ENLACE RUTA CASCADAS COVALEDA DÍA ANTERIOR:
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2ª ASCENSIÓN AL “URBIÓN”. 1ª ASCENSIÓN A “PEÑAS CLARAS”,
“CAMPERÓN” Y “PICO DE LAS TRES PROVINCIAS”.
(Castro Viejo – Duruelo de la Sierra). 03-04-21
Nos fuimos levantando sobre las 8:15 horas. Teníamos el desayuno en el albergue a las 9:00 horas, aunque entramos un poco antes al comedor. Allí desayunamos tranquilamente antes de subir a por las mochilas para la ruta de ese día. A las 9:35 horas nos pusimos en marcha con la furgoneta hasta el punto de inicio, el aparcamiento de Castro Viejo, por encima de Duruelo de la Sierra. Por este pueblo pasamos para desviarnos por otra carretera entre pinares con el firme en estado un tanto irregular. Había muchos tramos con grandes baches y socavones que iba sorteando como podía.
Unos 15 minutos nos llevó el tramo de 12,000 km desde Covaleda a este aparcamiento, uno de los puntos habituales para la subida al Urbión y desde el mismo en el que hace 17 años ascendí la primera y única vez a esta cumbre hasta ahora. A la orilla de una de las pistas que parten de esta explanada, ya con varios vehículos aparcados, dejamos nuestra furgoneta y nos preparamos para la marcha a una altitud de 1533 metros. Nos sacamos una foto de grupo y a las 10:20 horas comenzamos a caminar por la misma carretera por la que habíamos llegado minutos antes. Para evitar el asfalto optamos por meternos hacia el terreno mas montano entre los pinos por donde transcurría una especie de camino paralelo a ésta. Durante un tramo caminamos por el mismo descendiendo hasta salir de nuevo a la carretera y llegar al inicio de la pista que nos conduciría ya hacia sierra. Hasta allí habíamos caminado más o menos un kilómetro.
Un poste con varios indicadores señalaban la dirección y distancia a varios puntos de la ruta. La pista era muy ancha y de tierra bastante uniforme y no lejos vimos algo de maquinaria cerca de un arroyo. Tras unos 550 metros por ella llegamos al primer enclave destacado de la misma, La Fuente del Berro. Encontramos una fuente con pilón, seca, y un gran edificio semejante a un refugio, todo ello en una pradería en la que pastaba un rebaño de vacas. Al otro lado de la pista se encontraban varios vehículos aparcados. A la par que nosotros iban tres mujeres con las que entablamos conversación y que nos acompañaron luego buena parte de la subida.
Algo más adelante de dicha fuente encontramos el primer reducto de nieve en la cuneta. Entre los pinos y las escobas que escoltaban la pista que continuaba subiendo se veían regatos precipitarse por las laderas y cruzar el firme por desagües para seguir el curso valle abajo. Poco a poco fuimos viendo las partes altas de la sierra en las que las nieblas se cerraban. De momento a nosotros nos acompañaba el sol que solo se ocultaba con algunas nubes que corrían movidas por el fuerte viento que debía soplar en las alturas. Vimos una lagunilla entre los pinos muy cerca del camino y una pequeña cascada pocos metros después.
Encontramos otra hilera de coches aparcados a la vera de la pista y enseguida supimos el motivo. Un pino caído cortaba el paso pocos metros más adelante y desde ese lugar la nieve se acumulaba algo más abundante en el camino. Llegados a un determinado punto, en el que éste daba una curva muy cerrada, decidimos atajar la misma por la pendiente ladera entre maleza y algunas enormes rocas y tocones secos de los árboles. Salimos de nuevo a la pista y ganamos altura constantemente trazando algunas curvas más hasta llegar a El Bunker.
