ya por estrechas carreteras pasamos por algunos pueblos y nos metimos entre un bosque de hayas en el ultimo tramo antes de llegar a San Julián. A la entrada del mismo hay un haya de tronco descomunal en el que nos sacamos unas fotos. Ya dentro del pueblo aparcamos la furgoneta cuando eran las 11:10 horas y tras 166 km hechos. Nos preparamos allí mismo mientras las nubes se alternaban con los claros. Sacamos una foto de grupo y a las 11:27 horas iniciamos la marcha a una altitud de 900 metros. Apunto aquí a modo de detalle que en esta ruta estrenaba botas de montaña.
Por una calle en cuesta nos dirigimos hacia el Suroeste dejando atrás una fuente por encima de la cual había una especie de casa de madera en lo alto de un grueso tocón. En el suelo encontramos numerosas nueces caídas de los nogales que crecían por allí, al igual que castañas. Mas adelante había otra fuente dentro de un recinto cubierto y con un edificio adyacente, ambos de piedra y madera. La calle cementada seguía subiendo entre más troncos de grosor destacable hasta enlazar con un ancho camino ya fuera del pueblo.
San Julián se encuentra en la ladera del valle del Rego del Fontán e íbamos subiendo hacia un pequeño collado que daba paso al valle del Rego da Ribeira. Este collado de 1951 metros de altitud y muy cercano al pueblo está “camuflado”, por decirlo de alguna forma, ya que el bosque impide contemplarlo como un collado normal en cualquier sierra. En el mismo hay una bifurcación en la que encontramos un cartel con la inscripción “Ruta San Julián – Otero” en el ramal de la parte baja. Allí se dividía el trayecto de ida y de vuelta, entrando ahora hacia el que descendía al valle del Rego da Ribeira que comenzamos a divisar entre la arboleda.
El camino descendía suavemente por la ladera entre el bosque de variadas especies arbóreas, helechos y otros arbustos. Algunos regatos y arroyos bajaban por la loma de nuestra izquierda, como el de Fuente Garandela, que cruzamos más adelante y donde estuvimos a la mínima altitud de toda la ruta, 830 metros. Con la luz solar que teníamos a ratos la belleza del bosque se acentuaba. Numerosas setas de diferentes tipos crecían en el mismo camino y sus márgenes. El camino trazaba curvas siguiendo la orografía de la vertiente Este del valle del Rego da Ribeira hacia cuya cabecera nos encaminábamos. El agua abnegaba algunos tramos del mismo donde los arroyos no tenían paso subterráneo. En las laderas contrarias vimos pastando rebaños de vacas en las praderas entre el bosque. Atrás, al Norte, veíamos de vez en cuando los viaductos de la autovía por la que habíamos venido anteriormente y que entraban en Lugo allí mismo.
A las 12:42 horas y tras 3,400 km recorridos, llegamos al punto quizás más bonito de la ruta, el Muin Verde, o Molino Verde. Emplazado en la cabecera del valle a una altitud de 991 metros, se trata un edificio de piedra y pizarra a modo de casa con chimenea, puertas y ventanas perfectamente mimetizado en el paisaje verde. Varios arroyos forman algunas cascadinas o cruzan bajo pequeños puentes camuflados totalmente en el terreno. A través del molino pasa uno de ellos y ya desde ese punto se juntan para formar el Rego da Ribeira. Al lado de las escaleras que suben a una de las puertas de entrada hay una rueda de molino apoyada sobre un talud de la ladera. El molino se encuentra cerrado y solo se puede ver exteriormente. Como digo, el rincón es digno de postal y en él nos sacamos algunas fotos. Ya nos poníamos de nuevo en marcha cuando apareció por allí un bonito y juguetón cachorro de mastín que nos siguió hasta el cercano y pequeño pueblo de Otero, (1007 m), con apenas media docena de edificios en el que encontramos a un vecino, dueño del cachorro y otro mastín mayor, con el que entablamos conversación.
La ruta que llevábamos en el GPS volvía sobre los pasos unos 500 metros para coger otro desvío de subida a la sierra, pero este hombre con el que habíamos estado nos comentó que aquel camino estaba muy cerrado y que era mejor seguir otro desde allí mismo hasta Veiga de Brañas, Brañas da Serra y ya meterse a la sierra por uno más limpio. Por ello retomamos la marcha hacia el primero de los pueblo mencionado por una pista que nos metió enseguida en la provincia de Lugo. La misma ascendía por la ladera de la vertiente Oeste del valle del Rego de la Ribeira pero en sentido contrario a nuestro objetivo. Nos íbamos alejando de la sierra, en la que ya veíamos al Este el Capeloso. Tampoco veíamos ningún otro camino que atajase a la misma o a los pueblos que teníamos por encima.
