XXVII
TRAVESÍA NOCTURNA.
3ª
TRAVESÍA “LAS FUENTES DEL OMAÑA”
1
ASCENSIÓN AL “MIRO DE LA GLORIA” (Murias de Paredes)
18/19-07-15
Como
ya es habitual en la época estival, solemos hacer alguna travesía nocturna por
lugares ya conocidos y fáciles de recorrer. Esta vez hemos hecho una ruta de
“Cuatro Valles”, Las Fuentes del Omaña, que en dos ocasiones anteriores ya
había repetido. Tan solo Álvaro y yo nos hemos animado a realizarla, lo cual
también es algo habitual en este tipo de rutas de mínima participación, aunque
últimamente lo son todas. Eso no impidió el buen resultado y el disfrute de la
misma, que si adelanto fue en parte ya diurna, desde la cumbre del pico donde
vimos amanecer.
SÁBADO 18
Este sábado me tocaba trabajar de tarde, por lo que tuvimos que marchar
tras salir yo. En Armunia donde ya me esperaba Álvaro, me preparé para la
marcha. Sobre las diez salimos de mi casa hacia el centro donde habíamos decidido
cenar antes de emprender el viaje. Lo hicimos en un burguer cerca de la
universidad y a las 23:00 horas nos poníamos rumbo a Murias de Paredes,
comienzo de la ruta. En la Magdalena hicimos una parada para tomar un
refrigerio antes de retomar la marcha. Nos pasamos las dos entradas al pueblo y
llegamos al cercano puerto de La Magdalena donde dimos la vuelta. Eran las 0:35
horas cuando entrábamos en Murias de Paredes, 1248 m.
DOMINGO 19
Tras conectar el GPS, en el que llevaba la ruta metida, aunque teóricamente
estaba marcada, aparcamos al comienzo de la carretera que sale hacia Montrondo.
Allí nos preparamos para comenzar a caminar a la 1:20 horas. Una señal nos
marcaba a este pueblo 1,600 Km. Salimos de Murias por dicha carretera encontrándonos
al poco con un antiguo molino bastante conservado que entramos a ver. Aun
mantenía la piedra y el eje de madera y el agua corría por su base. Más
adelante, en una finca, vimos unos curiosos mástiles con diferentes figuras y
letreros en ellos. En uno había una veleta, en otro un búho, un tercero tenía
un gallo y el último ponía “Parque Rural María”.
Tras unos 700 metros recorridos encontramos un desvío hacia un camino,
aunque sin señal alguna. Gracias a la ruta del GPS supimos que era por allí.
Adelanto ya que luego esa misma ruta “oficial” de la página de Cuatro Valles
nos metió por lugares que no eran ni mucho menos el trazado de la misma.
Por dicho camino entre arboleda y praderías dimos vista a las luces de
Montrondo en el que entramos, de nuevo por la carretera, a la 1:52 horas.
Cruzamos sus calles con varias casas de piedra y saqué a Álvaro una foto subido
a un tractor aparcado por allí. A las afueras vimos varios remolques en un
prado y un par de perros nos salieron ladrando. Al poco de dejar atrás el
pueblo cruzamos un puente de piedra sobre el río Omaña, hacia cuyo nacimiento
subíamos.
El ancho camino comenzó a ascender y dejamos atrás un manantial de piedra y
al poco una chabola. Entre tapiales también de piedra transcurría este primer
tramo de la ruta donde vimos otra caseta de hormigón con un pilón adherido. En
la otra margen estaba el depósito de agua de Montrondo con un panel solar en el
tejado. Poco a poco fuimos cogiendo altura sobre el río habiendo entre medias
varios recintos de piedra de antiguas edificaciones o corrales de ganado.
Atravesamos después un estrecho y corto paso entre roca para encontrarnos
luego por la derecha con una alambrada paralela al camino en la parte del río
que cerraba los prados en los que vimos el primer ganado vacuno de la ruta. Un
par de paneles señalaban allí la vista del Abedular de Montrondo, ahora
invisible en la oscuridad de la noche. Aprovechamos esta parada para abrigarnos
un poco. Yo solo había llevado un chubasquero, que algo abriga, pero no en exceso.
Álvaro iba más preparado y llevaba además un polar y una sudadera, esta última
me la dejó a mí.
El camino seguía subiendo y se alternaban las suaves pendientes con algunos
fuertes repechos. El ganado fue aumentando en los prados aledaños viendo numerosas
vacas con terneros a su vera. Algunos estaban en el mismo camino. Los
manantiales abundaban en el lateral izquierdo, unos en forma natural y otros
con fuente y abrevadero. A las 3:25 horas llegamos a un pequeño refugio de
bloques de hormigón con tan solo una chimenea y medio destrozada. El ganado
había entrado por lo que se veía y estaba en bastante mal estado, aunque para
un apuro....Llevábamos casi 6,000 kilómetros hechos.