Este refugio de hormigón semeja totalmente un bunker por lo cuadrado del mismo, con solo una puerta y un ventanuco y de muy poca altura. Algunos se encaramaron al techo por unas piedras apiladas en la parte trasera. Dentro se veía muy destrozado con los restos de una chimenea y unas chapas a modo de camastros o bancos. Estábamos a 1754 metros de altitud y habíamos hecho 3,900 km
Retomamos la marcha pasando al lado de un banco y cruzamos un puente de madera sobre un arroyo tras el cual vimos los restos de otro chozo derruido. Continuamos subiendo un tramo más por el ancho camino antes de enlazar con una senda pedregosa entre los pinos, algunos de los cuales destacaban por sus formas y copas. Entre ellos vimos numerosos tocones y troncos caídos de retorcido aspecto y algunas grandes piedras. En los pinos vimos las marcas rojas y blancas que nos indicaban que seguíamos un sendero GR. Echando la vista al Sur vimos Duruelo de la Sierra entre la neblina que aún quedaba.
Poco a poco fuimos saliendo del pinar a cielo abierto y contemplamos delante de nosotros la Sierra del Mojón Alto, que se une a la del Urbión en la cabecera del valle del Duero hacia cuyo nacimiento nos encaminábamos. Las nieblas aún corrían por las crestas de la misma, pero se habían ido disipando visiblemente. La senda transcurría por la ladera izquierda del valle paralela al río “recién nacido”. Solo algunos pequeños pinos moteaban esta zona media de la sierra. La niebla nos envolvía parcialmente durante algunos minutos pero enseguida abría.
Pues bien, en el track del GPS me venía marcado el nacimiento del Duero en un punto anterior al real, y eso nos despistó durante un buen rato. Yo me acordaba un poco de la zona por las fotos que había visto de la vez anterior y estuvimos moviéndonos arriba y abajo y atrás y adelante en un tramo en el que el GPS me marcaba dicho lugar sin éxito alguno. Las tres chicas que venían con nosotros habían llegado hasta ese punto para ver el lugar, pero al no encontrarlo se dieron la vuelta. Nosotros continuamos la subida hasta que un indicador nos señaló el mismo a tan solo 100 metros y no tardamos en divisarlo por delante de nosotros.
A las 13:13 horas y habiendo recorrido 6,900 km, alcanzamos este destacado lugar en el que nace el Duero, uno de los principales ríos de España y que termina desembocando en Oporto, Portugal. A una altitud de 2077 metros está el manantial principal que emerge entre unas rocas por encima de las cuales hay un monumento. Se trata de una figura metálica en la que está el mapa de la Península Ibérica con el trazado del río y unas inscripciones: “Nacimiento Río Duero”, “Picos del Urbión” y “Diputación de Soria”. Se enclava dentro de un murete semicircular de piedras selladas con cemento.
Nos sacamos unas fotos en ese lugar antes de retomar la marcha valle arriba mientras se disipaba la niebla. José Luis se desvió hacia las peñas directamente mientras el resto seguíamos el itinerario habitual que nos llevó a un collado con vistas a los valles del Noroeste. En ellos, aunque oculta, se emplaza la Laguna Negra, en la que también hicimos una ruta el mismo año que subimos a esta cima, en el 2003. Unos metros más adelante, en la ladera, se encuentra La Cruz del Urbión, otro lugar señalado en esta ascensión. En una nueva estructura metálica puede leerse “Picos de Urbión – Covaleda” y detrás la cruz con unas piedras delante a modo de altar. En la base de la cruz se puede leer “22-8-1998 - Covaleda - La Cruz de Urbión - Escultor Herrero” hechas con varillas de acero. Corona la cruz una paloma con una rama en el pico, también metálica. La altitud en ese punto es de 2154 m y llevábamos 7,500 km. Allí mismo puede verse una gran roca con un ojo que da vistas al valle del Noroeste.
