EL BLOG DE JAVI GALLEGO: HAYEDO DE "EL RAJAO" . (Tobía

domingo, 30 de octubre de 2022

HAYEDO DE "EL RAJAO" . (Tobía - La Rioja). 28-10-22

VACACIONES OCTUBRE 2022 (4)

Durante las últimas vacaciones laborables del año he aprovechado para realizar varias rutas en los lugares que he visitado a la par que hacía turismo en los pueblos y ciudades que he ido recorriendo. El alojamiento lo he repartido entre San Juan del Monte, (Burgos), en casa de mi amiga Ana, compañera además en algunas de las rutas realizadas, y en Logroño, donde tengo familia. En ambos lugares pernocte desde el viernes 21 al sábado 29 que regresé a casa. Me centraré en los días que hice las rutas de montaña para resumir su transcurso en el siguiente relato.

1ª TRAVESÍA POR EL “HAYEDO EL RAJAO”.

(Refugio El Rajao – Tobía – La Rioja). 28-10-22

Durante la última jornada completa en Logroño me acerqué hasta las estribaciones de la Sierra de la Demanda, a uno de los valles que nacen muy cerca de la falda del pico San Lorenzo, que ya nombré anteriormente y que ascendimos en mayo pasado, para recorrer ahora uno de los hayedos destacados de La Rioja. Ya avanzo qué, si bien no me defraudó del todo, me esperaba algo más espectacular tras leer varias referencias al mismo en Internet. El transcurso de la ruta fue como sigue.

Salía de Logroño a las 11:35 horas para enlazar enseguida con la autovía dirección Burgos. Circulé por la misma hasta la salida de Nájera donde la abandoné hacia esta localidad rodeando la misma y seguir por otras carreteras convencionales hacia el Suroeste. Poco antes de llegar a Tobía ya se pueden ver las enormes formaciones rocosas que caen sobre el valle justo a la altura del pueblo. Al mismo llegué cuando eran las 12:30 horas y tras 47,000 km hechos. Crucé el pueblo y un puente sobre el río Tobía para salir por una estrecha pista forestal asfaltada en la que a los pocos metros me encontré con un camión en medio de ella. Resulta que estaban cargando madera y no se podía pasar hasta que no terminase, una media hora me dijeron. El comienzo de la ruta estaba 8,000 kilómetros más adelante y no había alternativa para llegar allí.

Sin más me volví al pueblo por donde me di un paseo haciendo tiempo. Pude ver una fuente de piedra y la iglesia, que se encontraba en obras. Subí a la parte alta para tener una bonita panorámica del mismo. El pueblo no tiene mucho más que ver en especial, aunque el entorno en el que se ubica es guapo. Dichas formaciones rocosas, de color barroso, escoltan el pueblo por el Este y el Oeste, aunque solo se ven en ese punto. Estando en esa parte alta vi llegar al camión cargado y bajé para retomar la marcha. Tobía está a una altitud de 680 metros.

A las 13:07 horas me ponía en marcha de nuevo por la estrecha carretera forestal que enseguida me metió entre un bonito hayedo. Al lado de esta vía me encontré con una pequeña capilla en la que había una imagen de la Virgen de Valvanera, patrona de La Rioja, al igual que hay otra en el pico San Lorenzo. Hice varias paradas en este trayecto de unos 8,000 km para sacar algunas fotos de las hayas y el río Tobía que bajaba por el estrecho valle. A las 13:35 horas llegaba al refugio de El Rajao, situado unos metros por encima del río en su margen derecha, según subía. En ese punto se inicia la ruta circular del Hayedo El Rajao que iba a recorrer y allí me preparé para la marcha en pocos minutos.

A las 13:47 horas iniciaba la marcha a una altitud de 1020 metros al lado de este refugio similar a una casa cuadrada de paredes blancas y cubierta de teja roja. Ni me acerqué a ver si se encontraba abierto o cerrado, la verdad. Por un ancho camino comencé a ascender pasando entre un rebaño de vacas pastando en las verdes praderías. El hayedo escoltaba dicho camino que cambió de rumbo cruzando el arroyo de La Carrascosa en ese punto curvo. Entre sol y sombra fui avanzando a través de la arboleda mientras ganaba altura sobre el valle por su vertiente Oeste. De frente a mí vi venir a una pareja, matrimonio seguramente, que me comentaron que estaban haciendo la ruta al contrario que yo y que ya la conocían de alguna vez más.

Nuevas curvas en el trazado mientras ganaba metros de desnivel y me encontraba con un bosque de robles. Poco a poco cambié de rumbo por completo para coger ya la dirección hacia el punto desde el cual se retornaba al refugio. Las hayas volvieron a cubrir el paisaje cercano y con el sol, que de momento lucía claro, crearon bonitos rincones. Las raíces de algunos ejemplares crecían en el talud del camino, que en ocasiones era rocoso. Bajo ellas corría en algunos puntos un reguero paralelo al camino. Como adelanté, aún así no eran rincones “de postal” como en otros hayedos que he visto. No sé si por el ancho camino, por el tipo de haya muy alta, o por qué, pero le faltaba, a mi parecer, ese toque...........

