EL BLOG DE JAVI GALLEGO: BARRAGANA Y BRAZOSA - CUBILLAS DE ARBÁS

martes, 18 de septiembre de 2018

BARRAGANA Y BRAZOSA - CUBILLAS DE ARBÁS - 15-09-18

2ª ASCENSIÓN A LA “BARRAGANA” Y LA “BRAZOSA” (Cubillas de Arbás)

15-09-18 (Sábado)

De nuevo hemos salido un sábado para realizar un par de ascensiones en el bonito valle de Arbás, concretamente desde Cubillas. Esta dos cumbres, la Barragana y la Brazosa, ya las había ascendido yo hace mucho tiempo en dos rutas y años diferentes y precisamente por ello las propuse para repetirlas. Una vez más José Luis y yo hemos ido solos a realizarla, lo cual no nos impidió disfrutar de la jornada plenamente.

Me recogía en casa a las 8:30 horas para emprender el viaje por la carretera de Asturias poco después con el cielo despejado por completo. Así llegamos a Villamanín donde giramos hacia el valle de Arbás cruzando antes varios pueblos de La Tercia. La niebla, que se nos había cerrado poco antes, fue abriendo según avanzábamos y subíamos el puertín entre La Tercia y Arbás quedando por detrás un bello mar de nubes. No tardamos en divisar las numerosas cumbres que rodean este valle, sobre todo por el Norte, como Las Tres Marías, Ortigal, así como nuestros dos objetivos del día, entre otros.

A las 9:35 horas entrábamos en Cubillas de Arbás, emplazado a 1307 m, aparcando al lado de un puente sobre el río Aguilera. De frente teníamos la Barragana, algo más de 500 metros por encima de nosotros. Nos preparamos y poco antes de las 10:00 horas emprendimos la marcha. Metros más a delante nos paramos unos minutos a charlar con un vecino del pueblo que nos contó algunos datos e historia de dicha localidad. Abandonamos poco después el pueblo por la pista cementada que sube a la iglesia, la cual dejamos a la derecha para seguir ahora ya por camino de tierra hacia el Noroeste. Algo de arboleda escoltaba estos primeros metros del camino entre praderías antes de salir a pleno sol, que ya iba calentando.

Trazamos algunas curvas y dejamos atrás un corral con ovejas y cabras al cuidado de un par de mastines que nos ladraron al paso. No lejos, por la izquierda, había un pequeño refugio algo ruinoso. Enseguida abandonamos el camino para seguir una vereda que nos metió a la vaguada con dirección al collado de Ferreras, al Norte de la Barragana. Un regato medio seco bajaba por dicha vallina por la que continuamos la ascensión con las altas y verticales paredes del pico a nuestra izquierda. Hacia atrás seguíamos contemplando Cubillas y parte del embalse de Casares.

Sobre las 11:15 horas alcanzamos una cota unos metros por encima del collado de Ferreras. El paisaje al otro lado fue apareciendo con los valles de Luna con Caldas y La Vega de Robledo cerca de la autopista con el Cirbanal de fondo. Nos encaminamos hacia el comienzo del cresteo de La Barragana por el Oeste de la misma. Subimos un pequeño tramo de gran pendiente antes de situarnos en el collado que la separa de Peña Negra. Por la solana ganamos altura siguiendo la vereda muy marcada que en su parte alta se acercaba peligrosamente a las caídas verticales del Norte.

A las 12:10 horas alcanzamos la cumbre de la Barragana con sus 1862 metros de altitud tras 3,400 Km hechos. En ella hay un pequeño buzón metálico con forma de casita en la que luego dejamos nuestra tarjeta. La vista era espectacular con innumerables cumbres y algunos valles. En el de Arbás veíamos Cubillas y Casares así como el túnel que pasa a Aralla. Cimas como el Cerro Pedroso, Vega Cercada, Fontañán, Cueto San Mateo, Fontún, Brañacaballo o las cercanas Tres Marías, Ortigal o la Brazosa emergían de Sur a Norte por el Este. Al contrario, Las Ubiñas, Cirbanal, Peñas de Prado, Melóita o Tapinón entre otras muchas. La parte alta de la estación de Pajares también podíamos verla desde allí “a tiro de piedra” con el Cellón, Estorvín o Tres Concejos por detrás. Para ver Cubillas de Arbás tuvimos que acercarnos al extremo Este, unos metros por debajo de la cima.

Tomamos un tentempié y a las 13:00 horas emprendimos el descenso siguiendo el mismo sendero hasta el primer collado. El siguiente tramo más empinado nos bajó hasta el de Ferreras. En esos momentos fue cuando vimos aparecer un helicóptero que volaba muy bajo y que dio dos o tres pasadas en grandes círculos por encima de nosotros antes de desaparecer.