Desde ese punto comenzamos a pisar más nieve, aunque no cubría totalmente el terreno y se caminaba bien por ella. Días antes nos habían dicho que había incluso hielo, y de hecho habíamos llevado por si acaso los crampones elásticos que hace poco compramos varios de nosotros. Entre algunas rocas hicimos los últimos metros a la cumbre a la que yo llegué, tras retrasarme sacando algunas fotos, a las 14:10 horas y tras un total de 7,800 km
La cima del Urbión tiene 2225 metros de altitud y en ella hay una cruz metálica encima de la roca más alta y un buzón con forma de caseta en la base de la misma, donde encontramos un poco de hielo en la umbría. A diferencia de la vez anterior, faltaba el vértice geodésico y un Cristo en dicha cruz. El cielo ya prácticamente despejado nos permitía disfrutar de amplias vistas en redondo. El macizo del Urbión está algo aislado de otros más alejados, por lo que las cimas que se podían ver eran las del mismo y algunas en la lejanía entre brumas. He leído que incluso se puede ver en días muy claros el Moncayo, en la raya con la provincia de Zaragoza, y una de las opciones que tenía en mente para estos días junto con el cercano cañón del Ágreda. La previsión irregular del tiempo me hizo descartarla por la distancia aún mayor a esa zona.
Nos sacamos unas fotos encaramados a la roca de la cima y nos acomodamos en una brecha a la abrigada para comer. El viento soplaba algo fresco a pesar del sol. Al Sur podía verse parte del valle del Duero por el que habíamos subido con la sierra del Mojón Alto cerrándola por el Sudeste. Al Este los valles que bajan a la zona de la Laguna Negra, al Norte se alejaban los riojanos, en cuyo límite de comunidad estábamos, Soria / La Rioja. Por el Oeste podíamos ver bajo nosotros la Laguna del Urbión y toda la cuerda de la sierra que luego recorreríamos con Peñas Claras, Camperón, el Pico de Las Tres Provincias o el Muñalba y más alejados Peña Triguera o el pico Toscoso. Aunque no lo podíamos identificar, estamos seguros que podía verse más alejado el Campiña, en las Lagunas de Neila, la otra ruta que había pensado junto con esta ascensión en vez de las cascadas del día antes, aunque ya había que alejarse algo más. También por dichas lagunas y cumbre anduvimos en otra ocasión hace varios años. Cual sorpresa agradable tuvimos estando comiendo allí al ver llegar a la cumbre a varios montañeros de un club de León, conocidos todos ellos por unos u otros de nosotros. Ellos habían subido por la cresta por la que nosotros bajaríamos.
Eran las 15:55 horas cuando emprendimos el descenso por entre las grandes moles hacia el Oeste para hacer el cresteo de la sierra. Al poco de comenzar a bajar vimos una formación curiosa con un boquete en medio donde nos paramos a sacar varias fotos. Ya adelanto que no fue el único lugar, ni mucho menos, en el que encontramos esas enormes y destacadas moles pétreas en esa sierra. Tras pasar esa zona pedregosa se suavizó la bajada por unas camperas por las que transcurría el marcado sendero entre matojos bajos. Al Norte descendía bruscamente el valle del río Urbión hacia La Rioja mientras que por el Sur lo hacían más suavemente hacia el Duero, en Soria.
A las 16:30 horas llegamos a Peñas Claras, cima muy pedregosa de grandes formaciones y con numerosas canales casi verticales que caían hacia el Norte, algunas con neveros que formaban peligrosas terrazas aéreas. La altitud de esta cumbre es de 2167 metros y también allí nos sacamos varias fotos entre aquellas curiosas cadenas de rocas de formas a cual más singular. Algunas se apilaban creando especie de dólmenes que casi parecían creados por la mano del hombre. Otros estrechos pasadizos cruzaban entre las mismas y en los más sombríos aún quedaba nieve. No me cansaba de fotografiar toda aquella maravilla visual en la que también nos sacamos una instantánea de grupo, aunque no dejamos tarjeta ya que la cumbre en sí no estaba muy definida entre todas aquellas rocas. Desde la cumbre del Urbión hay 1,100 km.
