EL BLOG DE JAVI GALLEGO: CANTO DEL CHOZO

domingo, 30 de junio de 2019

CANTO DEL CHOZO - VALDETEJA 29-06-19

1ª ASCENSIÓN AL “CANTO DEL CHOZO” (Valdeteja)

29-06-19 (Sábado)

Coincidiendo con la festividad de San Pedro, que hace años se celebraba en León capital, hemos salido para ascender a esta cumbre de la zona del Curueño, que si bien no resulta nada complicada, no fue tan simple como en principio lo parecía. Con todo se nos hizo amena la ruta a la que solo nos animamos José Luis y yo.

Sobre las 8:00 horas le recogía en casa para salir de León con 19º C en los termómetros en plena ola de calor. Minutos más tarde enlazamos con la carretera del Torío recientemente asfaltada, por lo que comprobamos, con un cielo despejado por completo. En Robles de la Valcueva giramos hacia La Vecilla para continuar desde allí por todo el valle del Curueño entre arboleda y praderías de verdor exuberante y laderas cargadas de escobas floridas. Cruzamos igualmente las hoces de Valdeteja antes de desviarnos hacia el pueblo homónimo al que llegamos cuando eran las 9:05 horas tras unos 50 Km aprox. Aparcamos en la plaza de la iglesia, bautizada como “Plaza de Viggo Mortensen” en homenaje al conocido actor que rodó una de sus películas en dicha zona. Allí nos preparamos para la ruta con el sol ya calentando de manera vigorosa. Con el Bodón de fondo nos sacamos una foto antes de emprender la marcha a las 9:30 h a una altitud de 1234 m.

Cruzamos parte del pueblo por una de las calles antes de salir del mismo hacia un camino en el que un indicador señalaba la dirección a Valdorria por un PR de 7,600 Km. Un burro en un cercado nos despidió de Valdeteja antes de dejar atrás una fuente con pilón y un depósito de agua. Paralelos al arroyo Bucioso comenzamos a subir por el ancho camino de tierra entre las praderas y escobas. En sus márgenes vimos algunos corros carbonizados por pequeños incendios que no llegaron a más por fortuna.

Fuimos ganando altura con las peñas de los Hoyos y los Polledos frente a nosotros. Entre ellas se mete el arroyo hacia la Fuente Bendita, alternativa que yo llevaba en el GPS, para subir luego al collado Bucioso y descender hacia Valdorria por el valle del arroyo Valdecesar, ruta ya hecha por mi hace varios años. Nosotros nos desviamos al Sudeste por un ramal bajo la loma Norte de la Peña de los Hoyos dejando atrás un refugio de piedra un poco por encima. Subimos suavemente hasta llegar a una vega en la que vimos una nave ganadera y un par de fuentes con pilones secos algo más alejados, uno de ellos aprovechando una bañera. Comprobamos por el GPS que el camino rodeaba un cerro cercano y decidimos atajar subiendo una verde loma al Sudeste de la Peña de los Hoyos marcada en los mapas como Brañarrionda.

La pendiente se hizo pronunciada en este tramo que subimos trazando algunos zigzag para hacerlo más llevadero. Así llegamos a un collado desde donde vimos el camino de nuevo al otro lado, aunque para llegar a él había que bajar unos metros. Fue entonces cuando resolvimos no perder altura y echarnos directamente a la sierra. Aún nos quedaba 1,300 Km en línea recta a la cumbre y 270 metros de desnivel. Emprendimos la fuerte subida por la ladera en la que cada vez encontramos más roca caliza por la que se subía cómodamente. Tras varios metros ganados llegamos a una zona de hoyas que separan esta primera sierra más baja de la principal en la que se emplaza el Canto del Chozo. En uno de estos pozos encontramos una sima bastante profunda, por lo que se apreciaba.

Fuimos rodeando estas hondonadas por donde mejor pudimos subiendo y bajando pequeños desniveles con dirección a la primera cumbre. En algunos puntos echamos las manos a la roca para superar pequeñas trepadas sin complicación alguna. En este tramo nos separamos José y yo, mientras él lo cogía por un lado, a mí me pareció más directo por otra zona. Cada uno por su elección nos encaminamos hacia la primera de las cimas más altas de la sierra. Yo tuve que hacer un pequeño retroceso en unas rocas con destrepe complicado que no me atreví a bajar. Sorteado el mismo ya solo me quedaba remontar una pendiente loma que me llevó a esta cima de 1970 metros cuando eran las 12:15 horas tras 4,200 Km hechos y un desnivel acumulado de subida de 661 m. No tardó en llegar José Luis por el otro cresterío paralelo.

En el valle vimos ya parte de Valdeteja y con el zoom de la cámara acerté a distinguir incluso la furgoneta en la plaza. Por delante nos quedaban 840 metros de distancia, en línea recta hacia el Sur, y varias cumbres intermedias con collados no muy pronunciados. La vista ya era espectacular con numerosas cumbres que luego enumeraré. Al Oeste, paralelo, corría el valle del arroyo Valdecesar que baja a Valdorria y que forma, poco antes de desembocar en el Curueño, la conocida y visitada cascada dentro de la cueva. Hacia esa misma vertiente caían algunas canales muy verticales. En este tramo de cresterío trepamos algunas partes por roca casi lisa pero de buen agarre y fáciles de sortear.

