3ª TRAVESÍA POR LAS “BRAÑAS DE RABANAL”.
1ª ASCENSIÓN AL “MIRO DE RABÓN”. 3ª ASCENSIÓN AL “NEVADÍN”. (Rabanal de Arriba).
24-06-23 (Sábado)
Recién estrenado el verano, el mismo día de San Juan, nos hemos acercado hasta Laciana para hacer una ruta destacada con un par de ascensiones en la misma. Recorrimos durante la misma dos valle en los que se ubican sendas brañas, La Brañina y Cubacho, cerrando éstos las cumbres del pico Miro de Rabón y el Nevadín. Diez participantes fuimos los animados en esta ocasión: José Luis, Juan, Mª Jesús, Carmen, Terry, Eulogio, Guiomar, José Antonio, Silvano y yo, partiendo de diferentes lugares hacia el punto de inicio de la ruta en Rabanal de Arriba.
Sobre las 8:00 horas salía de casa junto a Silvano, que se había acercado aquí, para recoger seguidamente a Mª Jesús, Juan y José Luis. 14º C marcaban los termómetros a esas horas en Armunia. Por la carretera de Caboalles nos encaminamos hacia el Noroeste con un cielo casi despejado por completo. Eran las 9:05 horas cuando llegamos a Riello donde nos reunimos con el resto de compañeros, salvo Eulogio, al que luego recogeríamos más adelante. Sin novedades avanzamos por la sinuosa carretera dejando atrás el puerto de La Magdalena antes de descender hacia Laciana. Cruzamos Villablino para llegar a Rabanal de Arriba sobre las 10:15 horas, donde comenzaba la ruta prevista. No había muchos lugares donde aparcar, dejando los dos vehículos en puntos diferentes del pueblo. Nos preparamos para la ruta y nos hicimos una foto de grupo antes de iniciar la marcha a las 10:40 horas a una altitud de 1076 metros.
Salimos del pueblo por un camino hacia el sur mientras el sol ya calentaba plenamente. No tardamos en encontrarnos con varios indicadores de los lugares que íbamos a encontrar en esta “Ruta del Nevadín”: las brañas, la cascada del Pimpanón, molinos, etc. etc. Entre algo de arboleda y praderías avanzamos hasta llegar al desvío de esta conocida cascada tras 1,400 km hechos. Decidimos que íbamos a dejar su visita para el regreso ya que había que bajar un tramo hasta ella y remontarlo de nuevo. Un indicador de pizarra y dos monolitos marcaban la senda descendente hacia ella. No lejos, a la vera del camino principal, se encuentra la Fuente Gormecho, un bonito manantial entre musgo y vegetación.
Unos 400 metros más adelante llegamos a una pasarela de madera cerca de la cual encontramos dos antiguos molinos de piedra y pizarra a la vera del cauce de los arroyos La Brañina y Cubachín, que se juntaban en ese punto. Vimos otra pasarela algo más arriba por la que al regreso pasaríamos. Uno de los molinos estaba casi “comido” por la verde vegetación. Eso, y el cauce de los arroyos, formaban bellos rincones en ese punto situado a 1125 metros de altitud.
Se bifurcaba la ruta en ese punto, como ya anoté, tomando nosotros el ramal que se empinaba entre el bonito bosque siguiendo el sendero muy marcado por el valle del arroyo La Brañina. Entre el ramaje, echando la vista atrás, veíamos parte de Villablino al Norte. La sombra era reconfortante, aunque la humedad del ambiente lo hacía cálido aún así. De pronto vimos por delante de nosotros una jatina que venía hacia nosotros y enseguida apareció una pareja de ganaderos. Nos contaron que la acababan de encontrar tras unos días extraviada por ese monte. Cruzamos el arroyo por las piedras del lecho para seguir ahora por la vera izquierda un pequeño tramo más hasta salir a cielo abierto donde enseguida dimos vista a la primera braña de la ruta.
A las 12:25 horas llegamos a La Brañina, un conjunto de unas 8 ó 10 edificaciones de piedra, madera y pizarra, en estado ruinoso todas ellas. Aún así el entorno es precioso con el aspecto primaveral que presentaba en esos momentos con la pradería verde y los arbustos y escobas floridas como contraste. Esta braña se emplaza a una altitud de 1580 metros y llevábamos hechos 3,800 km.