El camino seguía trazando curvas siguiendo la orografía de las vaguadas del valle por las que bajaban regatos. En algunos puntos de esos el firme había sido cementado para evitar la erosión del camino al paso del arroyo. Pasé algún reducto más de pinos en estos siguientes tramos y en un determinado momento vi varias colmenas en una pequeña pradera unos metros por debajo. Un motorista se cruzó conmigo en este tramo. Volví a cruzar el arroyo de La Carrascosa, ahora varios metros por encima, y el río de Las Munillas más adelante. Al pasar este último arroyo estaba a 1312 metros de altitud y hasta allí había sido todo subida. Llevaba 4,000 km hechos y eran las 15:00 horas.

El siguiente tramo hasta el punto de retorno el trazado apenas tenía pequeñas variaciones de altitud, arriba y abajo. El camino continuó con dirección Suroeste a lo largo de 2,500 km desde dicho arroyo hasta llegar al cruce de Tres Aguas, situado a una altitud de 1320 m. Por este lugar, al que llegué a las 15:45 horas y tras un total de 6,500 km, solo pasa el río de Tobía, por lo cual desconozco a que debe el nombre de Tres Aguas. El camino traza una curva cerrada para bajar ahora pegado al cauce mientras hacia arriba se distinguían algunos senderos por las laderas ya entre bosque más cerrado.

Tras tomar unos frutos secos decidí seguir la senda que continuaba subiendo paralela al río ya entre el hayedo. El cauce, más que un río, era un arroyuelo de escaso caudal al lado del cual comencé a ganar altura sorteando algunas rocas, troncos, etc. El rincón era guapo, aunque el sol se había ocultado tras unas brumas ya persistentes y no lucía con el esplendor que merecía. Un gran tronco cubierto de musgo y medio apoyado en una gruesa rama formaba otra bonita postal con el río, la hojarasca y el resto del hayedo. Pasé bajo el mismo para seguir unos metros más arriba y lo aproveché como base para sacarme unas fotos. La pendiente se hacía cada vez más pronunciada, y estudiando el mapa, comprobé que aún quedaba mucho desnivel para la parte más alta. Me encontraba a 1385 metros de altitud y la cresta de la sierra a 1987 m, en el collado de La Hoya, ganando esos 600 metros de desnivel en apenas 1,400 km.

Tras haber subido por ese bosque un tramo de unos 360 metros, inicié la bajada desde ese punto a las 16:25 horas de nuevo hacia el ancho camino. Antes de llegar al mismo metí el pié en un barrizal, aunque la hojarasca enseguida limpió la bota embarrada. Cerca de Tres Aguas vi a una persona entre la arboleda, pero se me despistó no sé por donde. Sí que había un todoterreno aparcado allí cerca. Me incorporé al camino, que desde aquí se encontraba asfaltado por gravilla, cogiendo el ramal que descendía paralelo al río que me quedaba a la derecha. En el mismo seguía viendo algunos bonitos rincones entre bosque y algo de roca. Encontré un pequeño puente que lo cruzaba tras el cual seguía otro camino que comenzaba a subir suavemente por la ladera aquella. Desde ese puente el desnivel del camino que yo llevaba fue aumentando hacia el río, siendo éste el que bajaba más bruscamente. Así se mantuvo durante un buen tramo antes de casi igualarse de nuevo. Por otro lado, el bastón, al que le había reparado el mango con la cinta aislante en la ruta de Lapoblación, se fue desgarrando poco a poco y terminó por romper por completo en ese tramo.

En la margen izquierda del camino, la situada bajo la ladera del hayedo, se había acumulado tal cantidad de hojas secas que me metí entre ellas y me cubría casi hasta las caderas. Dejé atrás una señal de tráfico pintarrajeada, creo que de prohibido el paso a vehículos, y al poco encontré ya el firme del camino asfaltado. Enseguida vi también los vestigios de un merendero cerca de río, mesas con bancos de cemento y barbacoas. Escasos metros más adelante apareció el refugio del Rajao a la vista y hacia el cual me dirigí subiendo el corto tramo del camino que se desviaba del principal que traía y que tomaba dirección a Tobía. Un indicador marcaba en ese cruce 2,800 km a Tres Aguas.

A las 17:20 horas finalizaba la ruta en la furgoneta al lado del refugio mientras el cielo se cubría cada vez más de nubes. Incluso me pareció ver alguna gota de lluvia en la luna de la furgoneta, aunque resultó ser savia de los árboles. El GPS me daba como datos principales 10,500 km y 402 m de desnivel acumulado.

Me cambié y comí unas barritas de cereales tranquilamente antes de iniciar el regreso a las 17:50 horas. Por la estrecha carretera llegué a Tobía donde hice una breve parada para fotografiar las inmensas formaciones que escoltan este pueblo. De nuevo en marcha entré en Baños de Río Tobía en el que hice otra parada, esta vez para comprar en una tienda algunos productos de la zona. Sin más novedades continué el regreso a Logroño enlazando con la autovía por la que entré en esta ciudad. A las 19:00 horas terminaba el viaje tras 55,000 km hechos.

Con esta travesía di por finalizada la actividad montañera en estas vacaciones. Además de estas cuatro rutas, y como ya avancé, también hubo tiempo para hacer turismo más urbano y rural en algunos pueblos o ciudades como San Juan del Monte, Peñaranda de Duero, Huerta de Rey, La Vid, Haza, Soria o Logroño. Una semana disfrutada plenamente en todos los sentidos y de la cual me queda un buen recuerdo.

MAPA ESQUEMA