Continuamos el avance por la loma de nuevo más herbosa cambiando ahora la dirección hacia el Norte mientras rodeábamos la Laguna del Urbión totalmente cubierta por hielo y nieve. En pocos minutos llegamos al Camperón, 2101 m, cima totalmente diferente a las del resto de la sierra ya que la ausencia de rocas en ella era total. En una piedra aislada hay un piolet metálico encastrado en ella con la silueta de un murciélago y unas letras, “CEMBO”, creo que ponía, así como una placa con el nombre de la cumbre y su altitud. A la vera vimos un pequeño Belén de Cumbres entre unas piedras. Nos sacamos una foto allí con el Urbión de fondo, pero no dejamos tampoco tarjeta.
De nuevo en el sendero que transcurría pegado al borde Norte nos encaminamos hacia la siguiente cumbre descendiendo algunos metros. Pasamos cerca de un elevación rocosa, el Picacho del Camperón, intrascendente a la hora de considerarla como cumbre, en el que un ojo atravesaba una de las formaciones. Sin darnos apenas cuenta pasamos un pequeño collado de 1949 metros antes de meternos entre algunos pinos de escasa envergadura y cruzar algunos neveros. Por allí vimos algunos mojones de hormigón con la descripción “MP”, (Monte Público), y números correlativos según avanzábamos.
Cómodamente fuimos ganando altura hasta alcanzar la cima del Pico de Las Tres Provincias, o Monte Tres Provincias, como rezaba en la placa del buzón que encontramos en él, en la cual también figuraba la altitud, 2049 m, y los clubes que lo habían colocado, el C.M. Mirandés y el C.M. Bilibio el 25-07-82. Simulaba una figura metálica de un hacha clavada en un tronco, formado por un tubo hueco y otro extraíble para dejar en él las tarjetas de cumbres. La singularidad de esta cumbre, definida en el mismo nombre, es que se emplaza justo en los límites provinciales de Burgos, Soria y Logroño. Hacia Burgos baja el valle del río Frío, a La Rioja el del río Portilla y a Soria el del río Duero. También en esta cima había rocas, aunque no tan numerosas y destacadas como en las dos primeras. Eran las 18:15 horas cuando habíamos llegado a la misma y llevábamos hechos 12,500 km
Hicimos unas fotos y dejamos nuestra tarjeta en tan curioso buzón antes de retomar la marcha unos 20 minutos después. Paralelos a una alambrada seguimos la marcha hacia el Suroeste no tardando en contemplar Regumiel de la Sierra un poco más al Sur y el mismo Covaleda al Sudeste. Duruelo de la Sierra quedaba oculto por los cerros y bosques que teníamos justo al Sur. En la lejanía se distinguían algunos pueblos más.
Pasamos cerca de una lagunilla y vimos otra más grande en el valle del Norte, donde según el mapa nacía el río Frío. La última cumbre destacada de la sierra era el pico Muñalba, de 2073 metros, situado tras otro collado intermedio de 1992 metros. Como aún nos restaba bastante ruta, aunque fuese bajada, optamos por olvidarnos del mismo y rodearlo hacia el espolón Sur por el que seguía el track del GPS, que sí lo ascendía. En esta cara Sur del Muñalba nos encontramos con más pinos y zonas rocosas entre las que se intuían senderos que fuimos cogiendo, unos más arriba y otros más abajo. No tardamos en comenzar a ver de nuevo ejemplares destacados por sus copas, ramas y troncos retorcidos y algunos solo eran grandes tocones secos.
En un momento determinado que quedé sacando fotos a dichos pinos nos separamos, quedando conmigo Mª Jesús mientras que a Álvaro y José Luis les perdimos de vista entre el pinar. Ambos llevábamos GPS, por lo que no había mucho problema, aparte de que seguíamos un sendero muy marcado que bajaba entre todo ello. Por el móvil, apenas sin cobertura, pudimos hablar un momento y ya bastante abajo nos reunimos de nuevo.
