lunes, 5 de agosto de 2013

DOS HERMANITOS Y CUIÑA (Puerto de Ancares) - 04-08-13

 

2ª ASCENSIÓN AL “CUIÑA” Y 1ª ASCENSIÓN AL “DOS HERMANITOS”. (Desde Puerto Ancares).

04-08-13                         (Domingo)

En plena época estival seguimos con nuestro calendario de actividades programadas, en esta ocasión con la ascensión al pico Dos Hermanitos y la ampliación al cercano Cuiña.

A las 7:30 horas hemos salido de Armunia en mi furgoneta los cinco participantes de esta ruta: Nati, Álvaro, José Antonio, José Carlos y yo. Por la nacional llegamos a Astorga donde nos incorporamos a la autovía. Ya en la salida a Toreno la hemos abandonado para seguir el viaje por las carreteras secundarias hacia Toreno primero y luego a Vega de Espinareda. En este pueblo hemos parado a tomar un café unos minutos antes de retomar la marcha hacia Los Ancares. Después de pasar el puerto de Lumeras descendimos hacia el valle en el que se encuentra Tejedo de Ancares, en el cual paramos de nuevo cuando eran las 9:44 horas. En este pueblo nos informamos sobre una de las alternativas para subir a la cumbre siguiendo el valle del río Cuiña que partía de la carretera del puerto, unos kilómetros por encima. Las informaciones eran contradictorias, y mientras un vecino nos decía que habían limpiado los senderos, otro nos aconsejaba no meternos por allí ya que además la pendiente era descomunal. Optamos entonces por asegurar el acceso decidiendo subir hasta el alto del puerto Ancares. Desde la carretera vimos efectivamente lo abrupto del terreno en la parte alta del valle con cortados y paredes verticales de difícil acceso.

A las 10:25 horas llegábamos al alto de este puerto con 1648 metros de altitud tras 153 Km. recorridos. Aparcamos en la explanada cercana y nos acercamos hasta el mirador de Balouta desde el cual se puede divisar este pueblo y el valle de la parte Norte. También cercano hay un merendero donde nos sacamos una foto de grupo con las cumbres que íbamos a ascender de fondo. El día despejado animaba a la caminata.

Eran las 10:50 horas cuando emprendimos la ruta saliendo por un sendero muy marcado desde el mismo aparcamiento. Por la umbría de la sierra transcurre el mismo entre escobas hasta alcanzar la parte alta poco después. Descendimos luego unos metros hacia un collado anterior a la Peña Venera en el que se encuentra un pequeño refugio. En la cima de este pico vimos una especie de antenas con el zoom de la cámara. Desde el refugio emprendimos la subida por la loma de dicha peña bordeándola por la parte Norte entre riscos pedregosos y matas con arándanos aún poco maduros. No tardamos en divisar Suarbol en el fondo de otro valle del Norte y en la lejanía algunas poblaciones más ya de la provincia lucense.

Ascendimos poco a poco hasta alcanzar la collada occidental de la peña desde la cual vimos un grupo de montañeros ascender por la ladera de la siguiente cima, el Alto de Brañutín. Nosotros decidimos echarnos al valle del Sur para seguir la senda a la laguna de Ferreira que bordea dicha cumbre y la del Cuiña, en cuya falda se emplaza la misma. El sendero muy marcado nos hizo perder altitud atravesando algunas zonas pedregosas. Más adelante se suavizó antes de comenzar a ascender bruscamente por una especie de canal. Enseguida divisamos otro refugio circular algo por debajo hacia el que tuvimos que descender. En esos momentos nos sobrevolaban a baja altura varias rapaces. Yo creo que esperando que alguno cayésemos....

A las doce del mediodía llegamos a dicho chozo de piedra y pizarra en el que nos detuvimos unos minutos y repusimos fuerzas. Estaríamos a unos 1800 metros de altitud. Frente a la puerta teníamos la cumbre del Dos Hermanitos, o Campanario, como también se le conoce, con sus dos cimas. Retomamos la marcha y comenzamos a subir por la ladera sin dejar el sendero que nos llevó a pocos metros de la collada anterior al Cuiña. Allí dejamos atrás a un grupo de chicas que también iban a la laguna. Hacia ella volvimos a descender llegando a su altura cuando eran las 12:30 horas. Ésta se encuentra a unos 1820 metros de altitud.

Esta Laguna o Pozo de Ferreira tiene una curiosa forma de suela de zapato vista de unos metros por encima. En sus orillas había más personas del grupo que habíamos dejado atrás. Por la empinada ladera del Cuiña bajaban un par de personas más a través de los numerosos pedregales que la cubren.                  

Sin detenernos mucho pasamos por este punto para seguir subiendo ahora bajo unas escarpadas paredes con dirección a la collada entre el Cuiña y el Dos Hermanitos. A las 13:00 horas llegamos a la misma teniendo desde ella una amplia y bonita vista del valle de La Grandela por el que hace unos meses bajamos del Mustallar, que ahora también contemplábamos “a tiro de piedra”. Al final de dicho valle se veía la confluencia con el de Villouso en la que habíamos dejado los coches, y un tramo más al fondo distinguimos algunas casas de Burbia.

