lunes, 27 de mayo de 2013

XVII ENCUENTRO DE MONTAÑEROS LEONENES - COLINAS - ARCOS DE AGUA 26-05-13

 


XVII ENCUENTRO DE MONTAÑEROS LEONESES. MEMORIAL “FERNANDO ALGORRI”.

4ª TRAVESÍA “COLINAS DEL CAMPO DE MARTÍN MORO – CAMPO DE SANTIAGO”,2ª ASCENSIÓN AL “SESTEADEO BUEY DE FRAILE”, 3ª ASCENSIÓN AL “ARCOS DE AGUA” Y 1ª ASCENSIÓN AL “MIROMALO”

26-05-13              (Domingo)

Un nuevo mes de mayo a punto de finalizar y otra nueva edición del Encuentro de Montañeros Leoneses, la 17ª ya. En esta ocasión ha sido organizado por el club de montaña Gistredo, de Bembibre y la Delegación Leonesa de Montañismo. La ruta elegida para el mismo ha transcurrido desde Colinas del Campo de Martín Moro Toledano hasta el Campo de Santiago. Como opción larga estaba la ascensión a las tres cumbres descritas en el título de este resumen. De nuestro club estábamos apuntados 9 personas: Mª Jesús, Álvaro, Nati, Juan, Miguel Ángel, Toño, Gabriela, Juan y yo.
En Guzmán nos hemos reunido con el resto de participantes de la ciudad saliendo en dos autocares a las 7:15 horas, 15 minutos más tarde de lo programado. Por la autopista hemos llegado a Astorga donde se nos unió el grupo de esta ciudad. Tras unos pocos kilómetros más por la autovía nos desviamos a las carreteras secundarias por las que hemos llegado a Colinas, 1050 m, sobre las 9:00 horas. A la entrada del pueblo, en un aparcamiento para autocares, nos encontramos con el resto de participantes de la provincia que habían llegado en más vehículos similares.
Nos preparamos para la ruta allí mismo y cuando eran las 9:10 horas comenzábamos nosotros a caminar hacia el centro del pueblo. Allí nos hemos sacado una foto de grupo tras pasar por debajo del curioso arco de la iglesia. Por sus calles empedradas salimos al valle por el que sube el ancho camino hacia la conocida campa. El verde primaveral lo inundaba todo y las escobas floridas ponían el tono amarillo entre ello.
Un viejo todoterreno nos adelantó en este primer tramo de la ruta en el que el valle era amplio y el río Del Campo que luego toma el nombre de Boeza transcurría algunos metros bajo nosotros por la izquierda. El sol aún no nos llegaba oculto tras las lomas de la derecha. Al poco llegamos al entronque con el ramal por el que luego bajaríamos para hacer el tramo común de la ruta de ida y vuelta. También dejamos atrás la fuente San Juliano, construida con piedra y de la que salía un buen chorro de agua cristalina. En numerosos lugares había manantiales de agua similar.
La hilera de caminantes avanzábamos por el ancho camino entre algo de arboleda de gran verdor y en parte florida. Cruzamos un tramo en el que un pedrero invadía el camino dando paso luego a unas verdes praderías. Desde aquel punto el camino se estrechaba hasta convertirse en un sendero que se metía entre los arbustos, algunos de gran altura.
Tras caminar un buen tramo por éste llegamos a un cruce con un arroyo lateral en el que el grupo organizador había montado un práctico puente de troncos antes del cual se formaba un pequeño embotellamiento de personal. Fuimos cruzando este paso para enseguida atravesar otro puente más sólido, el de las Palombas, sobre el cauce principal. El sendero subía desde allí más empinado y casi engullido por la maleza. Así alcanzamos un punto desde donde se podía descender bruscamente al cauce para ver una cascada hacia la que varios compañeros se dirigieron. Desde allí había una amplia vista del cañón. Otros decidimos seguir adelante ya que la ruta no era para perder mucho tiempo y comenzamos a descender suavemente también al encuentro de dicho arroyo pero más arriba. Allí cruzamos por un nuevo puente de troncos, el de Salgueirón, para seguir por la margen contraria ya el resto del camino hasta el Campo de Santiago.
Atravesamos enseguida una zona de arboleda que formaba un bello túnel sobre la senda y dejamos atrás otra fuente cuyo nombre se había borrado de la tablilla. Una vez más comenzamos a ascender de forma más brusca entre escobas que casi cerraban el sendero y volvimos a situarnos a buena altura sobre el desfiladero. En una especie de mirador natural hicimos una breve parada para contemplar el bello paisaje del mismo.
