1ª ASCENSIÓN AL “TAPINÓN”
(Tuiza de Arriba - Asturias)
27-09-15 (Domingo)
Este
domingo hemos ascendido al Tapinón, 2115 m, cumbre programada varias veces, la
última hace dos semanas, y que por fin conseguimos sumar a la lista de objetivos
cumplidos. Hace cuatro años la subieron algunos compañeros del club con un
tiempo pésimo donde la niebla les impidió disfrutar de la amplia vista que
desde la misma puede contemplarse.
A las
8:00 horas salimos de Guzmán los cinco participantes de esta ruta: Antonio,
Álvaro, Mª Jesús, Juan y yo. En mi furgoneta emprendimos el viaje de 100
kilómetros hacia Tuiza de Arriba, en Asturias. Por la nacional avanzamos hacia
Pajares mientras salía el primer rayo de sol a las 8:15 horas. Poco antes de la
nueve llegábamos al alto del puerto desde donde tuvimos una bonita vista del
Tapinón y otras cumbres cercanas como el macizo de Ubiña o Peña Rueda. El sol
rojizo del amanecer las iluminaba formando una bella estampa. En la parte baja
del puerto se veía un extenso y denso mar de nubes que nos preocupaba poco al
estar el cielo despejado.
Retomamos
la marcha tras tomar unas fotos y descendimos el puerto donde la niebla se nos
cerró y así llegamos a Campomanes sobre las 9:20 horas. En un bar tomamos un
café antes de desviarnos por una carretera más estrecha con dirección al puerto
de La Cubilla. Era la primera vez que yo la recorría y pudimos ver los túneles
de salida del AVE que tienen su comienzo en La Pola de Gordón. Aunque no viene
mucho a cuento, anotaré que ayer día 29 de septiembre ha llegado este tren a
León.
Eran
las 10:15 horas cuando llegamos a Tuiza de Arriba, 1200 m, donde el sol
brillaba, aunque no tardó en cerrarse allí la niebla también. En un amplio
aparcamiento casi completo dejamos la furgoneta y nos preparamos para la ruta.
Desde allí pueden verse las cimas de Peña Ubiña, Fariñentu o el Siegalavá entre
otros. Éste último está en el mismo cordal que el Tapinón, cuya cumbre queda un
poco detrás y oculta.
Salimos
por una pista empinada y cementada siguiendo el “PR-AS 89 - Valle de Somezana”
hacia el Nordeste y al lado de un bonito caño con pilón de piedra y cubierto.
En unos zarzales cogimos algunas moras maduras. Por la izquierda bajaba la
riega de las Estacas y al lado de él subía un sendero por el que
equivocadamente se metió Antonio antes de rectificar. Yo llevaba la ruta metida
en el GPS, aunque el sendero estaba muy marcado.
Pasamos
al lado de un prado cercado en el que pastaba un burrito que se nos acercó. En
dicho sendero encontramos varias cancillas que fuimos abriendo y cerrando al
paso. Según ganábamos altura fuimos dejando la niebla por debajo en un mar de
nubes muy guapo. Ya comenzó a sobrar sopa y paramos unos minutos al lado de un
avellano con algunos frutos a quitarnos abrigo y darnos crema para el sol que
comenzaba a calentar. El sendero cruzó algunos reductos de arboleda donde los
rayos solares formaban un bello efecto con las ramas y la neblina. En los
verdes prados había bastante ganado pastando. Entre la hierba vimos algunas
setas. Echando la vista atrás distinguimos el refugio de El Meicín bajo las
paredes de Peña Ubiña.
El
sendero se dirigía hacia el collado de El Viso emplazado entre la peña El
Castillo al Sur y la del Foxón al Norte. Pasamos al lado de un chozo de piedras
y madera y otra fuente antes de que la pendiente se acentuara camino de dicha
collada a la que llegamos a las 11:45 horas. En este paso estábamos a 1528
metros habiendo caminado 2,600 Km. Al Nordeste se extendía un gran mar de nubes
sobre el valle por el que sube la carretera. Allí nos sacamos algunas fotos,
una de ellas con el Tapinón ya visible desde allí hacia el Noroeste con su
“pala” final.
