VI MARCHA PROVINCIAL POR PICOS DE EUROPA.
1ª TRAVESÍA “PUERTO DE PANDETRAVE- SEDO DE REMOÑA- VEGA DE LIORDES- LLAGO BAJERO- VEGA DE LA SOTÍN- PUENTE BARREJO- EL TOMBO- POSADA DE VALDEÓN”.
05-07-09 (Domingo)
Una vez más hemos aprovechado una actividad de la Delegación de Montaña para unirnos a ellos. En esta ocasión se trataba de la marcha por Picos de Europa que cada año se realiza en una zona del parque.
En Guzmán nos reunimos la mayoría de participantes de la misma partiendo a las 7:00 horas en un autocar y un microbús. De nuestro club estábamos 9 personas: Álvaro, Antonio, Elvira, José Antonio, Mª Jesús, Miguel Ángel, Nati, Piedad y yo. En el trayecto recogimos a varios compañeros más en diferentes puntos. El panorama climatológico era pésimo con nubes cubriendo totalmente el cielo. Así fuimos recorriendo kilómetros hasta llegar al puerto de Pandetrave, 1558 m, donde se abrían algunos claros. Eran las 9:30 horas.
El grupo se dividía en dos, y mientras unos íbamos a hacer la ruta prevista, otros bajarían en los autocares a Posada para hacer una pequeña marcha por allí. Enseguida comenzamos el resto la ruta por el camino hacia el Caben de Remoña. Apunto aquí que hacía más de 20 años que no hacía yo esta parte de la ruta hasta Liordes y el tramo siguiente por la Canal de La Sotín me era desconocido. La pendiente era llevadera teniendo el valle de Valdeón hacia la izquierda. El Macizo Occidental se encontraba totalmente cubierto por las nieblas. Este tramo de unos 6 Km hasta el Caben de Remoña serpentea por la loma pasando al lado de la fuente de Cervero y un antiguo chozo cónico medio derruido. Hacia atrás veíamos cada vez más cumbres del macizo del Gildar y el Cabanceda. En la Horcada de Valcavao tuvimos una vista amplia de la vega hacia Liébana. Allí se desvía un camino hacia Fuente De. Incluso algunos vieron el teleférico.
Siguiendo la ruta nos dirigimos hacia la Caben de Remoña, 1771 m, donde se desvían otras rutas a Fuente De y hacia Posada de Valdeón. En este collado vimos algunos caballos pastando. El camino continúa hacia arriba unos metros más girando luego al Este hacia una fuente por debajo de nosotros. La ruta sin embargo lo abandona para comenzar la subida del Sedo de Remoña, un empinado tramo con algunos pasos un tanto aéreos. El sendero asciende por la ladera entre algunos pedreros llegando enseguida a un lugar donde se medio trepa por la roca. Era curioso ver la hilera multicolor pasando este lugar. Aunque realmente se sube bien por el sendero, no se puede uno despistar por los cortes que en algunos lugares tiene a su orilla. La vista hacia atrás es impresionante viendo la verde vega de Espinama así como la zona del Coriscao y Los Vallines. Mas al Oeste emergían entre las nubes Las Corcadas, Gildar y Cabanceda. Paralela al sedo sube también la Canal de Pedabejo, aún más empinada que éste. En este tramo íbamos con un componente del GREIM que había subido por allí hacía unos meses con Jesús Calleja acompañando al presidente Zapatero hacia Collado Jermoso. Dicha subida la televisaron y la había visto yo en su momento.
Poco a poco fuimos ganando altura y se suavizó la pendiente antes de atravesar un hoyo con un gran nevero en la cara Este de Torre Salinas. Pocos metros nos separaban del Alto de la Canal, 2035 m, punto más alto de la ruta desde donde se tiene una espectacular vista de la Vega de Liordes. Eran las 11:55 horas.
