EL BLOG DE JAVI GALLEGO: SIERRA DEL PICO "CANCHAS DE OJEDA" - (Puente Agudín - Cardaño

sábado, 22 de abril de 2023

SIERRA DEL PICO "CANCHAS DE OJEDA" - (Puente Agudín - Cardaño - Palencia) 15-04-23

1ª ASCENSIÓN A LA “PEÑA DEL TEJO”, “COTO BLANCO”, “COTO NEGRO”, “ALTO PRIETO”, “ALTO VALDENIEVAS” Y “CANCHAS DE OJEDA”. (Puente Agudín – Cardaño – Palencia)

15-04-23 (Sábado)

Justo en mitad del mes de abril hemos hecho esta ruta en la vecina provincia palentina durante la cual hemos alcanzado seis cumbres de una sierra cuya mayor cota es el pico Curavacas con sus 2524 m. Algo más al Suroeste, en el mismo cordal, se encuentran estas seis cimas que recorrimos y cuyos nombres son, por orden de ascensión: Peña del Tejo, Coto Blanco, Coto Negro, Alto Prieto, Alto Valdenievas y Canchas de Ojeda. Aunque sin una dificultad destacada, el desnivel acumulado y la distancia total de la misma no fueron nada desdeñables.

Cinco fuimos los animados a participar en esta ocasión: Juan, Silvano, Mª Jesús, José Luis y yo, reuniéndonos todos en las cercanías de Mercaleón de donde salimos en mi furgoneta a las 8:40 horas con los termómetros marcando unos 2º C. Por la autovía avanzamos hasta salir en Mansilla para seguir el trayecto por otras carreteras más convencionales. Ya en Almanza paramos a tomar un café antes de seguir el viaje entrando en la provincia de Palencia minutos después. Pasamos por Guardo y en Velilla del Río Carrión, tras un pequeño despiste, cogimos la carretera hacia los embalses de Compuerto y Camporredondo. Durante el trayecto se escaparon algunas gotas de lluvia ya que el cielo se había cubierto bastante. Fue en las cercanías de la presa del segundo embalse cuando nos encontramos con un pequeño y lanudo burrito en la carretera. Enseguida apareció el imponente Espigüete delante de nosotros y hacia él nos dirigimos rodeando este embalse de Camporredondo. En Cardaño de Abajo entramos a coger agua en la fuente de una plaza antes de recorrer el corto tramo hasta el inicio de la ruta en el Puente Agudín.

Eran las 10:40 horas cuando aparcamos en las cercanías del bar que hay en ese lugar en el que la carretera se bifurca para dirigirse a Cardaño de Arriba, a cinco kilómetros de allí. Nos preparamos para la marcha a una altitud de 1296 metros, y tras una foto de grupo iniciamos la misma cuando eran las 10:57 horas, un poco tarde ya, la verdad. El cielo parecía aclarar, y eso animaba.

Dejamos atrás el edificio del bar, hecho de piedra y teja, ahora cerrado, y salimos al asfalto, aunque apenas lo pisamos ya que un ancho camino se bifurcaba a la izquierda subiendo por la ladera paralelo a la carretera que rodeaba el embalse. Habíamos recorrido escasos 900 metros cuando el track que llevábamos como referencia se desviaba hacia un sendero que cambiaba radicalmente de dirección. Antes de coger dicho desvío avanzamos unos 100 metros más hasta un punto en el que tuvimos una amplia panorámica de parte del embalse con Cardaño de Abajo en la margen contraria. El impresionante Espigüete se elevaba algo al Norte, por encima del aparcamiento en el que habíamos dejado la furgoneta.

Volvimos sobre los pasos para desviarnos hacia el sendero que se metía en la ladera con algo más de pendiente que el camino. Cruzamos entre algunos robles y rodeamos otros reductos de ellos mientras ganábamos altura con dirección nordeste. Por debajo vimos ahora el bar, la furgoneta y varios vehículos más que estaban llegando. De pronto, en unas peñas por encima, vimos pasar un numeroso grupo de rebecos corriendo hacia la parte alta. Salimos entonces a unas praderías y no tardamos en divisar el corral y chozo de Tierraconejo al que llegamos cuando eran las 11:55 horas. Se trataba de un recinto cerrado de piedras y un refugio del mismo material dentro del cual había un camastro y una chimenea. Estaba bastante bien cuidado. Llevábamos hasta allí 2,200 km y estábamos a 1568 metros de altitud.

El track del GPS seguía ahora por el camino un tramo más antes de meterse a la ladera de las cumbres, pero viendo que esta loma se encontraba bastante limpia, nos echamos hacia ella desde allí mismo con dirección a la primera de la cimas de la ruta. Fuimos cogiendo altura cómodamente siguiendo en ocasiones algunas sendas de animales, que seguíamos viendo de vez en cuando. La vista se fue ampliando y en ella aparecieron los dos barrios de Alba de los Cardaños a la vera del embalse, el barrio de Campo y el de Castro. No era ya visible Cardaño de Abajo, oculto tras la loma que habíamos rodeado nosotros. De pronto apareció por delante otro buen grupo de rebecos que fue bajando para evitarnos, pero que durante un momento quedaron inmóviles todos juntos y mirando para nosotros. Pude entonces sacarles unas espectaculares fotos como si realmente estuviesen posando para la cámara. Cruzaron por la parte baja para remontar de nuevo la ladera tras esquivarnos.

