1ª TRAVESÍA “PAISAJE LUNAR
LOS ESCURRIALES” (Vilaflor - Tenerife)
11-06-14 (Miércoles)
Segunda
y última travesía que hice en Tenerife. En esta ocasión se trató de una ruta
totalmente diferente a la anterior, transcurriendo ésta por una zona un tanto
desolada y relativamente árida en la que solo los pinos campaban a sus anchas
en el terreno volcánico por la que discurre.
Tras salir del hotel a las 8:20 horas me encaminé a
Vilaflor, localidad situada al sur del Teide que bordeé por la carretera entre
paisaje volcánico y de lava que lo cubre. He hecho otra parada como el otro día
en las Roques de García, formaciones rocosas desde las que se tiene una amplia
vista de la cara sur del Teide, en cuya plataforma superior recorrí el otro día
los senderos ya descritos en el anterior resumen. También pueden contemplarse
los amplios campos de lava que cubren toda la parte baja de esta estepa.
Con
la reserva de gasolina ya encendida llegué a Vilaflor donde llené el depósito y
donde me indicaron el desvío de la pista hacia la ruta. Retrocedí por la
carretera hasta dicho desvío en el que unos carteles informativos explicaban la
misma. Por la pista recorrí casi 4 Km. hasta llegar al cruce con la ruta, que
realmente parte del pueblo, pero que se puede acortar unos 2 kilómetros de
subida yendo por dicha pista. Aparqué el coche unos 300 metros más delante de
dicho enlace y me preparé para la ruta. Desde Puerto de la Cruz hay 80 Km.
A las
10:55 horas, y a 1665 metros de altitud, comencé a caminar por la pista esos
300 metros hasta el enlace con la senda que comenzaba a subir hacia el Paisaje
Lunar denominada PR-TF 72 y que coincidía en un tramo con el GR 131
Anaga-Chasna. Otro cartel informativo avisaba de unas jornadas de caza mayor
que precisamente tenían lugar ese día entre otros más alternos. En la ruta
escuché un par de tiros lejanos.
Allí
me encontré con un matrimonio ya mayor que también se dirigía al mismo lugar y
que venían del pueblo. Con ellos caminé un rato antes de adelantarme. Pocos
metros después del comienzo de la senda se encuentra el punto en el que se une
el ramal de ida y de vuelta. Dejé atrás un merendero y entre pinares y terreno
pedregoso fui ganando altura por el ancho sendero delimitado en todo momento
por una doble hilera de piedras. El calor ya era sofocante y bebía agua
frecuentemente, aunque se me había olvidado llenar la botella y llevaba solo un
litro. Crucé una pista y atravesé una cancilla metálica desde la que me hice
una auto-foto. No tardando llegué a los restos de una casa marcada en el mapa
como “Casa Marrubial”.
El
camino aún más ancho seguía subiendo entre los pinos muy dispersos que dejaban
colar el sol sofocante. De esa forma llegué a lo que era un aperitivo del
paisaje. Se trataba de unas formaciones de tierra y rocas claras donde podían
verse los estratos netamente. Por allí se acentuó la pendiente en un tramo en
el que también podía verse el terreno más irregular y claramente volcánico. De
frente se elevaba un cerro alto y detrás una cumbre que por el mapa identifiqué
como el pico Guajara de 2717 m.
Vi
más adelante una canalización estrecha y de piedra que bajaba de la parta alta
hasta una especie de piscina también de piedra y que luego continuaba su
descenso y cuyo uso no logré descifrar. En el regreso volví a ver un tramo.
A las
doce del mediodía llegué al punto más alto de la ruta, 1965 m, en el que se
desviaba del GR 131 Anaga-Chasna para emprender un fuerte descenso hacia el
Paisaje Lunar en sí. Por un medio sendero embarrancado perdí altura rápidamente
viendo enseguida las formaciones en el fondo del barranco. Alcancé poco después
un mirador sobre dicho paraje en el que había unos jóvenes y situado a 1869
metros de altura. El descenso hasta la parte baja del paisaje lo hice por un
sendero estrecho que bajaba por la ladera resbaladiza entre algunos pinos medio
perdido. Abajo vi a un hombre que me confirmó que iba bien tras preguntarle
casi por señas.
