EL BLOG DE JAVI GALLEGO: PICO MAHON, CERVATINA Y V. CELORNO

jueves, 6 de abril de 2017

PICO MAHON, CERVATINA Y V. CELORNO - 02-04-17

1ª TRAVESÍA “PUEBLA DE LILLO – CERVATINA – MAHÓN (3ª ASCENSIÓN)

– VALLE CELORNO – PUEBLA DE LILLO”

02-04-17 (Domingo)

Tras un mes sin salir por culpa de un fuerte catarro que me ha tenido “fuera de servicio”, he retomado la actividad con esta ruta que tuvimos que improvisar por la climatología adversa de este domingo, como luego detallaré. Aunque la Cervatina ya la he hecho en alguna ocasión anterior, la he titulado como “1ª” ya que con la ascensión al Mahón y el valle de Celorno en la misma ruta nunca la había recorrido.

A las 7:45 horas recogía a Mª Jesús en casa para ir seguidamente a por Jose Luis y por último a por Álvaro. Salimos por la carretera de Santander hacia Barrio de Nuestra Señora donde giramos hacia Boñar. Dejamos éste atrás y bordeamos el pantano del Porma antes de llegar a Puebla de Lillo, 1140 m, sobre las 9:30 horas. En uno de los bares tomamos un café y decidimos el cambio de ruta a realizar. Lo planeado era una travesía circular desde La Uña por la ermita del Arcenorio y la collada del Cardál rodeando Peña Ten. El problema era que desde el mismo Puebla de Lillo hacia el Norte estaba totalmente cerrado por nubes de las que se escapaban incluso chispas de nieve. Con ese panorama no era muy recomendable seguir adelante para hacer dicha ruta sin poder disfrutarla al máximo. Por ello estuvimos estudiando otras posibilidades cercanas al lugar donde estábamos decidiéndonos por la opción de subir al Mahón por la Cervatina.

A las 10:05 horas emprendimos la marcha por las calles del pueblo para salir por la ruta señalizada como “PR-LE 28 - La Cervatina” frente al pico Susarón, cerrado de nieblas en su parte alta. Nos acompañaba un perro negro que terminó haciendo la ruta completa con nosotros. Tras unos metros llegamos a un puente sobre el arroyo de Patina cerca del cual se desviaba otro camino hacia el Valle de Celorno, una ruta recién acondicionada que salía hacia el Noroeste. Nosotros continuaos de frente por el ancho camino que enseguida fue girando al Oeste bajo las laderas Norte del Susarón. Atravesamos un paso canadiense para el ganado y seguimos subiendo más o menos suavemente trazando algunas curvas del camino.

A las 10:45 horas, tras 2,000 Km recorridos, llegamos a la Fuente del Obispo, un manantial que sale por un tubo insertado en una roca cerca de un banco en el que nos sacamos una foto. Continuamos la marcha entrando entre algunos pinares que poblaban las laderas de este valle. No tardamos en llegar a la bifurcación por la que se puede atajar hacia la ermita de Pegarúas por el collado de Las Posadas. A partir de aquel punto nos fuimos metiendo en el bonito hayedo, ahora despoblado de hojas, pero no por ello menos agraciado. El cielo se mantenía bastante despejado salvo algunas nubes que dejaban caer alguna chispa de agua-nieve.

Entre las hayas avanzamos ganando altura viendo varios arroyos que bajaban por la ladera de la izquierda y que cruzaban el camino por tuberías colocadas a tal efecto. Al Nordeste veíamos varias cumbres entre las que destacaban dos que podían ser el Runción y la Peña San Justo. Desde un punto determinado situado a 1440 metros comenzamos a descender visiblemente y siempre entre el hayedo. A las 11:55 horas, y habiendo caminado 4,800 Km. llegamos al arroyo de Ruidosos, un bonito rincón en el que nos sacamos varias fotos en dicho cauce.

No tardamos en comenzar a divisar por delante las cumbres del pico Mahón y del Rebueno al salir del cerrado bosque. En un enorme haya nos sacamos otra foto de grupo. Nos alcanzó por allí un joven que hacía la ruta en plan fotógrafo y con el que coincidimos un tramo. En las paredes de la peña de La Osa vimos un grupo de rebecos, o similar, ya que no se distinguía bien.