El sendero continuaba la subida por la ladera contraria entre grandes formaciones rocosas del Pico de Las Varas. Toda la loma estaba cubierta por espigones y torretas de roca entre las que serpenteábamos hacia La Brazosa. Tras un tramo pendiente se suavizó la subida cruzando varias zonas de pradería y sorteando algunos hoyos. En una de estas hondonadas de gran envergadura nos encontramos con un multitudinario rebaño de ovejas custodiado por al menos 8 mastines que no tardaron en comenzar a ladrarnos de forma amenazadora. Prudentemente decidimos separarnos y rodear el mismo por la parte contraria entre los riscos de la Peña de Los Hoyos que nos sacaron al collado anterior a la cumbre con una altitud de 1781 m.

Nos restaba la última remontada hacia la cima para la que aún nos quedaba un tramo considerable. La senda nos fue llevando por esta loma algo más herbosa ganando altura poco a poco hasta alcanzar lo que a priori, y según el track del GPS, era la cima principal. Al llegar a ella, y echando la vista un poco al Norte, vimos que otro picacho cercano era un poco más alto y con un hito de piedras encima. Hacia él nos encaminamos alcanzándolo cuando eran las 14:55 h tras 6,800 Km hechos.

La Brazosa tiene una altitud de 1937 metros y de entre el monolito de piedras recogimos un bote con tarjeta. Imposible estar en esta cumbre un minuto más. Una legión de hormigas voladoras invadían toda ella echándonos de allí al momento. Descendimos unos metros hacia otras rocas al Este donde nos acomodamos para comer. Algunas nubes habían ido cubriendo el cielo y se agradecía su sombra. Aparte de lo que ya habíamos visto desde la anterior cima, ahora podíamos ver más al Este, Villamanín y algún otro pueblo de La Tercia. No veíamos Cubillas, oculto tras las lomas del Sur. Hicimos la tarjeta nuestra y volvimos a dejarla en la cima. Las fotos las sacamos en un peñasco cercano ya que, como apunté, las hormigas voladoras impedían estar en la principal ni un segundo.

A las 16:20 horas emprendimos el descenso hacia el collado, desde el cual bajaba la ruta que llevábamos en el GPS. Entonces vimos muy cerca del mismo al gran rebaño de ovejas y optamos por cambiar el rumbo y descender más directos sin pasar por él. No nos hacía gracia enfrentarnos con los mastines que habíamos visto anteriormente. Además, no vimos pastor alguno que podría haberlos controlado un poco, y eran al menos ocho los que habíamos contado. No tardamos en meternos de nuevo entre grandes rocas y canales que no nos daban mucha confianza. La parte baja no se veía clara y no sabíamos si había o no cortados.

Poco a poco perdimos altura entre esas moles encontrando algunos pasos que tuvimos que destrepar con algo de tiento. Los tojos cubrían el terreno entre la roca y se nos metían entre las botas y pantalón. Sorprendimos de pronto a un rebeco que salió huyendo al sentirnos. Entre las rocas encontramos también algunas simas con las que había que extremar la precaución. Fuimos cruzando hacia la vaguada por la que bajaba el sendero bueno y al fin enlazamos con él a media altura, teniendo ya además Cubillas de Arbás a la vista.

La senda era pendiente y en algunos lugares resbaladiza por la tierra y gravilla que lo cubría, pero más cómoda que el tramo anterior. Llegamos a un antiguo corral y otro refugio en el que terminaba el camino por el que habíamos salido por la mañana del pueblo. Si seguíamos éste dábamos más rodeo que bajar por la loma directamente ya que se veía bastante despejada de matorral. Además, se intuían algunos senderos que podíamos seguir y por los que decidimos echarnos abajo. Cruzamos algunas torrenteras y llegamos a una captación de aguas desde la que bajaba un medio camino que nos sacó a otro más marcado y de gravilla. No nos restaba mucho tramo al pueblo y lo hicimos entre arboleda y cruzando el escaso caudal del río Aguilera hasta entrar en Cubillas a las 18:03 horas. En pocos minutos cruzamos algunas calles del pueblo hasta terminar la ruta a las 18:08 horas. El GPS daba estos datos: 860 metros de desnivel en 9,900 Km hechos.

Nos cambiamos y nos acercamos hasta el bar a tomar un refrigerio. Sobre las 18:40 horas emprendimos el regreso a León. En el primer tramo, en el mismo Valle de Arbás, nos encontramos con varias vacas en medio de la carretera, con el consiguiente peligro que ello supone. Muchas fincas tenían las cercas eléctricas tumbadas con el ganado dentro, lo que las hace inútiles del todo. Ya en Villamanín nos incorporamos a la nacional por la que hicimos el resto del trayecto hasta la capital. A las 19:50 horas me dejaba José Luis en casa terminando esta jornada montañera del todo gratificante.

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