domingo, 28 de febrero de 2010

VALLES DE TOLIBIA Y ARINTERO - 28-02-10

 

2ª TRAVESÍA “TOLIBIA DE ABAJO - LA BRAÑA- ARINTERO - TOLIBIA DE ARRIBA- TOLIBIA DE ABAJO”.

28-02-10           (Domingo)

Con una semana de retraso por culpa de la climatología adversa del pasado fin de semana, hemos realizado esta travesía sencilla pero con bonitos paisajes en la comarca del Curueño, concretamente en Tolibia. Hace poco más de siete años que la hice yo por primera vez y por ello la propuse de nuevo para repetirla este año.
Solamente cuatro participantes nos animamos a realizarla: Gabriela, Álvaro, José Antonio y yo. En Guzmán nos reunimos a las 9:00 horas saliendo hacia Tolibia de Arriba por la carretera del Torío y seguidamente por la del Curueño. Las nubes y los claros se alternaban en el cielo tras el paso el día anterior de un ciclón que dejó vientos casi huracanados en buena parte del norte peninsular, incluida nuestra provincia, donde se notó de forma irregular.
A las 10:00 horas llegamos a Tolibia de Abajo, 1180 m, donde aparcamos la furgoneta y nos preparamos para la ruta. Decidimos antes de nada tomar un café en el bar del pueblo tras lo cual emprendimos la marcha retrocediendo por la carretera por la que habíamos llegado. Nos sacamos una bonita foto con el Bodón de Lugueros que presentaba una estampa espectacular con su cumbre nevada y sus paredes verticales llenas de canales casi inaccesibles por su lado Nordeste.
Ya desde el comienzo hubo discrepancias en la ruta a seguir. La marcada transcurría por la carretera hasta Arintero, pocos más de 5 de los 13 kilómetros totales. José Antonio optaba por atajar por las laderas y colladas, aunque no estaba muy clara esa ruta. Al final, mientras él decidía hacer esta variante, nosotros tres optamos por seguir lo programado aunque eso supusiese hacer este primer tramo por asfalto.
Ya eran las 10:35 horas cuando nos pusimos en marcha y a los pocos metros del pueblo nos separamos. Enseguida nos metimos nosotros en un corto desfiladero donde el río Curueño bajaba con un caudal descomunal. Al otro lado del mismo se podían ver las largas y pendientes canales del Bodón que caían directamente al río. En una de ellas vimos un curioso manantial naciendo directamente en medio de un pedregal. Atravesamos un puente hacia la parte contraria y por allí recorrimos varios metros hasta llegar a la altura de un pequeño salto en el que nace el canal de trasvase hacia el Porma. La fuerza del agua era descomunal e impresionaba ver la cascada formada en el lugar. Un operario estaba trabajando allí y nos pareció que limpiaba el filtro de entrada al canal.
A escasos metros de este punto se encuentra el desvío hacia La Braña y Arintero, distantes 3,1 y 3,6 Km respectivamente. Nos metimos en este ramal atravesando de nuevo el Curueño por otro puente sobre el mismo. Nos acercamos a la boca del túnel por el que entra el trasvase y por el que bajaba el agua que se pasa de este río al pantano del Porma totalmente subterráneo.
Siguiendo la carretera dejamos atrás un puente sobre el arroyo Vallarías que baja por este valle de la Braña. Por la descripción de la ruta sabemos que se trata de un pequeño puente romano usado en una antigua calzada romana que baja desde Vegarada por todo el Curueño. Un tendido eléctrico sube paralelo a la carretera y el arroyo “estropeando” un poco el paisaje. Echando la vista atrás seguimos viendo la mole del Bodón ahora por su cara Este.
Poco a poco el cielo se va cubriendo por el Suroeste y se escapan pequeños granizos que cesan enseguida. En las laderas del sur vemos un gran pinar mientras que en las del norte hay matorral cerrado. Poco más de una hora nos llevó este tramo de 4,700 Km. hasta el desvío a La Braña, 1225 m, pueblo situado un poco por encima de la carretera por la que íbamos. Decidimos subir hasta él a visitarle y en pocos minutos entramos en sus calles. En una fuente bebimos y cogimos agua y más arriba llegamos a la iglesia de este pueblo. Nos dimos una vuelta alrededor de la misma antes de comenzar el descenso. El Bodón apenas es ahora visible entre las nieblas que lo cubren casi por completo.
