lunes, 18 de septiembre de 2006

CUMBRES DEL VALLE DE ARBAS (Casares de Arbás) 17-09-06


2ª ASCENSIÓN A LOS PICOS “3ª MARÍA (DE LOS CORROS)” Y “ORTIGAL”. 1ª ASCENSIÓN A LA “BRAZOSA”.

17-09-06            (Domingo)

A punto de comenzar la estación otoñal continuamos con nuestras actividades del club de montaña “Cumbres de León”. En esta ocasión nos hemos acercado al bonito Valle de Arbás para realizar allí varias ascensiones como estaba programado. Once fuimos los desplazados hasta allí para la misma siendo éstos: Javi F., Álvaro, Luis, José A., Cundi, Ramón, Corín, Fernando, Roberto, Amador y yo. De Guzmán salimos algunos en el coche de Luis para reunirnos con el resto en la gasolinera de la carretera de Asturias.
Sobre las 8:45 horas partimos en los coches de Luis, Ramón y Javi con dirección a Villamanín. El cielo nublado dejaba escapar una ligera lluvia a ratos. Así fuimos avanzando hasta esta localidad donde nos desviamos con dirección al Valle de Arbás. Pasamos los pueblos de La Tercia y tras subir la pequeña collada de la carretera, llegamos a Casares de Arbás. Allí aparcamos los coches y nos preparamos para la ruta. Lo previsto para el día era la ascensión a tres cumbres, la María de los Corros, el Ortigal y La Barragana. Como se verá, hubo quien hizo las tres y alguna más mientras otros solo alcanzaban parte de las mismas.
Tras sacar una foto de grupo y llevar un coche a Cubillas de Arbás, donde teníamos pensado terminar la marcha, emprendimos la misma cuando eran las 10:00 horas. Ya desde el comienzo hubo divisiones del grupo, y mientras algunos lo cogían a derecho, otros salimos por la carretera para encaminarnos luego hacia la collada entre el Ortigal y la 3ª María por donde hace años había subido yo. Tras caminar mas o menos un kilómetro por el asfalto, nos desviamos hacia la ladera entre algunas escobas dispersas. Desde allí veíamos ahora Cubillas, antes tapado por un pequeño promontorio.
Entramos en un camino que nos llevó a una caseta de telecomunicaciones donde finalizaba el mismo. Poco a poco íbamos ascendiendo a través de pequeñas terrazas del terreno por las que se podían distinguir numerosos senderos del ganado. De nuevo nos fuimos disgregando y algunos se metieron en algunas canales ya por la roca. Álvaro, Cundi y yo continuamos bordeando un poco más la falda de la tercera María para, como dije, encaminarnos hacia la collada entre ésta y el Ortigal. En la ladera pasamos tramos cargados de tojos que atravesaban incluso la tela del pantalón. Ya cerca de la roca había una fuente con un pilón completamente seco.
Tras pasar una alambrada nos encontramos un pedrero por el que subimos varios metros hasta llegar frente a una canal. Estudiando un poco la situación decidí abandonar la idea de llegar a la collada y subir por esta canal más directamente a la cresta. Seguido de Luis y Cundi iba ganando altura y el paisaje se hacía más amplio. La lluvia había cesado casi al comienzo e incluso se quería ver el sol entre las nubes.
Al final del canalizo no se encontraba aún la cresta si no que continuaban más canales y laderas. Por la parte derecha aparecieron varios compañeros de los que se habían separado antes. Con ellos retomamos la marcha a través de la pendiente ladera hasta que por fin apareció arriba a la derecha la cumbre. Por delante se veía a Álvaro y a Luis por otro lado. Para llegar al último repecho había que bajar algunos metros, lo cual no me convencía. Mientras ellos lo hacían, yo opté por encaramarme por las rocas directamente a la cresta. A las 12:30 horas llegué a la misma y pude contemplar el valle contiguo y la parte alta de la estación de Pajares, el Brañilín. Por el penacho del macizo tardé escasos cinco minutos en llegar a la cumbre de la 3ª María donde ya estaban algunos compañeros. Los que se habían desviado abajo estaban subiendo por la parte contraria, y como luego contarían, habían encontrado algún paso complicado. Por su parte Cundi y Roberto, que venían con nosotros, quedaron al final a escasos metros de la cumbre.
En esta cumbre de 1971 metros había un hito de piedras entre las cuales encontramos un bote con una tarjeta. Haciendo una rápida ojeada alrededor podemos enumerar algunas de las cumbres visibles. Entre otras muchas apunto las de Fontún, Llamargones, Cedro Pedroso, Bodón de Lugueros y de Carmenes, Currillines, Brañacaballo, Cirbanal y algo tapadas de niebla, las Ubiñas. En el valle veíamos los pueblos de Arbás y La Tercia así como Villamanín bajo el Fontún. También el pantano de Casares, al que próximamente van a agrandar con una nueva presa más alta ya construida. Sentados en las rocas comimos un bocado y nos hicimos unas fotos antes de comenzar el descenso sobre las 13:30 horas.
