EL BLOG DE JAVI GALLEGO: BELÉN DE CUMBRES - LA CAMPONA

viernes, 13 de diciembre de 2019

BELÉN DE CUMBRES - LA CAMPONA - 08-12-19

XXVIII BELÉN DE CUMBRES.

3ª ASCENSIÓN A “LA CAMPONA” (Villanueva de Omaña)

08-12-19 (Domingo)

Llegó diciembre y con él la colocación del tradicional Belén de Cumbres con el que habitualmente cerramos el año montañero. En esta ocasión la climatología no quiso acompañarnos demasiado la primera parte de la jornada, por lo que, ya habiendo visto la previsión, busqué una ascensión con refugio “incorporado” en el que poder resguardarnos, como tuvimos que hacer. Ello nos permitió disfrutar de una jornada de montaña y celebración a partes iguales que a continuación resumo. Un total de 8 participantes fuimos los animados: José Antonio, José Luis, Álvaro, Valentín, Eulogio, Carmen, Terry y yo.

Tras recoger a José Luis nos reunimos con Álvaro y José Antonio en el Paseo de Salamanca de donde salimos en mi furgoneta a las 9:00 h con los termómetros marcando 4º C. La niebla y algo de lluvia nos acompañó en este inicio de viaje por la carretera de Caboalles en la que se cerró por completo la visibilidad durante un buen tramo. Ya bajando hacia La Magdalena abrió un poco ésta aunque seguía nublado. En Canales hicimos una pequeña parada a tomar un café antes de proseguir el viaje. En este tramo nos avisó Carmen que ya estaban en Villanueva de Omaña donde iniciaríamos la ruta.

A las 10:20 horas llegábamos nosotros a dicho pueblo, emplazado a 1160 metros de altitud, en el que nos reunimos con el resto de compañeros. La lluvia había vuelto a aparecer cuando iniciamos la ruta tras una foto de grupo a las 10:40 horas. Yo decidí acoplar el paraguas a la mochila dado que la ruta era todo camino cómodo de andar. Por lo general no me gusta llevarlo a la rutas ya que en las ascensiones un poco más pendientes, con maleza o trepadas no es muy viable el uso. Para eso el chubasquero es la mejor opción.

Por una calle cementada iniciamos la caminata hacia la parte alta de uno de los barrios de Villanueva para salir por el camino por el que habitualmente hemos regresado. Dado que la climatología no acompañaba, había decidido hacer la ruta al contrario para que fuese más corta y cómoda hasta el refugio y la cima. Además alguien comentó que en el otro ramal, el del acebal, había muchas ramas caídas cerrando el camino por la nevadona de hace unas semanas. No tardamos en comprobarlo nosotros viendo las laderas de dicha parte con muchos de los árboles partidos y más adelante incluso al lado del camino que llevábamos.

Habiendo cogido ya algo de altura vimos parte del pueblo con los barrios en los que se divide separados por algunas lomas de la montaña. Cruzamos más adelante una cerca para el ganado que pastaba por allí y seguir subiendo sin abandonar el ancho camino que serpenteaba ganando altura por la ladera. Poco a poco nos fuimos metiendo en el robledal donde comprobamos in situ los efectos del temporal de nieve antes mencionado. Infinidad de ramas rotas caían sobre el terreno, aunque el camino se mantenía despejado, posiblemente abierto posteriormente por lugareños o usuarios del mismo. No eran pocos tampoco los rastros que vimos en el terreno del paso de jabalís que habían hozado en muchos lugares. Algunos regatos cruzaban el camino por desagües apropiados para ello.

A las 12:05 horas, cuando estábamos a una altitud de 1520 m, pisamos la primera nieve de la ruta. No era mucha pero cubría un buen tramo del camino en una zona umbría. Enseguida salimos del robledal y divisamos por encima el refugio de piedra. El camino cruzaba ahora unas praderías medio encharcadas para girar por encima de dicha caseta sin llegar a la misma. Por ello lo abandonamos para dirigirnos hacia ella en la que ya estaban algunos compañeros que se habían adelantado un poco. Nosotros llegamos a las 12:25 horas tras 4,500 Km hechos y un desnivel de subida de 451 m sin descenso alguno.

Este refugio, ubicado a 1610 metros de altura, está muy acondicionado con una chimenea, bancos, mesas, percha para la ropa y un montón de leña. Se emplaza en medio de la cerca de un corral circular de gran diámetro, también de piedras, en una pradería al Sudeste de La Campona, cumbre no visible desde esa situación. Estuvimos allí unos 15 minutos antes de retomar la marcha hacia la cima. Cruzamos los prados, de los que se veía incluso manar el agua, para enlazar de nuevo al camino más arriba. Volvimos a pisar nieve en el mismo haciéndose más abundante según subíamos, aunque no llegaba a cubrir por completo el terreno. Solo las escobas tapizaban esta parte de la montaña.

