lunes, 9 de julio de 2007

IV MARCHA PROVINCIAL POR PICOS DE EUROPA - "PANDETRAVE - Cdo. TOMADERAS - POSADA DE VALDEÓN" - 08-07-07

 


IV MARCHA PROVINCIAL POR PICOS DE EUROPA.

2ª TRAVESÍA “PANDETRAVE- COLLADO TOMADERAS- POSADA DE VALDEÓN”.

08-07-07           (Domingo)

Una vez más me he apuntado para hacer una marcha con la Delegación Leonesa de Montañismo que realizaba la “IV MARCHA PROVINCIAL POR PICOS DE EUROPA” que en esta ocasión recorría una parte de la comarca de Valdeón. Hace un año había hecho esta ruta con el grupo Yordas, pero ahora se iba a ampliar con la subida al pico Gildar y eso fue lo que también me animó a ello. Al final, como se comprobará, no solo no pudimos acceder a dicho pico si no que tampoco se ascendió al Gabanceda. La climatología alocada de este año nos está haciendo variar numerosas actividades y rutas previstas.
A las 7:30 horas estaba la salida prevista de Guzmán, donde me acerqué con la moto. Ya eran casi las ocho cuando emprendimos la marcha en dos autocares no llenos. De nuestro grupo se habían inscrito también José Antonio, Álvaro y Piedad. Tras varias paradas en diferentes puntos del viaje y la última de media hora en Riaño, nos dirigimos hacia Pandetrave donde las nieblas lo cubrían todo. Eran ya las 10:30 horas. Como ya nos habían advertido, en esta situación la ruta se iba a variar haciendo solamente la opción corta, que también en principio se varió aunque luego se terminó por hacer. Ésta consistía en subir hasta la collada de Tomaderas y descender por el valle de Prada hasta Posada de Valdeón. La otra opción más larga era la ascensión al pico Gabanceda, la base del Gildar y el descenso por el valle del Cable con un total de 18 Km. Por cierto que en el primer folleto que dieron sí ponía la ascensión al Gildar aunque luego nos dijeron que solo se pasaba por la base ya que el acceso desde allí no era muy bueno.
Total que tras un rato en el alto de Pandetrave, a 1558 metros de altitud, nos pusimos en marcha cuando eran las 10:40 horas. Salimos por un camino con suave pendiente hacia abajo que no tardó en meterse entre arboleda. La niebla espesa no dejaba ver en pocos metros. Escasos minutos después cambió la inclinación y ascendimos para salir enseguida a la Vega de Prego donde encontramos numerosas vacas con crías mamando. En esos momentos salió el sol un poco entre los nubarrones. El sendero se perdía a ratos en la pradera, pero no tardábamos en volver a él mientras ya ganábamos altura teniendo delante la peña de la Silla. Echando la vista atrás podíamos ver el alto del puerto ahora que la niebla se había disipado un poco. Atravesamos algunos arroyuelos y más arriba la pendiente se hizo más pronunciada y el sendero serpenteaba por la misma. Yo iba con Álvaro tranquilamente disfrutando del paisaje y sacando algunas fotos. Por detrás aún quedaba personal y por delante se veía la hilera de montañeros en la ladera.
Al llegar a un punto vi que se tiraban a la izquierda mientras que el sendero por el que habíamos subido la vez anterior iba por la derecha más directo a la collada. Nos separamos de ellos y continuamos por dicha senda entre matorral justo por debajo de la peña de la Silla. Hacia ella vimos subir a un compañero por una de las canales del pico.
Antes de alcanzar la collada vimos aparecer por primera vez la cima del Gabanceda, que ya adelanto que yo tengo denominado erróneamente como Cabanceda, con “C”. A las doce del mediodía alcanzamos la collada de Tomaderas, con 1826 metros de altitud, donde se concentraban numerosos participantes. El podómetro marcaba tres Km. Algunos se encaminaban por la ladera del Gabanceda, a la izquierda, pero les avisaron para que retrocediesen. En cambio sí había otros que subían a la cumbre cercana de La Silla, con 1921 metros, para la que había que hacer alguna pequeña trepada por lo que veíamos. Álvaro y yo estuvimos pensando en subir, pero la niebla estaba cerrándose de nuevo y no merecía la pena. Hacia el Este, donde estaba el Gildar, no se veía cumbre alguna por culpa de ésta. Incluso el valle se estaba cerrando completamente y el Gabanceda quedó tapado en pocos minutos. Además era húmeda y calaba la ropa.
A las 12:20 horas retomamos la marcha por el sendero de la base del Gabanceda. Descendimos suavemente por entre matorral bajo hasta llegar a una zona de grandes rocas donde el personal se detuvo de nuevo. Resultó que no sabían por donde continuar. Yo había visto antes que algunos iban directamente hacia el valle poco después de la collada, pero ya habíamos dejado atrás el sendero. Si seguíamos el sendero nos llevaba a la collada de la cabecera del valle desde donde
también se podía bajar, como yo lo había hecho la vez anterior, pero el mapa marcaba la bajada antes de la misma. Decidimos entonces bajar directamente por aquella parte hacia el valle. Encontramos allí numerosas vacas con terneros y un gran toro.
