1ª TRAVESÍA “PORCARIZAS- LAS CHARCAS- CAMPO DEL AGUA- PORCARIZAS”.
29-03-09 (Domingo)
Una vez más la climatología nos ha obligado a modificar la ruta prevista para esta jornada. La actividad programada era la ascensión al pico Tapinón, en Tuiza, Asturias. Justo dos días antes ha entrado una borrasca de nieve que se ha mantenido precisamente en todo el norte de la cordillera. Eso, y la distancia nada desdeñable que teníamos hasta Tuiza, nos decidió a modificar los planes y en la misma salida improvisamos otra ruta en la zona de Los Ancares, tampoco cerca, pero con menor posibilidad de nieve ya que la altitud no era tan elevada.
A las 8:00 horas del nuevo horario de verano, nos reunimos en Guzmán los 10 participantes de esta ocasión: Cundi, Álvaro, José Antonio, Piedad, Miguel Ángel, Nati, una amigo de éstos llamado Toño, Mª Jesús, Adelino y yo. Tras comentar un poco las alternativas, escogimos ésta propuesta de José Antonio y en los coches de Miguel Ángel y el mío emprendimos el viaje hacia Astorga. Aquí entramos en la autovía que nos condujo hasta Villafranca del Bierzo donde la abandonamos. En las cumbres se cerraban las nieblas quedando el resto despejado. En un bar de esta localidad paramos a tomar un café antes de retomar el último tramo de 23 Km. a Porcarizas. La carretera se estrechó y redujimos la velocidad. Atravesamos el bonito cañón del río Porcarizas y dejamos atrás el desvío a Tejéira, donde intentamos el año pasado la ascensión a Peñarrubia y Tres Obispos. Casi a las once de la mañana llegamos por fin a Porcarizas tras 161 Km. recorridos. Aparcamos a la entrada del pueblo y nos preparamos para la ruta. El cielo se mantenía casi despejado, pero del norte llegaban nubes que dejaban escapar chispas de nieve. Nos sacamos una foto de grupo con la iglesia de fondo y a las 11:00 horas comenzamos a caminar.
Atravesamos el pueblo con casas de piedra y pizarra, algunas de ellas en ruinas. En una fuente en la que había una hornacina con una figura de un santo cogimos agua. En un corral vimos un bonito gallo con varias gallinas. Así dejamos atrás el pueblo por un camino que transcurría por el valle de Porcarizas hacia la sierra cubierta de nubes. Al lado del camino vimos un merendero con una casa al lado.
Dejando siempre el arroyo a nuestra derecha fuimos avanzando por el camino ascendiendo suavemente por él. Algunos tramos estaban encharcados, pero como estaba empedrado se caminaba cómodamente. A los lados había prados cargados de flores amarillas. Algunos chopos se alzaban en las orillas. También comenzamos a pisar algunos neveros sueltos. En unas praderías de la parte baja había varios caballos pastando. Por el otro lado subía una pista en la que vimos un vehículo.
Tras una hora de caminata salimos a una ancha pista de la parte izquierda del valle. Ésta incluso descendía un poco aunque continuaba con la misma dirección. De frente vimos ahora algunas cumbres de la sierra que bien podía ser el Campo Longo. Al llegar a una curva cerrada nos encontramos de frente al todoterreno que habíamos visto antes. Pues bien, en el camino había un tramo con nieve alta que no fue capaz de atravesar aún con ayuda nuestra. Le pegaba en los bajos y no cogía tracción. Iban a ver los caballos que habíamos dejado atrás en los prados y al final tuvieron que seguir andando.
Tras atravesar un puente sobre el arroyo, abandonamos la pista para meternos en un camino entre bosque. En él pudimos ver gran cantidad de acebos y muchos robles, algunos de ellos de enorme tronco. Pasamos luego una pradera y nos internamos de nuevo en la arboleda. Cada vez era más abundante la nieve, aunque aún no lo cubría todo. Las ramas formaban un bello arco por encima de nosotros. En un gran roble de tronco descomunal nos sacamos una foto. La sorpresa fue verlo por detrás y encontrarlo casi hueco. En otro nos sacamos una foto de grupo con la nueva cámara que ya tengo y que es igual a la anterior. Por cierto, llevaba también aquella por si se echaba a llover o nevar no arriesgar la nueva.