De nuevo en marcha descendimos unos pocos metros para nivelarnos después a media altura. Cruzamos algún pasadizo más bajo el ramaje y subimos algunos trechos de suelo empedrado a la vez que ya iban a pareciendo frente a nosotros algunas cumbres que rodean el Campo de Santiago o de Martín Moro. Sobre el mismo se formaban unas bonitas nubes que destacaban el cielo azul. Llegamos así a un punto desde el cual podía verse ya la gran campa desviándose un poco del sendero. Pocos metros nos restaban para llegar a dicho lugar situado a unos 1500 m de altitud y en el que se emplaza la ermita de Santiago, alrededor de la cual se congregaban numerosos participantes de la marcha.
A las 11:30 horas llegábamos algunos de nosotros a la misma tras haber recorrido 7,500 Km. Allí tomamos un tentempié y descansamos unos 15 minutos antes de emprender el siguiente tramo de la ruta, la ascensión al Arcos de Agua y las cumbres cercanas.
Por otro camino más ancho y terroso emprendimos la subida hacia el collado de Ocidiello, 1870 m, zigzagueando hacia el Este. Antes de alcanzar éste nos hemos desviado por un atajo que nos metió de lleno en la herbosa ladera del pico Sesteadero Buey de Fraile. Fue en ésta donde fui quedándome detrás y me faltaban las fuerzas. Estuve a punto de renunciar a seguir ya que el tiempo lo teníamos contado para llegar a Colinas, de donde salían los autocares a las cinco de la tarde. Echando más ganas que fuerza fui ganando altura atravesando algunos pedregales por los que se subía algo mejor. La pendiente allí se había pronunciado visiblemente y costaba atacarla. Lo compensaba la amplia vista que teníamos de todo el Campo de Santiago y las cumbres que lo rodean y que luego enumeraré.
Eran las 13:05 horas cuando alcancé la cumbre del Sesteadero Buey de Fraile con sus 1912 metros de altitud. En ella nos reunimos la mayoría de los compañeros del club, todos salvo Nati y Juan, y nos sacamos una foto de grupo. Por allí estaba un reportero de la TVCyL del Bierzo que iba plasmando la ruta y que me hizo una pequeña entrevista que ya he visto en el videomontaje que han “colgado” en el blog del Club Gistredo.
Tras dejar una tarjeta en el buzón de cumbres retomamos la marcha descendiendo ahora unos metros hacia el collado anterior al Arcos de Agua. Desde el mismo emprendimos la subida a esta cumbre con algunos cerros anteriores por los que pasamos y en los que pisamos el primero de los escasos neveros que quedan en la zona. Desde los mismos ya vimos al Noroeste el circo que forma estas dos cumbres junto con Peña Cefera y en el cual se emplazan las lagunas de Baucín.
Poco a poco fuimos avanzando hacia la cumbre principal de la ruta que alcanzamos a las 14:05 horas. El pico Arcos de Agua tiene una altitud de 2058 metros y en su cumbre hay un buzón en el que dejamos otra tarjeta nuestra. Alrededor del mismo se congregaban más montañeros disfrutando del paisaje que se nos ofrecía en redondo con numerosas cumbres tanto cercanas como en la lejanía. De las primeras podemos enumerar el Catoute, Tambarón, Nevadín, Peña Rebeza o el Vizbueno. De las más alejadas sería imposible no dejarse unas cuantas. El cordal de La Cañada, varias de la zona de Somiedo y Ventana, Babia y al Sur Los Montes de León entre otras muchas. Tras sacarnos una foto de grupo decidimos desplazarnos un poco hacia el Sur, a la segunda cima de este pico, más pedregosa y abrigada. Allí nos sentamos en las piedras para comer tranquilamente pero sin despistarnos de la hora. Hacia el Este caían verticalmente algunos cortes en cuyo filo se acumulaba la nieve en forma de cornisas de las que había que separarse prudentemente. Fuera de ellos apenas si se veía ésta.