Retomamos la marcha dejando enseguida atrás una gran nave ganadera. Por
allí el camino se encharcó un poco teniendo que sortear el agua y barro. La
noche había quedado estrellada tras una tarde nublada y saqué unas fotos del
cielo con la cámara en larga exposición y sí se ven las estrellas. A
continuación el arroyo de La Portiecha atravesaba el camino y lo cruzamos por
unas piedras colocadas a tal efecto. De pronto vi un sapo en medio del camino y
lo esquivé de casualidad.
A las 4:27 horas encontramos una señal indicadora que nos marcaba 8,700 Km
al puerto de La Magdalena y 10,900 Km al final de la ruta en Murias. Estábamos
a 1600 metros de altitud, habiendo caminado 7,500 Km. Al poco encontramos el
paso del arroyo Mular en un lugar encajonado entre piedra del que yo me
acordaba. Pues bien, aquí fue donde tuvimos el despiste de la noche. La señal
nos marcaba hacia el paso del arroyo, al igual que la ruta del GPS. Lo cruzamos
metiéndonos entre maleza cerrada por un lado y paredes de roca imposibles de
trepar por otro. Volvimos sobre los pasos intentando buscar un lugar mejor y lo
vimos complicado. Bien es cierto que subía un medio camino hacia la Cabaña del
Mular, pero ni la señal ni el GPS me lo marcaba por allí. Al final volvimos a
cruzar el arroyo metiéndonos entre grandes escobas que nos desmoralizaban. No
veíamos ninguna señal de la ruta, que ahora creemos iba a la cabaña, y
seguíamos como podíamos la ruta del GPS. Nos metimos a la vera de una alambrada
de espinos con la que además había que tener cuidado de no tropezar. Repito que
las escobas subían por encima de nosotros y estaban tupidas de verdad.
Tras una hora desde la llegada a la última señal por fin salimos a un
sendero por el que seguimos subiendo mucho mas cómodos. Eran las 5:50 horas
cuando vimos el primer resquicio del amanecer. De nuevo se había nublado algo
sin enterarnos y los tonos rojizos reflejados en esas nubes daban un aspecto
precioso a la aurora. Poco a poco se fueron perfilando las siluetas de las
cumbres, tanto cercanas como más alejadas. Estábamos a “tiro de piedra” del
Tambarón, del que habíamos pasado a 1 Km en línea recta en el cruce del arroyo.
La ruta pasaba por el Oeste del pico El Miro de La Gloria, o Colchona de
Vivero, al que decidimos subir ya que había 15 metros de desnivel tan solo. Nos
desviamos por un camino anterior que nos llevó a una cancilla cercana a la
cumbre a la que llegamos a las 6:40 horas. Estábamos a 1933 metros de altitud
habiendo caminado 10,600 Km.
La linterna ya no hacía falta a esas horas en la cumbre. La salida del sol
a las siete en punto fue espectacular con los tonos rojizos detrás de la
silueta de Peña Ubiña y el resto del macizo. Al Sur emergía el perfil del
Suspirón, cumbre a la que también subimos Álvaro y yo hace un par de años en
otra ruta nocturna. Más al Este teníamos el Tambarón, ya subido, o el Molar de
Montrondo. Más al Noroeste estaba el Nevadín y Lagumón, también ascendidos por
mí hace unos años. Las laderas del Norte caían hacia el valle de Vivero.
El frío era intenso e incluso con los chubasqueros y las sudaderas se hacía
notar. En medio de un montón de piedras de la cumbre dejamos nuestra tarjeta de
cumbres y nos hicimos una foto antes de emprender el descenso a las 7:30 horas.
Un camino cimero cerca del cual pastaba más ganado nos bajó al enlace de la
ruta algo por debajo de la cumbre. El trazado de la misma se mete un poco por
el valle de Vivero, pueblo que vimos desde allí. En este valle acampé hace
varios años cuando subí al Nevadín. El camino de tierra nos llevó a una collada
por la que en ese momento creíamos que pasaba la ruta, ya que aún no habíamos encontrado
señal alguna desde el arroyo. Allí sí encontramos una estaca de la misma.
En el valle se veía una lagunilla y en la parte contraria el collado por el
que teníamos que pasar. El camino rodeó una de las vaguadas de este valle de
Vivero, el del arroyo Vega del Agua, para emprender una suave subida hasta el
collado Llano Oscuro, 1763 metros, por el que pasamos a las 8:40 horas con
13,100 Km. hechos.
Cruzamos una cerca y comenzamos a descender hacia el valle de Fasgarón que
desemboca en el Puerto de La Magdalena. Tras unos metros de bajada llegamos a
una fuente con pilón seco. La temperatura había subido ya que las nubes se
habían esparcido y el sol comenzaba a calentar. Allí decidimos parar unos
minutos a comer algo. Yo llevaba fruta y un pequeño sándwich mientras que
Álvaro había llevado bocatas como para una ruta normal de día... por si acaso.
Debido al frío que había pasado a primera hora de la noche, antes de ponerme la
sudadera, tenia el estómago algo revuelto y no sabía como me sentaría el sándwich.