A las 13:20 horas tras 5,300 Km hechos y un desnivel acumulado de subidas de 755 m y 111 m de descensos, alcanzamos la cima del Canto del Chozo con 1884 metros de altitud. La vista era espectacular en redondo con innumerables cimas. Entre las muchas que podemos contar, el Polvoreda, Bucioso, Peña Galicia, Bodón y Cueto Cabañas hacia el Oeste, Peña La Verde encima de Valdeteja mismo, el Cueto Ancino o la cercana Peña Valdorria, en la misma sierra en la que nos encontrábamos a poco más de un kilómetro en línea recta. Eran muchas más las que emergían en la lejanía entre algo de calima que se formaba por el calor, aliviado en gran parte por una ligera brisa que corría en la cima. Bajo Peña Valdorria vimos parte del pueblo de Valdorria y de Valdeteja solo un par de edificios, el resto del pueblo quedaba oculto tras una loma intermedia.

Nos acomodamos allí mismo para comer disfrutando de todo este espléndido paisaje. Por las piedras vimos un número exagerado de hormigas a las que eché unas migas para intentar alejarlas un poco. Era curioso como partían los pequeños trozos para llevárselos. También algún que otro insecto se acercaba por allí. Tras la comida nos sacamos algunas fotos y dejamos una tarjeta en el bote que habían entre un montón de rocas del que recogimos otra. Poco antes de emprender el descenso iba a sacar una foto con el móvil y no lo tenía. Tras mirar por allí sin éxito, José hizo una llamada con el suyo y resultó que se me había caído en un pequeño hueco entre la roca donde había estado comiendo. Menos mal que me di cuenta antes de bajar.

A las 15:00 horas iniciamos la bajada por la cresta Sur encontrando de nuevo algunos destrepes sin complicaciones. Antes de llegar al primer collado nos echamos ladera abajo por pradería enlazando con un sendero que nos dio un giro de 180 grados para meterse bajo las mismas paredes del Canto del Chozo. Perdimos altura suavemente por el mismo hacia una vega en la que había restos de algunos corrales de piedra. Pasamos a su vera antes de incorporarnos al camino que por la mañana habíamos abandonado donde la nave de ganado. Este camino, medio perdido en la pradería, baja paralelo a un arroyo hasta la misma carretera del Curueño casi a la altura del balneario de Nocedo. Nosotros cogimos la dirección contraria subiendo un mínimo tramo hasta el collado que da paso a otra vega, la que no quisimos bajar en la subida. Desde el mismo, el camino se hacía más evidente bajando en zigzag hasta llegar a una fuente con una bañera como pilón de la que manaba un pequeño chorro de agua fresca de la que bebimos hasta saciarnos.

Retomamos la marcha con intención de subir de nuevo al collado posterior y evitar el rodeo del camino en torno a una cima, pero al final no lo abandonamos y continuamos bajando por él volviendo a ver de nuevo Valdeteja en el valle principal. Formaba ahora este pueblo una bonita panorámica junto con las cumbres del Bodón, Cueto Cabañas, la Peña del Pueblo y Peña La Verde además de las laderas floridas y verdes de los valles.

No tardamos en dar vista también a la vega en la que estaba la nave ganadera y las dos fuentes. Hacia ella bajaba el camino trazando algunas curvas viendo en su margen el corro marcado de una lagunilla seca. Ya en la parte baja cerramos el lazo donde nos habíamos desviado en la subida. Cerca del siguiente refugio decidimos atajar y evitar un tramo del camino bajando por una vaguada de pradera limpia hasta salir de nuevo al camino más abajo. Por él continuamos el descenso viendo en ladera frente a nosotros una curiosa roca emergiendo del terreno. Parecía totalmente el muro de una fachada de una vivienda con la forma incluso del tejado. Siempre he compartido la frase de “La Imaginación al Poder”......

La arboleda se fue haciendo más abundante según bajábamos paralelos al arroyo Bucioso. Dejamos atrás el depósito de agua y la fuente casi a la entrada del pueblo. En una pradera pastaban varias vacas cerca de un gran árbol. A las 16:55 horas entramos en Valdeteja por una calle cementada en la que vimos varias orugas negras y peludas por el suelo. El burrín que seguía en el huerto nos dio la bienvenida. A las 17:00 horas terminamos la ruta en la plaza en la que tenía la furgoneta aparcada. El GPS daba estos datos: 780 m de desnivel acumulado en 10,600 Km hechos.

Estaba cambiándome cuando un pájaro vino a revolotear justo en mi hombro dándome un buen susto. A las 17:15 horas emprendimos el viaje de regreso tras sacar algunas fotos de la iglesia y otras calles del pueblo. Tras dos kilómetros salimos a la carretera general de las hoces de Valdeteja paralela al Curueño. El paisaje iluminado era espectacular a esa hora. La roca de las hoces primero y las laderas y praderías verdes y floridas a continuación eran verdaderas postales. Por entre toda esta maravilla visual avanzamos hasta llegar a Valdepiélago donde paramos a tomar un merecido refrigerio. Tras este momento de relax continuamos el regreso hacia León al que llegamos sobre las 18:40 horas. Acerqué a José Luis a casa terminando yo el viaje en la mía a las 19:05 horas.

Buena y bonita ruta para un día caluroso como el que tuvimos, aliviado en la cumbre con el vientecillo que corría. Paisajes espectaculares de los valles y cimas a pesar de ser una cumbre no excesivamente alta.