Nos dirigimos por la cresta hacia el Ortigal, segunda cumbre prevista. En un collado intermedio estaban Roberto y Cundi esperando. Entre el pico anterior y éste hay otra cima que bordeamos hasta otra callada desde la que fácilmente alcanzamos esta segunda cumbre en media hora escasa desde la 3ª María. En ella también había un montón de piedras con un bote vacío en el que dejamos nuestra tarjeta. Comparando las fotos con las que hice hace 13 años veo que en la cumbre sigue la misma placa pequeña y metálica con el nombre de la cumbre y su altitud, 1863 m, siendo lo más curioso que en ambos casos la placa está suelta con el riesgo de haberse extraviado. En esos momentos comenzaba a lloviznar y me puse un chubasquero rosa de “todo a cien” con el correspondiente pitorreo del resto. Claro que “Ande yo caliente...........”
Lo que más me fastidiaba era que tenía que llevar la cámara de fotos, que por cierto casi estrenaba ese día, tapada con un plástico. Desde allí se veía la entrada del túnel del Negrón por la parte leonesa así como las cimas por las que anduvimos en la ruta de las Brañas de caldas en abril. También aquí hicimos unas fotos antes de retomar la marcha hacia la última de las cumbres previstas, La Barragana. A las 14:15 horas emprendimos el descenso hacia una collada, los Pozos, que seguramente deba su nombre a la cantidad de dolinas que en ella existen. Bajamos hacia la misma tras la cual se elevaba la cumbre de La Brazosa. Pasamos entre los hoyos antes de emprender la subida a esta cumbre. Por su parte, Cundi y Roberto, que no iba n en buena forma, decidieron bajar desde allí mismo hacia el valle.
Subimos unos metros por la ladera y fuimos pasando a la parte sur de la misma. La pendiente no era muy pronunciada y se ascendía bien. Pasamos por debajo de unas rocas y cuando eran las tres de la tarde alcancé esta cumbre de La Brazosa con 1947 metros. La misma tiene dos elevaciones y el grupo estaba en la más baja, siendo la otra la cumbre real. Como estaban allí acomodados, sacamos una foto en ella y luego Álvaro y yo nos acercamos a la otra, situada a escasos 30 metros, donde dejamos una tarjeta en un bote y recogimos otra de él.
Allí en La Brazosa nos disgregamos de nuevo. Fernando y Amador optaron por bajar directamente al valle desde allí. Mientras, Luis, José Antonio, Ramón, Corín y Javi se encaminaron hacia La Barragana (1901 m), para lo que tenían que bajar unos cuantos metros hasta el collado Ferreras (1790 m). Álvaro y yo optamos por quedar allí mismo un buen rato disfrutando el paisaje ya que había mejorado un poco y se abrían claros en el cielo. Comimos tranquilamente mientras veíamos al resto bajar por la ladera y les perdimos de vista un rato cuando bordearon unas peñas antes de llegar al collado Ferreras. Desde él ascendieron por la cara suroeste y enseguida les vimos en la cumbre de la Barragana. Tardaron hora y media en llegar.
A las 16:45 horas comenzamos Álvaro y yo a bajar. Decidimos hacerlos por la misma ladera que ellos pero coger una canal anterior hacia el valle. Atravesamos una zona de grandes moles de caliza muy erosionada. Hasta irnos metiendo en una canal cerrada entre La Brazosa y el alto de los Hoyos por la que bajaba un sendero. Esta senda estaba muy marcada y era arenosa con grava resbaladiza. En vez de bajar por un ramal en el centro de la canal, cogimos otro que lo hacía por el lateral derecho y que se dirigía hacia la vaguada por la que iban a bajar los demás de la Barragana. En el fondo del valle veíamos ahora Cubillas de Arbás al que teníamos que llegar.
Como digo, íbamos en dirección a la misma vallina por la que bajaría el resto y como si nos hubiésemos puesto de acuerdo, llegamos a la par que ellos. El sendero continuaba por ella al lado del seco cauce del río Aguilera. Ya en la parte baja encontramos varios prados cercados para el ganado y enseguida entramos en un camino que nos llevó hasta la iglesia.
Poco después de las seis de la tarde entramos en Cubillas de Arbás y en un bar tomamos un refrigerio. Con el coche de Luis bajaron a buscar otro y no tardamos en reunirnos todos en Casares. Allí estuvimos concretando un poco unos temas de la reunión que habíamos tenido el sábado ya que el domingo siguiente teníamos el Encuentro “Cumbres de León”.
Pasadas las siete de la tarde emprendimos el regreso a León. Tras proponérselo a Luis, accedió a volver por el pantano de Luna. El fin de semana pasado había estado yo para ver su crítica situación de volumen de agua embalsada. Los brazos que salen desde el puente colgante hacia Babia y Caldas de Luna se encuentran completamente vacíos y el agua está embalsada bastantes metros hacia la presa desde este puente.
Estuvimos viendo todo ello y Luis decidió bajar hasta las ruinas del antiguo pueblo de Miñera donde aún se conserva en pie una torre a la que se puede subir por unas escaleras de caracol. Por allí sacó unas fotos y subió de nuevo para continuar el viaje hacia la capital. Las nubes y los claros se seguían alternando en el cielo mientras avanzábamos hacia León. Llegamos a él poco después de las 21:00 horas y tras dejar a José Antonio y a Álvaro, me acercó Luis a casa dando por finalizada otra salida más del club de montaña “Cumbres de León”.
























 

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