lunes, 28 de mayo de 2007

"REBUENO Y MAHÓN" (Tolibia de Arriba) 27-05-07

 


1ª ASCENSIÓN AL “REBUENO” Y 2ª ASCENSIÓN AL “MAHÓN”.

27-05-07     (Domingo)

Para este domingo teníamos prevista una travesía por los Puertos de Áliva, en Picos de Europa, pero una vez más la climatología adversa de este año nos hizo variar los planes por completo. El día antes, en una reunión del club, se acordó, a propuesta de Antonio, hacer una ruta por la zona de Canseco. Pues bien, al final, y por su causa, cambiamos todo lo pronosticado y terminamos haciendo una salida particular con dos ascensiones en la zona de Tolibia de Arriba, lo cual fue todo un acierto.
En Guzmán habíamos quedado en reunirnos los participantes en esta salida: Luis, Antonio y yo acompañados por Luis Miguel, conocido de Luis, y su novia Juani, ésta última sin seguro. Tras una llamada de última hora de Antonio para decirnos que no podía ir, optamos en esos momentos por anular la salida oficial del club y convertirla en particular. La razón no era otra que la siguiente. Según la normativa del club, nadie no asegurado puede participar con el mismo salvo que vaya en su propio vehículo. En principio teníamos previsto ir en dos coches, uno para los tres del club y otro para Luis Miguel y Juani. Como la salida ya era de por sí una alternativa a la programada y no era práctico llevar dos vehículos para cuatro personas, se decidió en esos momentos hacerla particularmente y anularla como club.
De esa forma emprendimos el viaje cuando eran las nueve y media de la mañana, hora acordada para que diese tiempo ir a votar antes el que quisiera hacerlo. Eran las elecciones locales y autonómicas.
Optamos por salir por la carretera de Matallana y en el mismo camino decidimos ir hasta Tolibia de Arriba para ascender al pico Mahón, al cual había subido ya en el año 1998. Así fuimos avanzando hasta Robles de la Valcueva donde giramos a La Vecilla y en éste Curueño arriba hasta Tolibia donde aparcamos pasadas las 10:30 horas. Allí nos preparamos para la ruta mientras el cielo se mantenía cubierto de brumas.
Sobre las 10:45 horas emprendimos la marcha desde la iglesia hacia la derecha por una calle del pueblo. Poco antes de salir nos encontramos con una vecina que nos indicó el camino a seguir, aunque luego a la vuelta comprobamos que no era realmente el bueno para ir directos al Mahón. El que cogimos lo hacía dando un rodeo por el alto del valle, mientras que el otro, que partía al lado de la iglesia por la parte contraria, llegaba justo a la base. A tenerlo en cuenta en próximas ocasiones.
Como digo, salimos de Tolibia de Arriba, (1256 m), por un camino ascendente por la ladera derecha del valle del arroyo de las Tolibias Valdellías. Tras unos metros por el mismo, y echando la vista atrás, tuvimos una bella vista del pueblo con el Bodón de Lugueros a escasos dos kilómetros. El camino era ancho y la pendiente cómoda de subir sin grandes desniveles. Por debajo, en el valle, comenzamos a ver otro camino y ya nos dio la corazonada de que iba a ser el bueno por la dirección que llevaba.
Siguiendo la pista que llevábamos nos metimos directamente en un bonito hayedo de colorido espectacular. Serpenteando por él continuamos ganando altura mientras veíamos como se abrían claros entre las nubes por los que se colaban los rayos del sol dando incluso más nitidez al paisaje. La temperatura era agradable y ya iba sobrando ropa. Algunos arroyos bajaban formando varias pequeñas cascadas cercanas al camino. Entre los árboles íbamos viendo cada vez más amplio el paisaje hacia la zona de Vegarada. Llegamos a un punto donde se bifurcaba el camino y optamos por abandonar el principal para seguir otro algo más estrecho que llevaba mejor dirección, nos parecía. No tardamos en comprobar que éste se cegaba y tuvimos que subir ladera arriba pasando entre unos árboles de retorcidas formas en sus ramas y troncos. Eran varios ejemplares que tenían la peculiaridad de que salían varios troncos de una misma cepa y eran bastante bajos. Podían ser robles, pero no lo aseguro. Por entre ellos ascendimos algo más verticalmente hasta que salimos a otro camino fuera del bosque por el que continuamos ascendiendo.
