Nota: La Cumbre se llama "Cerro Pedroso" , no "Cedro Pedroso".
2ª ASCENSIÓN Al “CERRO PEDROSO”. (Belén de Cumbres).
14-12-03 (Domingo)
Otro año más llegó el momento de la despedida del año con la última salida del club de montaña. Como ya es costumbre, ésta excursión la dedicamos a celebrar la Navidad como montañeros colocando el tradicional Belén de Cumbres, que en esta ocasión hicimos en la cumbre del Cedro Pedroso. El mismo está situado muy cerca de la collada de Aralla, entre la comarca de Luna y Gordón.
El día no pudo ser mejor, dentro de la mala predicción que teníamos y de los días precedentes con niebla cerrada. A pesar de la escasa participación del personal, el resultado fue del todo satisfactorio y la diversión no faltó en ningún momento. En la misma participamos 12 personas que enumero: José F., Mari, José B., Carlos, Pepe, Toño, Cristina, Pablo, Jorge, Sonia, Ada y yo. Con todo ello, el transcurso fue el que a continuación relato.
A las 8: 15 horas llegó Pepe cuando yo estaba ya metiéndolo todo a la furgoneta. En la misma nos acercamos hasta Guzmán donde habíamos quedado para salir. Hasta allí fueron llegando los demás y poco después de las 8:30 horas emprendimos el viaje por la carretera de Asturias. Íbamos en los coches de Jorge, José F. y Pablo. La niebla nos acompañó hasta subir La Copona y luego abrió quedando el cielo alternado de nubes y claros. Hacia la montaña se veía mas nublado y enseguida se cubrió del todo de nuevo, aunque no con niebla espesa.
Al llegar a la altura de Pola de Gordón vimos que paraban los de delante y que el coche de pablo se desviaba hacia éste para coger pan. Algo más adelante giramos nosotros hacia la collada de Aralla y paramos a esperarles. Como tardaban, decidimos tirar y esperarles arriba. Cerca del bar de la collada aparcamos y enseguida llegaron ellos. Allí nos preparamos y repartimos lo que llevábamos para el evento entre todos.
A las 10:20 horas emprendimos la marcha por una pista con dirección sur. La niebla se abría y cerraba a ratos alternándose con la lluvia fina. Esta cumbre ya fue ascendida por alguno de nosotros hace casi siete años, por lo que sabíamos que era fácil y sencilla. Siguiendo este camino ascendente alcanzamos en poco tiempo al alto de la Loma Sextillo, desde la cual se comienza a bajar muy a nuestro pesar. En la misma sacamos unas fotos con el pueblo de Geras al fondo del valle.
A partir de ella, como digo, el camino desciende bruscamente bordeando unas cimas de fuertes cortados. Por aquel tramo ya comenzamos a ver algún nevero que otro. Tras unos minutos de descenso, llegamos a una curva donde el valle se cerraba algo más y tuvimos que atravesar el arroyo Valmeán hacia su margen izquierda. Aquí volvimos a subir de nuevo hacia el fondo del valle cada vez con más neveros. La pendiente era suave y lo llevábamos con buen humor.
Enseguida volvimos a atravesar el arroyo hacia la parte contraria pegándonos a la falda del llamado Alto de Juncanal. Este pequeño macizo tiene la peculiaridad de ser un continuo cresteo de rocas en las cuales llegamos a ver unos rebecos o similares justo en la cumbre. En la ladera pudimos observar igualmente numerosas cuevas.
Poco a poco fuimos ganando altura y de esa forma llegamos al fondo del valle. Aquí el camino giró a la derecha con dirección a una collada cercana que no tardamos en alcanzar. Eran entonces las 11:45 horas. Aquí, en vez de seguir el camino de la vez anterior, optaron por subir directamente sin pasar por el collado Pedroso. La nieve se hizo más abundante y entre las escobas costaba trabajo avanzar. Entre la niebla fuimos divisando la cima del pico para la que no quedaba mucho ya. Queríamos alcanzar la loma del mismo que veíamos más despejada de nieve.
El primer tramo hasta ella se hizo pesado debido a lo dicho anteriormente y a la pendiente acentuada de la ladera. Algunos se adelantaron unos metros y por sus huellas fuimos subiendo el resto. De esa forma llegamos a la loma por la que ya nos fue más fácil la subida. En el valle veíamos a un grupo subir por el mismo camino que nosotros. Sobre las 12:40 horas alcanzamos la cumbre del Cedro Pedroso, de 1909 metros de altitud. La collada de Aralla se sitúa a 1536 metros.
La niebla se disipaba cada vez más y nos dejaba ver más paisaje, aunque fuese cercano. Enseguida nos pusimos a colocar el belén entre una rocas. El problema es que yo creo que lo complicaron demasiado al buscar el sitio, ya que estaba de cara a una vertiente llena de rocas de difícil acceso. Para sacar las fotos de nosotros con el mismo hubo que hacer números con los trípodes, y aún así no se le ve a él. Allí, como ya es habitual, colocamos todo lo que llevábamos para tomar a su alrededor para que saliese en las fotos.
Tras este ritual, nos acomodamos para comer en las rocas aquellas. Entre los claros pudimos divisar el pantano de luna, allí cercano, con el puente colgante de la autopista. Hacia la parte contraria divisábamos los coches aparcados en el alto del puerto. Muy cerca teníamos el pico Lamazo, ascendido también por alguno de nosotros hace nueve años. Hacia la parte sur se veía completamente despejado. Hablando con mi hermana por el móvil, me confirmó que había levantado la niebla de la mañana.
Tras la comida nos dispusimos a celebrar un poco la Navidad como montañeros. Entre cánticos de villancicos y toque de panderetas dimos cuenta del turrón, polvorones, sidra y cava que llevábamos.
Poco después de las dos y media emprendimos el descenso. Decidimos hacerlo por el mismo lugar de subida y no arriesgarnos a hacerlo por la otra collada. Algunos habían salido un poco antes y por detrás quedamos Toño, Cristina, Carlos, Pablo y yo. Nos lo tomamos con calma y nos divertimos de lo lindo. Aprovechamos las laderas nevadas para hacer el conocido “culoskí”. Con la videocámara, que yo había llevado, dejamos constancia de todo ello así como diversas fotos. No faltaron tampoco las guerras de bolas. Realmente fue un descenso muy animado y divertido. El resto ya iba muy por delante y apenas se les veía. Por mi parte, llevaba una buena ronquera de tanto hablar y gritar y los pies empapados.
Con este buen humor alcanzamos la Loma Sextillo tras subir el tramo anterior que ya nos costó algo de trabajo. Solo unos metros más nos separaban de la collada de Aralla a la que llegamos sobre las 16:20 horas. En la misma nos cambiamos la ropa húmeda antes de emprender el regreso.
Esta vez optamos por hacerlo por la parte contraria, por Luna. Bajamos por Aralla hasta alcanzar la carretera que bordea el pantano. Siguiendo ésta llegamos a la presa cerca de la cual se encuentra un bar donde habíamos acordado parar. En él tomamos unos refrigerios e hicimos las cuentas tranquilamente sentados.
De nuevo en marcha avanzamos hasta La Magdalena y ya en Lorenzana vimos algún banco de niebla. Nos dirigimos hacia el punto de origen donde nos despedimos unos de otros hasta el sábado siguiente, en el que está programada la cena de Navidad del club.
Junto con Pepe volví a casa tras pasar este estupendo día de montaña. De esta forma dimos por finalizado otro año más de excursiones del club de montaña “Cumbres de León”, con el tradicional Belén de Cumbres.
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