De nuevo en la carretera principal nos encaminamos hacia Arintero, a escaso un kilómetro. Vamos contemplando en este tramo una amplia vista de este valle y podemos sacar una bonita foto de Las Braña en su ladera. Enseguida vimos la iglesia de Arintero por encima de nosotros y al frente. Una vez más cayó un pequeño aguacero de granizos.
A las 12:20 horas llegamos a Arintero, 1310 m, cuna de la conocida Juana, la Dama De Arintero. En una de sus casas puede verse un escudo de piedra que podría pertenecer a dicha familia. También en otras viviendas se podían ver inscripciones con las fechas de construcción de las mismas, algunas bastante antiguas. En un solar había una vieja furgoneta de desguace. Al igual que en La Braña, también vimos algunos perros por sus calles. Hasta allí llevábamos recorridos, con la subida a La Braña, 6,500 Km.
Salimos de Arintero por un camino entre praderías. Los claros y las nubes se alternaban en el cielo. Varios metros a nuestra derecha corría paralela la sierra tras la cual se emplaza el pantano del Porma. En ella se encuentra la conocida Forqueta, collada de forma cuadrada que se puede ver también desde el lado del pantano. El camino ascendía suavemente mientras íbamos girando de norte a oeste. En varios lugares de la ruta nos hicimos una serie de fotos seguidas y moviéndonos a las que luego en los montajes les pongo música y las animo en forma de baile divertido.
Enseguida nos topamos con los primeros tramos con nieve aunque no eran abundantes. Por debajo del camino vimos un bebedero de ganado y un corral vacío. Siguiendo la marcha nos fuimos acercando hasta la primera collada de la ruta situada a 1380 metros de altitud. A las 13:30 horas alcanzamos este paso tras haber recorrido 8,5 Km. Desde allí volvimos a ver de nuevo el Bodón que se había ocultado a la vista tras salir de La Braña. Por debajo teníamos una bonita vega comienzo del valle de Valdemaría. En la parte contraria se emplazaba la segunda colladina que da paso al valle de Tolibia de Arriba hacia la que íbamos.
En esta collada nos sacamos unas fotos y nos detuvimos unos minutos. Gabriela proponía subir hasta la collada de Valdemaría desde donde se podía ver el pantano del Porma. Desde allí se veía una collada a la que llegaba el camino, pero quedaba un tanto alejada y además no sabíamos si realmente era la de Valdemaría o quedaba por detrás. Por mi parte propuse subir un tramo hacia el lado contrario por debajo de un pinar a ver si se veía desde allí el valle por el que habíamos subido hacia La Braña. Nos encaminamos hacia esa parte subiendo por la ladera nevada donde en algunos tramos nos hundíamos. Poco a poco fuimos cogiendo altura y nos metimos en otro camino en la linde del pinar hasta que éste comenzaba a descender pero sin ninguna vista al valle contrario por la espesa arboleda. Sí tuvimos otra bella vista de la vega desde una parte más alta.
Cuando comenzamos a bajar vimos llegar a la collada a José Antonio. Cuando nos reunimos, y tras confirmarnos que la collada que se veía era la de Valdemaría, decidimos subir hasta ella para ver el pantano del Porma y todo el paisaje hacia aquella zona. Eran las 14:15 horas cuando comenzamos a ascender hacia esta otra parte. Subimos por un cortafuegos que enlazaba con el camino hacia Rucayo al que no tardamos en salir. Los arroyos y regueros cruzaban éste a cada paso. También encontramos trozos con nieve. Ahora teníamos una amplia vista del valle de Vallarías por el que habíamos subido a la collada. No eran visibles sin embargo los dos pueblos por los que habíamos pasado al quedar ocultos por la sierra intermedia.
Tras alcanzar la collada de Valdemaría, 1506 m, contemplamos una cola del pantano y el pueblo de Rucayo. Por la ladera cargada de nieve nos desplazamos unos metros para ver más paisaje que nos ocultaba el final del macizo. Pudimos ver numerosas cumbres desde la zona de Cistierna a casi San Isidro. Retrocedimos por las mismas huellas a la collada para comenzar el descenso cuando eran las 14:50 horas.
