2ª
ASCENSIÓN AL “ALTO DE LAS LAGUNAS” Y A “PEÑA CORREA”. (Abelgas de Luna).
11-03-23 (Sábado)
Volvimos
a la comarca de Luna para ascender a dos destacadas cumbres que hace años ya
alcanzamos algunos de nosotros, Peña Correa y el Alto de Las Lagunas. Por
segunda vez consecutiva la mala climatología nos ha acompañado a lo largo de la
ruta, sufriendo las inclemencias del tiempo en forma de niebla, lluvia, viento
y frío. Con
10º C salimos de Armunia esta vez Álvaro, Juan, Mª Jesús y yo a las 8:35 horas
para recoger más tarde a José Luis. Con la furgoneta completa emprendimos el
viaje por la carretera de Caboalles haciendo una parada en la panadería de
Lorenzana antes de dirigirnos hacia La Magdalena. Aquí nos incorporamos a la
autopista para evitar el tramo de curvas enrevesadas del pantano saliendo tras el
puente colgante. Una vez dejado atrás Pobladura de Luna, y ya cerca de Sena de
Luna, giramos hacia Abelgas de Luna por la estrecha carretera hacia dicha
localidad. El cielo se oscurecía cada vez más con negros nubarrones que
ocultaban el sol casi por completo. A las
9:45 horas llegamos a Abelgas de Luna tras 75 km hechos. Aparcamos en una de
las calles, cerca de la iglesia un tanto modernista, y nos preparamos para la
ruta a una altitud de 1274 metros. A las 10:10 horas iniciamos la marcha por
algunas de las estrechas y empinadas calles del pueblo con dirección Oeste.
Pocos minutos después abandonamos Abelgas por un camino igual de empinado, o
más, que se internaba en el valle de Valverde. Un cartel informaba de la ruta
que transcurre por el mismo hasta su cabecera y que está señalizada como “BL-SD
05 Valle de Valverde”. Parte de la misma coincidía con el recorrido que íbamos
a hacer nosotros hasta desviarnos hacia las cumbres. Tras
este tramo empinado alcanzamos un pequeño alto desde el cual el camino se
suavizaba e incluso descendía gradualmente unos metros. Por la izquierda, al
Suroeste, bajaba el arroyo de Valverde que se encajonaba entre riscos bajo las
cumbres de esa orientación. El firme del camino estaba cementado en algunos
pequeños trozos pero enseguida se volvió fangoso y embarrado. Sorteando todo
ello avanzamos mientras las nieblas ocultaban prácticamente las cumbres que
asomaban por delante. Eran
tantos los tramos enfangados que para sortearlos habían ido abriendo sendas
fuera del camino en la loma. Hacia éstas nos desviamos entre escobas y otros
arbustos entre los que transcurrían cogiendo algo de altura sobre el camino.
Dejamos atrás la zona embarrada y bajamos de nuevo al mismo poco antes de
llegar a un puente sobre el arroyo Valverde. Se trataba de una estrecha
pasarela de hormigón al lado de la cual cruzaba el ancho camino para los
vehículos. Llevábamos hasta ese punto 3,400 km y eran las 11:05 horas. La
pendiente se acentuó un poco en este siguiente tramo por la vera izquierda del
cauce y nos encontramos con los primeros corros de nieve. Por encima, al Sur,
se elevaban ahora las cumbres de Fidelagua y los Corralines. Durante algunos
momentos se abrían claros por los que se colaba el sol, aunque enseguida se
ocultaba de nuevo. Sin darnos cuenta nos desviamos del track del GPS hacia otro
camino que bajaba hacia el arroyo rectificando enseguida por las praderías para
volver de nuevo al correcto. Algunos muretes de piedra delimitaban este camino
hacia la parte del arroyo, que nos iba quedando por debajo. En las praderías de
la parte contraria vimos ganado pastando y algunos caballos. Se veían numerosos
restos de corrales y majadas de piedra derruidas. Por encima de nosotros, en esta
misma margen, contemplamos una cascada precipitándose por las pendientes lomas
y cruzamos luego el caudal de la misma en la pradera. Habíamos salido del
camino, que de nuevo se embarraba demasiado. Según
el track del GPS había que cruzar el arroyo, pero no había puente en ese punto
y el caudal era considerable. Comprobamos que más adelante había que volver a
la misma ribera, así que optamos por seguir avanzando campo a través, aunque
enseguida enlazamos con otro ancho camino. En medio del prado nos encontramos
parte de una osamenta de un animal con la que nos sacamos fotos a modo de
máscara o careta. El camino comenzó a subir más bruscamente a media ladera
ganando altura sobre el valle mientras el paisaje se cerraba cada vez más y la
lluvia aparecía. Las nieblas cubrían toda la parte alta ocultando ya las cimas.
