sábado, 8 de agosto de 2020

PICO GILBO DESDE PANTANO RIAÑO 01-08-20


2ª ASCENSIÓN AL “GILBO”


(Por Hayedo de las Bisecas y la Cueva de la Vieja del Monte)


01-08-20                         (Sábado)


Iniciamos el mes de agosto con una ruta casi improvisada debido al cambio de última hora en la prevista en un principio. Se trataba de recorrer el bosque de Hormas, en Riaño, pero resultó ser un espacio protegido con acceso restringido con permiso. Al final quedamos por la zona e hicimos esta ascensión al pico Gilbo, cumbre ya coronada por mí en otra ocasión, pero desde la vertiente Sur por Horcadas.

Tras acercarse Álvaro hasta mi casa sobre las 8:00 horas, salíamos de ella para recoger a Mª Jesús y a Alex H. poco después. Por último se añadía José Luis y ya el grupo al completo salíamos de León a las 8:30 horas por la autovía con dirección a Mansilla en la que nos incorporamos a la nacional hacia Cistierna y Riaño. Con el cielo solo surcado por algunas nubes llegamos a la presa del pantano desde donde ya tuvimos una vista amplia de esta solitaria cumbre por su cara Sur.

Pocos metros antes del viaducto de Riaño hay habilitados tres espacios para aparcar, que para sorpresa nuestra, se encontraban prácticamente llenos. Incluso en uno de ellos, en el que hay una fuente, estaba una maquina excavadora desbrozando más espacio para agrandarlo. Llegamos a pensar que había alguna actividad a la que habían asistido los participantes en coches particulares. A las 10:00 horas aparcamos en una de estas explanadas y nos preparamos para la marcha que comenzamos diez minutos después a una altitud de 1115 metros. A contraluz tuvimos una bonita vista del pantano con el Espigüete de fondo.

La foto de inicio del grupo la hemos hecho delante de esta fuente de piedra en la que algunos cargaron agua. Unos 300 metros se recorren por la carretera hasta el mismo viaducto para desviarse luego por un camino en el que una señal reciente marca “Cueva de la Vieja del Monte 2,6 Km y Mirador de las Bisecas, 2,8 Km”. Cruzamos un paso canadiense para el ganado y nos metimos entre altos pinos de la ladera del pantano mismo. Fuimos dando un giro casi completo entre ellos y no tardamos en divisar la cima del Gilbo y la Peña Vallarqué algo más al Norte. Emergían además detrás del mismo brazo del pantano el Yordas y otras cumbres cercanas. El ancho camino rodea este brazo hacia el Suroeste llegando a su final para dar un giro total justo en la desembocadura del río Vallarqué en el embalse. Por el pantano vimos pasar ahora el barco turístico que lo recorre regularmente.

Apenas hicimos ese cambio de rumbo volvimos a variarlo para meternos ahora en otro camino menos marcado y ancho que subía con más brusquedad. Enseguida entramos en el bonito hayedo de este valle en el que pueden verse ejemplares de gran belleza con troncos retorcidos, cargados de musgo e incluso algún hongo y seta adheridos a los mismos. En el cauce apenas vimos algunos charcos de agua acumulada y embarrada. En algunos lugares estaban tupidas las ramas formando bellos túneles. Otras especies arbóreas compartían espacio en el hayedo y en algunas vimos unos frutos rojos. El camino se había convertido en senda por el que bajaban algunos montañeros ya. A las 11:35 horas salíamos de la arboleda a cielo abierto justo de frente a la collada entre el Gilbo y la Peña Vallarqué y cuyo nombre no encuentro en los mapas. Estábamos a 1288 metros de altitud y habíamos hecho 2,800 Km.