El
sendero abandonaba el PR y se metía ahora por la ladera Este de la Peña Foxón
en la que parecía que habíamos cambiado de estación. Las praderas estaban
cubiertas de flores como en plena primavera. Dejamos atrás una choza derruida,
la Braña Foxón, mientras íbamos girando a Norte por la senda que seguía
subiendo y trazando algunos zigzag. En el fondo del valle veíamos algunos
pueblos y la autopista del Huerna. Poco a poco nos fuimos situando al Norte de
la Peña Foxón en una amplia y verde vaguada que ascendía a otra collada entre
ésta y el Tapinón. Ahora veíamos totalmente el resto de subida que nos restaba,
lo más duro de la ruta. Nos encaminamos hacia esa collada cerca de la cual
había un gran estanque y otra fuente. No llegamos a éstos y cruzamos la vaguada
unos pocos metros antes para emprender esta última y dura rampa de 430 metros
de desnivel. Eran las 12:55 horas y llevábamos 4,500 Km.
Al
comienzo de esta rampa encontramos los restos de una vaca desperdigados. Nos
fuimos separando unos de otros y Álvaro y Antonio fueron ganando ventaja sobre
el resto. Con el GPS en mano fui calculando el tiempo de subida sobre los metros
de desnivel resultando una media entre 15 y 20 minutos cada 100 metros. Nos
cruzamos con una joven que bajaba y cuyos compañeros habían cruzado hacia el
Siegalavá, cumbre cercana pero con un paso complicado de destrepes y rapel. Por
detrás venía otro grupo de cuatro montañeros que nos fueron ganando terreno. Yo
reconozco que subo muy despacio, pero rara vez no alcanzo la cumbre. El paisaje
se fue ampliando y divisamos numerosas cumbres que luego enumeraré
detenidamente.
A las
dos de la tarde superaba los 2000 metros de altitud mientras los bancos de
nieblas se movían por el paisaje de un lado a otro. Era el último del grupo y
así llegué a la cresta superior a pocos metros ya de la cumbre. A las 14:20
horas alcanzaba la misma tras 6 kilómetros recorridos y un desnivel acumulado
de 923 metros. El cresteo se alargaba hacia el Suroeste con dirección al
Siegalavá, 2132 m., distante 550 metros en línea recta y poco más por la
cresta.
Desde
esta cima de 2115 metros de altitud teníamos una vista privilegiada con
innumerables cumbres en todas las direcciones. Enumerando algunas desde el Sur
hacia el Este serían: Peña Cerreos, macizo de Ubiña con los Fontanes, Puerta de
Arco y Prado. Colinas, Fariñentu, Huertos del Diablo o Peña Rueda con los
puertos de Agüería debajo. Más alejados los macizos del Angliru, Sueve o Picos
de Europa. Muchas cumbres de los puertos de San Isidro, Vegarada o Pajares como
el Cellón, Brañacaballo, Nogales, Huevo, Faro, etc. Las Tres Marías, Cirbanal o
La Silla en Arbás y Luna. Mas cercanos estaba La Mesa, La Tesa o Almagrera por
encima del puerto de La Cubilla. Por el valle del Huerna se veía la autopista y
por el de Pajares la nacional con la parte alta del puerto y de la estación de
Pajares. La cumbres de La Silla y el Cirbanal formaban desde esa perspectiva la
figura de una mujer tumbada con gran melena extendida.
Nos
acomodamos para comer tranquilamente disfrutando del buen día que se mantenía
libres de nieblas en esa altitud. Del buzón recogimos una tarjeta y dejamos la
nuestra. En la cima del Siegalavá se veía y oía al grupo que había llegado ya.