Dejamos atrás la intersección con el cortafuegos y seguimos por el camino unos metros. Desde la zona de los pinos habíamos visto en esta ladera un refugio donde decidimos comer. A él llegaba otro ramal de este camino por el que bajábamos, pero si llegábamos a la bifurcación había que subir luego. Por ello nos echamos a la ladera para avanzar a media altura directamente hacia él. Según el mapa, al lugar donde se emplazaba se llamaba La Fontona. A su lado bajaba un buen arroyo de las píndias laderas. Lo atravesamos sin dificultad y llegamos al refugio cuando eran las 15:25 horas.
Dentro de esta caseta había un sofá deteriorado y una chimenea con algo de rama seca. Cuando llegué yo habían sacado ya un tablero para sentarnos fuera a comer. Seguía sin hacer mucho frío y se estaba bien al aire libre. Desde allí podíamos ver frente a nosotros Peña Valdorria. Las nubes se habían cerrado de nuevo y volvieron a escaparse pequeños granizos.
A las 16:05 horas retomamos la marcha bajando por el camino que enlazaba con el que venía de la collada de Valdemaría y que se dirigía a la segunda collada que daba ya paso al valle de Tolibia de Arriba. En esta collada también se juntaba el camino que atravesaba la vega por la parte baja siendo el que traíamos desde Arintero. En diez minutos llegamos a la misma cuya altitud es de 1360 metros y contemplamos Tolibia de Arriba en el valle contiguo. Comenzamos el descenso por el ancho camino teniendo de continuo a la vista el pueblo. Éste serpenteaba por la ladera del valle por debajo de más pinares. Poco a poco tuvimos mejor vista del pueblo en la confluencia de dos vaguadas, la que traíamos nosotros y la que baja del pico Mahón.
Ya en la parte baja la pista dio dos bruscos giros y tras pasar al lado de una explotación ganadera entramos en el pueblo cuando eran las 16:35 horas. En una fuente algunos lavaron las polainas y botas antes de retomar la marcha para recorrer los últimos 2 kilómetros hasta Tolibia de Abajo. Hasta allí llevábamos recorridos unos 15 kilómetros y la altitud del pueblo es de 1250 m.
Una vez más tuvimos a la vista el Bodón con la cima nevada y con unos bellos efectos lumínicos provocados por los rayos solares sobre la nieve y el fondo oscuro de las nubes. Con esta cima siempre a la vista fuimos avanzando tranquilamente por la carretera que, salvo una pequeña subida, descendía hacia el final de la ruta. Tras una curva de la misma ya vimos Tolibia de Abajo bajo la falda del siempre impresionante Bodón. Ya cerca del pueblo nos sacamos una foto de grupo con este paisaje de fondo.
A las 17:10 horas entramos en sus calles y nos acercamos hasta un edificio en cuyo exterior había una estatua de D. Pedro García de Robles, quien supusimos sería un personaje ligado a este lugar.
Sin más nos encaminamos hacia la furgoneta donde terminamos la marcha cuando eran las 17:20 horas y tras unos 17 Km. recorridos. La ruta en sí tiene 12,950 Km., pero hay que añadirle la entrada a La Braña, el desvío al pinar y la subida a la collada de Valdemaría, por lo que igual me quedo incluso un poco corto.
Antes de emprender el viaje nos cambiamos un poco el calzado y ropa húmeda. De nuevo comenzaba a llover en esos momentos. Decidimos parar en La Venta del Aldeano a tomar un café y hacer las cuentas. De allí salimos a las 18:00 horas. Durante el viaje de regreso llovió casi todo el trayecto hasta entrar en León. Aquí fui dejando a los compañeros en varios lugares y a las 19:15 horas terminaba yo el viaje en casa.
Aunque estamos teniendo un invierno un tanto duro, de momento, salvo la segunda actividad de las Lagunas de Baucín, el resto lo vamos cumpliendo aunque sea con retraso. Este próximo domingo tenemos la ascensión al pico Morronegro. A ver como se nos da.















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