lunes, 23 de agosto de 2010

TESORERO (Fuente Dé) - 22-08-10

 


1ª ASCENSIÓN AL PICO “TESORERO”.

22-08-10        (Domingo)

Al igual que el pasado año, hemos hecho otra incursión en el Macizo Central de Picos de Europa para ascender dos de sus numerosas cumbres destacables, el pico Tesorero y Horcados Rojos. Este último solo lo subieron dos de los compañeros que íbamos.
Tras el fracaso de conseguir personal suficiente para marchar el día antes a pernoctar, decidimos madrugar el domingo un poco más e irnos ese mismo día. Cinco fuimos los animados en esta ocasión para ir a dicha zona: José Antonio, Silvano, Nati, Mateo y yo. Nati hacía casi un año que no salía con nosotros tras el accidente sufrido en noviembre pasado en San Justo, aunque por su cuenta ya había comenzado a hacer algunas excursiones.
A las 6:30 horas quedamos para salir de Guzmán recogiendo a Nati poco después cerca de casa. Decidimos ir por el Torío para luego atravesar a Boñar y salir a la carretera de Riaño después. La fortuna hizo que llegásemos al pantano en el momento en el que el primer rayo de sol aparecía tras las montañas y se reflejaba en el agua creando un lienzo de color indescriptible. Eran las 7:50 horas. Saqué varias fotos de este momento y retomamos la marcha para detenernos en la localidad cercana a llenar el depósito de la furgoneta. Numerosa juventud quedaba en las calles tras la noche celebrando las fiestas de Riaño. Por otro lado, no encontramos ni un bar abierto donde tomar un café.
Salimos del pueblo por la nacional hacia el puerto de San Glorio en cuya cima entramos en la provincia Cántabra. Nos detuvimos un minuto en el mirador desde donde se podía ver un inmerso mar de nubes bajo nosotros sobre el valle de Liébana. La bajada del puerto se encuentra en obras con tramos levantados y llenos de baches que nos redujeron la marcha. Tras más de 25 Km de descenso llegamos a Potes por el que pasamos sin detenernos a las 9:30 horas. Allí cogimos el desvío hacia Fuente Dé parando de camino en Espinama a tomar un café. Sin más retomamos la marcha para recorrer los escasos 4 Km. hasta Fuente Dé, 1078 m, donde llegamos a las 10:10 horas.
Aparcamos en el lugar destinado para ello y nos preparamos para la ruta. Nos acercamos luego al teleférico donde sacamos los billetes antes de subir en el mismo y comenzar el viaje de poco más de tres minutos hasta la parte alta, 1834 m. Desde allí se tiene una amplia vista de la parte baja situándose en una plataforma de rejilla sobre el vacío donde impresiona colocarse. Nos sacaron unas fotos y cuando eran las 10:45 horas emprendimos la marcha por el ancho camino que se adentra en el macizo.
Desde allí mismo se pueden contemplar ya varias cumbres, entre ellas el Tesorero y Horcados Rojos así como Peña Vieja. Las nubes y los claros se alternaban en el cielo y el calor ya se hacía notar. El camino fue girando a Este y llegamos a las cercanías de la collada de Covarrobres que da paso a la vega de Áliva que Nati iba a recorrer como ya hiciera la vez de Peña Vieja. El resto seguimos el camino que se metía bajo las escarpadas paredes de la Peña Olvidada. Al otro lado de los Hoyos de Lloroza, en los que se podían ver las lagunas medio secas, se elevaban las cumbres de Remoña y La Padierna entre otras.
A la sombra de la Peña Olvidada, y bajo sus paredes y pedreros, fuimos avanzando hacia el Norte por la zona conocida como La Vueltona y desde donde vimos una de las lagunas con algo de agua bajo nosotros. Entre enormes rocas desprendidas de los paredones transcurre el camino que va subiendo suavemente hasta que remonta una fuerte pendiente zigzagueando ya por debajo del cresteo de Peña Vieja. Fuimos dejando atrás a algunos caminantes más y llegamos a la bifurcación que se desvía hacia La Canalona y Peña Vieja.
Por el ramal que se dirige hacia el refugio de Cabaña Verónica, ya visible, continuamos la marcha descendiendo unos metros con el paredón de Horcados Rojos frente a nosotros y más al fondo la pirámide del Tesorero. Remontamos la cuesta arriba dejando luego el ramal hacia el refugio y subiendo hacia la collada de Horcados Rojos, 2343 m, a la que llegamos cuando eran las 12:40 horas. Desde allí tuvimos una amplia y bonita vista del Naranjo de Bulnes y del Jou de los Boches bajo nosotros. Estábamos en el límite provincial de Cantabria y Asturias.
Allí nos detuvimos unos 20 minutos a tomar un tentempié mientras las chovas se acercaban a nosotros a ver si se escapaba algo que comer. Retomamos la ascensión hacia el Tesorero bajando unos metros hacia atrás para coger el sendero que subía a la cumbre. El mismo bordeaba unos hoyos y trepamos un tramo rocoso donde los hitos de piedras marcaban la ruta. Nos cruzamos con algunos montañeros más que ya descendían de la cumbre. Luego el sendero bordea la cima de Los Urrieles hasta alcanzar el collado entre éste y la cumbre del Tesorero. Por debajo de nosotros teníamos un gran nevero en la ladera de un hoyo.
Nos quedaba la última y más pendiente subida a la cumbre en la que encontramos roca y piedra fina por la que se patinaba fácilmente. Cada uno eligió un itinerario diferente para subir aquel tramo. Yo me metí en una canal que me parecía fácil y por la que tuve una pequeña trepada que sorteé como pude. Así fuimos ganando altura y por fin alcanzamos la cumbre del Tesorero a las 13:50 horas.
