IX RAQUETADA - 3ª TRAVESÍA “FAEDO DE ORZONAGA”
16-11-19 (Sábado)
El invierno ha llegado a
León en pleno otoño en forma de fuerte temporal de nieve que ha cubierto por
completo toda la montaña rozando incluso a la misma capital. En medio del mismo
se anunciaba una pequeña tregua este sábado que hemos aprovechado para hacer
una ruta y disfrutar de los siempre agradecidos paisajes nevados. Dos eran las
alternativas que llevaba en mente, una travesía por Cerecedo, cerca de Boñar, y
la que finalmente hicimos en Orzonaga. La previsión se cumplió y el tiempo nos
dio esa tregua anunciada para dejarnos disfrutar de la bonita ruta.
Tras recoger a José Luis nos
reunimos con Álvaro para emprender el viaje hacia el destino cuando eran las
8:45 horas. Salimos desde el paseo de Salamanca con los termómetros marcando 1º
C y el cielo solo cubierto por algunas nubes aisladas. Los vehículos estaban
cubiertos por una fina capa de helada. Sin apenas salir de la cuidad ya vimos
los restos de nieve caída en las ultimas horas sobre las praderas y algunos
parques. Por la carretera del Torío avanzamos mientras el cielo se cubría cada
vez más de nubes y el mismo asfalto con algo de nieve.
En Matallana hemos parado a
tomar un café unos minutos y poco después a comprar pan en un supermercado en
el mismo desvío de Orzonaga. Ya en la carretera de este pueblo se acumulaba más
nieve, pero sin llegar a crear problema para circular; además ya había colocado
en la furgoneta las ruedas de nieve. El paisaje en este tramo ya destacaba por
su belleza entre la arboleda que escolta la carretera. A las 9:55 horas
llegamos a dicho pueblo cruzándolo hasta casi el final del mismo donde nos
costó un poco aparcar por la nieve que se acumulaba en las márgenes de las
calles. Un termómetro marcaba allí 3º C y habíamos hecho 36 Km.
Nos preparamos para la ruta
que comenzamos a las 10:25 horas a una altitud de 1036 m. Yo era el único que
llevaba raquetas y me las puse ya desde allí mismo. No tardamos en salir por el
ancho camino cubierto de nieve paralelo al arroyo de La Portilla. Los altos
árboles crecían a ambos lados con el ramaje ya bastante pelado y también
cubierto por la nieve. Numerosas ramas caían dobladas o rotas por el peso de la
misma. Al rato de iniciar la ruta hicimos una parada para quitarnos algo de
ropa dado que la temperatura no era fría. El cielo se mantenía cubierto en
mayor parte, aunque de vez en cuando se abrían claros y el sol iluminaba el
paisaje acentuando aún más la belleza del mismo. A ratos también se escapaba la
nieve.
Tras algo menos de un
kilómetro hecho llegamos a la antigua bocamina La Rebollona y el cargadero de
mineral que aún pueden verse en la margen derecha del camino. Según ascendíamos
se acumulaba más nieve en el firme y las ramas cerrando el camino se hacían
casi continuas. Algunos bancos de madera a la orilla del mismo estaban casi
completamente camuflados bajo la capa blanca.
A las 12:25 horas llegamos
al desvío del faedo por un lado y del collado Gudina y Llombera por otro. La
altitud allí es de 1222 m y llevábamos 3,000 Km. Hacia el faedo nos desviamos
ya por otro camino totalmente oculto por la nieve y rodeado de altas y rectas
hayas sin apenas hoja ya. En el GPS llevaba la ruta de la última vez que lo
había hecho hace unos tres años e intentamos seguir dicho track, aunque en un
momento que dejé de mirarlo nos desviamos del mismo. Además, con el pequeño
error que tienen, a poco que nos movíamos a un lado u otro nos salíamos
totalmente de su línea. Cierto que no era mucho el problema que había más allá
de tener que sortear algo más de
arboleda y ramas tumbadas.
Cuando salía el sol se
acentuaba el colorido que aún quedaba en algo del ramaje de varios árboles.
Algunos troncos y ramas se veían rotos recientemente por el peso de la nieve y
el viento que días pasados había soplado con fuerza. En algunos puntos tenía un
espesor de casi medio metro. En medio del hayedo encontramos algunas mesas de
merendero con bancos.
Salimos de este primer
reducto del faedo a una zona más abierta desde la que vimos hacia atrás la cima
de la Peña del Águila, que ya antes habíamos divisado entre la arboleda. En
este tramo encontramos un gran haya aún cubierta por hojas totalmente secas que
destacaba en el blanco manto. Sus ramas formaban un arco bajo el cual nos
sacamos algunas fotos. Desde allí veíamos Orzonaga en el fondo del valle así
como las cumbres del Polvoreda, Peña Galicia o Valdorria entre otras medio
ocultas en la niebla.
Tras un rato a cielo abierto
volvimos a meternos en el hayedo siguiendo el camino apenas perceptible y que
en este tramo se empinaba un poco más. Con calma avanzamos hacia el final de
este segundo reducto del faedo del que salimos minutos más tarde. Por debajo de
la misma ladera seguía el bosque que ahora presentaba un bello contrate de
colores en las copas altas de las hayas. En ese tramo sí había medio metro de
nieve acumulada, e incluso más. No tardamos en ubicarnos en la misma cresta de
la sierra, punto más alto de la ruta con 1251 m, donde un indicador marcaba la
distancia a Orzonaga por el camino que traíamos, 4,500 Km. y por el que íbamos
a volver, 3,800 Km. El GPS marcaba allí 4,600 Km.