Algunas nubes cubrían el Llambrión dejando a la vista el resto del macizo. En su base se podía distinguir el refugio de Collado Jermoso bajo el cual pasaríamos. Estuvimos un rato disfrutando de todo ello antes de retomar la marcha descendiendo por la parte Oeste de la Vega de Liordes y bajo las canales de Torre Salinas. Por una zona pedregosa y con algunos neveros nos fuimos encaminando hacia el Llago Bajero, otro punto de reunión del grupo. Frente a nosotros se alzaba el Llambrión y La Palanca que se dejaron ver algunos ratos. Cuando lucía el sol calentaba lo suyo, no en vano estamos en julio ya.
A las 13:00 horas, poco antes de llegar al Llago Bajero, el grupo predecesor se acomodó en un pequeño hoyo para comer. Por encima de nosotros vimos un grupo de rebecos encaramados en unas rocas. Allí estuvimos unos minutos y comimos todos juntos antes de retomar la marcha subiendo un tramo empinado entre más rocas. En un nevero de la parte contraria vimos ahora al grupo de rebecos y llegamos a contar unos 15 ejemplares. No tardamos en alcanzar una collada desde donde tuvimos una vista realmente bonita de Torre Santa en el Macizo Occidental. Las nubes la dejaban a la vista durante algunos minutos tapándola luego. Comenzamos a descender por una zona kárstica donde en las rocas se podían ver restos fósiles “a patadas”.
A las 13:45 horas llegamos al Llago Bajero, 1875 m. El mismo quedaba unos metros por debajo de la ruta y en su orilla había tres personas sentadas. Sin bajar a él continuamos la marcha metiéndonos ahora de lleno en la Canal de La Sotín. Pocos minutos después vimos cómo la niebla entraba por ella desde la parte baja y nos envolvía totalmente. Por suerte solo fueron unos minutos y enseguida despejó dejándonos disfrutar de nuevo de las vistas que hacia cualquier lado teníamos. Ahora estábamos bajo las paredes de la Torre del Friero, situada a nuestra izquierda.
El sendero bien marcado bajaba por la canal entre pedreros y a veces pegado a las paredes. También allí encontramos algunos neveros. La niebla entró otra vez cuando ya teníamos a la vista la Vega de La Sotín, aunque una vez más se disipó enseguida. Santiago Morán, enciclopedia viviente sobre Picos de Europa, iba indicando y explicando cada detalle de la ruta a todo el que coincidía con él algún trecho. En una de las paredes nos indicó un curioso picacho con la forma de una mujer. También nos dijo donde se podía recoger el único agua que bajaba por la roca en aquella zona. Hacia allí se dirigió Antonio subiendo unos metros hacia la derecha.
A las 15:10 horas llegamos a la Vega de La Sotín, 1450 m, donde se acomodaba numeroso personal descansando y comiendo. Desde la misma parte un sendero hacia Collado Jermoso por la Canal Honda, por la cual bajaban algunos montañeros. Allí estuvimos unos minutos en los que subí a un pequeño alto para ver la vega desde otro punto de vista.
Media hora más tarde retomamos la marcha entrando de nuevo en la canal, ahora un poco más ancha. Por ella bajaba un enorme surco desde la zona alta del Friero formado por una tormenta de agua que descargó en pocos minutos en la zona. No sé decir cuando fue, pero el surco formado parece hecho por una máquina.
El sendero atravesó dicho surco y no tardando entramos en el Hayedo de La Sotín donde la arboleda nos dio un respiro de sombra. El mismo serpenteaba de lado a lado de la canal entre la arboleda no muy espesa. En medio de ella se encuentra la bifurcación que se dirige a Cordiñanes directamente por el sedo de La Rienda, senda más aérea que la señalada en la ruta por la que algunos decidieron atajar. El resto continuamos por la senda prevista que según Santiago era más bonita y menos conocida.
Seguimos entre arboleda saliendo luego a una zona despejada desde donde tuvimos una bonita vista del valle de Valdeón. Entre helechos fuimos bajando ya con el Cares y la carretera de Cain a la vista. Por la ladera contraria subían las canales de la zona de La Bermeja y Pambuches. El verde era cada vez más abundante y la roca cada vez mas escasa. El sendero apenas era perceptible en algunos tramos, pero al paso de los participantes se había ido marcado. En una fuente con un pilón recogimos agua ayudados por un palo y una hoja para separar el chorro de la pared. Allí me encontré con un profesor del Bosco que me dio clase a mí.