A las
12:25 horas me situaba a la vera de uno de los dos conjuntos de formaciones de
aspecto espectacular formadas por numerosas torretas de roca arenisca
blanquecina imposibles de describir fielmente. Me saqué unas fotos con el
trípode y continué bajando hacia las segundas, un poco más incrustadas en la
pared del barranco, pero igual de espectaculares. La zona mas baja de esa parte
del barranco estaba a 1830 metros de altitud.
Tras
situarme bajo esas paredes decidí subir por otro sendero más resbaladizo hacia
la parte alta de las mismas. Allí vi los restos de otra edificación y un enorme
pino de tronco descomunal en el que me saqué una foto. Estaba situado en la
parte contraria del mirador y encima del segundo conjunto de formaciones. Allí
la altura era de 1885 metros y llevaba caminados 4,600 Km.
En
las paredes podían verse los estratos con formas retorcidas y con diferentes
tonalidades. Volví a descender hacia el fondo y comencé a remontar el sendero
de subida. Mientras ganaba altura veía como la niebla se cerraba en la parte
alta. En el mirador había un panel informativo sobre la formación de este
rincón.
De
allí mismo continuaba el sendero que retomé a las 13:30 horas y que enseguida
comprobé que cambiaba sustancialmente del tramo de subida. Había algo más de
vegetación y los pinos eran mas espesos y también vi alguna flor. En un
determinado punto vi la costa Sur y una gran población. Más abajo enlacé con
una ancha pista que según el GPS era la que me llevaba al coche directamente.
Por ella bajé un tramo dejando atrás un pino que crecía en medio antes de
desviarme a otro sendero. En él me encontré con el matrimonio del comienzo con
quien hice el resto del trayecto. Volví a ver la canalización que antes ya
mencioné y más adelante llegué al Pino Padre, un gran ejemplar cercano a otros
restos de casa de piedra donde volvió a lucir el sol. Desde allí podía haber
atajado al coche, que lo tenía a “tiro de piedra”, pero decidí terminar la ruta
por el sendero oficial.
El
sendero siguió bajando hasta cerrar el lazo en el enlace con el ramal de
subida. Pocos metros restaban de la pista a la que salimos a las 14:45 horas.
Ofrecí al matrimonio aquel bajarles en el coche al pueblo, pero optaron por
hacerlo por la senda. Tras los 300 metros por la pista terminé la ruta en el
coche a las 14:55 horas y tras 9,500 Km. Desnivel acumulado: 470 metros.
Por
resumir un poco el resto de la jornada. Continué bajando hacia el Sur y paré en
San Isidro donde comí en un bar. Allí enlacé con la autovía que me llevó a
Candelaria, población en la que se encuentra la basílica del mismo nombre,
patrona de Canarias. Visité dicho templo y me di un paseo por las calles
cercanas. A las 18:30 horas retomaba el viaje hacia Santa Cruz, que dejé atrás
llegando a las 19:20 horas a la playa de Las Teresitas, en San Andrés.
Decidí
dar un paseo por ella, y viendo lo calmada que estaba y lo suave que bajaba, no
dudé en darme un baño improvisado y con lo que llevaba puesto, o casi.... Me
relajé un rato dentro del agua y salí ya con el sol poniéndose detrás de los
montes de las Mercedes, en Anaga. Sin más emprendí el viaje de regreso a Puerto
de la Cruz mientras tenía una bella vista del Teide al atardecer. Lástima que
iba por autovía y no podía parar a sacar fotos.
A las
21:15 horas llegaba a Puerto de la Cruz tras la última jornada completa en
Tenerife.
MAPA ESQUEMA
CAMINO DEL TEIDE
ROQUES DE GARCÍA Y TEIDE
RUTA DEL PAISAJE LUNAR
PARAJE VOLCÁNICO ENTRE PINARES
PRIMERAS FORMACIONES
EL PAISAJE DESDE LA PARTE ALTA
EN EL CURIOSO PARAJE
ENORME PINO EN LA PARTE ALTA
LA NIEBLA ENTRABA EN EL BARRANCO
CERRANDO EL CIRCUITO CIRCULAR ENTRE PINARES
EL PINO PADRE
RESTOS DE UNA CABAÑA CASI AL FINAL DE LA RUTA
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