03-05-09 (Domingo)
En esta ocasión hemos variado el calendario previsto para este fin de semana que no era otro que una travesía por la Vega de Pas y la subida al Castro Valnera, en Cantabria, por falta de participantes a la misma, entre ellos yo por motivos laborales. En su lugar decidimos hacer esta otra ruta prevista para el verano como travesía nocturna y de cara a su exploración la propusimos. Más que por ésta en sí, nos convenía para reconocer los refugios de la zona en los que se pudiera pernoctar.
A las 8:00 horas nos reunimos en Guzmán los 8 participantes de la misma: Mateo, José Antonio, Roberto, Nati, Mª Jesús, Adelino, Álvaro y yo. En los coches de Adelino y el mío emprendimos el viaje por la nacional hacia Pola de Gordón, localidad que atravesamos para llegar poco después al barrio bajo de Los Barrios de Gordón, 1100 m. A las afueras de este pueblo aparcamos los coches cerca del arroyo de Los Barrios, al cual se le cayó la mochila Mª Jesús en un despiste que tuvo. Nos preparamos para la marcha y a las 9:00 horas comenzamos a andar por el camino que se internaba en el valle.
Enseguida dejamos atrás unos corrales con un gran rebaño de ovejas y varios perros que nos ladraron al paso. Entre prados con tapiales de piedras transcurre este camino que se dirige hacia la collada entre el Altico y la Miezca o Pico Roberto. También atravesamos algunas zonas donde los altos árboles escoltaban el paso. Paralelos al arroyo fuimos ganando altura suavemente viendo a los lados algunos pedreros en las laderas cubiertas de escobas floridas.
Poco a poco se fue abriendo el valle y comenzamos a ver al fondo la cumbre del pico Roberto. Cincuenta minutos después de comenzar la ruta llegamos al primer refugio. En la pequeña caseta había una mesa, sillas, armarios con varias botellas además de un camastro y chimenea. Al lado se podía ver un corral de piedras derruido. Delante del refugio nos sacamos unas fotos antes de proseguir la marcha por el camino que ahora daba un brusco giro de 180 grados y comenzaba a subir por la parte contraria del valle. Poco a poco fueron apareciendo a la vista numerosas cumbres frente a nosotros, como la del Brañacaballo o el Fontún.
A media altura enlazamos con otra pista que subía por el valle contiguo. Esta pista viene de Los Barrios subiendo a la loma al poco del pueblo. También enlaza con otro camino que baja por el medio de un bosque a La Pola de Gordón. Desde allí tuvimos una amplia vista hacia el nordeste con numerosas cumbres conocidas en panorámica. También veíamos ahora el pico Altico, o Bustillo, y la cima de Los Llamargones. Antes de alcanzar la collada Urdiales nos cruzamos con un todoterreno y un quad que bajaban por el camino.
A las 10:40 horas llegamos a este punto de la ruta con 1500 metros de altitud. Hacia la izquierda subía la loma del pico Roberto, Miezca y luego el Fontañán. A la derecha continuaba el cordal hacia el pico Altico y Los Llamargones por el que iba también el camino. Hasta este collado había hecho yo la misma ruta hace tres años con el club Collado Jermoso cuando tuvimos que desistir de llegar a Pajares para subir al Cellón por la nieve en la carretera. También por ella pasamos en el Encuentro de Montañeros de hace cinco años desde Aralla a Pola.
Al suroeste de la misma, un poco por debajo del cordal, vimos otro refugio hacia le que nos dirigimos para su exploración. Similar al anterior, también contaba con una chimenea, sillas, mesa e incluso un sofá en el que nos hicimos una foto. Esta zona viene en los mapas como Loma Maresma. Por encima del mismo pasaba otro camino, aunque nosotros subimos en dirección al que habíamos dejado que se dividía en dos ramales. Por él continuamos ascendiendo con el Altico y Llamargones a la vista. En la parte baja veíamos Los Barrios y La Pola de Gordón.
En una nueva bifurcación cogimos una vez más el ramal derecho que ahora se empinaba con dirección al Altico. La pendiente recta se hizo pesada en este tramo. Hacia el Sur podíamos ver entre la calima la campa de Camposagrado o el trazado de la autopista por Rioseco de Tapia. El camino, al lado del cual había un todoterreno aparcado, comenzó a desviarse de la cumbre por la falda del cordal y lo abandonamos para subir directamente siguiendo unos hitos de piedras entre escobas y pedreros. Algunos ya se habían adelantado y estaban en la cumbre desde hacía un rato.