Enseguida comprobamos que comenzaba a descender, lo cual no nos interesaba. Como allí la ladera esta cerrada por las escobas, optamos por desandar unos metros hasta un claro por el que comenzamos a subir pradera arriba pasando al lado de un bebedero de ganado. Allí estaba bastante limpio de matorral y fácilmente alcanzamos la loma del cerro Joaquines desde la que tuvimos una amplia vista del valle paralelo así como de parte del pantano del Porma. Igualmente contemplamos las cimas del Cueto Aucino y Valdorria. Siguiendo la loma del cerro por un sendero llegamos a la parte alta del mismo con una altitud de 1760 metros. Eran las 13:00 horas.
Aquí haré una aclaración importante, ya que fue causa de lo ocurrido luego. Cómo en principio no íbamos a este lugar sino a Canseco, en el mapa que llevaba solo salía Tolibia y un pequeño trozo del valle. Sí que llevaba el libro de rutas en el que estaba dicha ascensión, pero iba dentro de la mochila y viendo lo clara que estaba la ruta, no lo saqué. Pues bien, si lo hubiese hecho no hubiésemos tenido el fallo posterior, que por otra parte tampoco supuso problema alguno. A mí se me había quedado que el pico Mahón era el más alto de ese valle, y hacia la parte contraria del mismo veíamos uno con esas características. Así que, tras pasar por el cerro Joaquines, comenzamos a descender unos metros siguiendo de nuevo un camino hasta un collado entre éste y otro pico, el Mahón, del que no sabíamos su situación en esos momentos dando por hecho que era el más alto que veíamos más adelante. El camino entonces pasó por debajo de la cima del Mahón dejando una bifurcación por la izquierda que era la que subía desde Tolibia valle arriba. Así alcanzamos la collada de madera con 1700 metros de altitud. Repito que todo esto lo supimos luego cuando miramos el mapa.
En aquella collada había un par de tubos grandes y negros que no supimos para que podían ser. Desde allí vimos Lugueros bajo el Bodón así como numerosas cumbres del oeste como el Brañacaballo, Fontún o el Bodón de Cármenes. Por la parte Oeste se extendía el valle bajo el Susarón donde se encuentra Puebla de Lillo que luego también veríamos.
Continuamos caminando mientras el sol salía entre las numerosas nubes con un calor “picante”. Al lado del camino vimos los restos ya descarnados de una vaca. Estábamos ahora pasando por la parte alta de la cabecera del valle. No tardando comprobamos que el camino comenzaba a descender y lo abandonamos para hacia la ladera. Eran las 13:50 horas y llevábamos 8,940 Km.
Nos metimos entonces por el verde entre matorral bajo hasta alcanzar poco después una cresta rocosa. Por ella fuimos subiendo y bajando desniveles apenas considerables hasta que la dejamos atrás y ya subimos visiblemente por la loma del pico Rebueno dando vista hacia el valle que sube hacia San Isidro cuyas cumbres se encontraban totalmente cerradas por las nieblas. En la cima montana de este pico no vimos señal alguna de cumbre y como más adelante estaba otra que nos parecía igual de alta o más, bajamos al collado intermedio para comenzar luego a subir la misma. A las 14:50 horas, y tras 11,500 Km. llegamos al supuesto pico Mahón. Desde el principio Luis dijo que aquel no era ya que no hacía tanto que había subido, por otro lado, y había un buzón. A mí me parecía que sí ya que estaba en la creencia de que era el más alto de la zona, aunque estaba equivocado. Además, vimos como el más alto era la cumbre anterior por la que habíamos pasado, la del Rebueno según el mapa. Estábamos ahora en el Cubero, con más o menos 1900 metros. Desde allí vimos en el valle contrario el pueblo de Valverde de la Cuerna.
A la abrigada, ya que comenzaba a refrescar, nos acomodamos para comer mientras estudiábamos el libro de ruta comprobando todos aquellos datos y como habíamos pasado por debajo del mismo Mahón que ahora nos quedaba relativamente alejado.
Casi inesperadamente comenzó a cambiar el tiempo de forma sorprendente. Comenzó a soplar del norte un viento frío y con él trajo la lluvia en forma de pequeños granizos que hacían hasta daño en la cara. Nos abrigamos y cuando eran las 15:40 horas emprendimos el descenso de aquella cumbre por el mismo sendero anterior. Alcanzamos la collada y comenzamos a subir la otra loma hasta alcanzar la cima del Rebueno, con 1972 metros de altura. Ahora sí vimos un hito de piedras entre el cual había un bote vacío en el que dejamos nuestra tarjeta. Sacamos una rápida foto de grupo y retomamos la marcha por el sendero de ida. La lluvia arreciaba a ratos en forma de agua- nieve. El cielo se había oscurecido por completo y las nieblas iban tapando las cumbres que dejábamos por detrás.
