1ª ASCENSIÓN AL “CASCARO” (Rabanal de
Luna)
19-02-17 (Domingo)
La segunda ruta del mes de febrero
la hemos realizado en la zona de Luna, concretamente desde Rabanal de Luna, de
donde partimos para ascender al pico Cascaro, última cima de la sierra en la
que también se emplaza La Cañada o el Penouta mucho más al Oeste. La jornada
resultó satisfactoria hasta que, para mí, se torció al poco de finalizar la
ruta por lo que luego detallaré.
A las
8:00 h salí de casa para recoger a Mª Jesús y a José Luis antes de llegar a
Guzmán donde nos reunimos con Piedad y Tomás. José Carlos se nos uniría en el
punto de inicio de la marcha. En mi furgoneta emprendimos el viaje a las 8:30
horas por la carretera de Caboalles con el cielo despejado por completo. En La
Magdalena nos incorporamos a la autopista para cruzar el tramo del pantano de
Luna abandonándola tras el puente colgante. A la vera del embalse hicimos los
últimos kilómetros hasta Rabanal de Luna, 1157 m, donde llegamos a las 9:30
horas.
A la
orilla de la iglesia, en la parte alta, aparcamos los dos coches y nos
preparamos para la ruta. La cumbre del Cascaro no era visible por muy poco,
siendo tapada por una loma anterior. A las 10:00 horas comenzamos a caminar
desde ese punto para salir poco después hacia el valle del arroyo de La Braña
siguiendo el sendero señalizado como “PR LE – 66 La Solana”. Antes de salir del
pueblo pasamos cerca de una fuente con pilón con un gran chorro de agua manando
del mismo.
Por
un ancho camino abandonamos Rabanal con dirección Sur hasta ponernos paralelos
al arroyo de La Braña ganando altura suavemente entre algo de arboleda y
praderías. En varios puntos vimos regatos bajando por la ladera de nuestra
derecha y cayendo al camino, que se abnegaba de agua y barro. No tardamos en
encontrarnos también corros de nieve aislados y otros más extensos en las zonas
sombrías. En la ladera derecha había varios pedreros de gran amplitud.
A las
10:55 horas, tras 2,300 Km hechos, llegamos a la Braña de Rabanal, 1380 m, un
conjunto de edificaciones de piedra de las que solo una quedaba en pie. Allí
paramos unos minutos y nos sacamos una foto de grupo antes de seguir la marcha
por el camino ahora bastante cargado de nieve. Escasos 300 metros más adelante
llegamos a un refugio de montaña cerrado donde el camino giraba totalmente casi
en sentido contrario. Se pronunció un poco la pendiente, pero se subía
cómodamente mientras el paisaje se ampliaba contemplando el valle en su
totalidad. Encontramos varios servales cargados de frutos rojos que destacaban
en el entorno. No tardamos en ver Rabanal y de fondo la impresionante Peña
Ubiña con su “hermana” pequeña así como el resto del cordal y Peña Cerreos
detrás.
A las
11:50 horas llegamos a una collada emplazada a 1512 metros donde abandonábamos
el sendero homologado. Desde este punto veíamos la cumbre del Cascaro y varias
más siguientes hacia el Suroeste. Tras otra foto de grupo continuamos por otro
camino cargado de nieve que se internaba entre escobas que se cruzaban teniendo
que esquivarlas y con precaución por los troncos que podían dañarnos la cara
fácilmente. Unos metros después dimos un giro total para seguir subiendo ahora
ya sin senda ni camino de referencia, solo el track del GPS, que enseguida nos
metió en un bosque donde la nieve comenzó a ponernos las primeras dificultades.
Estaba blanda y empezamos a hundirnos en ella. Y mis raquetas “riéndose” en la
furgoneta.