Ya no lejos de la cumbre hubo quien atajó hacia ella mientras otros optamos por no abandonar el camino, que daba un pequeño rodeo antes de volver a girar para dirigirse a la misma desde el Sur. Tras otro tramo de subida no muy pendiente nos situamos bajo las rocas en las que se emplaza el vértice geodésico. Por una pequeña pero resbaladiza piedra se alcanza esta cima de La Campona con una altitud de 1800 m en la que solo pueden estar a la vez tres o cuatro personas en la base del hito o cerca.

A las 13:15 horas llegamos a dicha cima tras 1,500 Km desde el refugio. Las nieblas cubrían la mayoría del paisaje impidiendo ver el mismo salvo los valles más cercanos y algunas cimas entre los claros que se abrían a ratos. La foto de grupo la tuvimos que sacar por debajo de la cumbre aprovechando una estaca de un vallado que pasaba por ella como base para la cámara. Además de la lluvia, el viento soplaba haciendo aún más desapacible el ambiente.

Unos 20 minutos estuvimos allí antes de emprender el descenso de nuevo hacia el refugio. Mientras bajábamos se fueron abriendo algunos claros y dejó de llover, pero no íbamos a arriesgarnos a quedar allí arriba y tener que bajar deprisa si se cerraba de nuevo. Cerca de las 14:00 horas nos reunimos todos en el refugio una vez más y prendimos fuego en la chimenea. Encima de un arcón que había colocamos el belén y lo que llevábamos para celebrar el evento con la intención de hacer la foto oficial, y ya tradicional, de estas actividades. Más complicado era sacar una del grupo completo con todo ello, por lo que nos hicimos un par de ellas faltando una persona cada vez.

Al calor de la lumbre nos pusimos a comer tranquilamente con los turrones, sidra y demás dulces navideños como postre. Como es habitual en esta celebración, no faltó el canto de villancicos y otras canciones populares más o menos (des)afinadas por parte del coro que las ejecutaba a pesar de las “chuletas” de las que disponíamos.......Sin duda pasamos un buen rato en este refugio celebrando la navidad montañera.

A las 16:15 horas recogimos para emprender el descenso siguiendo el mismo camino de subida. El cielo estaba bastante más despejado ahora y no llovía. Entramos de nuevo en el robledal pisando la nieve que se mantenía solo en un tramo de la parte alta. Los regueros bajaban con bastante agua alimentados por la lluvia y nieve derretida. El sol del atardecer daba un bonito color rojizo al bosque de robles que aún mantenía parte de la hoja. Entre dicho bosque fuimos perdiendo altura mientras trazábamos algunos giros y contra giros para evitar la fuerte pendiente del tramo final por encima del pueblo ya. En algunas casas de éste humeaban las chimeneas.

A las 17:27 horas entramos en Villanueva donde algunos compañeros ya esperaban. En pocos minutos cruzamos algunas calles para llegar a la que teníamos aparcados los coches, terminando la ruta cuando eran las 17:32 horas. El GPS daba estos datos: 12,800 Km hechos con un desnivel acumulado de 667 m.

Nos cambiamos y sobre las seis de la tarde emprendimos el regreso tras despedirnos de Valentín, Carmen, Terry y Eulogio. Nos costó un poco salir del pueblo, primero por una calle sin salida donde tuvimos que retroceder y luego por un rebaño de vacas delante. De nuevo paramos en el bar de por la mañana en Canales en el que estuvimos unos 15 minutos tomando un refrigerio. Una vez más se confabuló contra nosotros la suerte cuando intentamos salir del pueblo por una calle que tampoco tenía paso. Sin comentarios.

El resto del viaje, ya de noche, lo hicimos sin novedad salvo la niebla que de nuevo se cerró en los altos de Camposagrado ya camino de Lorenzana. Nos acompañó la misma hasta la ciudad donde quedaron Álvaro y José Antonio antes de acercar a José Luis a casa. En Armunia un termómetro marcaba 6º C cuando llegué yo a casa a las 19:53 horas.

De esta forma finalizamos esta actividad destacada del año con la que, como ya apunté, solemos cerrar el calendario de rutas anual. En esta ocasión la climatología nos acompañó solo a medias, pero con el acierto de tener el refugio en el que resguardarnos y celebrar el evento cómodamente sin dicha preocupación. Un deseo, que en un año volvamos a reunirnos para lo mismo.

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