Por uno de los caminos inferiores de la margen contraria del arroyo vimos pasar
un quad que llegó a un refugio más arriba. Más arriba de lo que a mi me pareció,
y más adelante lo explico.Eran
las 12:45 horas y habíamos caminado 7,700 km cuando nos situamos frente a la
vaguada por la que había que subir hacia las cumbres. Hicimos una breve parada
para tomar un tentempié antes de retomar la marcha hacia la misma ya por sendas
o campo a través. Llegamos enseguida a una zona algo más llana en la que podían
verse los restos de un gran corral circular de piedras, un refugio derruido de
hormigón y otros restos de un chozo también de rocas. Entre ello cruzamos para
seguir remontando la pendiente loma hacia el collado que se emplaza entre la
cumbre del Formigones al Oeste y las del Alto de Las Lagunas y Peña Correa al
Este. Estas tres cimas, junto con la del Corralines, algo más al Este de Peña Correa,
era el plan inicial a realizar. Atravesamos
algunos neveros y zonas de altas escobas, que intentamos evitar en lo posible.
En la ruta del GPS que llevábamos como referencia nos marcaba una cascada en el
arroyo que bajaba por el medio de la vaguada, pero el acceso hacia dicho punto
lo encontramos muy cerrado de matorral y desistimos. En algunos momentos en los
que salía el sol pudimos ver el arco iris muy nítido por detrás de nosotros,
aunque el panorama en general seguía siendo “negro”.A
media loma, viendo que eran las 13:30
h, y dicho cuadro climatológico, les propuse un cambio. Olvidarnos del pico Formigones
e irnos solo hacia los que nos quedaban al Este. Esta cima del Formigones no la
habíamos subido nunca y el resto sí, por lo que Mª Jesús proponía hacer la
misma y olvidarnos del resto y bajar por la misma vaguada. Tras una deliberación
rápida optamos por la primera propuesta e intentar hacer el Alto de Las Lagunas,
Peña Correa y los Corralines.Cambiamos
entonces el rumbo y nos olvidamos de llegar al collado para dirigirnos hacia la
cresta entre Peña Correa y el Alto de Las Lagunas. La fuerte pendiente nos echaba
hacia atrás, pero poco a poco la íbamos remontando. El viento soplaba cada vez
más fuerte según ganábamos altura y la lluvia era casi constante. Unos más
arriba y otros más abajo avanzamos hasta alcanzar la loma entre ambos picos
dirigiéndonos entonces hacia el Alto de Las Lagunas. No nos restaba mucho tramo
hacia la misma y a ella llegamos cuando eran las 14:15 horas y tras 9,500 km. Esta
cima de 2043 metros de altitud es una pequeña cresta algo más rocosa y el resto
muy montana. La visibilidad era casi nula con la niebla, aunque acertamos a
distinguir una laguna helada por debajo y un poco al Sudeste. También al Norte
veíamos parte de la cresta de Peña Correa y los Corralines. El resto del
paisaje, como apunto, era casi nulo. Nos sacamos una foto de grupo y dejamos
una tarjeta de cumbres entre un monolito de rocas que había antes de emprender
el descenso sobre nuestros pasos hacia el collado anterior a Peña Correa. Cruzamos
algunos neveros y sufrimos el fuerte viento y la lluvia que casi mancaba en la
cara.Cruzamos
por el collado de 2001 metros antes de emprender la subida a la siguiente
cumbre. Fue en este tramo donde José Luis y su hermano Juan ya decidieron
quedarse un poco a la abrigada. El resto decidimos que íbamos a subir esta
siguiente cima pero olvidarnos de los Corralines, para los que aún nos quedaba
un buen trecho cresteando con la fuerte ventisca azotándonos. Como ellos iban a
bajar enseguida, acordamos encontrarnos en el refugio que habíamos visto en el
valle principal. De
esa forma nos separamos y nosotros retomamos la subida hacia la ya cercana Peña
Correa. En pocos minutos alcanzamos esta cumbre de 2067 metros de altitud
cuando eran las 15:00 horas y tras un total de 10,500 km. Vimos parte de
algunos valles y cumbres cercanos entre la niebla y la lluvia que seguía cayendo.