En este tramo se echó a llover durante un rato y hubo que cubrirse. Íbamos ganado altura y así salimos a una carretera asfaltada donde cambiamos completamente de dirección entrando entre el bosque de nuevo. Al Oeste se veían ahora los amplios valles lucenses y grandes praderías en las que pastaba el ganado. Negros nubarrones se acercaban por dicha orientación sobre las cumbres de otras sierras. En el paisaje vimos numerosos servales de gran belleza cargados por los frutos rojos contrastando entre el verde ramaje. A las 13:47 horas entramos en Veiga de Brañas, pueblo emplazado en un altozano entre valles y a una altitud de 1152 metros. Dicha localidad de varias casas no tiene en sí un atractivo especial y lo cruzamos con dirección al siguiente y ya acercándonos a la sierra. Un vecino nos indicó un poco los caminos que podíamos coger hacia el Capeloso por la serranía. Llevábamos hasta allí 5,800 km hechos.
Salimos de este pueblo lucense entre verdes praderías llegando enseguida a la altura de la capilla de San Antonio, ermita de bloques de cemento y pizarra con pequeño campanario y pórtico. La dejamos atrás así como una nave medio derruida poco más adelante mientras íbamos contemplando los valles que caían a ambos lados, el de Rego das Brañas al Oeste y el de Rego de la Ribeira al Este. Seguíamos viendo en esa misma dirección la cumbre del Capeloso aún lejana en la sierra. Estábamos a 3,000 km en línea recta aún.
A las 14:05 horas, tras 6,700 km, entramos en Brañas da Serra, pequeño pueblo situado a 1145 metros de altitud y de similar aspecto al anterior, casas de cemento o piedra con tejados de pizarra. Varios indicadores informaban de numerosas rutas por la zona así como la pertenencia al Concello de Pedrafita Do Cebreiro. Por este pueblo pasaba el track que yo llevaba en el GPS y que venía desde el molino, pero en vez de seguir dirección a la cumbre lo hacia en dirección contraria a la misma un buen tramo más antes de girar por la parte alta.
Nosotros decidimos seguir las indicaciones que nos habían dado y nos metimos a un camino que trascurría de nuevo a media ladera, ahora frente a la cabecera del valle. El bosque nos envolvió de nuevo, aunque menos espeso. Al lado de este camino vimos una fuente con pilón y antiguos lavaderos de ropa con dos pilas y bajo cubierto. Un tramo más adelante encontramos una cavidad rocosa que parecía artificial, como una bocamina pequeña, y estaba totalmente inundada. En el camino cruzamos varios pasos canadienses para el ganado. Hicimos una pequeña parada para tomar un tentempié ya que la ruta se estaba alargando hacia la cima.
Retomamos la marcha fuera de la arboleda y ahora entre numerosos helechos. En un determinado punto vimos un camino menos marcado pero que ascendía por la ladera y decidimos echarnos por él. Pues bien, tras unos 100 metros recorridos nos encontramos con una pequeña estructura de cemento con puerta, suponemos que una captación de aguas, en la que terminaba dicho camino. Por mucho que miramos, el terreno lleno de helechos y otros arbustos era totalmente impracticable, así que no tuvimos más remedio que volver al camino principal para seguir por el mismo. Fuimos rodeando las lomas de la sierra hasta que llegamos a un punto de convergencia de caminos por el que pasaba el track de bajada que yo llevaba en el GPS. Eran las 15:00 horas, llevábamos 9,300 km hechos y estábamos a 1303 metros de altitud.
En este punto abandonamos el camino para meternos de lleno en un empinado cortafuegos por el que ganamos altura rápidamente. Los últimos 300 metros eran los más empinados de la ruta y el trayecto ya hecho iba “pesando”, por lo que la marcha se ralentizó, al menos por mi parte. El paisaje hacia atrás se iba ampliando y volvimos a ver los valles lucenses y los viaductos de la autovía al Noroeste. Por delante aparecía una alta antena y antes de llegar a ella salimos a un camino por el que solo anduvimos unos metros antes de volver a otro cortafuegos más directo. En este tramo entramos de nuevo en la provincia de León.
Dejamos la antena a la derecha y seguimos ganando altura viendo como por el Oeste se cerraban los nubarrones y producían un arco iris en el valle, señal de la llegada de lluvia. Hasta ese momento habíamos tenido suerte y tan solo en algunos momentos puntuales había llovido débilmente. Apareció también Ponferrada al Nordeste y la cercana central térmica de Cubillos del Sil. Ya no lejos de la cima enlazamos con otro camino que nos llevó en pocos minutos, y por fin, a la cumbre del Capeloso. Eran las 15:50 horas, llevábamos 11,000 km y estábamos a 1598 metros de altitud.