En la misma había una cruz medio caída, un buzón y una placa con el nombre y altitud, 1570 m. En esos momentos no había nadie en la cima. Al poco llegó un joven al que pedimos que nos sacase unas fotos. La vista era espectacular divisando cumbres hacia todos los puntos cardinales. Por numerar algunas, y dentro del aquel Macizo Central, teníamos La Palanca, Llambrión, Torrecerredo, Naranjo, Peña Vieja, Horcados Rojos, etc, etc. Tras el desfiladero del río Cares se elevaba la cota de Peña Santa, en la que poco más tarde ocurriría un accidente mortal, como sabríamos al día siguiente. Al Sur, en la Cordillera Cantábrica, podíamos ver cumbres como la del Curavacas, Espigüete, Coriscao, Vallines o el Murcia. Abajo, al fondo, podíamos ver también la zona alta del teleférico así como la mayor parte de la ruta recorrida.
Como estábamos indecisos si subir o no a Horcados Rojos, decidimos comer allí mismo y ya veríamos. Luego José y yo nos acercamos hasta la cota Este cresteando por la cima. Unas paredes verticales caían hacia el Hoyo Grande Cimero con sólo un pendiente sendero de descenso hacia el mismo.
Regresamos a la cumbre y a las 15:10 horas emprendimos la bajada. Esta vez nos echamos hacia la ladera Norte bajando una pequeña canal hasta salir a los pedregales por los que se patinaba con la grava. Pasamos alguna zona estrecha de roca y enlazamos luego con la ruta de ascenso ya en la cresta. Del Este habían ido apareciendo algunos nubarrones negros que podían amenazar tormenta. Rodeamos los numerosos hoyos por debajo de Los Urrieles con dirección a la collada de Horcados Rojos. De camino íbamos decidiendo si subir o no al pico del mismo nombre. Ninguno estaba muy animado a ello, pero al final Silvano y José se decidieron. Yo me quedaba con las ganas, pero la pendiente a su cumbre me echaba atrás y decidí dejarlo para otra ocasión.
Sin llegar a la collada, Mateo y yo atajamos por otro sendero hasta enlazar con el de subida. Habíamos acordado acercarnos hasta el refugio de Cabaña Verónica y al llegar a su desvío nos dirigimos a él por la roca. A las 16:25 horas llegamos al mismo donde no pisaba desde hacía unos 25 años. Allí pedimos un refresco y un café y nos sentamos en una mesa exterior con bancos a contemplar y disfrutar del paisaje mientras esperábamos por los compañeros.
Poco más de media hora después les vimos bajar ya por el sendero y nos encaminamos a su encuentro llegando a la confluencia a un tiempo. Sin más retomamos la marcha bajando por la senda bajo las cumbres y encima de los hoyos con neveros. El cielo se había ido cubriendo aunque no amenazaba lluvia. En el descenso nos unimos a una pareja con la que nos habíamos cruzado de camino a la cumbre y con ellos bajamos un trecho. Silvano y Mateo se habían adelantado y quedamos José y yo por detrás. Bajamos el tramo empinado antes de La Vueltona metiéndonos bajo las paredes de Peña Vieja y Peña Olvidada. Allí saqué una bonita foto con el flash de un cardo florido y la peña de fondo. En la misma pudimos ver un gran hueco que pasaba la roca de lado a lado.
El camino se allanó ya por encima de los Hoyos de Lloroza por entre los cuales se veía otro sendero por el que José Antonio opinaba ir. No me convencía la idea ya que íbamos algo ajustados de tiempo y además los compañeros ya estaban por delante. Sí que nos desviamos unos minutos hasta la collada de Covarrobres para ver parte de los Puertos de Áliva, ruta que tengo ganas de hacer. Allí entablamos conversación con un matrimonio de Cantabria que estaban recorriendo la zona de Picos de Europa en plan turístico y les comentamos un poco las posibilidades en la parte leonesa. Se nos unieron en el último tramo de bajada al Cable. En éste vimos como la niebla se metía por el Sudeste tapando las cumbres de Remoña y otras cercanas formando unos bellos efectos luminosos.
A las 19:10 horas llegamos nosotros al teleférico donde ya llevaban un buen rato Silvano y Mateo. Sin más nos pusimos a la cola de bajada y en pocos minutos estábamos descendiendo por el mismo. Es realmente impresionante la vista vertical que se tiene de la parte baja. En tres minutos nos llevó a Fuente Dé donde nos dirigimos al coche para cambiarnos antes de emprender el trayecto a Espinama. En la parte alta se iban acumulando las nieblas a pasos agigantados.
Llegamos a esta localidad sobre las 19:45 horas. Aparcamos y entramos a la terraza del hostal en el que habíamos estado el pasado año. Allí estaba ya Nati tomando un refrigerio y nos unimos a ella. Una media hora más tarde emprendimos el viaje a León. Comentamos la posibilidad de hacerlo por Cervera de Pisuerga, pero eran más kilómetros y desistimos. Atravesamos Potes y emprendimos la subida de San Glorio. Con cautela y sorteando los baches de algunos tramos fuimos ganando altura hasta entrar en la provincia leonesa. Ya en Llánaves, a las 21:20 horas, nos detuvimos unos minutos a coger y beber agua en la fuente. Casi anochecido retomamos el viaje hacia Riaño y Cistierna. Antes de llegar a esta localidad nos desviamos de nuevo a Boñar, pero luego nos encaminamos hacia Puente Villarente en vez de hacerlo por La Vecilla.
Sin novedades hicimos este tramo llegando a la capital sobre las 23:20 horas. En Guzmán terminamos el viaje y con él esta larga y fructífera jornada de montaña.    



















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