Cruzamos
este reducto de bosque y otra zona con escobas, al menos muy espaciadas, hasta
salir a un descampado por debajo de las primeras rocas de la cumbre. En ellas
vimos a José Luis, que se había ido hacía rato por su cuenta. Desde allí
veíamos parte del pantano de Luna con el puente colgante y el viejo en desuso
de Aralla así como infinidad de cimas que luego enumeraré.
No
tardamos en meternos en la zona más empinada y que enseguida nos puso en
aprietos. La nieve blanda cubría los huecos entre piedras y matojos en los que
a cada paso metíamos las piernas hasta el fondo. Dependiendo del peso de cada
uno y la mochila que llevase, había quien apenas dejaba huella mientras otros
caíamos hasta la cintura. Esto era agotador y ralentizaba el avance, aunque
poco a poco ganábamos altura. Las gafas y la crema solar eran buenos aliados
contra la nieve reflectante y cegadora. José Carlos y yo fuimos quedando
rezagados y en ocasiones nos hundíamos a la par sin poder ayudarnos el uno al
otro. Cuando te metías hasta la cintura costaba realmente salir. Tras rodear
unas cimas anteriores, alcanzamos la correcta a las 14:05 horas.
En
esta cumbre del pico Cascaro hay un vértice geodésico pero no encontramos buzón
alguno. La temperatura era buena y con solo una sudadera se estaba cómodo. Nos
acomodamos para comer por debajo del hito de cemento contemplando el amplio y
bonito paisaje que teníamos en redondo. Cumbres como Peña Mala, Penouta, o Peña
Correa estaban muy cerca hacia el Oeste, Al Sur corría la sierra de La Filera
detrás de Abelgas, pueblo que veíamos en parte. Al Este eran innumerables las
cumbres, Tres Marías, Cerro Pedroso, Peña Portilla, Polvoreda, etc. Más al
Norte, Cirbanal, La Mesa, Cerreos, Ubiñas, Ferreirúa, Morronegro, Montigüero,
etc. En algunas de sus bases se emplazaban varios pueblos de los que
reconocíamos Sena de Luna, Pobladura de Luna y Abelgas de Luna. Más alejados,
hacia Babia, se distinguían alguno más, pero no sabría decir cual.
Estando
comiendo vimos como subía alguien siguiendo más o menos el trazado nuestro. Según
se acercaba comenzamos a dudar si era José Antonio o no, hasta confirmar que
así era. Llegó a la cumbre y nos hicimos una foto juntos. En un hueco cerca del
vértice geodésico dejamos la tarjeta de cumbres y a las 15:45 horas emprendimos
el descenso. Él decidió seguir hacia las siguientes cimas, llevaba raquetas.
El
primer tramo nos desviamos un poco de la ruta de subida para ver si evitábamos
los huecos, aunque no fue mucho mejor. Antes de entrar en el bosque saqué un
plástico que llevo y nos tiramos resbalando por la nieve en algunas pendientes.
Fue al llegar a un claro cuando encontramos un perro de caza solitario. Llevaba
localizador GPS y placa con número de teléfono al que llamamos, pero estaba
fuera de cobertura. Al final decidimos sujetarlo con una cuerda y bajarlo con
nosotros.
Nos
incorporamos al camino y por él llegamos a la collada Mª Jesús y yo. El resto
se había adelantado y habían atajado hacia el camino inferior. El problema era
que habíamos acordado hacer ruta circular y era el collado aquel donde se
dividía el trazado. Les llamé y tuvieron que subir unos metros hasta aquella
cota que dividía valles. Eran las 17:30 horas y llevábamos 7,800 Km.
Nos
echamos hacia el valle del arroyo de Los Regueros por el camino que continuaba
la ruta del “PR LE - 66 La Solana”. Estaba cargado de nieve, pero más o menos
endurecida y sin mucha capa. Serpenteaba mientras perdía altura por el mismo y
dejamos a un lado una fuente con pilón. Tomás llevaba el perro que de vez en
cuando paraba y no quería continuar. Seguíamos intentando contactar sin éxito
con el dueño. Cruzamos una campa y entramos entre arboleda y algunos canchales
que se desplomaban por la ladera al igual que varios arroyos.
