XXXVI TRAVESÍA NOCTURNA. 2ª ASCENSIÓN AL “HATO” Y
“LOTO
(Horcadas) 16/17-08-19
Apurando ya el verano hemos realizado
una de las actividades “especiales” que solemos incluir entre todas las
habituales, una ruta nocturna. Como suele suceder, la participación fue mínima,
pero no por ello menos interesante. Siguiendo un poco la “norma no escrita”
para esta clase de ruta, que consiste en esencia de elegir una ya conocida y lo
más sencilla posible, he propuesto la ascensión al pico Loto desde Horcadas,
que luego ampliamos con el vecino pico Hato. El resultado de la misma no pudo
ser más gratificante, favorecido mayormente por una luna casi llena que nos
dibujó un paisaje solo descriptible viviéndolo allí mismo.
VIERNES 16
Sobre
las 22:15 horas salía de casa para recoger a Mª Jesús poco después. Ambos
marchamos en busca de José Luis, tercer y último integrante de este pequeño
grupo. Con la noche cerrada por completo salimos de León hacia Mansilla de las
Mulas donde giramos por la nacional dirección a Cistierna. Rodeamos esta
localidad y llegamos a Valdoré donde decidimos parar a tomar un café en un bar
cercano a la carretera.
SÁBADO 17
Unos
15 minutos después, cuando daba la media noche, retomamos la marcha hacia
Horcadas, 1120 m, al que llegamos a las 00:20 horas. Aparcamos a la entrada del
mismo y nos preparamos para la ruta. En las calles se veían cadenetas de
fiestas recientes. Antes de iniciar la ruta en sí nos acercamos hasta una
fuente cercana a beber algo de agua. La noche estaba fresca, pero no fría. Una
sudadera era suficiente para mitigar ese frescor.
A
la 01:10 horas comenzamos a caminar por las calles de Horcadas con dirección
Suroeste con la silueta de Peñas Pintas elevándose al Oeste. Salimos del pueblo
por la carretera de acceso al mismo para desviarnos enseguida por un camino
entre prados y arbustos que entró en un túnel por el que cruzamos bajo la
carretera nacional. Unas señales marcaba el sendero como “PR LE 25 Puertos de
Horcadas”. Comenzamos a subir sin abandonar el mismo y entramos en una zona en
la que el ramaje de dichos árboles formaban otro túnel natural sobre nosotros.
La luna llena nos iluminaba tanto que en las zonas a campo abierto no hacían ni
falta los frontales, a pesar de algunas brumas que la ocultaban a ratos. A
contraluz se dibujaban las siluetas de las cumbres frente a nosotros mientras
que las de atrás estaban iluminadas “casi” como pleno día. Además de Peñas Pintas
veíamos el Gilbo tras Horcadas.
Poco
a poco entramos entre algunas hayas de gran tamaño y zonas de roca con algún
pedrero. Además vimos un gran numero de servales cargados de frutos rojos. El
camino se fue convirtiendo en sendero y en algunos tramos estaba encharcado,
patinando algunas veces con el barro. Poco a poco fuimos viendo de nuevo las
luces de Horcadas por detrás así como las de los vehículos que iban por la
carretera. Íbamos paralelos a un arroyo que bajaba por nuestra izquierda y que
se encajonó más arriba. Cruzamos una zona entre rocas y algunos troncos que
crecían entre ellas. Con la cámara iba sacando fotos de todo ello con el flash,
evidentemente. Viendo lo claro que se veía el paisaje con la luna, probé a
sacar algunas con el trípode y exposición larga. Pues bien, ya en la cámara
allí y luego en el ordenador, comprobé que se pueden ver hasta las estrellas.
Algunas han quedado realmente bien, con algún retoque de brillos y contrastes
posteriores.