Anoto en este punto que era la tercera vez que las visitaba, la primera en una ruta del grupo nuestro y otra durante la celebración de un Encuentro de Montañeros Leoneses. En ambas ocasiones solo hicimos travesía por las brañas sin ascender a las cumbres. El Nevadín lo había subido dos veces anteriores desde Vivero y el Miro de Rabón ninguna.
La ruta seguía ahora ascendiendo hacia el Sur por un sendero entre las praderías hacia otro reducto de bosque a cuya sombra nos detuvimos unos minutos a tomar un tentempié. El paisaje hacia el Norte se ampliaba viendo varias cumbres en la lejanía. Retomamos la marcha hacia la cabecera del valle donde el sendero se bifurcaba. Un indicador nos marcaba por un lado hacia la braña de Cubacho al Este y por otro hacia el Nevadín al Oeste. Nos encaminamos hacia este último dejando a un lado un corral cercado para el ganado que no lejos, y fuera de éste, estaba tumbado en la pradera. Ahora avanzábamos por un ancho camino hacia el collado que comunicaba este valle de La Brañina con el del arroyo de Urría y las brañas de Trasmundo y Brañadurria. El grupo se había dividido, unos por delante, nosotros por detrás y otros que se habían echado directamente a la pendiente loma para subir a la sierra por las empinadas laderas que caían hacia ese lado.
A las 13:25 horas, y tras 5,300 km hechos, alcanzamos este collado, sin nombre en los mapas, y con una altitud de 1773 metros. En el mismo encontramos un todoterreno aparcado. El camino continuaba por la divisoria de valles y por él avanzamos un tramo antes de atajar por un sendero indicado en una nueva señal de la Ruta del Nevadín. De nuevo llegamos a la cresta campera en la que pastaba un rebaño de vacas, una de ellas con un ternero recién nacido al que unos ganaderos atendían. Tuvimos vista desde allí de los valles y cumbres que emergían al Sur.
Por el alto de la campa se veían las marcas de rodadas de algunos vehículos que ascendían siguiendo la línea cimera, aunque al poco se fue quedando en un sendero único. Siguiendo el mismo ganamos altura cómodamente hacia la primera de la cumbres que nos íbamos a encontrar, el Miro de Rabón, cima a la que llegamos cuando eran las 14:10 horas y tras 6,600 km hechos. La altitud del mismo es de 1981 metros y en él nos encontramos con un buzón metálico y una cruz similar con la silueta de lo que parecía una montaña.
La vista era amplia y bonita desde aquella atalaya, contemplando parte de Villablino y del embalse de Las Rozas cercano. Entre la infinidad de cumbres divisadas enumeraré algunas de las más destacadas como el Muxiven, Cornón, Miro de Tejedo, Miro de Valdeprado, Cueto Arbás, Tambarón, Peña Cefera, Arcos de Agua, Catoute o el cercano Valdeiglesias. Bajo la cumbre, en dos de los valles del Norte, la braña de La Brañina, por la que habíamos pasado, y la de Cubacho por la que regresaríamos.
Nos sacamos una foto de grupo, los que estábamos, ya que alguno ya había seguido la marcha y los que se habían desviado abajo no habían llegado a la cresta aún. Dejamos una tarjeta en el buzón y reiniciamos nosotros también la ruta hacia la cumbre del Nevadín. Al poco de retomar la marcha vimos a José Luis, Juan y Silvano que estaban llegando a la parte alta en el siguiente collado, el de la Boqueta de Fuentefría. Les había costado más esfuerzo esta pendiente subida directa por la ladera Norte del macizo para llegar al collado entre las dos cimas.
Decidieron tomarse un respiro allí, a la sombra de una gran roca, mientras el resto continuábamos hacia el Nevadín ya no lejano. La senda muy marcada se metía entre algunas escobas de poca altura en algunos tramos. La subida era cómoda y con no mucha pendiente y a las 15:27 horas alcanzamos nosotros la cima del Nevadín en la que estaban ya algunos compañeros. Llevábamos hechos 8,500 km hasta esa cota de 2077 metros.