A las 12:55 horas llegamos a la bifurcación del monte de La Cervatina, el reducto de tejos que puede verse en esta ruta desviándose unos 400 metros de la misma. En este punto estábamos a 1370 metros de altitud y llevábamos 7,000 Km. Hacia él nos encaminamos subiendo de nuevo entre bosque en el que encontramos varios arroyos de gran belleza visual. En cinco minutos llegamos a la entrada de este recinto cercado situado a una altura media de 1390 m y en el que pueden verse varios tejos centenarios de grandes y retorcidos troncos. En ellos nos hicimos algunas fotos, al igual que el joven que nos acompañaba y otro grupo que llegó después. Del joven nos despedimos ya que volvía al desvío para hacer la ruta circular.

En 20 minutos visitamos este bonito rincón y retomamos la marcha hacia arriba por el mismo camino que llega allí. Dejamos otro desvío a la derecha, por el que luego volveríamos, y seguimos subiendo más pronunciadamente mientras abandonábamos el bosque y salíamos a cielo abierto. Desde la tejeda nunca había ido yo por ese camino. Las dos veces anteriores que había subido al Mahón lo hice por el valle de Tolibia.

Nos encaminábamos ahora hacia el collado de Ferreras, que curiosamente coincide en nombre con otro de la ruta anterior de Ocejo. A las 13:45 horas alcanzamos este paso emplazado a 1501 metros de altitud y con amplias vistas hacia el pantano del Porma. Nos sacamos una foto con ese fondo antes de emprender el fuerte ascenso directo a la cima del Mahón por un pendiente cortafuegos paralelo a una alambrada. Hasta ese punto llevábamos 8,300 Km.

Fue en ese último tramo donde más me resentí del mes sin salir, y sobre todo, del catarro que todavía coleaba ese día. Por ello me lo tomé con calma total sin forzar la marcha y pensando que si llegaba a la cumbre ya era todo un reto ese día. Mª Jesús decidió coger un camino que daba un pequeño rodeo pero del que yo no estaba seguro que fuese más tendido. Poco a poco fui ganando altura con bastante trabajo y había ratos que me daba fuerte la tos. Álvaro ya iba por delante y José Luis quedaba a la par mía. El paisaje se fue agrandando hacia atrás contemplándose varias cumbres.

Tras dejar atrás el cortafuegos entramos en la zona más rocosa donde hicimos algunos zigzag para hacer la subida más cómoda. En este espacio nos encontramos varias latas de conserva oxidadas, muestra de lo poco civilizada que es alguna gente. El último tramo fue por pradería y de pendiente muy suave.

A las 15:15 horas llegamos José y yo a esta cima del pico Mahón cuya altura es de 1826 metros. El GPS marcaba 9,500 Km hechos con un desnivel positivo de 815 m y negativo de 133 m. La panorámica era amplia y bonita en redondo pudiéndose ver numerosas cumbres. Relativamente cerca teníamos el Bodón de Lugueros con Tolibia de Abajo en su base. Sancenas, Valdorria, Cueto Ancino o la punta del Polvoreda un poco más alejados al Suroeste. Al Este y Sudeste veíamos el pantano del Porma con Rucayo a su vera o Valdehuesa más alejado y el Socellerón encima. En el valle del Esla emergían el pico Moro, Rionda, Peñas Pintas, Cerroso, etc. También veíamos un pueblo del valle de Reyero y creemos que era éste. Más al Noroeste teníamos los Mampodres medio cerrados por las nubes persistentes hacia esa parte. A tiro de piedra estaba el Susarón con el Aparejo Grande y el Pequeño uniendo la sierra al mismo Mahón. Desde éste al Norte bajaba esta misma serranía con el Rebueno girando al Oeste y cerrando el valle de bajada a Tolibia de Arriba, oculto desde allí. El Cerro Joaquines que partía al Suroeste formaba el otro cordal de este valle.

A una abrigada de la cima nos acomodamos para comer contemplando y disfrutando de toda esta maravilla visual. Tras ello nos sacamos una foto de grupo y dejamos una tarjeta de cumbre sen el buzón. Además de éste, hay un par de placas con el nombre de la cima y su altitud además del nombre del grupo que las colocó y la fecha.

