5ª ASCENSIÓN A “PEÑA
UBIÑA” (Torrebarrio)
09-10-16 (Domingo)
Trece
años después de la última ascensión a Peña Ubiña (grande), he vuelto a alcanzar
esta emblemática cumbre de la provincia leonesa, tratándose de la cima de mayor
altitud fuera de Picos de Europa. En esta ocasión hemos ido cuatro
participantes: José Luis, Álvaro, José Carlos y yo, disfrutando de una jornada
excepcional en todos los sentidos.
A las
8:00 horas salimos de Armunia en mi furgoneta, José Luis, Álvaro y yo. Con el
cielo nublado llegamos a Camposagrado donde la niebla nos cubrió por completo.
En La Magdalena cogimos la autopista para cruzar el tramo del pantano de Luna
abandonándola tras pasar el puente colgante. La niebla abrió abajo pero se
mantenía en las cumbres cuando llegamos a San Emiliano a las 9:10 horas. Allí
nos reunimos con José Carlos y tomamos un café en uno de los bares de esta
localidad. Un termómetro marcaba 6º C.
Retomamos
el viaje hacia el cercano Torrebarrio subiendo hacia la ermita donde aparcamos
a las 9:40 horas. El panorama no había cambiado y la vista de las cumbres era
nula. Nos preparamos para la ruta y a las 10:00 horas la comenzamos desde este
punto emplazado a 1276 metros de altitud. Por detrás de la ermita bajamos unos
metros antes de cruzar una alambrada con un cartel advirtiendo de la presencia
de colmenas al lado de las cuales pasamos. Un sendero por una loma entre
vaguadas nos fue subiendo paralelos a un ancho camino que teníamos que haber
cogido para más comodidad y por el que otras veces hemos subido. Poco a poco
José Luis y Álvaro cogieron carrerilla y se adelantaron un buen tramo. José
Carlos y yo seguimos sus pasos hasta que decidimos subir al encuentro del ancho
camino al que nos incorporamos minutos más tarde.
En
las laderas vimos pastando varios caballos con diferentes tonos de pelaje. No
caminamos mucho tramo por esta pista antes de abandonarla siguiendo otro
sendero señalizado con una marca de la ruta de Cuatro Valles “El Entorno de
Ubiña”. Por él nos metimos bajo las paredes y canales de Peña Ubiña con
dirección al collado del Rozón internándonos de lleno en la niebla. Durante un
rato nos envolvió por completo antes de abrir un poco y dejarnos ver la cima de
Ubiña, lo cual nos animó un poco. Incluso el sol me hizo quitar la sudadera,
pero enseguida el viento fresco que soplaba de frente me la hizo poner otra
vez.
Reunidos
de nuevo continuamos el avance hacia el Rozón, 1938 m, collado de paso entre
las dos Ubiñas, aunque entre éste y la mayor esta la peña La Carba, un risco de
2003 metros de altitud. La niebla estaba cerrada cuando alcanzamos el paso
entre valles un poco por encima del collado. Una alambrada dividía los dos
valles, el de Torrebarrio y el que baja a Casa Mieres y Pinos. Paralelos a ella
caminamos unos metros para rodear La Carba por su cara Este subiendo alguna
canal rocosa que nos sacó al collado anterior a la Ubiña Grande, situado a 1978
metros de altitud. Eran las 12:25 horas.
La
niebla seguía cerrada, aunque por encima clareaba el cielo. Desde este collado
se sigue un sendero marcado con señales de pintura blanca y amarilla que
enseguida se empina entre algo de roca. Poco a poco fuimos dejando la niebla
abajo y comenzamos a disfrutar de un impresionante mar de nubes sobre el que
emergían las cimas de la Ubiña Pequeña detrás y de Peña Cerreos más al Este.
Parecían islas en medio de un mar de algodón.
Hubo
que sacar la visera para protegerse del sol que ahora lucía radiante. Siguiendo
estas marcas y un sendero muy trotado trepamos algunos pasos sencillos en los
que ganamos altura rápidamente. A mí las piernas me comenzaban a pasar factura
del fuerte desnivel y bajé el ritmo. Si fuerzo en estos tramos de gran
pendiente me comienzan a dar calambres y al final tengo que pararme. Solo una
vez, en el Cornón, me impidieron llegar a la cumbre a falta de escasos 50
metros.
A una
altura de 2255 metros, cuando eran las 13:30 horas, decidimos hacer una parada
“técnica” para reponer fuerzas. Nos acomodamos en unas rocas a comer unos
frutos secos y descansar unos 15 minutos antes de retomar la fuerte subida por
el sendero muy marcado entre roca. En algunos puntos no había que despistarse
demasiado ya que había caídas cercanas con las que no había que jugar. Eran
numerosas las canales que se precipitaban casi verticales hacia el Este
terminando en la espesa niebla que cubría los valles de esa zona. Nos cruzamos
con un grupo que bajaba de la cumbre y nos adelantó un montañero solitario.
Sobre
las 14:10 horas, a una altura de 2370 metros, alcanzamos la cresta alta de Peña
Ubiña donde la pendiente se suavizaba en una sucesión de altibajos hasta la
misma cima, en la que no tardamos en divisar el punto geodésico. Yo me había
quedado rezagado a mi aire ya que seguía con las piernas en tensión.
Tranquilamente fui avanzando por este último tramo hasta que llegué a la cumbre
a las 14:28 horas. Hasta allí marcaba el podómetro 5,500 Km hechos y un
desnivel acumulado de subida de 1156 metros.