Continuamos ganando altura transversalmente por la ladera en la que la roca y piedra iban cubriendo cada vez más superficie de la misma. La subida era llevadera mientras comenzamos a rodear la antecima de la primera de la cumbres a la que nos dirigíamos. Cruzamos por allí una pequeña vega antes de remontar el último tramo a la cima de la Peña del Tejo, a la cual llegamos cuando eran las 13:20 horas y habiendo recorrido 3,900 km.

La altitud de esta cumbre es de 1998 metros y en ella un monolito de piedras apiladas marca la cota más alta. El cielo se mantenía con algunas nubes que permitían ver el amplio paisaje, en el cual distinguimos innumerables cumbres, algunas de las cuales enumeraré ya dado que, y adelanto, algunas de ellas quedarían ocultas más tarde por nieblas y negros nubarrones. A “tiro de piedra”, el impresionante Espigüete visto por la cara Sudeste. Destacaba algo más al Norte la forma piramidal del pico Murcia, el Aguasalio, La Rasa o el pico Cuartas. Por el Norte seguía la sierra que íbamos a recorrer y que se une al Curavacas a través de cimas como La Hoya Continua, Alto Curruquilla, Pico del Medio, etc. etc. Por el Sur emergían las cumbres de la Sierra del Brezo como la Peña del Fraile, Peña de la Cruz, Peña Redonda o la Peña Horacada, entre otras muchas más. Varias de ellas ya ascendidas por nosotros anteriormente. Más al Sudeste teníamos el Arbillos o Peña Lampa. El embalse de Camporredondo se acertaba a ver “a trozos” entre las lomas intermedias.

Una media hora estuvimos en esta cima sacando fotos y demás antes de retomar la marcha por la cresta hacia la siguiente cumbre. Cruzamos un canchal de piedras pequeñas bajando hacia el collado de 1921 metros por el que pasamos sorteando algunas escobas antes de iniciar la remontada de la ladera de nuevo rocosa hacia el Coto Blanco.

A esta cumbre de 2004 metros, también denominada Alto de las Cárcavas o Peña Blanca, llegamos a las 14:20 horas y sumando un total de 4,700 km. De nuevo un hito de rocas marcaba la cima y entre el mismo nos encontramos los restos de nada menos que tres belenes de cumbres. El paisaje cambiaba poco de lo que veníamos viendo, aunque sí la perspectiva. Las vaguadas se alejaban de las cimas hacia los valles inferiores y el algunos acertamos a distinguir algunos pueblos como Triollo, en la ribera del río Carrión antes de desembocar en el gran embalse, o La Lastra, algo más alejado. Tras unas fotos de grupo el resto de compañeros retomó la marcha mientras yo quedaba tomando algunas instantáneas más en la cima. En ello estaba cuando llegó una pareja que se estaba entrenando para carreras de montaña subiendo y bajando por una de las vaguadas varias veces.

Inicié yo el descenso con los compañeros ya en el siguiente collado de 1905 metros en el que pisé uno de los escasos neveros que ya quedan. Por una senda en el terreno montano iniciamos la subida hasta meternos entre maleza y roca ya cerca de la cima del Coto Negro, también nombrada como Alto de los Calvillos.

Sorteamos las escobas y subimos por las escalonadas rocas calizas para alcanzar esta cima del Coto Negro a las 15:20 horas y habiendo hecho 5,600 km. En esta cima de 1954 metros de altitud fue en la única en la que no dejamos tarjeta de cumbre. Unas foto de grupo, sin José Luis, que ya se había adelantado, y sin mucha demora seguimos la marcha de nuevo bajando cómodamente por ladera limpia un pequeño tramo hasta el collado posterior, desde el cual se iniciaba la remontada a la cuarta cima de la jornada. Unos 20 minutos nos llevó el paso de la cima anterior a la del Alto Prieto, 2032 m, llegando a la misma cuando eran las 15:45 horas y marcando 6,400 km el GPS. El Curavacas se iba “acercando” y destacaba el tono verdoso de sus paredones y canales. Hace varios años lo ascendí la única vez que lo he hecho. El Espigüete lo he alcanzado dos veces, y también hace tiempo desde la última. Las nubes ya se cerraban por el Norte sobre las cimas de esa orientación.

Tarjeta de cumbres, fotos, y seguimos marcha hacia la siguiente cima bajando varios metros hasta los 1963 metros del collado contiguo. Sorteando algunas escobas y matorrales bajos cruzamos este tramo entre cumbres para llegar a la del Alto Valdenievas cuando daban las 16:15 horas y con 7,100 km hechos. Esta cumbre tiene una cota de 2014 metros de altitud siendo la misma un tanto rocosa, aunque solamente la cota más alta. Ahora las nieblas ya ocultaban totalmente algunas de las cimas del Norte. Apenas unos minutos nos detuvimos en ella antes de encaminarnos hacia la última y principal cumbre de la ruta.