En ella, un vértice geodésico y un gran buzón metálico marcaban esta cumbre con panorámicas similares a la anterior con alguna diferencia de perspectiva. Cercanas teníamos las cimas del Dos Hermanos, Lagunón o Peña Vendimia, ascendidas por algunos de nosotros anteriormente junto con el Nevadín comenzando la ruta en Vivero. El Miro de la Gloria emergía un poco más alejado. Desde él vimos un bonito amanecer en otra travesía nocturna de hace unos años ya.
Como algunos compañeros ya llevaban algún tiempo allí, sacamos una foto del grupo y marcharon. El resto nos acomodamos para comer disfrutando de esas bonitas vistas y del buen día que teníamos. Corría una ligera brisa que mitigaba un poco el calor que hacía. Estando en ello llegaron José Luis, Silvano y Juan y nos sacamos otra foto junto a Mª Jesús y yo.
A las 17:10 horas iniciamos nosotros cinco el descenso hacia el primer collado por el mismo sendero de subida. En él, una señal marcaba la dirección a la braña de Cubacho hacia el valle Norte al que nos echamos. Siguiendo una senda por la vaguada y entre verdes praderías y matorral bajo perdimos altura. El contraste de colores era espectacular con esas escobas floridas, arbustos y la misma campa verde. Llegamos a una lagunilla que rodeamos entre terreno algo anegado y dejamos atrás un chozo derruido de piedras. Algunos canchales de roca moteaban esta bonita bajada en la que cruzamos más abajo el arroyo Cubachín. Pasamos entre los restos también derruidos de la Majada de La Culebra y entramos a la sombra del bosque de especies variadas. No soy de los que reconoce fácilmente los diferentes árboles y solo puedo afirmar que había algunos avellanos. Fuimos bajando entre todo ello y cruzamos otra pradería antes de enlazar con un ancho camino a la vera de un cercado.
Por el mismo llegamos a la primera de las casas que conforman la braña de Cubacho. Esta braña es más grande que La Brañina y está más desperdigada por el valle. La mayoría de las edificaciones están en buen estado de conservación y habitables. En esta primera estuvimos conversando con el dueño, que nos ofreció bebida fresca, y conversamos un rato. Nos comentó que el oso se hace ver frecuentemente por la zona a última hora de la tarde, así como el lobo, pero menos habitual.
Retomamos la marcha y cruzamos el arroyo en el que luego vimos alguna pequeña cascada. El camino pasa bajo la mayoría de las casas a las que suben ramales desde él. Incluso hay un bar, La Salga, anunciado en un indicador. Varios carteles informan sobre la fauna y flora de la zona. Llegamos a un punto en el que otra señal marcaba la Ruta de los Molinos de Pimpanón por un lado y Rabanal siguiendo el ancho camino. Mientras que Silvano, José Luis y Juan decidían seguir éste último, Mª Jesús y yo optamos por desviarnos hacia ese tramo por el estrecho sendero que bajaba hacia el arroyo de Cubachín. Eran entonces las 19:30 horas, llevábamos 14,000 km hechos y estábamos a 1346 metros de altitud.
Entre vegetación tupida bajamos hasta el cauce que cruzamos por una pasarela de madera sobre el mismo. Ya en la margen contraria, dejando el arroyo a nuestra derecha, continuamos bajando paralelos a éste entre arboleda, matorral, helechos, etc. etc. En algunos puntos el sendero cogía buena altura sobre el cauce en el que se oía el ruido de algunos saltos. En media hora llegamos al punto en el que se unía con el arroyo La Brañina y donde una nueva pasarela cruzaba sobre éste. Habíamos cerrado el lazo en el lugar donde por la mañana habíamos cogido el sendero de la primera braña. Por la pasarela ya cruzada anteriormente nos incorporamos al tramo común de la ruta cerca de los dos molinos. Con el flash de la cámara pude sacar algunas fotos del interior de éstos. Uno estaba muy abandonado mientras que otro estaba en perfectas condiciones y cerrado. Eran las 20:05 horas.