El sendero seguía la subida por la loma herbosa entre matorrales más o menos tupidos en algunos lugares. Bajo las paredes de una peña al Norte transcurre otro sendero por el que marchaba la procesión de montañeros cuyos vehículos habíamos visto abajo en los aparcamientos. Por el mismo bajaríamos luego nosotros y ahora nos incorporamos para seguir la ascensión entrando en una canal más pendiente que nos llevó al mismo collado cuando eran las 12:10 horas estando a 1450 metros de altitud.

La vista ya era extraordinaria desde allí contemplándose buena parte del embalse y paisaje en la lejanía. Por éste vimos varias motos acuáticas y una lancha. Justo al Norte teníamos ahora el Cueto Cabrón, en el que luego vimos a alguna persona y al que parecía solo accederse por una estrecha y pendiente canal del Sur. Nos sacamos una foto allí antes de retomar la subida del tramo final mas pendiente aún. La columna de montañeros que subían y bajaba era incesante; repito, nunca había visto tanto personal subiendo y bajando de una cumbre a la vez, ni yendo con excursiones de autocar. En algunos tramos incluso había que esperar a que pasasen los que bajaban. Había algunos senderos que se desviaban unos metros del principal, pero al coger alguno de ellos comprobamos que luego había que remontarlo más bruscamente y no merecía la pena. En algunos puntos encontramos rocas que había que sortear medio trepando por ellas. Nos sacaron una foto de grupo en un punto que se ensanchaba más el terreno antes de meternos en el último tramo a la cima. Subiendo el mismo vimos un helicóptero de la Guardia Civil sobrevolar el pantano.

A las 13:15 horas alcanzamos un collado superior ya cercano a la cima y situado entre ésta y otra cota más baja a la que nos encaminamos. Desde esta cota de 1654 metros se tiene una vista de los valles por los que habíamos subido y una amplia panorámica de Sur a Norte por el Oeste. Se distinguía desde allí el Mirador de Las Bisecas, en la cara Norte de la Peña Vallarqué. Riaño a la vera del enorme embalse y Carande en el valle al Suroeste. De nuevo estando allí volvió a pasar el helicóptero de la Guardia Civil.

Nos sacaron una foto de grupo y retomamos la subida de los escasos metros que nos restaban a la cima principal. En pocos minutos subimos estos metros hasta la cima del Gilbo y sus 1674 metros de altitud en la que se concentraba aún una buena parte de montañeros. Eran las 13:47 horas y habíamos recorrido 4,200 Km.

Nos acomodamos para comer en unas rocas un poco por debajo de la cumbre y separados del grupo que había allí. Lo hicimos disfrutando del paisaje que se nos ofrecía y en el que eran innumerables las cimas que se podían contar. Además de Riaño y Carande, ahora veíamos parte del pueblo de Horcadas al Sur. En la cima, además de la placa con el nombre, altitud, fecha y emplazamiento de la misma, había otra placa pegada a la roca en recuerdo de un montañero y por encima, un par de botas también pegadas en la roca a modo de monumento. Cerca de los mismos, entre un montón de piedras, dejamos nuestra tarjeta de cumbres en un bote. Desde que llegamos vimos muchas mariposas revoloteando por la cumbre y a una de ellas conseguí fotografiar posada en una piedra.

Poco a poco fue despejando de personal la cumbre y nos sacamos nosotros unas fotos, con el paisaje y con las botas que había camuflando las nuestras detrás de ellas. Por el pantano se seguían viendo lanchas, el barco turístico e incluso algún kayak. Por tercera vez vimos el helicóptero, esta vez pasando muy cerca del agua del pantano. Durante unos minutos vimos un curioso efecto sobre el pico Espigüete, que desde esa posición es una pirámide perfecta, cuando sobre las dos aristas laterales se formaron sendas bandas oscuras producidas por las sombras de las nubes. Por el Norte habían ido apareciendo nubes y nieblas que ya ocultaban buena parte de las cimas y algunos valles hacia esa dirección.