A las 12:10 horas alcancé yo esta cumbre del pico Altico o Bustillo, como figura en la placa de la cruz situada al lado del refugio de piedras que hay en dicha cima. En la misma también hay un enorme hito de piedras como las que forman todo ese macizo. El refugio es muy pequeño y con el suelo sin allanar, lo cual no lo hace muy conveniente para pasar la noche, si no es necesario. Sí que tiene el techo arreglado con madera. La altitud de esta cumbre es de 1825 metros y la vista no puede ser más amplia. Desde Ubiña pasando por Las Tres Marías, Cellón, Brañacaballo, Fontún, Cueto San Mateo etc. hasta las mas alejadas de Picos de Europa, Espigüete o Peña Redonda de Palencia. Sería imposible numerarlas todas sin ocupar un buen número de párrafos. Se veían todas ellas claras y nítidas con el día despejado y casi veraniego del que disfrutábamos. También se veía parte del valle de Arbás con Casares a la vera del embalse y algo más cerca Geras, Paradilla y Cabornera.
En la cumbre nos sacamos unas fotos y dejamos una tarjeta en el buzón añadido a la cruz del que recogimos otra. Yo bajé unos metros hacia el norte para ver si era visible la ruta de Los Puertos de Verano debajo mismo del macizo, pero solo se veían algunos pequeños tramos del camino ya que otros cerros la tapaban. Por encima de esta ruta también va el camino por el que luego volveríamos y tampoco era visible.
Vi que el resto ya comenzaba a caminar hacia los Llamargones y me encaminé a su encuentro sin subir ya a la cima. Atravesé varios pedreros y pisé uno de los escasos neveros de la ruta con dirección a la collada de La Muela hacia la que bajaban los compañeros. Apunto aquí que salvo Nati, estábamos todos los demás.
Entre el Altico y Los Llamargones se pasan un par de colladas siendo la mas baja esta de La Muela con unos 1800 metros de altitud. A partir de ella se crestea entre escobas y roquedales en los que aún pueden verse numerosos restos de las trincheras de la guerra civil que tanto abundan en esta zona, como también comprobamos en El Fontañan donde incluso se pueden ver construidas con cemento. Ya subiendo la última loma encontramos otro gran nevero que algunos atravesaron sin necesidad ya que el sendero no se metía en él. Es curioso cómo hace quince días nos hundíamos hasta las rodillas en la nieve y ahora apenas la pisamos. Sí que hay que decir que aún quedan muchas zonas donde aún hay una buena capa, aunque las temperaturas de estos últimos días la ha deshecho considerablemente. Apunto que estoy escribiendo esto el miércoles posterior y ahora mismo se están formando nubes de tormenta hacia la montaña y la temperatura ha sido casi de verano.
A las 14:50 horas alcancé la cumbre de Los Llamargones cuya altitud es de 1905 metros. En ella hay un punto geodésico y dos mojones de piedras sin buzón ni cruz alguna. Algunos ya estaban aposentados para comer, pero decidimos hacer antes las fotos de grupo en torno al hito. Sentados en las rocas nos dispusimos a comer tranquilamente disfrutando del amplio y bello paisaje de esta jornada veraniega. Roberto cogió nieve de un nevero cercano y la puso en la gorra para refrescarse la cabeza. También la usó para el agua.
Como no había buzón alguno escudriñé entre unas rocas encontrando un par de botes con tarjetas. Entre todos acondicionamos un hueco y colocamos una piedra plana encima en la que con un rotulador señalizamos el lugar. Por cierto, el rotulador ya dio lo suyo con esta escritura.
No lejos teníamos el pico Feliciano encima de la Vega del Palomar. José Antonio, Mª Jesús y Mateo se decidieron y se encaminaron a él a las 16:30 horas. Había que bajar unos 250 metros y subir algo menos de 200 m. El Feliciano tiene 1825 metros. Adelino, Álvaro, Roberto y yo optamos por quedar allí un rato más y comenzar luego el descenso.
Desde hacía un rato veíamos como por el norte iban metiéndose las nubes desde Asturias formando mares bajo el Brañacaballo o Peña Ubiña. Las Tres Marías hacían algo de barrera, aunque se colaba algo hacia Arbás.