Seguimos la línea cimera que
divide el valle de Orzonaga al Norte y el de Fenar al Sur. En este último, en
línea recta, se emplaza Solana de Fenar y Robledo de Fenar. Una vaguada bajaba
hacia éstos. Por la nieve vimos unas huellas de algún animal. Por delante, en
la parte alta del valle del Sur, se extendía un gran pinar con un cortafuegos
en medio. Llegaba al Collado Cimero, 1240 m, por el que pasamos nosotros
minutos después. Tras un corto descenso divisamos ya el refugio cercano al que
nos encaminamos y en el que teníamos pensado parar a comer.
A las 14:25 horas llegamos a
este refugio de piedra con un merendero al lado y cercado por una valla de
alambrada. Dentro tiene una chimenea, bancos y una mesa en la que nos
acomodamos para comer tranquilamente. Dos grandes ventanas sirven para iluminar
la estancia de día. Desde el comienzo habíamos hecho 5,400 Km. y estábamos a
1236 metros de altitud. Estando allí paso una pareja por el camino.
Justo una hora después de
llegar retomamos la marcha metiéndonos en el pinar por el camino que allí mismo
se dividía en otros dos ramales, uno al Norte y otro al Sur. Nosotros seguimos
el del medio, al Este, continuando entre pinos un tramo hasta que dieron paso a
los robles y hayas de nuevo. Una vez más nos encontramos con numerosas ramas
tumbadas por la nieve. Encontraron un aliado en Álvaro, “el liberador de
ramas”, que iba sacudiéndolas y sacándolas de la nieve del suelo. Era curioso
ver como, a poco que se sacudieran, se enderezaban rápidamente. Había lugares
que había que pasar bajo las mismas o entre ellas. En medio del camino había
algunos charcos de agua “granizada”. Pues bien, iba a pasar por el medio de uno
de ellos creyendo que apenas cubría y me subía por encima de las botas.
José Luis se fue adelantando
y ya no le encontramos hasta el pueblo. Álvaro y yo quedamos por detrás bajando
por el camino en el que el espesor de nieve disminuía progresivamente. Volvimos
a ver Orzonaga, ahora desde otra perspectiva y más cercano. Aunque en línea
recta no había mucha distancia, el camino trazaba numerosas curvas de largo
recorrido entre ellas. Desde un determinado punto, marcado en el GPS que
llevaba, se puede ver el valle del Torío con Matallana bajo nosotros. Hay que
desviarse unos metros del camino principal para divisar esto. Al Nordeste
destacaba en ese momento Peña Galicia totalmente nevada e iluminada por el sol
sobre el fondo oscurecido por los nubarrones.
Como ya punté, el camino
traza varias curvas por la ladera mientras pierde altura entre los robledales y
algunas hayas. La nieve dio paso a los barrizales en algunos tramos ya cercanos
al pueblo. A la entrada del mismo esperaba José Luis con el que nos encontramos
a las 16:50 h. Cerca de la calle principal hay un pequeño monumento minero con
una vagoneta, herramientas y una placa con el nombre del pueblo en una gran
piedra. Un cartel cercano informa de la ruta de “la Mata del Té”, otra de las
travesías que parte de este pueblo y que comparte un tramo con la del faedo que
traíamos.
Dejamos la iglesia a un lado
y más adelante, pegado a la pared de una vivienda, pudimos ver un curioso
jardín con numerosos animales hechos de materiales reciclados. Neumáticos, chapas,
cubos, maderas, etc, etc, sirven para modelar este “zoológico” tan singular. En
lo alto de una colina cercana puede verse también la silueta de un elefante,
que luego he sabido hace referencia a una leyenda sobre un paquidermo que hace
mucho, mucho tiempo se escapó de un circo ambulante siendo visto luego por
varios habitantes del pueblo entre los hayedos y robledales cercanos.
El termómetro de la plaza
del pueblo marcaba 4º C en esos momentos. Cruzamos por su calle principal y a
las 17:15 horas finalizamos la ruta en el punto de inicio junto al puente sobre
el arroyo de La Mediana. El GPS marcaba 9,400 Km. y 337 metros de desnivel
acumulado.
En una fuente con pilón
cercana lavé las raquetas, las polainas y el pantalón de agua. Nos cambiamos y
sobre las 17:35 horas emprendimos el viaje de regreso. La nieve se había ido de
la carretera por completo. En Matallana nos detuvimos de nuevo a tomar un
refrigerio unos 15 minutos. El resto del viaje transcurrió sin novedades hasta
llegar a León a las 18:40 horas ya anochecido. Dejé a Álvaro primero y a José
Luis a continuación antes de llegar yo a casa a las 19:05 horas. Un termómetro
cercano marcaba 3º C.
Si la tendencia continua
como últimamente, nos espera un invierno bastante blanco, quedando aún más de un
mes para su inicio.
MAPA ESQUEMA
ENLACE RUTA GPS:
VISTA SATÉLITE
HELADA Y NIEVE EN LEÓN
POR EL TORÍO
MATALLANA DE TORÍO
HACIA ORZONAGA
ORZONAGA
EN RUTA
BOCAMINA Y CARGADERO
RAMAS Y ARBOLEDA TUMBADAS POR LA NIEVE Y VIENTO
LA CAPA DE NIEVE AUMENTA
DESVÍO AL FAEDO Y A LLOMBERA
EL FAEDO DE ORZONAGA
PEÑA EL ÁGUILA
VALLE DE ORZONAGA
LÍNEA CIMERA
COLLADO CIMERO
REFUGIO
ENTRE PINOS Y ROBLES
POLVOREDA DE FONDO
ORZONAGA
VALLE DEL TORÍO Y MATALLANA
POLVOREDA, FRESNERA Y ENRASADAS AL NORTE
ENTRANDO EN EL PUEBLO
CURIOSO "ZOOLÓGICO"
ARMUNIA
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