EL BLOG DE JAVI GALLEGO: AGUASALIO Y HAYEDOS DE ARGOVEJO 06-11-2021

jueves, 11 de noviembre de 2021

AGUASALIO Y HAYEDOS DE ARGOVEJO 06-11-2021

2ª TRAVESÍA POR LOS “HAYEDOS DE ARGOVEJO” Y

2ª ASCENSIÓN AL “AGUASALIO (DE ARGOVEJO)”.

06-11-21 (Domingo)

Como primera ruta de Noviembre he escogido una sencilla cumbre a la que anteriormente habíamos ascendido durante la celebración de uno de los encuentros anuales del club Cumbres de León. Como ya apunté en aquella ocasión, he añadido la coletilla “de Argovejo” al nombre de la cima para diferenciarla del Aguasalio situado en la zona de Barniedo de la Reina y que también hemos hecho hace varios años. A lo largo de la travesía se recorren un par de bonitos hayedos, ya un poco deshojados, pero que conservaban aún la belleza otoñal en sus ramajes. Por otra parte, el invierno se ha adelantado estos días pasados cubriendo por completo de nieve las cotas más altas e incluso los puertos de carretera. En el Aguasalio apenas encontramos una pequeña capa ya en la parte alta, suficiente para pisar la primera nieve de la temporada.

El grupo participante en esta ocasión lo compusimos 10 personas: Álvaro, José Luis, Juan, Mª Jesús, Carmen, Terry, Silvano, Guiomar, Tiquio y yo. Tras recoger a Mª Jesús, José Luis y Tiquio en los lugares acordados, nos dirigimos hasta el Paseo de Salamanca donde nos reunimos con otra parte del grupo. A las 8:30 horas, con -4º C en los termómetros, salimos en mi furgoneta y el coche de Silvano por la autovía hacia Puente Villarente donde nos desviamos hacia Boñar. La fuerte helada se notaba en las praderías cercanas a la carretera. Así llegamos a Boñar sobre las 9:10 horas donde estaban Carmen y Terry ya esperando. Tomamos un café calentito en uno de los bares de esta localidad antes de proseguir el viaje por la carretera del valle de Sabero al enlace con la de Riaño. El cielo se mantenía sin una nube tras la fuerte borrasca de los días anteriores que había dejado la nieve, como ya anoté anteriormente.

Ya por la nacional avanzamos hacia el Norte contemplando los numerosos hayedos en las laderas de los montes y montañas cercanas a ella. Poco antes de llegar a Crémenes vimos a nuestra derecha la mole del Aguasalio con su cúspide blanca así como Peñas Pintas al Norte igualmente nevadas. Nos desviamos en esta población hacia Argovejo por la estrecha carretera hasta llegar a este bonito pueblo que encontramos lleno de coches, la mayoría de cazadores. Al comienzo de la estrecha carretera habíamos visto una señal de cacería en la zona, que por suerte comprobamos luego que era más al Norte de la ruta nuestra.

A las 10:00 horas aparcamos en los pocos lugares libres para ello que quedaban y nos preparamos para la ruta. Nos hicimos una foto de grupo antes de iniciar la misma a las 10:25 horas y a una altitud de 1056 metros. Por una de las calles del pueblo nos encaminamos hacia el Sudeste disfrutando ya de las vistas de los bosques y algunas cumbres en esa dirección. La helada se dejaba notar en algunos charcos congelados y los prados blancos. Poco después de salir del pueblo nos encontramos lo que parecía un depósito de agua en el que han pintado un bonito mural en uno de los muros. Parecía una cascada que luego veríamos en el arroyo.

Nos desviamos enseguida por un camino que entraba al valle de La Trapa en cuyo cruce había una estaca con varias tablillas marcando la dirección de diferentes puntos y rutas de la zona, entre ellas la del pico Cerroso, al que también hace varios años, el día de mi cumpleaños concretamente, subimos desde este mismo pueblo. El pasaje se abrió desde ese punto teniendo el arroyo de La Trapa por la derecha y algunos murallones de roca por la izquierda. En un hueco de los mismos han hecho una pequeña hornacina para colocar la imagen de la Virgen de Covadonga, por lo que me pareció. Justo encima se extiende una gran enredadera de hiedra con un tejo coronando encima de la roca.