A las 16:25 horas emprendimos el descenso. Alex y José Luis decidieron seguir la cresta al Oeste un tramo y bajar hacia el valle de Horcadas. Luego enlazarían con un camino que pasaba por una collada para salir de nuevo al sendero de subida. Quedamos en juntarnos en la confluencia de los senderos de la ruta de ida y de vuelta.

Mª Jesús, Álvaro y yo nos echamos por la canal abajo destrepando algunos tramos. Las piedras muy gastadas por el paso continuo de montañeros en ese reducido espacio estaban resbaladizas. Nos cruzamos con un grupo que aún subía a esas horas y algo más abajo con dos jóvenes que habían dejado las bicis en el valle. En una zona de la orilla del pantano vimos ahora como se había revuelto el agua y se mostraba embarrada, no sabemos si por el paso de las embarcaciones o por qué razón desconocida. Así llegamos al collado que separa el Gilbo de otro peñón donde se suavizó un poco la pendiente. Nos echamos al valle viendo en unas rocas cercanas a un par de jóvenes con cuerdas de escalada. A la sombra de un arbusto estaban ya Alex y José Luis con Álvaro, que se había adelantado un poco. Eran las 17:16 h.

Desde allí variábamos la ruta de subida para comenzar a rodear este peñón por su cara Sur siguiendo un sendero que nos llevó a otro collado al Noroeste que separaba dicho peñón de la Peña Vallarqué. Este paso une los dos valles, el de Vallarqué por el que subimos y el de la Biseca. Su altitud es de 1335 m y en él comienza de nuevo el hayedo al que nos metimos siguiendo la ruta marcada como “Collao – Canal Moro”.

Una vez más encontramos hayas de una belleza espectacular, algunos con sus troncos y ramas cubiertos por el verde musgo. Las raíces enormes de otros emergían por encima del terreno formando un entramado irregular. Nos sacamos varias fotos con todo ello aprovechando que aún la luz solar se colaba en muchos lugares. El sendero bajaba por entre todo este bello rincón y nos llevó al Mirador de Las Bisecas cuando eran las 18:10 horas y tras 6,300 Km. Estábamos a 1190 m de altitud.

Esta pequeña explanada se erige varios metros sobre el nivel máximo del agua y tiene bonitas vistas hacia el Noroeste. Frente a nosotros se elevaba el pico Yordas, cuya cima estaba totalmente cerrada por las nieblas. Dos cimas más pequeñas, el Cueto Nebloso y Peña Collada se libraban de momento de la misma. Estábamos por encima de la zona en la que el agua se había vuelto amarronada cerca de la orilla. Estado allí pasó de nuevo el barco turístico. Nos sacamos unas fotos antes de retomar la marcha por la senda a lo largo de escasos 300 metros donde se encuentra el desvío señalizado a la Cueva de la Vieja del Monte.

Otro sendero bastante pendiente pero bien accesible sube hacia la misma durante unos 30 metros hasta llegar a dicho conocido lugar. La Cueva de la Vieja del Monte, excavada en la rocosa pared de la montaña, está decorada con distintos aperos y enseres antiguos entre los que se encuentra un viejo jergón a modo de camastro. Esta cavidad entra a lo largo de unos 20 o 30 metros antes de cerrarse contra la pared. La leyenda cuenta que: “La Vieja del Monte es un personaje de la mitología leonesa que amasa pan en su cueva para mandárselo a los niños a través de sus padres, junto con avellanas, manzanas, etc., cuando éstos venían a trabajar al monte. No la podréis ver ahora porque está en el bosque buscando avellanas y frutos silvestres. Sólo se la puede ver en Navidad, cuando baja a ver a los niños.” El rincón es bonito y merece la pena su visita. Desde el aparcamiento hay poco más de dos kilómetros.