Nos sacamos unas fotos y dejamos una nueva tarjeta entre el monolito de piedras
que había en esta cima. Por mi parte, almorcé parte de lo que llevaba de comida
para reponer fuerzas con la intención de comer en condiciones en el refugio. Unos
20 minutos estuvimos en esa cima antes de iniciar el descenso por la misma loma
anterior. Por delante ya vimos a los dos compañeros bajar hacia el valle por la
vaguada. Al avanzar hacia el arroyo vimos que estaba algo mas abierto de escobas
y decidimos acercarnos a ver si encontrábamos la cascada en el mismo. Nos
colocamos casi a su vera y en el punto donde marcaba la misma en el GPS, pero
sin llegar a encontrarla. Continuamos el descenso y seguimos viendo a José y a Juan
por delante durante un buen rato antes de perderlos de vista. Así llegamos de
nuevo a la zona de los corrales y refugios entre los que cruzamos.Los
dejamos atrás y Álvaro y yo nos acercamos hasta el borde de esa altiplanicie
para localizar el refugio en el valle. Yo tenía la idea, ahora sé que equivocada,
de que el mismo estaba desde ese punto hacia abajo, al Este, y no más arriba
del valle, al Oeste. Aun así miramos en todas las direcciones sin localizarlo. En
las praderas vimos numerosos caballos que corrían ahora valle abajo. Volvimos
al sendero y nos reunimos con Mª Jesús, que había quedado algo por detrás, y en
su opinión no estaba más abajo. Total, emprendimos el descenso directo al fondo
del valle campo a través y cruzamos el arroyo siempre observando dónde podía
encontrarse el refugio. Hay que tener en cuenta la climatología que teníamos,
sin el día claro, lloviendo, etc. etc. Yo seguía convencido de que estaba más
abajo mientras que Mª Jesús lo dudaba. A los dos compañeros los habíamos
perdido de vista y por supuesto, la cobertura de móvil era nula. Seguía
lloviendo y enlazamos con un ancho camino de esa parte del valle en la que comenzamos
a encontrar infinidad de restos óseos de diferentes animales dispersos por la amplia
pradería. Viendo que el refugio no aparecía, y siendo ya casi las cinco de la
tarde, nos “cobijamos" un poco entre unos arbustos para comer. No
demoramos mucho ese rato ya que lo hicimos de pié y con la climatología
mencionada. Retomamos la marcha siguiendo ahora una senda entre escobas desde
la cual vimos un refugio en lo alto de un cerro por debajo del pico Corralines.
Durante un momento se abrieron claros y lució de nuevo el arco iris por delante
de nosotros. De vez en cuando veíamos algunos restos de chozos y corrales de
piedra derruidos, y huesos.....muchos huesos. En un
determinado momento vimos pasar un todoterreno hacia arriba por el camino de la
otra parte del arroyo, por el que habíamos subido nosotros. Cruzamos ahora
entre una manada de caballos y salimos a un ancho camino entre muretes de rocas
que nos llevó al arroyo Valverde en un punto donde ya por la mañana no lo habíamos
podido cruzar. Continuamos entonces por las veredas y sendas de esa misma
margen que trazaban altibajos en el terreno. Desde ellas vimos los restos de un
vehículo abandonado al lado del arroyo entre maleza. Por el camino bajaba ahora
el todoterreno anterior seguido de un perro. Nos
acercábamos al puente que habíamos pasado por la mañana y a su vera nos
incorporamos al ancho camino. De nuevo lo encontramos embarrado, aún más si
cabe con la lluvia que caía. Por ello salimos hacia la ladera más herbosa para
evitarlo. Vimos llegar entonces un quad por el camino y bajé hacia él. Era el
joven que por la mañana habíamos visto llegar al refugio y que se dirigía a él.