A las 17:00 horas emprendimos el descenso nosotros siguiendo la misma ruta de subida. Apenas nos alejamos de la cima comenzaron a llegar las aves en busca de los restos de comida. La intención nuestra era bajar hasta la collada de La Muela y luego al Norte a enlazar con un camino de regreso a Los Barrios. La duda que teníamos era si había que bajar hasta el valle o pasar por una colladina que se veía bajo el Altico. Estudiando el mapa dedujimos que había que bajar hasta un camino que se veía en el fondo de la vaguada.
Sin pasar por la collada de La Muela ya fuimos perdiendo altura hacia el Norte metiéndonos en dicha vaguada que se estrechaba según iba descendiendo. Encontramos algunos neveros en la misma que sorteamos siguiendo una empinada senda que serpenteaba por la vallina. De los laterales caían varios canchales entre paredes de roca. Así llegamos a la parte baja donde quedaban los restos de un corral en una pequeña pradera. Pocos metros más abajo salimos al camino cerca del cual había una fuente con pilón de donde no dudamos en beber agua ya que íbamos sin reservas y el calor aún apretaba. Eran las 17:00 horas.
El camino venía de una collada por debajo de Los Llamargones y subía luego a otra ya con dirección a Los Barrios de Gordón. Tras alcanzar la misma comprobamos que teníamos otra pequeña vaguada antes de una segunda. Con los prismáticos vimos bajar a los compañeros desde la cumbre del Feliciano. Anteriormente les habíamos visto subir y en la cumbre. Siguiendo el camino alcanzamos esta última collada desde la que vimos por fin Los Barrios para los que aún quedaba un buen trecho a través del valle que figura en el mapa como del arroyo Reguerico. Eran las 17:30 horas.
En una pradera que había quisimos sacarnos una foto los cuatro y al final hicimos una secuencia divertida. Nos pusimos de rodillas y subiendo y bajando los brazos en plan adoración. Vamos, lo bien que me ha quedado luego el montaje con música acorde que le he puesto a ese trozo.
Luego nos tumbamos un rato aprovechando que al resto aún les quedaba un buen rato para alcanzarnos, si es que no iban por el otro lado. En pocos minutos vimos pasar varios aviones por encima de nosotros. Media hora después emprendimos el descenso por el camino dejando atrás unas cuadras de ganado por debajo de las peñas de nuestra derecha, de las cuales vimos crecer directamente algunos árboles. Luego pasamos una cancilla y más adelante el camino dio un brusco giro. Antes del mismo teníamos al frente El Fontañan detrás del pico Roberto. También formaban una bella estampa Los Barrios con el Cueto San Mateo de fondo.
Al lado del camino vimos una fuente manar de un tubo metido en la roca y caer en un envase plástico. De éste salía una goma que llevaba el agua a una bañera y otro bebedero algo más abajo. Ya con la pendiente suavizada pasamos una casa en construcción donde había un perro que nos ladró al paso. Nos cruzamos con un pequeño grupo que subía dando un paseo y a las siete de la tarde entramos en el barrio alto de Los Barrios de Gordón. Al paso vimos una bonita fuente de piedra con cuatro macetas colgadas en su murete. Rezaba 1953 como año de su construcción. Del mismo año era otra más sencilla que vimos luego.
Paseando por sus calles atravesamos este barrio desde el cual vimos mi furgoneta en el comienzo del camino de la ruta por el otro valle. Por la carretera comenzamos la bajada al barrio inferior dando algunas cerradas curvas. Pasamos al lado de la gran iglesia con un parque cercano y en un patio particular vimos unas bonitas flores que bien podían ser tulipanes rojos y amarillos. Enlazamos luego con la carretera general que viene de Pola y en pocos minutos llegamos al coche de Adelino cuando eran las 19:25 horas. Allí encontramos a Nati. Yo tuve que caminar unos 200 metros más hasta la furgoneta donde me cambié de ropa.
Andando nos encaminamos hacia el centro del pueblo donde esta el mesón en el que entramos a tomar un refrigerio y esperar por el resto, que no tardaron en llegar. Allí estuvimos cerca de una hora y ya eran casi las nueve cuando emprendimos el regreso a León. Encontramos una pequeña retención antes de Eras de Renueva y en el paseo de Salamanca dejé a Mateo y José Antonio. Poco después dejaba a Mª Jesús y llegaba yo a casa a las 21:45 horas.
Jornada completa e inmejorable en todos los sentidos. Si se hace la nocturna ya lo tenemos estudiado, y si no se llega a hacer, ya está adelantada como diurna.
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