A las 14:40 horas retomamos la marcha por el cordal al Sur subiendo unos pocos metros antes de emprender el fuerte descenso hacia el collado anterior al Miromalo. Abundaban los pedreros en esta ladera y por ellos descendimos hasta la cota de 1914 metros. Desde dicho collado volvimos a retomar la subida hacia la última cumbre de la ruta a la que yo nunca había llegado. La ropa sobraba, ya que en las cumbres anteriores el viento fresco nos hizo abrigar, y más ligeros remontamos los picachos rocosos anteriores a dicha cima a la que llegamos a las 15:10 horas. El Miromalo tiene 1964 metros de altura y apenas si paramos. Una foto rápida y la tarjeta entre el hito de piedras para continuar la última parte de la ruta ya todo descenso.
Entre brezo bajamos este tramo hacia la collada de la Campa Grande. Uno de los organizadores nos comentó que había que bajar por la loma anterior a la collada sin meterse en la vaguada. Pues bien, no todos lo sabían y no estaba marcado el lugar de desvío, por lo que muchos se fueron hasta dicho collado y entraron directamente en la vaguada, incluso compañeros de nuestro club a los que intentamos advertir. Por el alto de la loma bajaba un sendero muy bien trazado y cómodo mientras que por el medio del valle se cerraban las escobas y había varios pedreros incómodos. Mª Jesús, Álvaro y yo lo cogimos bien y ya hicimos el resto del camino juntos y por delante.
El brezo florido y rosáceo contrastaba con el verde formando un bello manto primaveral que alegraba la vista. En la parte baja se veía una pequeña pradera en la que terminaba el pedrero y se unía al sendero de la loma que continuaba mas pendiente ya metidos en el valle del arroyo por el que habíamos subido. Desde un determinado punto vimos el pueblo encajonado en dicho valle.
Poco a poco el sendero se suavizó y se situó paralelo al camino de la parte baja. Apareció la arboleda y cruzamos algunos arroyuelos. En varias zonas se encontraba empedrado y con fuerte caída hacia el valle. Cruzamos también algunas pequeñas praderas antes de desembocar en el ancho camino por el que habíamos subido por la mañana. Desde allí nos restaba más o menos un kilómetro al pueblo.
Sorteando algunos tramos encharcados y embarrados avanzamos hacia Colinas entre arboleda y con el río a nuestra derecha. No tardamos en divisas las primeras casas del pueblo entrando en él cuando eran las 16:55 horas y tras 18 Km. recorridos. Nos restaba atravesarlo para llegar al aparcamiento cruzando de nuevo bajo el arco de la iglesia. Por las calles empedradas apuramos el paso para no retrasar la salida del autocar, al menos por nuestra parte.
Pasaban cinco minutos de la hora cuando llegamos a dicho lugar en el que el resto de personal no tenía cara de muchos amigos. Libramos aún así ya que no éramos los últimos, ni mucho menos. Nos dio tiempo a cambiarnos más que de sobra en los 45 minutos que aún tardó nuestro autocar en emprender la marcha mientras que aún otro quedaba esperando por más rezagados.
Nos dirigimos hacia Bembibre, localidad en la que tiene la sede el club Gistredo, y en cuyo pabellón deportivo nos tenían organizada la fiesta. La parte gastronómica consistía en empanada, chorizo entrecallado y pan, todo ello aderezado por vino o refresco. De postre nos convidaron a unas pastas con moscatel y café. Amenizando este final de jornada estaba la Agrupación de Gaitas de la Escuela Municipal de Música Beatriz Osorio de Bembibre, que pusieron la nota musical a este evento anual. Por parte del delegado provincial de montaña, Buzzi, se hizo entrega de la placa recuerdo al presidente de la Peña de Montañeros Gistredo por la organización de esta nueva edición del Encuentro.
A las 20:00 horas tocaba retirada y lo fue por todo lo alto haciéndonos el grupo musical un pasillo a la salida del pabellón. Sin más retrasos nos encaminamos a los autocares cercanos para emprender sin más el regreso a los lugares de origen de cada club. Durante el primer tramo del viaje vimos las cumbres ascendidas en la jornada. En Astorga despedimos a los del club La Salle antes de retomar la marcha hacia León capital donde llegamos a las 21:20 horas.
Sin duda resultó una grata jornada de montaña a la que solo le pongo una pega, como a casi todas las similares: el apremio con que hay que hacer la ruta para estar a la hora en los autocares. Nosotros no tenemos ese problema.























No hay comentarios:

Publicar un comentario