Así llegamos casi a la parte más baja donde, cerca de unas cabañas, estaba un vehículo del GREIM en el que subió Santiago, al que le había dado un tirón. El resto, ya los últimos, continuamos bajando hacia el río Cares al que atravesamos por el Puente Barrejo, punto más bajo de la ruta con 680 metros de altitud. Eran las 17:40 horas.
Nos restaban 4 Km. a Posada de Valdeón con 360 metros de desnivel y los peores tras la ruta ya hecha. Por un camino entre arboleda subimos unos metros hasta salir a la carretera que atravesamos para entrar en otro camino hacia el mirador del Tombo, 880 m. El cuerpo ya notaba el cansancio y los bastones eran una ayuda considerable. A las 18:00 horas alcanzamos el mirador donde nos sacamos una foto Álvaro, Rosa, del club Sahagún y yo. Ella era la que iba cerrando la marcha y durante toda ella nos había ido “arreando pa´lante”.
Desde este lugar la ruta seguía por el Camino del Bustio, aunque decidimos hacerlo por la carretera. Nos encaminamos hacia Cordiñanes, donde vimos numerosas tiendas de campaña de un campamento en un prado. Por el otro lado del Cares iba el camino en el que vimos varios senderistas, aunque no estábamos seguros si eran del campamento o de la marcha nuestra. Los dos kilómetros largos hasta Posada se hicieron eternos por las fuertes pendientes de la carretera, del 14 y 20 % de desnivel.
Yo me fui rezagando sacando fotos y además por el cansancio que ya me afectaba. Unos 800 metros antes del pueblo se atraviesa un pequeño pasadizo que delimita la carretera por ambos lados con piedras y donde termina la cuesta arriba. Con Posada ya a la vista y el embalse en el Cares se comienza a descender suavemente serpenteando por el valle entre verdes praderías. Antes de Posada de Valdeón se encuentra Los Llanos que dejé atrás a las 18:30 horas. Pocos minutos más tarde entré en Posada de Valdeón, 940 m, cuando eran las 18:40 horas y tras 17 Km según el mapa de ruta. Echando la vista a la izquierda pude ver el macizo del Friero al que habíamos rodeado por completo.
Atravesé las calles de Posada hacia donde estaban los autocares y Álvaro ya cambiándose. Él iba en el microbús y yo en el grande hacia el que me dirigí para hacer yo lo mismo antes de encaminarme como todos hacia el restaurante “Casa Abascal” donde estaba prevista una pequeña degustación. De camino pudimos ver un reloj de sol y un bonito pozo en una calle.
En el salón del restaurante nos fuimos acomodando en torno a las mesas donde habían dispuesto los pinchos y bebida que degustamos tranquilamente durante casi una hora. Antes de abandonar la sala fuimos recogiendo un podómetro obsequio de la organización.
A las 19:40 horas emprendimos el regreso a León. El sol lucía entonces, pero subiendo el puerto Panderruedas se cerró por completo la niebla. Fue de bajada cuando comenzó a despejar de nuevo y bordeando el pantano de Riaño tuvimos unas bonitas vistas de las cumbres cercanas como el Yordas, Pintas o Gilbo. Dejamos atrás Riaño y el pantano en la presa del mismo. En Cistierna nos detuvimos a dejar a los componentes del club Sahagún, Gistredo y alguno más. Lo mismo hicimos en Puente Villarente donde encontramos algo de caravana. Ya en la capital paramos en Santa Ana antes de terminar el viaje en Guzmán a las 21:45 horas. En la furgoneta allí aparcada vine para casa acercando también a Mª Jesús a la suya.
De esta forma finalizamos esta jornada de montaña que para nada nos esperábamos tras el panorama meteorológico que teníamos de camino a Pandetrave. Las nieblas que nos acompañaron a ratos no hicieron más que incluso mejorar el paisaje ya de por sí bello de los Picos de Europa.
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