Poco
después de las 16:00 horas emprendimos el descenso. Nos acercamos antes hasta
la segunda cima que da paso al Siegalavá a ver que se veía desde allí. El gran
murallón Norte de esta cumbre impresionaba por su altura y verticalidad. Desde
allí conseguimos ver entre la niebla los dos pueblos, Tuiza de Arriba y de
Abajo. Sin más retrasos nos echamos hacia la pendiente ladera por la que
habíamos subido y en la que encontramos una cabeza de vaca con la que Mª Jesús
y Álvaro pelearon para quitarle los cuernos. La niebla nos envolvió unos
minutos antes de disiparse de nuevo.
Nos
fuimos quedando los tres por detrás mientras Antonio y Juan llegaban al collado
por encima del estanque. La idea ahora era bajar desde él directamente al
pueblo por el sendero de Las Colgás sin rodear la peña Foxón. Un bajo tapial de
piedra separaba ambos lados un poco por debajo del collado en sí hacia el Sur.
Allí estábamos a 1707 metros. El sendero emprendía el descenso hacia esa parte
por una pronunciada vaguada por la que Antonio se había metido ya y nos
esperaba. Poco más abajo se medio perdía la senda y vimos que no había muchas
opciones fáciles para bajarlo fuera de la misma por lo accidentado del terreno.
Él lo comprobó al desviarse un poco de la senda y tener que retroceder para no
arriesgarse por esas alternativas. Numerosos pequeñas agujas emergían en medio
del barranco con algunos cortes y pedreros de fuerte pendiente.
Sin
salirnos del sendero no tuvimos problema ninguno a pesar de lo empinado de la
vaguada. Éste se pega a la parte izquierda según el sentido de bajada y
desemboca en praderías donde un gran toro, varias vacas y un caballo más abajo
pastaban a sus anchas. A las 18:45 horas nos incorporamos al sendero de subida
cerrando el lazo al lado de unas de las cercas que delimitaban los prados.
Frente
a nosotros se iba ocultando el sol detrás de Peña Ubiña y durante los últimos
segundos pude sacar unas impresionantes fotos a contraluz en la que el reflejo
formó perfectamente una estrella. Seguimos perdiendo altura hacia el pueblo ya
visible desde hacía un rato. Bajo las paredes del Siegalavá vimos ahora unas
pequeñas cuevas que por la mañana eran invisibles en la niebla. En el prado
inferior seguía el burrito al que le dimos de comer unas frutas que nos habían
quedado. Nos restaba solo la fuerte pendiente por el camino cementado que nos
metió a Tuiza en pocos minutos.
A las
19:30 llegábamos al aparcamiento donde estaba la furgoneta. Allí nos
encontramos con la joven con la que nos habíamos cruzado en el último tramo de
la subida y el resto del grupo que estaba en el Siegalavá. Estuvimos un rato
charlando con ellos y nos comentaron el estado del paso de uno a otro con un
destrepe y rapel, aunque también nos dijeron que se puede subir directamente
por donde ellos habían bajado, pero siendo muy incómoda por el matorral y lo
pendiente de la ladera.
Nos
cambiamos y nos acercamos al bar para tomar unas “sidriñas” antes de emprender
el regreso. Habíamos comentado la idea de hacerlo por el puerto de La Cubilla,
aunque preguntando por el estado de la pista de la parte leonesa tuvimos
opiniones de diferente tipo. En el exterior del bar tenían hechas con madera
una gran madreña, un sillón y un pájaro en los que nos sacamos unas fotos.