En esta cima nos encontramos con un amplio refugio y un vértice geodésico a su vera. El refugio, de piedra y pizarra, tenía una chimenea, mesa y bancos. Nos sacamos unas fotos en el vértice geodésico y antes de ponerme a comer yo saqué también varias del paisaje que teníamos desde allí ya que veía que se iba a cerrar no tardando. Además de lo contemplado anteriormente, Ponferrada, los valles lucenses y los del Norte de la zona de Vega de Valcarce en los que podíamos distinguir varios pueblos, ahora seguía al Suroeste la sierra con el pico Faro como máxima cota de la misma con 1916 metros y al que hace años ya ascendimos. En su falda Este teníamos el bonito hayedo de Busmayor, también visitado anteriormente. No se veían sin embargo Busmayor y Campo de Liebre, metidos en el fondo del valle intermedio. La Peña del Seo destacaba al Sur y en su cima el gran refugio usado como tal y como caseta de vigilancia forestal.
Ya acomodado junto al resto para comer en el refugio vimos como se cumplía lo previsto y la lluvia comenzaba a arreciar a la par que la niebla ocultaba el paisaje por completo. Bien resguardados de todo ello comimos cómodamente mientras pasaba la borrasca y volvía a abrir el día. Un bonito y completo arco iris cubrió todo el valle hacia el Este durante un buen rato.
En un bote sobre la chimenea dejamos nuestra tarjeta de cumbres y a las 17:15 horas emprendimos el descenso por el mismo camino, ahora sin abandonarlo hacia el cortafuegos. Dimos un poco más de vuelta por la falda del pico bajando más suavemente y rodeando la alta antena por el lado contrario. Llegamos así al inicio del segundo cortafuegos que ahora cogimos de descenso abandonando el camino que daba más rodeo. La fuerte pendiente del mismo se notaba en las piernas que había que retener.
Más abajo enlazamos con el camino que ya nos llevaría al pueblo por el tramo más corto. Entre escobas y matorral bajamos aún bastante pronunciadamente encontrando de nuevo varias setas, algunas de gran tamaño. Trazamos curvas siguiendo el contorno del mismo valle del Rego da Ribeira por el que subimos, pero ahora por una cota mucho más alta en la misma ladera Este. Cruzamos de nuevo el arroyo de Fuente Garandela cerca del cual vimos muy camuflada entre la vegetación una pequeña caseta de aguas. El camino se suavizo un poco en el siguiente tramo donde la vegetación formaba un arco sobre el mismo. No tardando divisamos parte de San Julián ya no muy lejano.
Nos situamos entonces en la misma cresta entre valles y a cielo abierto iluminado por el sol que se había mantenido entre algunas nubes no tan cerradas. Nos cruzamos con una pareja que subía con dos perros y poco después cerrábamos el lazo de la ruta en el collado “camuflado” por encima del pueblo. Pocos metros nos restaban para llegar a él por el mismo camino de la mañana. Los enormes troncos de castaño nos escoltaron en este último tramo antes de entrar en San Julián a las 18:55 horas. Por las pendientes calles cementadas cruzamos parte del pueblo hasta terminar la ruta cinco minutos más tarde donde teníamos la furgoneta. El GPS nos daba como datos principales 17,200 km hechos con un desnivel acumulado de 890 metros.
Nos cambiamos antes de ponernos en marcha de regreso. Habíamos comentado la posibilidad de acercarnos hasta O Cebreiro, bonito pueblo del Camino de Santiago ya en Lugo y nos pusimos en camino hacia él, aunque no cogimos la mejor carretera y decidimos tras un corto trayecto, dado también la hora que era, dejar la visita para otra ocasión. Camino de Ponferrada nos detuvimos en un restaurante de Trabadelo a tomar un refrigerio antes de entrar en la autovía hacia esta ciudad. A las 20:35 horas entrábamos a Ponferrada donde quedaban José Carlos y Alberto para seguir luego Álvaro y yo hacia León. Sin novedades hicimos este último tramo ya anochecido hasta llegar a Armunia a las 22:10 horas donde un termómetro marcaba 8º C a esa hora.
Así fue el transcurso de esta jornada dominical, con una ruta sencilla pero destacable por su longitud así como por los paisajes y rincones de los que disfrutamos durante la misma. El otoño apenas se nota en los bosques, aunque ya vimos algunos asomos del mismo en diferentes árboles.

 

MAPA ESQUEMA

ENLACE RUTA GPS:


VISTA SATÉLITE

ARMUNIA

TRAYECTO






SAN JULIÁN


INICIO DE RUTA (900 m)






COLLADO


VALLE REGO DA RIBEIRA










MOLINO VERDE










PRADERÍAS EN OTERO




VALLES LUCENSES


VEIGA DE BRAÑAS



CAPILLA DE SAN ANTONIO 


BRAÑAS DA SERRA



LAVADERO Y FUENTE



CUEVA

BONITA POSTAL DE VEIGAS DE BRAÑAS


SERRA DA ESCRITA






POR EL PENDIENTE CORTAFUEGOS

PANORÁMICA AL OESTE


ARCO IRIS HACIA EL CEBRÉIRO


PONFERRADA

CUBILLOS DEL SIL

CUMBRE DEL CAPELOSO (1598 m)



VISTA AL ESTE

SE CIERRA LA NIEBLA



BELLO ARCO IRIS



VÉRTICE GEODÉSICO





NUBARRONES AL SUROESTE




DESCENSO





VA ACLARANDO LA TARDE

DESCENSO HACIA SAN JULIÁN



ENTRANDO EN EL PUEBLO



FINAL DE RUTA

ARMUNIA


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