1ª TRAVESÍA “ORZONAGA – LLOMBERA – FAEDO DE ORZONAGA - ORZONAGA”
22-11-15 (Domingo)
Hemos vuelto este domingo a Orzonaga
para recorrer, esta vez sí, el hayedo cercano a este pueblo. Aunque ya sabíamos
que estaba totalmente desprovisto de hojas y de su esplendor, la climatología
nos aconsejó hacerlo por su sencillez y longitud. Este fin de semana hemos
tenido el primer adelanto del invierno con nieve generalizada en toda la
montaña, llegándose a acumular varios centímetros en algunos puntos de la misma
con puertos de montaña ya con cadenas para vehículos.
Ante
ello, estudié la ruta circular Coladilla, Valporquero, Valle, Coladilla, aunque
ya de camino, y viendo lo cerrado que estaba el día, optamos por quedar en el
valle anterior, el de Orzonaga, y hacer la ruta que había quedado pendiente
hace 20 días. Solo Álvaro y yo nos animamos a hacerla, y no nos arrepentimos,
ya que los paisajes nevados que vimos mereció la pena.
Sobre
las 9:00 horas, con 5º C en el termómetro, le recogía en Villaobispo. Por la
carretera del Torío fuimos avanzando mientras el cielo se cubría cada vez más y
la nieve comenzaba a escaparse. A 20 kilómetros de León ya cubría los prados y
tejados de los pueblos y la niebla impedía ver nada desde media altura. En La
Estación de Matallana, nevando ya copiosamente, paramos a tomar un café antes
de proseguir hasta Orzonaga, 1035 m, donde llegamos a las 9:50 horas. Al lado
de la iglesia aparcamos y nos preparamos para la ruta. Apunto aquí que yo
estrenaba botas y mochila.
A las
10:15 horas emprendimos la ruta cruzando el pueblo hacia el Oeste para salir
por el camino del valle de La Portilla mientras la nieve seguía cayendo. Los
árboles escoltaban dicha vereda y una capa blanca los cubría así como los
prados en los que vimos algo de ganado pastando. A la derecha de este trazado
había un antiguo cargadero de mineral de hormigón con la tolva en la parte
alta. Frente a nosotros nos encontramos un rebaño de vacas que se dispersaron
hacia los laterales amedrentadas al vernos.
El
camino se encontraba embarrado e íbamos sorteando los charcos que encontrábamos
en él. El paisaje era realmente bonito, y se acentuó aún más cuando el sol
comenzó a abrirse paso entre las nubes dando un brillo espectacular al mismo.
Por delante y a la izquierda, al otro lado del arroyo, se elevaban algunas
cumbres pedregosas, La Peña del Águila o el Alto de las Velillas, todas
“manchadas” por la nieve. Bajo ellas se emplaza el Faedo por el que luego
bajaríamos. En el camino vimos también rodadas de algún vehículo que había
pasado sobre el manto blanco. A las 11:40 horas llegamos al desvío de este
hayedo, en el que una señal de madera indicaba la dirección al mismo y a
Orzonaga. Eran las 11:40 horas y habíamos recorrido 3,300 Km.
Como
era pronto aún y el total de la ruta eran 9 kilómetros, decidimos subir hasta
el collado de Gudina, a 100 metros de allí, para ver que se contemplaba desde
él. No tardamos nada en llegar a esta cota de 1229 metros comprobando que se
veía poco del paisaje del lado contrario. Emprendimos el descenso hacia esa
parte por el ancho camino que baja a la carretera de las minas que une Santa
Lucia y el Valle de Fenar y que ya habíamos visto en la ruta de hace unas
semanas desde la loma de Los Sierros de San Miguel. En este tramo de bajada nos
cruzamos con un todoterreno que subía. El camino estaba más inundado en esta
zona y había que sortear los charcos y el barro.
No
tardamos en ver frente a nosotros el pueblo de Llombera en un collado incluso
más alto del que bajábamos. Llegamos de ese modo a la carretera que en ese
punto se emplaza a 1200 metros de altitud. Por ella caminamos unos 100 metros
antes de desviarnos a otra con el asfalto muy deteriorado que ascendía hacia
Llombera a lo largo de unos 700 metros. En los árboles vimos numerosas “bolas”
de muérdago entrelazado a las ramas.