Al
final decidimos arriesgar y a las 20:10 horas emprendimos el regreso por esa
carretera. El sol anaranjado del atardecer iluminaba las cumbres del La Mesa y
La Tesa formando una bonita estampa. Poco nos duró esa imagen ya que enseguida
nos metimos en la espesa niebla con la que llegamos al alto del puerto de La
Cubilla con 1556 metros y tras 9,600 Km. desde Tuiza. Al poco de entrar en León
fue abriendo el paisaje y disfrutamos del bello atardecer anaranjado frente a
nosotros mientras una gran luna emergía por detrás. Apunto aquí que esa noche
era un 30 por ciento más grande y luminosa y que se eclipsó totalmente a las
cuatro de la madrugada con un tono rojizo que le da el nombre de “luna roja”.
Ya
anocheciendo llegamos al refugio de Casa Mieres, al Sureste de Peña Ubiña. Allí
termina la carretera y comienza la pista de 5,000 Km hasta Pinos. Yo la he
hecho andando alguna vez y hace mucho tiempo, por lo que no me acordaba del
estado. Seguimos avanzando por ella a la velocidad que lo permitía el terreno.
Aunque en algunos puntos sí estaba un poco destrozada, en general no la
encontramos mal. Sí se pasa el río varias veces, algunas sin puente, aunque el
caudal era mínimo. En otra época solo los todoterrenos lo podrían hacer. No se
entiende que una comunicación entre provincias no sea factible fácilmente por
culpa de cinco kilómetros no asfaltados. En este tramo dejé pasar a un turismo
pequeño que venía detrás a buena velocidad. Se ve que conocía bien la pista.
Por
fin llegamos a Pinos donde ya salimos al asfalto continuando el viaje con
normalidad. El pantano lo salvamos por la autopista y al llegar a La Magdalena
la abandonamos. En uno de los bares de esa localidad paramos a tomar un
refrigerio pasadas las 21:30 horas. Media hora después retomamos la marcha para
entrar en la capital a las 22:35 horas. En Guzmán quedaron Juan y Álvaro,
Antonio poco más adelante y traje a Mª Jesús hasta casa antes de llegar yo a la
mía sobre las 23:00 horas.
Una
nueva jornada en la que alcanzamos otra cumbre destacada dentro del entorno del
montañismo. Aunque sin dificultad técnica, si requiere un esfuerzo físico a
tener en cuenta.
MAPA ESQUEMA
ENLACE RUTA GPS EN WIKILOC:
PRIMER RAYO DE SOL ANTES DEL RABIZO
DESDE EL PUERTO DE PAJARES
CERCA DE CAMPOMANES
TUIZA DE ARRIBA
PRIMER TRAMO DE LA RUTA
"ARCO IRIS" DE NIEBLA
NEBLINA EN LA ARBOLEDA
PEÑA UBIÑA AL FONDO
MAR DE NUBES
COLLADO DEL VISO
CON EL TAPINÓN DETRÁS
¿VOLVIÓ LA PRIMAVERA?
RODEANDO LA PEÑA FOXÓN
ZONA DE CAMPOMANES
PALA FINAL DE LA SUBIDA
VERDES PASTOS EN LA BASE
LA EMPINADA LOMA
BUZÓN EN LA CUMBRE
PANORÁMICAS DESDE EL TAPINÓN
CON EL SIEGALAVÁ DE FONDO
EL CIRBANAL Y LA SILLA FORMANDO LA FIGURA DE UNA MUJER TUMBADA CON MELENA.
PEÑA RUEDA CON LA SIERRA DEL ANGLIRU EN LA LEJANÍA
TUIZA DE ARRIBA
MOMENTO DE NIEBLA CERRADA
DESCENSO
VAGUADA DE LAS COLGÁS
DESDE LOS PRADOS DEL VALLE
REGRESO POR EL SENDERO
BELLO CONTRALUZ DE PEÑA UBIÑA
EL PUEBLO A LA VISTA
DANDO UNAS FRUTAS AL BURRÍN
ENTRANDO EN TUIZA
ANTONIO ESCANCIANDO SIDRA
ARTESANÍA EN MADERA
PUERTO DE LA CUBILLA
BONITO ATARDECER
LA PISTA HACIA PINOS
LEÓN
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