Ahora, en vez de pasar por la parte alta rocosa, la bordeamos por un lateral al resguardo del fuerte viento. Apenas se veía ya el valle de Tolibia y mucho menos el Bodón y las otras cumbres más lejanas. Hacia el sur aún se mantenía más o menos despejado, pero la borrasca avanzaba en esa dirección. De nuevo tomamos el camino y por él llegamos a la collada de Madera, (1700 m), desde la que emprendimos el ascenso al Mahón por una verde loma limpia de matorral. 120 metros desde ella ascendimos hasta llegar sin problema alguno a la cumbre del pico Mahón con 1819 metros de altitud. Eran las cinco de la tarde y llevábamos 16 Km. recorridos. Como la mayor parte de la ruta estaba transcurriendo por caminos y sendas, el podómetro era bastante fiable marcando las distancias.
En la cumbre del pico soplaba el viento de forma exagerada y apenas se podía parar. En una placa con buzón marcaba el nombre del mismo y la altitud así como el grupo montañero que la había colocado. El pantano del Porma se podía ver claramente ya que estaba hacia el sur. Hacia el norte era imposible distinguir incluso la ruta que traíamos. Tras dejar la tarjeta y sacar unas fotos, emprendimos la bajada sin más. No tardó en empeorar aún más el día con la aparición de una borrasca de nieve y frío como en pleno invierno. Luis comenzó a sacar guantes y tenía cuatro pares, uno para cada uno. Realmente había que estar allí para comprobar como podía pasar de estar un día casi primaveral por la mañana a otro totalmente invernal por la tarde.
La ventisca de nieve impedía ver prácticamente el valle hacia el que estábamos bajando por la loma este del pico. Llegamos en pocos minutos al camino que bajaba del cerro Joaquines hacia la collada Madera y en pocos minutos enlazamos con el que bajaba por el valle hacia Tolibia. En este camino encontramos algunas zanjas en las que están colocando unos canales de madera para el paso de los torrentes de agua. Según íbamos descendiendo la nieve se convirtió en agua y el frío se hizo menos intenso. La pista dio algunos rodeos siguiendo las vaguadas laterales del valle. Las laderas del mismo se encontraban totalmente tapizadas de matorrales floridos con colores variados y destacados.
Pasamos al lado de una cuadra con ganado dentro y aprovechando el pilón de agua como base, me saqué unas fotos con las cumbres del Mahón y del Rebueno de fondo ahora que había pasado un poco la borrasca. Fui quedando un poco rezagado sacando fotos y yo solo fui perdiendo altura por aquel camino hasta llegar a un punto donde el arroyo lo atravesaba sin puente alguno, teniendo que franquearlo por las piedras. El tramo siguiente comenzó a encontrarse embarrado y lleno de rodaduras de las máquinas que había paradas a su orilla y que supusimos eran las que estaban haciendo las obras antes vistas.
A las 18:30 horas, tras largos 20 Km. recorridos, entré en Tolibia siendo recibido por algunos perros que me ladraron al paso. En pocos minutos llegué a la iglesia en cuyo pórtico ya estaba el resto cambiándose la ropa húmeda. Viendo las fotos de la primera vez que subí al Mahón compruebo que también allí nos estuvimos cambiando al bajar del mismo el 19 de abril del 98 con una buena nevada cubriendo todo el paisaje.
En pocos minutos nos cambiamos la ropa mojada y con la lluvia cayendo emprendimos el regreso. Dos kilómetros más abajo se encuentra Tolibia de Abajo donde nos detuvimos a tomar un café caliente en un bar de la carretera. Ya eran las 19:30 horas cuando salimos del mismo para regresar a León. Según avanzábamos hacia la capital fue cesando la lluvia e incluso salió el sol. Poco después de las 20:30 horas llegamos a Guzmán donde terminamos el viaje y con él esta jornada un tanto peculiar respecto al tiempo. Allí nos despedimos esperando que Luis y Juani nos acompañen en alguna ocasión más, y con la furgoneta que tenía allí cerca aparcada regresé a casa.



















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