Fuimos
saliendo del desfiladero hacia unas praderías por las que seguía el sendero y
las señales del PR. En el GPS llevaba la ruta que habíamos hecho hace tres años
subiendo a los dos picos y otros dos tracks similares. Uno de ellos subía casi
desde allí hacia la cresta del Hato, pero Mª Jesús, que lo conocía, comentó que
no era muy accesible, y menos a oscuras. Decidimos entonces seguir el sendero y
pasamos al lado de unas rocas antes de encontrarnos con un rebaño de vacas
entre las que pasamos. Yo creo que nos miraban sorprendidas de ver a gente a
esa hora.....
Mas
adelante, en uno de los postes de señal, vimos posada una rapaz de pequeño
tamaño. Por dos veces levantó el vuelo y volvió al mismo sitio hasta que nos
acercamos y espantó del todo. Por allí abandonamos esta ruta marcada para
entrar enseguida entre escobas y más matorrales antes de llegar a otra zona
llena de formaciones rocosas en forma de agujas. Entre las mismas estuvimos un
buen rato haciéndonos fotos, varias con esa exposición larga sin movernos y con
el flash, consiguiendo algunas instantáneas realmente espectaculares, como ya
anoté anteriormente. Al Norte veíamos ya el pantano de Riaño y las luces de
dicha población entre la niebla que iba entrando en él. Eran entonces las 4:15
horas y estábamos a 1600 m.
Seguimos
la marcha por el sendero que se dirigía a la collada entre el Hato y el Loto
durante un corto trecho antes de decidir echarnos directamente hacia la ladera
del primero. La vez anterior habíamos llegado a dicha collada y Mª Jesús y yo
habíamos subido dicha cumbre para volver a bajar y subir el Loto mientras el
resto subía a este segundo solamente. Ahora emprendimos la fuerte subida por la
loma Norte del Hato trazando zigzag para hacerlo más llevadero. José Luis se
adelantó y llegó poco antes que nosotros dos, que lo hicimos cuando eran las
5:05 horas tras 4,100 Km recorridos.
En
esta cumbre de 1751 metros encontramos un bote entre rocas con una tarjeta que
recogimos para dejar la nuestra en su lugar. Como anteriormente, nos sacamos
varias fotos. En una de ellas hice un experimento que se me había ocurrido, y
que efectivamente luego se ve en la foto. Programo la cámara con dicha
exposición y el flash, con temporizador para salir yo, claro. Nada más saltar
el flash nos quitamos rápidamente y la cámara sigue captando la imagen con la
exposición larga. El resultado, salimos nosotros “medio transparentes” ya que
se ve sobre nosotros el paisaje de fondo que captó cuando nos quitamos. El
paisaje nocturno con luna es indescriptible. La niebla cubría por completo el
pantano y los valles adyacentes. Una mancha luminosa marcaba claramente donde
estaba Riaño y otro pueblo que podía ser Boca de Huérgano. Por debajo de
nosotros, al Oeste, veíamos Remolina.
A
las 5:55 horas retomamos la marcha hacia el pico Loto, al Este. En unos 15
minutos bajamos hasta el collado intermedio situado a 1671 metros para retomar
desde él la subida al Loto. En esta subida se alternan las zonas herbosas y la
roca. Hay un sendero muy marcado que procuramos seguir, pero que perdimos a
veces aún con el GPS. Aun así no hay mucha pérdida y solo si se sube por la
misma cresta puede haber algún paso un tanto “arriesgado”. Viendo la silueta de
la cumbre he parado para sacar otra foto con la exposición larga y de nuevo me
ha sorprendido el resultado con incluso alguna constelación visible en ella.
Poco
a poco fueron asomando las primeras luces del alba por el Nordeste perfilándose
el horizonte. La luna por su parte iba descendiendo por el lado contrario.
Cuando aclaró un poco más ya sobraban los frontales. Por delante oímos los
ladridos de un perro, que José Luis, al ir el primero, llegó a ver. Estaba
cerca de un gran rebaño de cabras que ocupaban toda la parte alta de la cresta
cercana a la cima.
A
las 7:00 horas alcanzamos la cima del pico Loto con sus 1808 metros de altitud.