Aunque ya bastante deshojados, muchos árboles aún conservaban el colorido espectacular en sus ramajes. Echando la vista arriba, en los riscos, se pueden ver las numerosas sabinas que abundan en toda esa zona. Así llegamos a un segundo desvío de la ruta en el que una nueva señal indicaba varios puntos. Abandonamos aquí el valle de La Trapa, por el que se sube al Cerroso, para seguir nosotros el del río Achín y del hayedo de Argovejo. El ancho camino se encontraba encharcado y embarrado en varios puntos.

Nos situamos paralelos al arroyo y cruzamos un pequeño desfiladero donde el camino se convirtió en senda pedregosa en ese tramo que invadía el cauce. Había que tener cuidado para no patinar en las piedras mojadas y con algo de hojarasca. Tras el mismo entramos en el hayedo de Argovejo donde el colorido de la arboleda se acentuaba con los rayos solares que se colaban entre el mismo. Numerosas rocas de grandes dimensiones moteaban el paraje cargadas de verde musgo así como algunos tocones de árboles igualmente tapizados por éste. Todo ello formaba bellas postales en aquel entorno boscoso. Por encima se elevaban algunas crestas rocosas.

Como sucede en algunas ocasiones, el track del GPS no coincide fielmente con la ruta, habiendo algunos metros de desajuste. Pues bien, según el mismo, había que cruzar el arroyo en un determinado punto, aunque el sendero seguía por la margen derecha. Lo cruzamos como bien se pudo por piedras algo resbaladizas o inestables a la otra margen comprobando casi en ese momento que había que volver a cruzarlo más adelante, siendo innecesario ese paso. No tardando llegamos al inicio de un segundo desfiladero, el de la Hoz de las Escaleras. Según el GPS no teníamos que entrar en él, si no que había que iniciar desde justo antes la fuerte subida por la ladera hacia el Este. Eran entonces las 11:20 horas, llevábamos 2,000 km y estábamos a 1235 metros de altitud.

Sin abandonar el bonito hayedo iniciamos esa fuerte subida, unos por una zona de rocas y otros por la vaguada mas herbosa. Los bellos rincones se sucedían en el bosque entre el cual comenzamos a divisar algunas cumbres echando la vista al Norte. En el terreno encontramos algunas setas entre la hojarasca. En una media hora remontamos los 150 metros de desnivel más pendientes de este tramo hasta casi salir del bosque en la parte alta. Hicimos luego una parada ya con la cumbre del Aguasalio a la vista y el hayedo de Las Barreticas en su ladera Nordeste.

Nos tomamos un tentempié en ese punto situado a 1382 metros de altitud antes de retomar la marcha por una pradería por la que enseguida enlazamos al sendero que sube desde Argovejo por el hayedo de Las Barreticas y por el que regresaríamos más tarde. Fue ahí donde hemos pisado la primera nieve de la temporada en los diminutos “neveros” que había en dicha pradera. Ya por la senda, dirección Sur, llegamos al Contadero, un paso entre roca usado para controlar y contar las cabezas de ganado de un rebaño a su paso por el mismo. Allí mismo hay una especie de catalejo de madera por el que se puede situar el Pozo de la Nieve, una hondonada en el valle más al Sur, el Puerto de Tejedo, donde se supone que se acumula más la nieve en invierno.

Cruzamos este paso y enseguida nos echamos a la ladera del Agusalio por lo alto de una cresta entre el Puerto de Tejedo y el hayedo de Las Barreticas. La pendiente se volvió de nuevo más pronunciada mientras el paisaje se ampliaba y aparecían más cumbres al Norte y Este. El hayedo seguía mostrándose espectacular e “invadía” parte de la cresta desde la loma Norte. Salimos de la arboleda y el terreno se volvió más rocoso entre el cual se acumulaba la fina capa de nieve. Alcanzamos la cresta divisoria ahora con el valle del Esla y contemplamos en él Crémenes y Villayandre así como Corniero en otro valle lateral. Pocos metros nos restaban a la cumbre, en la que ya estaban algunos compañeros.

