EL BLOG DE JAVI GALLEGO: NOCTURNA "VALLE DE ARBÁS - PEÑA TURRÓN Y SIERRA DE CHAGOS"

jueves, 15 de septiembre de 2016

NOCTURNA "VALLE DE ARBÁS - PEÑA TURRÓN Y SIERRA DE CHAGOS" - 10/11-09-16

XXXI TRAVESÍA NOCTURNA.

3ª TRAVESÍA “CASARES DE ARBÁS – PEÑA TURRÓN (1ª ASCENSIÓN) – SIERRA DE CHAGOS

(1ª ASCENSIÓN) – COLLADO GISTREO – VIADANGOS – CASARES DE ARBÁS”

10/11-09-16

Ya finalizando el verano salimos para realizar la segunda ruta nocturna del año, en esta ocasión en el Valle de Arbás. Hemos recorrido la ruta marcada por “Cuatro Valles” desde Casares de Arbás por el collado Gistreo a Viadangos y regreso a Casares por el collado del Turrón. Desde la misma nos desviamos a las sierra del Turrón y de Chagos para ascender a sus dos máximas cotas con vistas a los valles recorridos.

SÁBADO 10

A las 21:50 horas salimos Álvaro y yo de mi casa en la furgoneta para recoger luego a José Luis en Trobajo. Desde allí salimos hacia la carretera de Asturias hasta llegar a Villamanín a las 22:55 horas. Un termómetro marcaba 14º C. En un bar del centro de la población estuvimos tomando un refrigerio cerca de media hora antes de emprender el último tramo por el Valle de la Tercia y el de Arbás hasta llegar a Casares, 1320 m, donde aparcamos a las 23:40 horas. Allí nos preparamos para la ruta y nos sacamos una foto inicial del pequeño grupo animado a ello.

DOMINGO 11

Cerca de la ermita en obras, y una fuente en la que alguno cargó agua, comienza la ruta señalizada que íbamos a seguir. A las 00:20 horas emprendimos la caminata por una calle pasando al lado de la iglesia del pueblo. Abandonamos el asfalto y encontramos una señal en la que nos indicaba “Viadangos de Arbás – 8,5 Km – 2 horas”. La luna solo estaba en cuarto creciente, pero su luz nos bastaba para seguir el ancho camino que ascendía hacia el Norte entre praderías en las que vimos ganado. A la izquierda se dibujaban claramente las siluetas de las Tres Marías y otras cimas de la sierra como La Barragana y la Meloita, justo bajo la luna.

Echando la vista atrás divisamos el pueblo iluminado y paramos a sacar algunas fotos del mismo con trípode y exposición, al igual que de las cumbres. Vimos una captación de aguas cementada y un depósito por encima del arroyo Casares, por cuya vaguada subíamos. De pronto nos metimos a la sombra de la luna que se ocultaba tras las paredes y lomas del Palero, la María mas oriental, que se elevaba tras el cauce del arroyo. Tras 2,200 Km recorridos, y a una altura de 1500 metros, nos desviamos de la ruta y del camino hacia la ladera derecha por otro medio camino que subía hacia una torreta eléctrica. Llevábamos la ruta grabada en el GPS para ascender a la Peña Turrón y nos llevaba ahora en sentido contrario al camino principal. Pasamos cerca de la estructura metálica y enlazamos con un sendero entre pradería y bajas escobas siguiendo siempre la línea del GPS. Cruzamos un pequeño tramo entre unos árboles que sorteamos antes de entrar en una zona donde la hierba alta, pero tumbada, tapizaba el terreno. Cómodamente ganamos altura hasta meternos en la roca y la afilada cresta de la cumbre a la que llegamos a las 2:10 horas.