Cada uno fue bajando por donde mejor le pareció. Nosotros lo hicimos por la parte derecha de una vaguada y nos llevó hasta una zona que ya veíamos llena de cortados y barrancos. Nos acercamos más que nada para ver lo que había desde las rocas cercanas. Por allí encontró Álvaro un cencerro de vaca. Por la ladera de La Silla veíamos bajar ahora algunos de los que habían ascendido desde el collado.
Nosotros bajamos hasta un arroyo antes de comenzar a subir una pequeña pendiente por la cara sur de la peña Gulugas. Por detrás vimos llegar a José Antonio con algún otro participante. De esa forma llegamos a la parte alta desde la que vimos la majada de Montó en el fondo del valle principal. Álvaro y José Antonio se adelantaron y quedé por detrás con algunos más que bajaban también por esa parte.
A las 13:50 horas, con 6,400 Km recorridos, llegué a la caseta donde había numeroso personal comiendo. Allí lo habíamos hecho también la vez anterior y en el mismo sitio nos sentamos Álvaro y yo para comer. José ya había marchado sin parar. En el cielo se abrieron algunos claros y vimos lucir un poco el sol así como contempla las cumbres que dejábamos por atrás. Lo que no se veía era el Macizo Central de Picos de Europa, que desde aquel lugar tenía una vista espectacular. Ahora estaba totalmente cerrado de oscuras nieblas.
Allí paramos a comer durante una media hora antes de retomar la marcha por un ancho camino hacia Posada de Valdeón. Un indicador marcaba dos horas a Prada, pueblo anterior y muy cercano a Posada. El primer tramo tenía una pendiente pronunciada y zigzagueante. El bosque era la nota predominante en muchos tramos de este valle. Encontramos igualmente gran variedad de flores de vivos colores. Enseguida vimos la cumbre del Gabanceda que antes estaba oculta por la de Gulugas. En los prados cercanos al arroyo seguimos viendo ganado pastando. A los lados del camino encontramos varios ejemplares de hayas con formas retorcidas. Por la izquierda caían unos cuantos pedreros que se desprendían de las altas crestas rocosas que se alzaban en lo alto. Pasamos luego al lado de la majada de Brez cerca de la cual también vimos grande helechos.
En el cielo se abrían de vez en cuando algunos claros por los que se colaba el sol, pero no tardaban en cerrarse de nuevo. Al poco de pasar el collado Colgadorio dimos vista a Santa Marina de Valdeón en el valle que sube a Pandetrave. A partir de allí el camino comenzó a bajar más bruscamente serpenteando por la ladera. Entre la arboleda y los helechales vimos enseguida Prada y Posada de Valdeón. Detrás de ellos se alzaba, aunque también invisible por la niebla, el Macizo Occidental de Picos de Europa. Sí se podía ver la parte baja con la subida y la Vega de Llos.
Sin darnos cuenta entramos en Prada cuando eran las 16:00 horas. Además de numerosos hórreos vimos una balconada con solera y una bonita fuente de piedra del año 1939. Casi unido a éste se encuentra Posada de Valdeón, principal núcleo urbano del valle. Al lado de una panadería vimos un jabalí disecado cerca del cual andaba un gato husmeando. A las 16:10 horas terminamos la ruta en la plaza principal de Posada. En la terraza de un bar cercano estaba José Antonio y José Fernández junto con otros amigos. En la calle de entrada estaba aparcado el autocar numero dos, pero no el uno donde yo tenía la ropa de repuesto. Aun tardó en llegar éste casi una hora en la que estuvimos esperando y charlando. En un carro habían plantado varias flores protegiendo la madera con un envase plástico. Atado a él había una curiosas rama de árbol modelada con forma de burro.
A las cinco y media nos dirigimos al cercano restaurante “Cumbres Valdeón” donde nos tenían preparados unos pinchos de la zona, como queso o cecina, con refrescos y vino para tomar. A la vez hicieron un pequeño sorteo de algunos regalos entre todos los participantes.
Eran ya las 19:30 horas cuando emprendimos el regreso a León. Subimos el puerto de Panderruedas donde la niebla estaba cerrada del todo. Ya de bajada hacia Riaño fue abriendo y salió el sol mientras bordeábamos el pantano. Santiago Morán iba contando numerosas historias de la zona que escuchábamos con interés los que íbamos cerca de él.
La nota negativa la tuvimos al llegar a Crémenes. Allí fuimos detenidos por los motoristas de la Guardia Civil ya que por lo visto el chofer había invadido el carril contrario pisando línea continua. Nos tuvieron una media hora antes de poder retomar el viaje. Ya sin novedades llegamos a Cistierna donde paramos a dejar a los de Sahagún y en otro pueblo más adelante.
Eran las 21:00 horas cuando entramos en la capital y en pocos minutos llegamos a Guzmán donde terminamos el viaje de regreso. Álvaro y José habían venido en el otro autocar que nos llevaba media hora de adelanto. Me dirigí a por la moto que había dejado aparcada a la sombra en la avenida de Roma, para evitar el intenso calor del sol que le da en el aparcamiento de la facultad, y en ella volví a casa tras una jornada más de montaña que después de todo no resultó un fracaso.

















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