Mas adelante atravesamos un arroyo donde pudimos ver algunos chupiteles de hielo. El camino serpenteaba por el medio de la arboleda nevada. Por encima de ellas se veían las cumbres bajo las cuales iba otra pista que luego tomaríamos hacia el Campo del Agua. No tardando perdimos el camino y comenzamos a subir directamente por la ladera pisando bastante nieve. Ahora se hacía pesado el avance por la misma. Algunos ya iban por delante y no les veíamos. Siguiendo sus huellas íbamos ganando altura poco a poco. En algunos lugares metíamos la pierna hasta la rodilla.
Por fin salimos del bosque y las huellas se dividieron. Por suerte vimos el refugio del que había hablado José y nos dirigimos a él donde ya estaba la mayoría. Solo faltaba Mª Jesús que había seguido de frente pero que llegó enseguida. Eran las 14:00 horas.
Por encima del refugio de Las Charcas se alzaba el pico Tres Obispos al que comentamos la posibilidad de subir. Viendo aún lo que faltaba, no menos de hora y media o dos horas, y la nieve que se acumulaba en sus laderas, desistimos de intentarlo. En cambio decidimos comer allí y marchar hasta Campo del Agua por la pista que pasaba allí cerca. En la fachada nos hicimos una foto con el pico de fondo.
Dentro del refugio había una chimenea en la que prendimos fuego y una mesa con bancos donde nos acomodamos para comer salvo José Antonio, que se fue a investigar por allí cerca. Tampoco estaban Nati y Cundi, que ya habían quedado por detrás en el valle. El humo salía más hacia el cuarto que por la chimenea. Alguien llevó limonada para comenzar ya a “matar judíos”.
Cuando terminamos y salimos una hora después para retomar la marcha estaban las cumbres totalmente ocultas por las nubes y se escapaba la nieve. Desde allí teníamos una amplia vista del valle e incluso podíamos ver al fondo el rascacielos de Ponferrada así como las sierras del Teleno, Vizcodillo y Trevinca. Entramos en el camino que antes habíamos perdido y que ahora subía suavemente por la falda de la sierra por debajo del Cuerno Maldito. Durante un rato se cerró la niebla arriba y casi ocultó la vista del valle también. Ahora estábamos rodeando toda la cabecera del valle de Porcarizas para llegar a Campo del Agua, situado en una altiplanicie de aquel valle. En el camino encontramos trechos donde había caído la nieve de arriba tapando completamente el firme.
Así como se había cubierto, volvió a despejar y quedaron las cumbres de nuevo a la vista con el cielo azul de fondo. Tuvimos allí una bella panorámica de toda la sierra y no tardando apareció la cumbre de Peñarrubia tras unas lomas de este primer valle. También comenzamos a ver el pueblo en el fondo del mismo.
Al llegar a un determinado punto José Antonio, Miguel y Mª Jesús marcharon a su bola por la ladera arriba. El resto continuamos por la pista que subía suavemente hasta encontrarnos de frente con una loma encima de la cual se veía una caseta. Pues bien, poco más adelante había una bifurcación de la pista y no sabíamos por cual de ellas continuar, por lo que tuve que llamar a José Antonio para que nos sacara de dudas. Ellos venían por la parte alta de la misma loma que nosotros.
Seguimos avanzando, yo con la creencia de que el Campo del Agua estaba justo en la parte contraria a la que realmente se emplazaba. No tardamos en verlo a nuestra derecha por debajo de nosotros y para llegar a él la pista daba un buen rodeo. Desde una collada se podía ver el valle contrario con el camino que viene de Burbia y la carretera que llega a éste. Fue Álvaro el que no dudó en echarse ladera abajo entre las escobas para bajar directamente al pueblo. Los demás nos lo pensamos pero al final le seguimos.