La Peña Turrón tiene una altitud de 1589 metros y hasta ella llevábamos 3,400 Km. Desde allí contemplamos la mayor parte del valle con Casares y Cubillas en él. Más al Sureste había dos pueblos más, uno de ellos podía ser Villamanín por el tamaño. También en el valle se distinguía más clara la superficie del embalse de Casares. Por encima de la zona del túnel de Aralla, pero en la lejanía, se veían luces intermitentes de molinos eólicos. Eran numerosas la siluetas de cumbres que podíamos distinguir al sur a pesar de que la luna había ya desaparecido por el Oeste. Por el norte corría la cercana sierra de Chagos a la que íbamos a subir luego. En la cima sacamos unas fotos y dejamos la tarjeta de cumbres en un bote entre un monolito de rocas. La temperatura no era muy baja y se estaba cómodo allí.

A las 3:00 horas emprendimos el descenso por el mismo lugar de llegada durante unos pocos metros antes de desviarnos hacia un collado pequeño de 1565 m para comenzar la subida a la Sierra de Chagos. La ladera de la misma estaba totalmente cubierta por matorral bajo entre el cual comenzamos a ganar altura sorteando las matas vegetales que no eran demasiado molestas, pero que subiendo siempre incordian algo más. Siguiendo más o menos la ruta del GPS nos dirigimos a la cresta de esta sierra de tres cumbres que rondan los 1700 metros y de las que no hay nombre individual en los mapas.

A las 3:35 horas alcanzamos la cresta de la misma a una altura de 1696 metros. Nos encaminamos por ella entre roca y más escobas hacia el Oeste pasando por la cima central de 1704 metros y bajando a 1686 m en el siguiente collado. Una última subida nos llevó a la cima principal con 1712 metros cuando eran las 4:00 horas.

Nos sacamos una foto de grupo y dejamos una nueva tarjeta en un bote entre rocas. Desde allí veíamos Casares, Villamanín, confirmado, y otros dos pueblos mas. Media hora escasa estuvimos en esta cumbre antes de emprender el descenso hacía el noroeste por la loma empinada en la que no tardamos en ver algunos pinos. Pasamos al lado de otra torreta eléctrica donde de nuevo entramos en un camino trazado para su construcción que nos llevó al enlace con la pista de la ruta principal justo en el collado de Gistreo. Eran las 4:40 horas, estábamos a 1634 metros y llevábamos recorridos 5,400 Km.

Entre pinares comenzamos el descenso hacia el valle del río Viadangos viendo numerosos arroyuelos que bajaban por las laderas y que formaban bonitos rincones entre musgo. Aunque vistos de noche y con las linternas apenas destacan, con el flash de las fotos salen favorecidos. También las ramas de los pinos con las verdes púas y algunas piñas en ellas. En algunos tramos había paredes rocosas y vimos algunas especies más entre la arboleda. Nuestro siguiente objetivo era el refugio de este valle, situado cerca del río, pero del que no teníamos referencia en el GPS. Yo llevaba los tiempos que teníamos desde el collado hasta el mismo y luego a Viadangos, pero nada más.

Fuimos perdiendo altitud entre los pinos y vimos algunas vacas tumbadas. Dejamos atrás un depósito de agua y nos situamos durante un tramo a la vera del río, pero sin encontrar el refugio aún. Llegamos entonces a un curioso puente sobre el cauce hecho con un tronco y varios más a modo de barandilla y sujeción. Pocos metros más abajo estaba cementado el lecho para el paso de vehículos. Con el río a la derecha seguimos bajando y dejamos a un lado una presa y no tardamos en encontrar cercados de prados. Por allí ya me convencí casi por completo que nos habíamos pasado el refugio, como así fue. De pronto nos encontramos con el camino cementado en un par de cuestas y curvas ya cerca del pueblo.

A las 6:22 horas, tras 10,500 km, entramos en Viadangos de Arbás, 1300 m, encontrando una señal de la ruta que nos volvía a sacar del mismo a los pocos metros, por el mismo valle pero ladera contraria. Nos sacamos una foto y al lado de la última casa del pueblo, que se veía deshabitada, nos paramos a tomar un tentempié. Estando en ello comenzamos a ver como clareaba el cielo.