A las 13:30 horas llegamos nosotros a la cima del Aguasalio, con una altitud de 1709 metros y tras 3,800 km recorridos. En la misma nos encontramos una cruz metálica y un buzón similar a un bote con el nombre de la cumbre perforado en él. Antes de nada nos hicimos una foto de grupo en torno a ello y nos acomodamos para comer a la abrigada de la loma Oeste. La brisa era fresca y se agradecía estar al abrigo de ella. El paisaje era amplio y bonito con las cimas totalmente nevadas al Norte. Eran numerosas las cumbres contempladas desde allí en todas las direcciones, y nombrando algunas de ellas: Mampodres, Peñas Pintas, Susarón, Bodón, Espigüete, varias de la zona de San Isidro como el Ausente, Torres o Toneo, Peña Ubiña, etc, etc. Mas cercanas estaban las del Cerroso, Rionda, Pico Moro, Roscas, Peña Corada, Relance o la Camperona entre otros muchos. Por el valle del Esla, al Sur, se veían más pueblos, así como por el valle de Sabero.

Dejamos una tarjeta de cumbres en el buzón y a las 14:50 horas iniciamos el descenso por la misma loma de subida. El sol seguía luciendo claro y hacía destacar los coloridos otoñales del bosque a cuya vera nos metimos algunos de nuevo. Otros optaron por desviarse un poco más al Sur por la vaguada que bajaba al valle. No tardamos en abandonar la zona soleada para meternos en la umbría por la que llegamos de nuevo al Contadero y al catalejo del Pozo de la Nieve. Dejamos atrás este lugar y pocos metros después el punto en el que se bifurcaba la ruta de subida y la de descenso. Esta última se dirigía al Norte por una zona de praderías para enseguida entrar directamente al Hayedo de Las Barreticas. Al igual que el de Argovejo, los bellos rincones se sucedían en el mismo con troncos retorcidos, piedras cargadas de verde musgo, helechos, etc, etc. Una estaquillas marcaban este tramo como un PR, aunque no ponía cual. El suelo tapizado por las ocres hojas no hacía si no mejorar dicho entorno. En un tronco hueco nos sacamos unas fotos metidos en el mismo. Frente a nosotros se veían iluminadas varias cumbres por la luz ya rojiza del atardecer.

Abandonamos el bosque y nos metimos a una vaguada por la que descendía el sendero bastante pendiente. En ella nos encontramos un curioso agujero en el suelo que se agrandaba algo más en su interior. Cómodamente fuimos perdiendo altura hacia el fondo del valle y así llegamos al arroyo de La Trapa a la altura de la pequeña cascada que habíamos visto por la mañana y que se formaba desde un muro de hormigón en medio del arroyo. Aunque vimos un sedero que transcurría paralelo al cauce con dirección al pueblo, cruzamos el arroyo como pudimos por unas piedras para salir al camino.

Escasos 500 metros nos restaban por ese ancho camino hasta Argovejo en el que entramos minutos después. En la fachada de una casa pudimos ver numerosas macetas con flores así como una bicicleta decorada con los mismo elementos. Las 17:03 horas marcaba el reloj cuando finalizamos la ruta donde teníamos los coches y donde ahora estaba aún más abarrotado de vehículos que por la mañana. El GPS nos daba como datos principales 7,600 km hechos con un desnivel acumulado de 682 metros.

Yo tenía bastante prisa por un tema personal y no podía entretenerme, por lo que ni entramos en el bar a tomar algo ya que además estaba lleno de personal. Iniciamos el regreso a las 17:25 horas y nada más pasar Crémenes tuvimos una espectacular vista del Aguasalio iluminado por el sol vespertino. Mientras atardecía, ahora más pronto desde el reciente cambio horario, fuimos avanzando hacia la capital. Sin novedades llegamos a León a las 18:30 horas. He ido a dejar a los compañeros que venían conmigo y a las 19:05 horas terminaba yo el viaje en Armunia donde un termómetro indicaba 6º C a esa hora.

Bonita ruta la de este sábado otoñal en la que disfrutamos de unos bellos paisajes de bosque así como las amplias panorámicas desde la cumbre. Aunque poca, también hemos pisado la primera nieve de la temporada.

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