Al final asentó y no me dio problemas.
Retomamos la marcha tras casi media hora allí parados llegando enseguida a
otro refugio de piedra un poco mejor conservado que el anterior. También tenía
chimenea y unos bancos y mesa de madera nuevos. Había también dentro un poco de
leña seca recogida. El camino seguía descendiendo por el valle y cruzamos el
arroyo Fasgarón con apenas caudal. Vimos otra fuente con un pequeño pilón de
piedra de la que sí manaba agua. Alrededor había un rebaño de vacas con sus terneros.
Fuimos bajando por la margen Sur del valle en el que vimos unas parcelas de
prados segados ya cerca de la confluencia con el principal. Cruzamos otra
cancilla y pasamos un tramo encajonado entre roca antes de desembocar en el
Puerto de La Magdalena un poco por debajo de la parte alta y dirección
Villablino. Nos fuimos situando paralelos a la carretera donde vimos la ermita
de La Magdalena casi en ruinas, además de varias explotaciones ganaderas. Este
tramo de la ruta comparte trazado con otra de bicicleta de las cuencas mineras,
“Riello – Villablino” cuyas señales encontramos.
A las 10:30 horas salimos a la carretera justo en el punto alto del puerto,
1434 metros. Hasta allí habíamos llegado el día antes para dar la vuelta al
pasarnos las entradas de Murias. Tras escasos 500 metros por ella, una señal
nos marcaba el desvío a un camino por la derecha de ésta. Pues bien, una cerca
cerrada y candada impedía dicha entrada al camino, lo cual no es del todo
lógico. Al final tuvimos que saltar dicha valla, pero me imagino como lo harán
los ciclistas que hagan la otra ruta y que también sigue este trazado.
El camino se internaba hacia el fondo de la vaguada perdiendo altura bajo
la carretera. Dejamos atrás algunos corrales más cercados con piedras antes de
pasar al lado de otra fuente con pilón medio seca. Por encima íbamos viendo el armado de piedra de la carretera que en algunos lugares tenía varios metros
de base. Atravesamos otra cancilla y cuando eran las 11:20 horas entrábamos en
Murias de Paredes. En diez minutos atravesamos las calles del pueblo antes de
terminar la ruta en la furgoneta tras 21,000 Km recorridos y un desnivel
acumulado de unos 750 metros.
Al pasar por alguna calle habíamos visto cerca puestos de
un mercadillo y nos enteramos que se celebraba uno artesanal. Nos cambiamos y
nos acercamos hasta la plaza en la que se celebraba dando un paseo por los
puestos y tomando un refrigerio en la tasca allí montada. El frío de la noche y
el amanecer había tornado ya al calor veraniego del mediodía. Por allí me
encontré con una compañera de trabajo.
Cerca de una hora estuvimos viendo esto antes de
emprender el regreso a León. Al salir a la carretera general paré a sacar una
panorámica del pueblo desde la parte alta. De camino nos detuvimos en La Magdalena
a tomar otro refrigerio y cuando eran las 14:10 horas llegábamos a Armunia
finalizando esta “jornada” montañera.
Sin duda otra actividad fuera de lo habitual a lo largo
del resto del año y que nos permite disfrutar de la montaña desde otra
perspectiva como es la nocturna o el amanecer, en este caso desde una
cumbre.
MAPA ESQUEMA
MAPA Y ENLACE TRACK GPS:
LA MAGDALENA
MURIAS DE PAREDES
MOLINO A LAS AFUERAS
DESVÍO HACIA CAMINO
MONTRONDO
PUENTE DE PIEDRA A LAS AFUERAS
FUENTE
ENTRE TAPIALES
VALLADO DE PRADOS
GANADO EN LAS PRADERÍAS
REFUGIO
NAVE GANADERA
CIELO ESTRELLADO (CON LA MÁXIMA RESOLUCIÓN DE UNA CÁMARA COMPACTA)
CRUCE DE ARROYO
SAPO EN LA RUTA
ARROYO Y CRUCE INNECESARIO POR EL DESPISTE QUE TUVIMOS
PELEANDO CON LA MALEZA
YA EN BUEN SENDERO
PRIMERAS LUCES DEL ALBA
SIN PALABRAS
DESDE EL MIRO DE LA GLORIA
SILUETA DE PEÑA UBIÑA CON EL PRIMER RAYO DE SOL
MULAR DE MONTRONDO Y TAMBARÓN DETRÁS
VALLE DE VIVERO
PARADA EN EL VALLE DE FASGARÓN
SALIENDO AL PUERTO DE LA MAGDALENA
RESTOS DE LA ERMITA DE LA MAGDALENA
HACIA EL ALTO DEL PUERTO
CANCILLA CANDADA EN MEDIO DE UNA RUTA "OFICIAL"
ULTIMO TRAMO A MURIAS DE PAREDES
LLEGANDO AL PUEBLO
MERCADILLO ARTESANAL EN MURIAS
PANORÁMICA DESDE LA CARRETERA GENERAL
LA MAGDALENA
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