A las 20:20 horas llegamos al Raso Cespedilla, punto donde comenzaba una pista en la que varios indicadores señalaban diferentes direcciones: Cuerda Jimeno, Castro Viejo o Cuerda Serena. La ruta del GPS ya iba directa al aparcamiento de Castro Viejo por dicho camino, distante algo menos de dos kilómetros, pero en la dirección de la Cuerda Serena se encuentran otras grandes formaciones rocosas a las que yo quería acercarme ya que eran bastante espectaculares, por fotos que había visto. Nos echamos por un sendero entre los pinos y no tardando vimos un grueso cable que cruzaba por delante de nosotros. Acercándonos al mismo comprobamos que se trataba de una tirolina que descendía de lo alto de una de aquellas moles de piedra en la que se veía una especie de mirador. En pocos minutos llegamos a la altura de dicho emplazamiento en el que se ubican numerosas estructuras pétreas de varios metros de altura y formas dispares que además “pillamos” iluminadas por el anaranjado sol del atardecer. En lo alto de una de ellas vimos la barandilla desde donde bajaba el cable de la tirolina, aunque no supimos por donde se accedía. Hacia el Sur descendía un pequeño cañón en el que se podía ver la equipación de la Vía Ferrata “Cuerda la Graja” según rezaban algunas marcas que vimos. Entre rocas se podían distinguir pasarelas metálicas con forma de escaleras y en otros, puntos de agarres metidos en la piedra. También cadenas y cables unían unas peñas y otras en vados de varias longitudes y a varios metros de altura. Llevábamos hasta ese enclave 17,400 km.
Eran ya las 20:45 horas cuando terminamos de explorar este bonito rincón y continuamos la marcha por un sendero en el que vimos marcas de ruta, aunque no sabíamos donde nos llevaban exactamente. La que yo tenía metida en el GPS iba por la pista directa desde el Raso Cespedilla. Pues bien, poco a poco fuimos perdiendo altura....y las marcas de dicho sendero, terminando en medio del pinar y campo a través entre algunas escobas, troncos caídos, etc, etc. Lo bueno del GPS es que teníamos la ubicación de la pista, distante unos 500 metros en línea recta, y hacia ella nos encaminamos sorteando esa maleza mientras iba anocheciendo. Sin GPS y anocheciendo igual nos hubiese supuesto un problema para orientarnos.
En 20 minutos bajamos por el bosque desde las rocas a la ancha pista que ya nos llevaría a Castro Viejo, final de la ruta. Algo menos de medio kilómetro nos separaba de este punto final al que llegamos cuando eran las 21:15 horas. El GPS nos daba estos dos datos principales: 19,200 km hechos con un desnivel acumulado de 974 m.
La furgoneta estaba solitaria ya a esas horas y en ella iniciamos el corto viaje hacia Covaleda por la serpenteante carretera entre pinares hasta Duruelo donde enlazamos con la general hacia nuestro lugar de pernocta. Minutos antes de las 22:00 horas entramos en el albergue donde nos fuimos poniendo cómodos tras las duchas y demás.
En ello estábamos cuando nos llamó el dueño del alojamiento para invitarnos a bajar a tomar algo al comedor y pasar un rato allí. Algunos huéspedes más jugaban a las cartas y nosotros nos acomodamos en una mesa donde nos invitaron a tomar unos chupitos mientras hacíamos un karaoke casero solo con la música y las letras escritas en folios. Pasamos un rato divertido y al final ese día, yo al menos, ni había cenado. El cansancio se hacía notar, pero al día siguiente ya era relajado y no había mucha prisa para acostarse.
ENLACE DEL DOMINGO DÍA 4. REGRESO A LEÓN CON PARADAS EN COVARRUBIAS Y BURGOS:
http://franciscojaviergallegogarcia.blogspot.com/2021/04/covaleda-urbion-3-covarrubias-y-burgos.html
MAPA ESQUEMA
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/sierra-del-urbion-circular-03-04-21-70355232
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