En
esta cumbre de 2417 metros hay un punto geodésico, una barra metálica con un
buzón en ella y otro buzón adherido a la roca, al igual que varias placas en
recuerdo de montañeros. Nos sacamos una foto en la cima y nos acomodamos para
comer en ella. Las sudaderas o forros eran suficientes para combatir la brisa
fresca que corría. Vimos como al Oeste quedaba despejado por completo de niebla
viendo varios pueblos del valle de Torrebarrio y algunos del que se dirige a
Villablino. Eran innumerables las cumbres que emergían en esa zona, entre ellas
La Cañada y las otras tres subidas hace dos semanas. En la zona de Somiedo
veíamos el Montigüero, La Crespa o Ferreirúa entre otros. Más al Sudeste
distinguimos el pantano de Luna y las cimas cercanas como el Cerro Pedroso,
Llamargones, Peña Portilla, etc, etc. Más alejados estaban el Cueto San Mateo,
Peña Corada, Tres Marías e incluso parte de Picos de Europa. El Cirbanal y La
Silla formaban un cordal casi a “tiro de piedra”. Sobre la niebla vimos emerger
las cimas de Peña Cerreos, Fariñentu, Peña Rueda o el Siegalavá. Siguiendo la
sierra al Norte teníamos La Puerta del Arco, Los Fontanes y el Prado entre
otros.
Mientras
estuvimos en la cima vimos como unos pajarillos se posaban y rondaban muy cerca
de nosotros y pude sacarles varias fotos nítidas. Dejamos una tarjeta en uno de
los buzones y recogimos otra dejada el día antes.
Sobre
las 17:00 horas emprendimos el descenso siguiendo el mismo sendero de subida
por el que llegaba en ese momento una pareja. Enseguida vimos en el valle
numerosos pueblos que la niebla nos los había ocultado antes. Torrebarrio,
Genestosa, Villargusán, Candemuela, Pinos o San Emiliano entre otros. La bajada
por el sendero muy trotado era un tanto resbaladiza por la gravilla en el
mismo. Sin darnos cuenta, algunos nos salimos de él durante un tramo, aunque
sin mayores contratiempos. De frente comenzamos a ver el collado Ronzón y la
Ubiña Pequeña que hacían de muro a la niebla que seguía cerrada hacia el Este.
Pasamos
la parte más abrupta y se suavizó la pendiente mientras perdíamos altura hacia
el collado anterior a la Carba, en el que vimos numeroso ganado pastando. A las
18:10 horas nos reunimos todos un poco por debajo del mismo y en unas peñas
estuvimos de charla un rato. La niebla pasaba hacia este valle, pero se diluía
enseguida por la brisa que corría.
Retomamos
la marcha y enlazamos con el sendero marcado que ahora no abandonamos. Íbamos
frente a la puesta de sol y veíamos el valle a contraluz. Por el reflejo del
sol en ellos, distinguimos los coches muy difuminados al lado de la ermita de Torrebarrio.
Cruzamos algunos pedreros bajo las paredes de Peña Ubiña y zonas con enormes
rocas desprendidas de las mismas.
El
sendero nos llevó al ancho camino al que nos incorporamos en el mismo momento
en el que el último rayo de sol se ocultaba tras las cumbres del Oeste. Echando
la vista atrás tuvimos una bonita panorámica de todo el macizo iluminado por la
luz anaranjada del ocaso. Al Norte, y varios metros por debajo, se emplaza el
barrio de La Cubilla. Por el camino bajamos siguiendo el trazado serpenteante
hasta desviarnos en un determinado punto hacia la loma de la izquierda para
pasar de vaguada y evitar llegar a la parte baja del pueblo y tener que subir a
la ermita después. Entramos en el sendero por el que habíamos subido y vimos a
su lado un par de huecos en el terreno un tanto peligrosos de despistarse un
poco en ese punto. Pasamos al lado de las colmenas y pocos metros después
llegamos a la ermita donde terminamos la ruta a las 20:20 horas. El GPS daba
estos datos: 1170 metros de desnivel acumulado y 10,800 Km hechos.
En la
ladera vimos las luces de unas linternas y supusimos que era la pareja que
había llegado al salir nosotros de la cima. Ya anochecido nos cambiamos y
emprendimos el regreso a las 20:45 horas. En un bar de San Emiliano volvimos a
parar a tomar un refrigerio e hicimos las cuentas de gasolina. Media hora
después retomamos el viaje y enlazamos con la autopista hasta La Magdalena. Sin
novedades hicimos el último tramo hasta la capital y llegamos a Armunia a las
22:35 horas.
De nuevo
tenemos que agradecer la completa y buena jornada de montaña de la que
disfrutamos.
MAPA ESQUEMA
ENLACE RUTA GPS:
CAMPOSAGRADO
PANTANO DE LUNA
SAN EMILIANO
TORREBARRIO
ENTRAMOS EN LA NIEBLA
LA UBIÑA ENTRE NUBES
COLLADO RONZÓN
RISCOS DE LA CARBA
CANALES DE LA UBIÑA
DESCANSO PARA REPONER FUERZAS
ÚLTIMO CRESTEO A LA CUMBRE
CIMA DE PEÑA UBIÑA (2417 m)
COMIENDO EN LA CIMA
EL RONZÓN Y LA UBIÑA PEQUEÑA FRENAN LA NIEBLA HACIA EL OESTE
DESCENSO
VISTA AL OESTE
POR LAS PRADERÍAS ALTAS
PEDREROS BAJO LA CUMBRE
LOGRÓ SUJETARLA....
EN LA PISTA DE TIERRA
ATARDECER
LOMA ENTRE VAGUADAS
ERMITA A CONTRALUZ
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