Seguimos la marcha un pequeño tramo más hasta llegar al desvío de la cascada del Pimpanón hacia la cual nos echamos. El estrecho sendero nos llevó a otro molino con el tejado completamente cubierto por vegetación. Era curioso y bonito ver la “boina” verde que lo tapizaba. Varios indicadores de madera nos marcaban la ruta hacia la cascada. Llegamos a la vera del arroyo para seguir paralelos al mismo un tramo más hasta llegar a la parte alta de ese bonito salto del Pimpanón. Desde ese punto hay que extremar la precaución, tanto para verla desde esa parte superior como la posterior bajada a la base de la misma. El descenso es por un sendero pendiente y un tanto resbaladizo, más si se encontrase mojado. A modo de apoyo y ayuda han colocado una especie de barandilla con troncos y ramas gruesas para irse agarrando a la misma. La vista de la cascada desde la parte baja es todo un espectáculo. Se trata de un salto de unos 10 metros, más o menos, en forma de abanico, encajonado en una zona rocosa y con una poza en la base. Todo ello rodeado de verde vegetación. A las 20:45 horas estábamos viendo este espectáculo Mª Jesús y yo tras lo cual retomamos la marcha y remontamos el tramo hasta el camino principal. Como datos de este recorrido puedo anotar los siguientes. Desde el camino hasta la parte alta de la cascada se descienden unos 33 metros en 293 metros lineales. Desde esa parte alta a la base de la cascada se recorren unos 150 metros, subiendo 10 metros y bajando 22 m. Hemos tardado en verlo todo detenidamente y con calma, 45 minutos.
A las 21:00 horas nos incorporamos de nuevo al camino principal para recorrer el último tramo al pueblo. Entre arboleda y por el ancho camino fuimos avanzando mientras caía la tarde. Con el ocaso aparecieron los molestos mosquitos que se pegaban a la cara y brazos. Llegamos así al asfalto y pocos metros después donde teníamos la furgoneta aparcada y donde ya estaban los compañeros esperando. Eran las 21:20 horas. El GPS nos daba como datos principales, 17,900 km hechos con un desnivel acumulado de 1300 m.
Nos cambiamos allí mismo y pocos minutos después iniciábamos el regreso. Ya en Villablino nos detuvimos en una cafetería en la que estuvimos tomando un merecido refrigerio con unas ricas tapas como acompañamiento. Total, eran las 22:40 horas cuando retomamos el regreso a León siguiendo la misma ruta que a la ida, por Omaña. Sin novedades llegamos a la capital a las 00:00 horas y fueron quedando los compañeros. 21º C marcaba el termómetro cercano cuando llegamos Mª Jesús, Silvano y yo a Armunia a las 00:24 horas.
Sin duda una ruta destacada de la que disfrutamos plenamente a pesar del calor sofocante durante buena parte de la misma. (Hay que madrugar un poco más en esta época).
MAPA ESQUEMA
ENLACE RUTA WIKILOC:
VISTA SATÉLITE
ARMUNIA
FERIA EN LEÓN
TRAYECTO
RABANAL DE ARRIBA (1076 m)
PRIMER TRAMO DE LA RUTA
RABANAL DE ABAJO Y EMBALSE DE LAS ROZAS
RABANAL DE ABAJO Y VILLAGER AL FONDO
MOLINOS Y ARROYO CUBACHÍN
HACIA LA BRAÑINA
YO A TI TE CONOZCO..........
LA BRAÑINA (1580 m)
VILLABLINO Y VILLAGER AL FONDO DE LA VAGUADA
HACIA EL COLLADO
COLLADO (1773 m)
VAQUERÍA CON EL VALDEIGLESIAS DE FONDO
MIRÓ DE RABÓN (1981 m)
PANORÁMICA AL NORTE
VISTA AL SUR
EL NEVADÍN DE FONDO
BRAÑA DE CUBACHO DESDE EL MIRO
LA BRAÑINA
ENTRE CUMBRES
LLEGAN LOS COMPAÑEROS A LA BOQUETA DE FUENTEFRÍA
NEVADÍN (2077 m)
AL NORTE
RELAX
VISTA AL SUR
....NO QUEREMOS MIRAR
EL "SEGUNDO" GRUPO
DESCENSO
ME TIRA LA MOCHILA P´ATRÁS....
COLORIDO ESPECTACULAR
MAJADA DE LA CULEBRA
EN EL BOSQUE
BRAÑA DE CUBACHO (1420 m)
RUTA DE LOS MOLINOS DE PIMPANÓN
ARROYO CUBACHÍN Y CASCADA DE PIMPANÓN
HACIA RABANAL DE ARRIBA
FIN DE RUTA EN RABANAL
REFRIGERIO Y RELAX EN VILLABLINO
ARMUNIA
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