A las 18:35 horas retomamos la marcha descendiendo hacia el camino principal para salir del hayedo poco después. Enseguida nos desviamos del mismo para acercarnos a una zona “habilitada” como playa. Se trata de una zona un poco más llana al lado mismo del pantano en la que habitualmente se puede uno bañar, teniendo en cuenta que el terreno no deja de ser medio escalonado, pedregoso, etc. etc. Nos acercamos hasta el agua y Alex decidió darse un baño rápido. Se veía algo de oleaje debido al vientecillo que soplaba a aquella hora. Tras unos minutos allí seguimos la ruta de vuelta haciéndolo por un sendero que transcurre paralelo al ancho camino y por el borde mismo del nivel más alto del embalse. Por éste rodeamos una de las mangas del mismo, en la que desemboca el arroyo Vallarqué, y así llegamos a un saliente de terreno hacia el pantano que queda medio cubierto cuando éste está lleno. Desde allí ya vimos Riaño y el viaducto. Algunas copas de árboles ya secas asomaban por encima del nivel del agua.

Nos incorporamos al camino por el que habíamos subido por la mañana para recorrer el último tramo de la ruta. Entre pinos fuimos girando hacia su final en la carretera al lado del comienzo del viaducto que pasa a Riaño. A las 19:50 horas llegamos a la explanada de la fuente en la que aún seguían trabajando con la máquina. Bebimos agua antes de retomar la marcha hacia el siguiente aparcamiento donde teníamos la furgoneta. Al mismo llegamos a las 20:00 horas tras haber caminado 9,800 Km con un desnivel acumulado de 648 m.

Las nubes seguían avanzando desde el Norte cubriendo todas las cimas hacia esa orientación. Nos cambiamos tranquilamente y a las 20:20 horas iniciamos el regreso a León. En Crémenes hemos parado unos 20 minutos a tomar un refrigerio en un bar. Mientras atardecía hicimos el resto del trayecto hasta León. Dejé a Álvaro, Mª Jesús y a Alex primero antes de acercar a José Luis. A las 22:30 horas llegaba yo a casa con un termómetro cercano marcando 20º C.

Buena ruta la de este primer día de agosto, pleno verano, pero con ganas de seguir saliendo durante todo el mismo, aunque adaptemos las marchas al calor estival para hacerlas más llevaderas...si se puede.              


MAPA ESQUEMA

ENLACE RUTA GPS:

VISTA SATÉLITE
GILBO DESDE LA PRESA

APARCAMIENTO

BELLO CONTRALUZ DEL PANTANO DE RIAÑO  EL ESPIGÜETE AL FONDO

FOTO DE INICIO DE RUTA

VIADUCTO Y RIAÑO
RODEANDO EL EMBALSE

PICO YORDAS DE FONDO

BARCO TURÍSTICO POR EL PANTANO
VALLE DE VALLARQUÉ













GILBO ENTRE ARBOLEDA

HACIA EL COLLADO


EMBALSE DE RIAÑO



CANALES DE SUBIDA






HELICÓPTERO
CIMA ANTERIOR A LA PRINCIPAL

A LA CUMBRE
CARANDE

GILBO

VISTA AL SUR
PICOS DE EUROPA
LANCHAS EN EL PANTANO
HELICÓPTERO SOBREVOLANDO EL EMBALSE
RIAÑO A LA VERA DEL PANTANO
BONITA MARIPOSA EN LA CUMBRE

LAS BOTAS Y LA PLACA EN LA CIMA








CURIOSO EFECTO DE SOMBRAS Y LUCES EN EL ESPIGÜETE

EL GRUPO EN LA CIMA

DESCENSO







GILBO DETRÁS
COLLADA CANAL DEL MORO


HAYEDO DE LAS BIESCAS









MIRADOR DE LAS BIESCAS




CUEVA DE LA VIEJA DEL MONTE







PLAYA EN EL PANTANO

RODEANDO DE NUEVO EL EMBALSE






FINALIZANDO LA RUTA

RIAÑO Y EL VIADUCTO

FIN DE RUTA A LAS 20:00 h.

ARMUNIA

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