A las
12:15 horas entramos en el pueblo encontrando una pequeña y bonita fuente
helada con la figura de un niño. Nos encaminamos por las calles casi vacías de
personal hasta llegar a la iglesia, cuyo pórtico estaba cerrado con una verja.
Una escalera de caracol de piedra sube hasta el campanario del mismo material.
Seguía nevando y nos tomamos la libertad de meternos un poco en una cochera
abierta que encontramos. Allí llegó luego un vecino del pueblo con el que
estuvimos charlando un buen rato. Como no era muy razonable ponernos a comer
allí, decidimos seguir la ruta y hacerlo más adelante.
Este
pueblo es muy alargado y se encuentra en un collado entre el Alto de Las
Solanas y el Alto de La Peña, en el cual vimos varias antenas. El acceso
principal es desde el Oeste por una carretera que sale de la nacional en
Huergas de Gordón. Su altitud media es de 1255 metros. Hasta allí llevábamos
hechos 5,500 Km.
A las
13:15 horas salíamos del pueblo tras pasar por la plaza de la ermita del
Cristo. Descendimos hacia la carretera, por la que pasaban algunos coches muy
de vez en cuando, y remontamos la pendiente hacia el collado Gudina. Antes de
llegar al mismo nos encontramos con una pareja que bajaba y que estaba indecisa
si ir al pueblo o no. Paramos un momento con ellos antes de alcanzar el collado
y meternos poco después de lleno al Faedo.
Como
apunté al comienzo, los árboles estaban totalmente pelados ya, pero algunos
ejemplares de formas raras y grandes troncos adornados por la nieve y el verde
musgo compensaban esa circunstancia. El hayedo es mas bien joven ya que la
inmensa mayoría de ejemplares son de tronco delgado, pero entre ellos
destacaban algunos a los que nos acercamos para sacar fotos. El camino muy
destrozado por grandes surcos transcurre por el medio del bosque tapizado por
las hojas cubiertas por un fino manto de nieve. Cruzamos una zona en la que se
había formado un barranco que bajaba desde la base de las cumbres pedregosas de
la parte alta.
Tras
dejar atrás el bosque principal salimos a un claro desde donde vimos el pueblo
en la confluencia de valles hacia el Noroeste. Volvimos a entrar en un segundo
reducto de arboleda donde la pendiente del camino se hizo evidente hasta volver
a dejar atrás el bosque. Alcanzamos el punto más alto de esta parte de la ruta
al llegar a la cresta de la sierra por la que seguía el camino. Sabíamos que en
un collado había un refugio, pero no en cual. Seguimos por aquella medianía que
separaba el valle de Fenar del de Orzonaga y fue en este tramo cuando, entre un
pequeño claro entre nieblas vimos la cumbre del Correcillas.
Llegamos
entonces al collado Cimero, 1240 metros, donde comenzaba un gran pinar. Sin
abandonar el camino de la ruta, que yo llevaba en el GPS, bajamos unos metros
más antes de encontrarnos sin esperarlo con el refugio. Estaba metido en un
recinto vallado y con un merendero con barbacoas en su exterior. La casa era de
piedra con cubierta de tejas y en el interior, de unos 12 m2, había
una mesa con bancos, sillas y una chimenea. Tenía dos ventanales, suelo de
terrazo y se veía muy limpio y conservado. Muy pocos hemos encontrado así. Eran
las 15:10 horas cuando llegamos a aquel punto tras 9,500 kilómetros. En su
interior nos acomodamos para comer sin prisa y al resguardo de otra ventisca
que descargó a esa hora.
Una
hora después retomamos la marcha por el camino que allí se bifurcaba en otros
tres ramales. Al fondo de una vaguada del Sur vimos una parte de Solana de
Fenar. Entre altos pinos avanzamos más o menos a una altitud constante hasta
que éstos fueron reemplazados por un bosque de robles. La nieve se había ido
deshaciendo en el terreno porque desde hacía rato lo que caía era más agua que
copos. El camino se estrechó entre los robles y numerosas escobas que crecían a
la par y que contrastaban su color verde con el marrón de éstos.