Hasta allí llevábamos hechos 5,600 Km. En la cumbre encontramos el hito del
vértice geodésico y el buzón con forma de casita y un montañero al lado. Al
sudeste, en el valle, se emplaza el pueblo de Tejerina que veíamos claramente
con las luces encendidas aún. Al Este el cielo se iba aclarando y mostraba unos
bellos colores anaranjados sobre los que se recortaban las siluetas de
numerosas cumbres, destacando entre ellas la piramidal del Espigüete. La
cercana Peña Verada ocultaba la vista del pantano, por lo que pasamos hacia
ella para sacar unas bonitas panorámicas del mismo cubierto por la niebla de la
cual emergían las cimas del Gilbo, las Pintas o el Yordas más al fondo entre un
número mucho mayor de ellas. Al Sur y Oeste teníamos Peña Corada, Moro,
Campriondo, Los Janos, etc, etc. En otro valle, podría ser el de Prioro, o
cercano, también se aposentaban las nieblas formando otro mar de nubes. La luna
iba “cayendo” hacia el horizonte tras algunas brumas que cubrían el cielo por
esa parte.
A
las 7:36 horas apareció el primer rayo de sol por encima de lo que podía ser el
pico Murcia. El paisaje cambió entonces iluminándose rápidamente todas las
cimas y el mar de nubes. Sobre éste se creaban unas raras y bonitas formas
similares a olas. Volvimos a la cima del Loto para sacarnos algunas fotos allí
y dejar la tarjeta de cumbres. Enseguida se llenó la cima de mosquitos que nos
hicieron cambiar de nuevo de posición bajando a la vera de la anterior para
desayunar un poco. Había refrescado y hubo que ponerse algo de abrigo.
Sentados
en las rocas, a la abrigada, desayunamos tranquilamente mientras amanecía por
completo. Las cabras habían ido bajando y se las veía ya en un collado más al
Oeste. De vez en cuando oíamos ladrar al perro por la misma zona.
Eran
las nueve en punto cuando emprendimos el descenso hacia la misma ladera de
subida. La vez anterior habíamos cresteado al Este, aunque se daba más rodeo.
Esta vez no abandonamos para nada el sendero muy marcado que nos llevo por
debajo de la cresta en su parte Norte. En la pradera, al igual que subiendo,
vimos algunas setas enormes. El mar de nubes se mantenía sobre el pantano y los
valle cercanos.
Antes
de llegar al collado anterior al pico Hato optamos por emprender una fuerte
bajada por una vaguada al Norte. Se veía un sendero marcado por ella que
seguimos mientras perdíamos altura rápidamente. En el valle veíamos un refugio
y un corral circular de ganado hacia el que nos dirigíamos. Lo que en un
principio era una campa limpia y abierta se convirtió en un escobar
intransitable a pesar de que dicho sendero seguía muy marcado entre él.
Peleando con la maleza fuimos bajando cruzando algunos pequeños regatos, secos
en su mayoría. En algunos puntos se abría algo, pero no tardaba en volverse
selvático. En el último tramo tuvimos que bajar también entre rocas destrepando
algunas de ellas sin mayores complicaciones.
Así
llegamos Mª Jesús y yo al refugio con corral emplazado a 1410 metros de altitud
cuando eran las 10:20 horas. José Luis se había adelantado ya antes y lo
veíamos en el camino al que nos incorporamos allí mismo. Por el transcurre el
“PR” de los Puertos de Horcadas que por la noche habíamos seguido hasta la base
del Hato donde lo abandonamos para subir hacia la cima. Continuamos bajando por
el mismo y nos reunimos con él poco después. Un indicador de madera marcaba la
dirección a la Fuente del Chorro, un curioso manantial al que nos acercamos
para ver como mana el agua por cinco tubos incrustados en la misma roca. Yo ya
la conocía cuando hace muchos años, tras bajar del Gilbo pronto, algunos nos
acercamos hasta la misma desde Horcadas.