A las 16:15 horas emprendimos el descenso hacia la ladera Norte entre algunas escobas bajas y corros de nieve blanda en los que nos hundíamos en ocasiones. Subiendo solo habíamos visto algunos pequeños retazos de ella. La pendiente era pronunciada, pero se bajaba bien. Tras perder algo de altura entramos al hayedo por el que tampoco se descendía mal. Yo veía en el GPS que si no se cerraba el terreno por maleza tupida podíamos llegar directamente a un camino que enlazaba con el de subida muy cerca ya de la tejeda. Cruzamos algunos más en este descenso en el que encontramos algunos tejos aislados también de gran envergadura. Así enlazamos sin mayor complicación con dicho camino que enseguida nos enlazó con el de subida pocos metros antes de la tejeda. A las 17:20 horas llegamos a la altura de éste recinto al que ya no entramos.

Seguimos bajando por el camino hasta el entronque con la ruta de La Cervatina a la que nos incorporamos para continuar el recorrido circular interrumpido en ese punto por la mañana. Enseguida salimos del bosque por el valle del arroyo Támbado por el que llegamos en pocos minutos a la confluencia con el del Rebueno a las 17:50 horas. Llevábamos 13,000 Km y estábamos a 1240 metros de altitud.

Desde ese punto casi se allanó el camino que transcurría paralelo al arroyo Rebueno entre praderías. En esta vega se emplaza la fuente Fonbea cerca de unas ruinas de un edificio. A la vera del camino vimos varios chopos de gran altura y cargados de bolas de muerdago que destacaban entre las peladas ramas. A las 18:20 horas llegamos al área recreativa de Pegarúas, cercana a la ermita emplazada unos metros por encima. En este lugar hay un merendero cercado para evitar la entrada de animales grandes. Poco más adelante está el desvío hacia el valle de Celorno al que Mª Jesús nos animó para hacerlo. Teniendo en cuenta que el resto de la ruta que quedaba era casi toda paralela a la carretera y que podíamos atajar un poco por allí, decidimos hacerlo. Había que subir un tramo y sí que me aseguré que no era mucho ya que no estaba yo para muchas valentías ya. Eran unos 50 metros solamente.

A las 18:35 horas, tras 14,800 Km, nos desviamos del camino ancho para cruzar el arroyo por un puente de madera para meternos en la ladera. Por ella subimos hasta llegar a una bonita lagunilla desde la que vimos el Susarón, que se reflejaba en sus aguas. Saqué una foto guapa con ese encuadre. Por este valle de Celorno transcurren dos rutas, una inferior, señalizada, y otra superior por la que nosotros decidimos ir. Tampoco había yo hecho nunca este tramo. Por un estrecho sendero bajo la Peña del Águila fuimos cogiendo altura sobre el bonito valle pasando al lado de la Fuente el Cantarín. Cruzamos varios pasos entre roca a modo de diminutos desfiladeros en los que sacamos algunas fotos. Durante todo el trayecto íbamos viendo el Susarón detrás de la ladera contraria de este valle cuya parte baja estaba poblada por bosque mientras en la alta era la roca la predominante.

Pasado este tramo rocoso emprendimos un claro descenso entre robles y hayas no muy agrupados convirtiéndose de pronto el sendero en camino ancho. Pasamos al lado de unas praderas donde pastaban varios caballos con pelaje de varios colores. No tardamos en divisar las primeras casas de Puebla de Lillo. En un tramo donde en el camino había algo de barro algunos salieron hacia las praderías para evitarlo, aunque no era para tanto.

A las 19:45 horas entramos en Puebla de Lillo dejando atrás una fuente con pilón. Por una calle nos encaminamos hacia donde teníamos la furgoneta a la que llegamos cuando eran las 19:50 horas. Allí ya estaba José Luis que se había adelantado un rato antes. El GPS me daba estos datos: 18,000 Km recorridos con un desnivel total acumulado de 921 metros.

Nos cambiamos y nos acercamos hasta el bar para tomar un refrigerio en él. A las 20:30 horas emprendimos el regreso a León donde llegamos sin novedad a las 21:35 horas. Dejé a Álvaro y a José Luis y por último a Mª Jesús, llegando yo a la mía a las 22:00 horas.

Después de un mes sin hacer nada de montaña y aún medio convaleciente del catarro sufrido, he podido hacer más o menos cómodamente esta ruta con ascensión incluida.

MAPA ESQUEMA