Descendimos hasta el collado de 1968 metros desde el cual iniciamos la subida al Canchas de Ojeda. Sorteando de nuevo pequeños matorrales por sendas de animales y un poco orientándonos por el track del GPS ganamos altura, unos más arriba y otros por detrás. Habiendo cogido algo de altitud nos metimos en grandes canchales de rocas que atravesamos. Más arriba el terreno se cubrió por algunas lajas de pizarra. A la abrigada de unas rocas, bajo la cumbre, vimos ya acomodados a los compañeros que iban por delante.

Eran las 17:15 horas cuando alcanzamos Mª Jesús y yo esta cima del Canchas de Ojeda y sus 2198 metros de altitud. 8,300 km marcaba el GPS hasta ese punto. Haciendo honor a su nombre, la cima de este pico es un gran canchal en el cual se erige un gran monolito con esas mismas rocas y otro más pequeño en la cota más alta. Ahora nos quedaba el Curavacas mucho más cerca y bajo él, en el valle, el pueblo de Vidrieros. Tanto la cima de éste como la del Espigüete ya quedaban ocultas por la niebla, así como varias más por el Norte, como ya anoté. Reunidos todo el grupo, nos sacamos unas fotos con el paisaje de fondo. Corría algo de viento fresco y bajamos a la abrigada de las rocas donde nos acomodamos para comer más tranquilos. Allí hicimos la tarjeta de cumbres que luego subí para dejarla entre las piedras del hito.

A las 18:40 horas iniciamos el descenso por la misma loma de subida de nuevo cruzando los canchales y zonas más montanas. El grupo se dividió de nuevo y quedamos Mª Jesús y yo por detrás, ya hasta el final de la ruta. El track del GPS cruzaba ahora por debajo del collado hacia el alto de la loma Sur de la vaguada del arroyo de Ojeda. Entre escobas cruzamos este tramo en el cual perdí uno de los protectores de la punta de un bastón. Llegamos a la parte alta de la loma entre vaguadas e iniciamos el descenso por la línea cimera a lo largo de un buen tramo antes de meternos hacia el valle del arroyo de Las Lamas. Desde esta parte superior de la loma vimos ahora todas las cumbres ascendidas.

Por un pequeño despiste nos pasamos el punto en el que había que desviarse hacia dicha vaguada y lo hicimos más adelante por una zona rocosa en la que encontramos un pequeño destrepe sin mayor dificultad. Allí mismo había una cavidad de reducido tamaño en la que crecía el musgo y los helechos. Por delante veíamos a los demás compañeros que nos sacaban bastante trecho.

Salimos entonces a una pequeña campa en la que vimos los restos de un par de chozos de piedra. Desde ellos partía un ancho camino que tomamos en principio con dirección a la cabecera del valle, cerrado por el Coto Blanco, el Coto Negro y el Alto Prieto. Cambiamos enseguida de rumbo hacia la desembocadura encontrando el camino recientemente desbrozado. Justo frente a nosotros se elevaba el Espigüete, por encima del cual corrían los nubarrones que de vez en cuando dejaban escapar algunas gotas de lluvia. De pronto vimos pasar el helicóptero del GREIM cerca de esa misma cumbre, sabiendo al día siguiente que iban al rescate de un montañero desorientado en el Curavacas.

Trazamos algunos zigzag más y cruzamos sobre el arroyo antes de situarnos paralelos a la carretera que sube hacia Cardaño de Arriba desde el Puente Agudín donde teníamos la furgoneta. Nos restaban aún 2,400 kilómetros y eran las 20:55 horas. Al resto de compañeros hacía rato que ya no les veíamos. El camino transcurría a la vera del arroyo de las Lamas y bajo las laderas rocosas de la sierra. Encontramos varios postes y torretas de un tendido eléctrico que iba igualmente paralelo a este camino. En el cauce del arroyo vimos un pequeño tramo encauzado entre hormigón, no sé la función del mismo, pero podría ser una antigua presa.

Eran ya las 21:20 horas cuando terminamos Mª Jesús y yo la ruta, cuyos datos principales que nos daba el GPS eran 16,000 km hechos con un desnivel acumulado de 1264 metros. Nos cambiamos y nos acercamos al bar que teníamos allí mismo para tomar un merecido refrigerio antes de emprender el viaje de vuelta cuando eran las 22:05 horas. Sin novedades hicimos dicho trayecto antes de entrar en León a las 23:45 horas. Tras dejar a los compañeros, llegué a Armunia cuando daban las 0:15 horas y con 10º C en el exterior.

Larga jornada de montaña la de hoy, demasiado. Hay que ajustar mejor las rutas y tiempos. Por contra, sí que disfrutamos a tope de la misma con las panorámicas que se nos ofrecieron y el tiempo, que más o menos nos acompañó durante el recorrido.

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