Regresamos
al camino para seguir la bajada hasta enlazar con otro más marcado que venía de
la collada que pasa a Tejerina y por el que habíamos bajado la primera vez que
ascendí a estas dos cumbres. Ya en él cruzamos una cancilla y nos metimos de
lleno en la Hoz Oscura, un desfiladero corto pero estrecho de paredes
verticales por el que baja el arroyo de Las Horcadas. En él también hay
abundante vegetación con arboleda similar al valle por el que habíamos subido.
Además de servales y hayas, encontramos más adelante, fuera de la hoz, un
pinar. Sobre el arroyo vimos un par de puentes de madera. Viendo el mapa del
GPS comprobamos que el camino que seguía tras uno de ellos enlazaba con el de
subida por la noche. No tardamos en ver la carretera nacional por delante de
nosotros llegando enseguida al túnel bajo ella. Cruzamos por el mismo para
seguir el corto trecho hacia Horcadas, que tampoco tardó en aparecer con el
Gilbo y las Pintas de fondo.
A
las 11:17 horas entrábamos en este pueblo por una calle que nos llevó
directamente a la fuente donde habíamos estado por la noche. Pegamos un trago
en ella y seguimos el corto espacio hasta la furgoneta donde terminamos la ruta
cuando eran las 11:23 horas. El GPS nos daba estos datos: 10,800 Km hechos y
820 metros de desnivel acumulado. En unos minutos nos cambiamos y emprendimos
el regreso a León. Decidimos parar en Crémenes a tomar un café un momento antes
de continuar el viaje que hicimos sin novedades. Ya en León dejé a José Luis en
casa y poco después a Mª Jesús en la suya. A las 13:30 horas llegaba yo a la
mía tras 102 Km desde Horcadas.
Sin
duda resultó una ruta inolvidable. La luna casi llena nos permitió ver un
paisaje nocturno como pocas veces hemos disfrutado de noche en la montaña. Dado
mi afición a la fotografía, es otro placer haber podido captar el mismo en
numerosas fotos, que si bien luego se retocan con brillos y contrastes, su
resultado es muy similar al captado por el ojo en aquellos momentos. Espero de
verdad seguir manteniendo esta tradición, aunque sea con el mínimo numero de
participantes como en esta ocasión.
MAPA ESQUEMA
ENLACE RUTA GPS:
VISTA SATÉLITE
ARMUNIA
VALDORÉ
HORCADAS
ENTRE PRADERÍAS Y ARBOLEDA
CRUCE BAJO LA CARRETERA
SILUETA DE LAS CUMBRES
ENTRE ROCA
HORCADAS
PRADERÍAS BAJO EL HATO
HORCADAS, RIAÑO, PANTANO Y CUMBRES
CON LA LUNA LLENA DETRÁS
FORMACIONES ROCOSAS
ENTRA LA NIEBLA EN RIAÑO Y EL PANTANO
HACIA EL HATO
LUCES DE RIAÑO BAJO EL MAR DE NUBES EN EL PANTANO
BONITA PANORÁMICA AL NORTE
EL LOTO DESDE EL HATO
PICO LOTO
AMANECE SOBRE RIAÑO
REBAÑO DE CABRAS EN LA CUMBRE
BELLO CONTRALUZ DEL BUZÓN EN LA CIMA DEL LOTO
TEJERINA
AL OESTE
PANORÁMICA NORTE
VISTA SUR
PEÑA CORADA DE FONDO
PRIMER RAYO DE SOL CERCA DEL ESPIGÜETE
PRECIOSO MAR DE NUBES SOBRE EL PANTANO
PEÑA VERADA (SEGUNDA CIMA DEL LOTO)
EL CURIOSO BUZÓN
CIMA DEL LOTO
DESCENSO
CORRAL Y REFUGIO EN EL VALLE
PELEANDO CON LA MALEZA
CAMINO A HORCADAS
TÚNEL BAJO LA NACIONAL
LLEGANDO A HORCADAS CON LAS PINTAS Y EL GILBO DE FONDO
HORCADAS
PEÑAS PINTAS DESDE CRÉMENES
TROBAJO
ARMUNIA
No hay comentarios:
Publicar un comentario