Más que las escobas, que no eran muy altas, lo que molestaban eran los hoyos del terreno en los que había replantados pinos. Como además no se veían, corríamos el riesgo de caer de bruces. Poco a poco fuimos descendiendo y atravesamos también otra replantación de árboles metidos en tubos de plástico. De esa forma llegamos a las 17:20 horas al barrio de Las Valiñas, en el cual se pueden ver algunas pallozas de las restauradas hace unos años. Hablando con un par de jóvenes nos contaron como de aquella, tras haberse restaurado unas 30 pallozas, las quemaron al poco tiempo. También nos comentaron que ellos mismos restauraron la iglesia que se emplaza entre dos barrios.
Campo del Agua consta de tres barrios, éste de Las Valiñas, otro adyacente, el de El Regueiral, y Campo del Agua. Tras hacernos unas fotos con alguna palloza bajamos al segundo barrio y por el camino llegamos a la iglesia situada en un cerro antes de Campo del Agua. Aquí se unieron los otros compañeros a nosotros. En el 2002 esta iglesia estaba totalmente en ruinas y derruida. Ahora se encuentra restaurada por completo. Desde allí se veía en otro alto lo que parecía una pequeña ermita. Con la cámara saqué una foto y a mí me parecía una caseta con antenas. Miguel se decidió a subir y de regreso dijo que era una pequeña capilla de piedra con una imagen dentro y una cruz fuera.
Nos encaminamos hacia el último barrio en el que hay varias casas y pallozas, muchas de ellas en ruinas. Subimos entonces por un camino hasta un alto desde el cual seguía éste bajando por el valle de Porcarizas siendo la misma pista que habíamos abandonado por la mañana antes del bosque. Para bajar a Porcarizas por camino solo se podía por allí o por otra que nos habían comentado en Las Valiñas. Fue Miguel Ángel quien dijo que se podía también desde la ermita enlazando con otro camino más abajo, o eso le entendimos. Nos encaminamos hacia la capilla por el alto de la loma teniendo una amplia vista del Campo del Agua. Yo ya había estado en éste lugar en dos ocasiones.
Llegamos así a la cima donde se emplaza esta capilla en la que dentro hay una imagen de un santo que no recuerdo. Allí nos sacamos unas fotos y emprendimos el descenso por el medio de la loma entre los dos valles siguiendo a Miguel. Hacia el Oeste se podía ver un bello contraluz de nubes sobre Peñarrubia. Eran las 18:40 horas.
En la creencia de que había algún camino bueno fuimos bajando hasta divisar Porcarizas bajo nosotros. Lo malo era que para llegar a él teníamos un desnivel casi vertical con maleza y algunas zonas casi de destrepe. Por detrás quedamos Adelino, Mª Jesús y yo mientras que el resto, salvo José que no se sabía donde había quedado, iba por delante. Tuvimos que sortear algunos pasos no muy fáciles y agarrarnos a las escobas como ayuda. Así fuimos perdiendo altura y llegamos por fin a la parte baja. El resto ya estaba por detrás del río y José también. Para pasar éste tuvimos que retroceder casi un kilómetro hasta un puente. Ya con dirección al pueblo pasamos al lado del merendero y a las 19:50 horas entramos en Porcarizas. Nos dirigimos a los coches y allí nos cambiamos. Nati había recogido varios ramos de flores que repartió luego.
Sin más, a las 20:20 horas emprendimos el regreso a León. Paré a sacar algunas fotos del cañón y otras de una antigua explotación aurífera similar a Las Médulas. En 45 minutos recorrimos los 23 Km. a Villafranca del Bierzo. Paramos de nuevo en el mismo bar a tomar un refrigerio e hicimos las cuentas. A las 21:30 horas retomamos el viaje por la autovía hasta Astorga donde salimos a la nacional. Por ella recorrimos los últimos kilómetros hasta entrar en la capital sobre las 23:15 horas. En Guzmán dejé a los compañeros y minutos después terminaba el viaje en casa.
Después de todo resultó una jornada de lo más gratificante. Al final lo que cuenta es hacer algo, aunque no sea lo programado.
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