A las
16:50 horas alcanzamos la cota de otro collado, el del Horno, 1149 m, desde el
que tuvimos una amplia panorámica del valle principal del Torío con La Estación
de Matallana en primer plano. Desde ese punto el camino emprendía una bajada de
fuerte pendiente aunque con varios rodeos por el valle. Fue aquí donde vi pasar
un par de grandes corzos de un lado a otro del camino. Seguíamos entre escobas
y robles que estrechaban el paso en varios tramos. Varios regatos caían por la laderas
en las que la nieve apenas era ya visible. Ya en la parte baja los prados
dominaron las márgenes del camino justo antes de entrar en el pueblo a las
17:20 horas.
En la
confluencia con la carretera hay una vagoneta minera y una gran piedra con el
rótulo de “Orzonaga” labrado en chapa y troquelado con una lámpara detrás para
iluminarlo por la noche. Allí nos sacamos una foto. En vez de seguir directos a
la iglesia, nos metimos por un prado detrás de unas casas, entre éstas y el
río. Un puente estrecho y de madera lisa lo cruzaba y me aventuré a pasarlo
aunque pisando firme por la nieve que aún quedaba en él. No tenía protección
alguna y tendría unos 60 centímetros de ancho a lo sumo. Álvaro no se atrevió
con sus botas que le resbalaban demasiado. Mas adelante pasamos por la puerta
de un taller artesanal en el que vimos, tanto dentro del portalón como fuera,
numerosas figuras de madera y otros materiales. Unos metros después encontramos
un curioso banco en el que el asiento era un gran baúl metálico cerrado con un
candado. Al otro lado del río estaba el pequeño hórreo de madera que habíamos
visto la vez anterior también. Eran las 17:40 horas cuando terminábamos la ruta
al lado de la iglesia de Nuestra Señora de las Nieves. El GPS nos marcaba 13
kilómetros recorridos y un desnivel acumulado de 445 metros.
Como
llovía algo, nos metimos en el pórtico de la iglesia, situado en la parte
contraria y con acceso a través de una portilla metálica. Allí nos cambiamos
tranquilamente antes de ponernos en marcha sobre las 18:00 horas. Volvimos a
parar en el bar de La Estación de Matallana donde me encontré con unos vecinos.
Allí tomamos un refrigerio y retomamos
el regreso a León mientras la lluvia desaparecía. El cielo fue despejando y
vimos la luna clara al poco tiempo. A las 19:10 horas dejaba a Álvaro en casa y
15 minutos después llegaba yo a la mía.
Acertamos
a salir esta jornada invernal y con la zona escogida. El paisaje nevado en
contraste con el bosque y el valle nos hizo disfrutar de una ruta realmente
bonita.
Oficialmente
esta es mi salida número 500 de montaña en poco más de 30 años.
MAPA ESQUEMA
ENLACE RUTA GPS:
SALIENDO DE LEÓN
PRIMERA NIEVE DE LA TEMPORADA EN EL TORÍO
ESTACIÓN DE MATALLANA DE TORÍO
ORZONAGA
CARGADERO DE MINA
VALLE DE LA PORTILLA
PICO EL ÁGUILA
COLLADO GUDINA
LLOMBERA
MUÉRDAGO EN LOS ÁRBOLES
ENTRANDO EN LLOMBERA
CARRETERA DE LAS MINAS
SUBIENDO AL COLLADO
ENTRADA AL FAEDO DE ORZONAGA
EN EL FAEDO
ORZONAGA EN EL VALLE
CRESTA DE LA SIERRA ENTRE ORZONAGA Y VALLE DE FENAR
EL CORRECILLAS ENTRE NIEBLAS AL FONDO
COLLADO CIMERO
REFUGIO
PINARES Y ROBLEDALES ENTRE VALLES
ORZONAGA DE NUEVO
COLLADO DEL HORNO Y ESTACIÓN DE MATALLANA
DESCENSO A ORZONAGA
MONUMENTO AL MINERO
CURIOSO BANCO / BAÚL
TERMINANDO LA RUTA
LUNA CLARA EN EL REGRESO
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