A las 7:00 horas retomamos la marcha por un camino cementado que pasaba cerca del cementerio y una fuente. Una señal de la ruta marcaba 4,500 Km a Casares de Arbás en 1:30 horas de trayecto. Ya por camino de tierra continuamos la marcha mientras el día ganaba a la oscura noche justo por detrás de nosotros. Llegamos a una bifurcación donde abandonamos el ancho camino para meternos hacia la ladera por otro más estrecho entre matorral y arboleda. Las linternas dejaron de ser útiles mientras subíamos hacia el collado del Turrón. Pasamos un prado, mojado por el rocío, en el que pastaba una ganadería y tuvimos que sortear un deslizamiento en la ladera.

Hacia el Sureste, la luz anaranjada del amanecer, junto con el mar de nubes sobre Villamanín y las siluetas del Fontún, Currilliles y algunas más alejadas, fueron creando una verdadera postal que me hizo parar en innumerables ocasiones para plasmarlo en fotos. A media ladera encontramos otra fuente con pilón, la mayoría de ellas tenían agua. Por debajo teníamos el pueblo y el valle por el que habíamos llegado a él.

A las 8:03 horas vimos el primer rayo de sol saliendo al lado de una aguja de la cara Sur de los Currilliles. El paisaje fue cambiando con la luz matinal mientras avanzábamos hacia la collada. Fueron ellos los que primero llegaron mientras yo hacía las paradas mencionadas para sacar fotos. A las 8:13 horas llegué a este paso de 1462 metros de altitud entre la sierra del Turrón al Noroeste la Peña Muezca al Sureste. Al lado contrario del valle de Viadangos contemplamos una bonita y amplia vista del valle de Arbás con Casares en el fondo. Emergían al Norte del mismo las Tres Marías, Ortigal o la Barragana y más al Oeste, encima del túnel de Aralla, la Meloita, todas ellas iluminadas por el bonito sol del amanecer.

Emprendimos el descenso por un camino más marcado que nos trazó una doble curva entre la que encontramos otra fuente con pilón. Con ella como base nos sacamos una foto de grupo con el valle de fondo, en el que poco a poco fue apareciendo también el embalse sobre el que flotaba aún una ligera bruma. Detrás se elevaba la sierra que divide este valle del de Geras y detrás del mismo, la cumbre del Cerro Pedroso, ascendida hace algo más de un mes en otra ruta nocturna.

Según perdíamos altura fue apareciendo también por la derecha la cima de la Peña Turrón en la que habíamos estado horas antes así como la de la sierra de Chagos, por detrás de la primera. En los prados seguíamos viendo numerosas vacas, muchas de ellas con terneros a su vera. A las 8:50 horas salimos al asfalto para recorrer el último kilómetro de ruta que restaba y pocos minutos después entrábamos en Casares. Me desvié unos metros para fotografiar la iglesia y la ermita y a las 9:15 horas terminaba la ruta. El GPS marcaba estos datos: 15,500 Km y un desnivel acumulado de 680 metros en 9:09 horas, la mitad de ellas caminando.

Nos cambiamos y nos pusimos cómodos sin prisa y a las 9:35 horas emprendimos el viaje de regreso. Tras cruzar el collado que divide Arbás de La Tercia entramos en la niebla hasta casi llegar a Villamanín. Allí paramos en el bar de la carretera donde pedimos un desayuno con bollería y fue descomunal la cantidad de ésta que pusieron. Dimos cuenta de casi todo ello mientras se elevaban las nieblas que aún ocultaban las cimas del Fontún o el Salguerón.

A las 10:25 horas retomamos el trayecto hacia León con un cielo que solo unas pequeñas nubes sueltas lo surcaban. Sin novedades hicimos este viaje hasta llegar a Trobajo donde quedó José Luis a las 11:05 horas. Unos diez minutos después lo finalizábamos Álvaro y yo en Armunia.

Sin duda otra ruta para añadir al listado de las inolvidables.

MAPA ESQUEMA