Le comenté la situación y le pedí que avisase a los compañeros si les
encontraba subiendo. Claro, nosotros también dudábamos si al final estaban en
el refugio o por el contrario habían decidido bajar también, por no encontrarlo
o por otra decisión. Tras
un rato más bajando vimos regresar al joven del quad y nos informó de que los
dos compañeros estaban por detrás algo más arriba del puente. Por mi parte me
adelanté a buen paso y llegué al pueblo a las 19:00 horas. Quería coger la
furgoneta e ir en su busca, pero me fue imposible subir ninguna de las dos pendientes
cuestas que salían hacia el valle. Al final volví andando y los encontré ya no
muy lejos. A las 19:40 horas terminamos todos la ruta en Abelgas de la cual el GPS
nos marcaba 20,700 km hechos y 967 metros de desnivel acumulado. En
una fuente limpiamos un poco las botas, polainas y demás. Nos cambiamos y a las
20:10 horas iniciamos el regreso a León. De nuevo nos incorporamos a la
autopista en el tramo del pantano y salimos en La Magdalena. Ya en Lorenzana
paramos unos minutos a tomar un refrigerio. Más tarde dejé a José Luis en casa
y a las 21:55 horas llegamos el resto a Armunia. Un termómetro marcaba 10º C a
esa hora. De
nuevo una ruta invernal por completo en la que varios elementos climatológicos
se confabularon en nuestra contra. A pesar de ello alcanzamos algunos de
nuestros objetivos y disfrutamos en buena parte de la jornada. Ya lo he
apuntado en alguna ocasión anterior y me reitero. Un montañero que quiera
disfrutar plenamente de la montaña tiene que adaptarse a cualquier estación,
climatología, etc. etc. Pero sincera y personalmente, a veces “odio” plenamente
el invierno por lo engorroso que resulta en varios aspectos: climatología
adversa que supone mojarse, por mucho que te protejas, equipamiento excesivo
que hay que llevar, muchas veces solo “por si acaso”, nula visibilidad de
paisajes en caso de niebla cerrada, etc. etc. Pero hay que estar, a las duras y
las maduras.........
ENLACE RUTA WIKILOC:
VISTA SATÉLITE
ARMUNIA
LUNA
ABELGAS DE LUNA (1274 m)
VALLE DE VALVERDE
CAMINO EMBARRADO
ARROYO VALVERDE
ENCONTRAMOS YA ALGO DE NIEVE
PASO DEL ARROYO ABNEGADO
¿PASÓ CARNAVAL?......
POR LA VAGUADA
PEÑA CORREA
SE VISLUMBRA EL ARCO IRIS
LA PENDIENTE SE ACENTÚA
PANORÁMICA AL NORTE
PICO FORMIGONES
FORMIGONES ENTRE NIEBLA Y PEÑA CORREA
ALTO DE LAS LAGUNAS (2043 m)
LAGUNA HELADA EN EL VALLE
PEÑA CORREA Y RESTO DEL CORDAL
PEÑA CORREA (2067 m)
VALLE AL ESTE
DESCENSO LLOVIENDO
A LA VERA DEL ARROYUELO
CORRALES Y CHOZOS
ARROYO VALVERDE
RESTOS OSEOS, (Y NO TANTO), EN LAS PRADERÍAS
CABALLOS EN EL VALLE
VOLVEMOS A VER EL ARCO IRIS
SIERRA DE PEÑA CORREA Y CORRALINES
EN EL CAMINO
LLEGADA A ABELGAS
ARMUNIA
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