Ya en
la parte baja pasamos cerca de unas fincas con unos barracones de madera y poco
después nos incorporamos a la carretera que sube a Abelgas. Por asfalto tomamos
el sentido contrario, hacia Sena de Luna, hasta las cercanías de la playa
fluvial y merendero. Por un paseo empedrado y al lado del río Luna pasamos bajo
el puente de la carretera para enlazar luego con un camino poco definido hacia
Rabanal. Al poco de cruzar bajo dicho puente Mª Jesús escuchó un silbido por
detrás y vimos que se trataba del dueño del perro. Retrocedimos unos metros y
le entregamos a éste. Le habían localizado por el GPS que llevaba al cuello.
Por
el camino ya bien trazado entramos entre fincas cercadas por muretes de
piedras. En varios tramos lo encontramos encharcado y tuvimos que cruzar un
arroyuelo por unos troncos de una cancilla y dicho muro. Como ya adelanté al
comienzo, el punto negativo de la jornada para mí fue cuando se me escapó de
las manos la cámara de fotos yendo a parar al agua y además, lo más grave,
golpeándose con una piedra. A partir de ahí comenzó a fallar y tuve que coger
la sumergible para documentar el corto trayecto que ya nos quedaba a Rabanal. A
día de hoy sigue fallando. No me guarda los datos de fecha y hora además de
algún fallo de zoom y otros.
No
tardamos en divisar la iglesia de Rabanal y otras casas de la parte alta.
Pasamos al lado de una cueva en forma de gran grieta y me acerqué a ver. Ya
estaba oscuro y no se veía, pero saqué una foto con flash y se percibía
bastante basura dentro. A las 19:15 horas entramos en Rabanal de Luna hacia la
mitad del pueblo. Por la carretera general subimos hacia la iglesia donde
terminamos la ruta a las 19:23 horas. El GPS daba estos datos: 13,200 Km y un
desnivel acumulado de 805 metros.
Nos
cambiamos ya anocheciendo mientras rondaba por allí otro perro al que dimos
unos chuscos de pan. Poco antes de las 20:00 horas emprendimos el regreso, José
Carlos hacia Ponferrada y nosotros hacia León. Nos incorporamos a la autopista
en el tramo del pantano y salimos en La Magdalena. Ya en Lorenzana paramos unos
minutos a tomar un refrigerio e hicimos las cuentas de gasolina. A las 21:30
horas llegamos a León donde quedaron Piedad y Tomás y acerqué a José Luis y Mª
Jesús a casa. A las 22:00 horas llegaba yo a la mía.
Una
jornada bastante completa, pero empañada por ese incidente de la cámara. Gajes
del oficio.
MAPA ESQUEMA
ENLACE RUTA GPS:
LEÓN
PUENTE COLGANTE SOBRE EL PANTANO
RABANAL DE LUNA
VALLE DE LA BRAÑA
BRAÑA DE RABANAL
REFUGIO Y PICO CASCARO
VALLE DE LA BRAÑA, RABANAL Y UBIÑAS DE FONDO
CASCARO DETRÁS
BOSQUE
ALTIPLANO
LADERA DEL CASCARO
VISTA AL NORTE
PANORÁMICA AL SUR
PANTANO DE LUNA Y CERRO PEDROSO
SENA DE LUNA RABANAL DE LUNA
ABELGAS DE LUNA TORREBARRIO
CIMA
MONTAÑAS DE LUNA
DESCENSO
HACIA EL BOSQUE
ENCONTRAMOS EL PERRITO DESORIENTADO
VALLE DE LAS REGUERAS
MERENDERO EN SENA DE LUNA
ATARDECER
CAMINO DE RABANAL
EQUILIBRIOS
ENTRANDO EN RABANAL
FIN DE RUTA
LEÓN
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