Por la misma cresta nos encaminamos hacia la cumbre siguiendo el sendero muy trotado que enseguida se metió hacia la parte Oeste. No tardamos en divisar un numeroso grupo de rebecos a pocos metros de nosotros trepando por la roca. Bajamos unos metros para encontrarnos con un paso un tanto dificultoso, que no peligroso, tras el cual remontamos una fuerte pendiente. Desde la misma cresta vimos al rebaño encaramado en los riscos y muy cercana un ave rapaz que me pareció un buitre.

Me quedé rezagado sacando fotos de todo ello y no tardé en alcanzar la primera cima de esta cumbre. La principal se emplazaba unos metros más adelante tras un pequeño colladín que crucé en pocos minutos. A las 13:30 horas alcanzaba la cumbre del Dos Hermanitos con una altitud de 1906 metros. En la misma había un monolito de rocas sin buzón ni señal alguna. En un bote dejamos nuestra tarjeta y nos sacamos unas fotos de grupo. Cerca de la laguna se seguía viendo personal.

La vista era amplia y clara con numerosas cumbres en redondo. En la misma sierra teníamos el Cuiña, Peña Longa y Mustallar entre otros. En la lejanía estaba la zona del Morredero y sus numerosas cimas. También se distinguían varias de los montes de la Cabrera en los que se encuentra el Picón, ascendido hace dos semanas. Al otro lado del puerto emergía el Miravalles.

A las 14:05 horas decidimos pasar hacia el Cuiña. Siguiendo más o menos los pasos de subida descendimos hacia la collada intermedia destrepando algunas zonas rocosas que antes no habíamos encontrado. Así llegamos a la collada más baja, 1846 metros, desde la cual se comienza a remontar la ladera Sur del Cuiña. Mientras José Antonio seguía la misma cresta, el resto nos metimos en una vaguada herbosa que tuvimos que subir hasta la parte alta. En unos riscos había unos restos de antenas o equipos de medición a los que se acercó Álvaro. Desde la cresta vimos la laguna y también la parte alta del puerto con algunos coches aparcados allí, no el mío, oculto tras la loma.

Sin abandonar la senda fuimos ganando altura cruzando algunos pedreros antes de salir a la loma campera que forma la cumbre del Cuiña. A las 15:05 horas llegaba yo a esta cima de 1987 metros de altitud en la que sí hay un buzón metálico en medio de la gran explanada. Sentados en el borde Nordeste estaban los compañeros ya bocata en mano. Unos metros por debajo se veía un nevero cercano a la collada. Ahora se distinguían más cumbres de la sierra detrás del Mustallar como el Tres Obispos o Peña Rubia. Estando allí entablamos conversación con unos montañeros que habían subido y que venían con un niño. También hablamos con Nati, que había llegado a la laguna y ya estaba de vuelta al puerto. 

A las 17:25 horas comenzamos a bajar directamente a la collada del Norte, 1833 m. Desde ella nos acercamos hasta el nevero que en su parte gruesa tendría un metro de espesor. En él nos sacamos unas fotos y retomamos la marcha ascendiendo ahora hacia el Alto de Brañutín, 1884 metros, por el que pasamos sin detenernos. Bajamos hacia la parte contraria pasando al lado de unos acantilados verticales de los que había que cuidarse.

Álvaro y José Carlos se habían adelantado mientras José Antonio y yo quedamos por detrás. No tardando llegamos al collado en el que nos habíamos desviado de la cresta por la mañana. Desde allí nos metimos en la ladera Norte de Peña Venera para rodearla. Habíamos comentado la posibilidad de subirla, pero no vimos sendero a ella. En este tramo volvimos a ver más rebecos a poco distancia de nosotros pudiendo fotografiarlos nítidamente.

Ya con el refugio a la vista vi a Nati en él con el zoom de la cámara. Por la parte alta vimos aparecer a Álvaro y José Carlos, que al final habían subido a la Peña Venera y ahora bajaban entre las escobas. Tras dejar atrás la cabaña nos reunimos todos subiendo la loma siguiente que ya caía hacia el alto del puerto. El sendero la rodeaba sin llegar a la parte alta, aunque otro lo hacía por esa zona y ellos lo siguieron.

A las 19:00 horas terminábamos la ruta en el aparcamiento del alto del puerto Ancares. José Antonio bajó unos metros por la ladera Sur y recogió una chapa grande de un letrero de un camping que no se podía identificar. La metimos a la furgoneta para tirarla luego en un contenedor de los pueblos de abajo.

Tras cambiarnos y demás decidimos bajar por la carretera hacia el Norte dónde José Antonio nos quería enseñar un bonito rincón. Al lado de la bifurcación a Suarbol sale una pista asfaltada por la que recorrimos unos 3 Km. hasta llegar a unas brañas restauradas llamadas Pan de Zarco, ya en Lugo. Allí se pueden ver una docena de viviendas de piedra y pizarra restauradas y una palloza cerca de la cual hay una fuente. Por allí vimos a algún perro y a un ciclista que subía hacia el puerto.

De regreso hemos cogido el desvío a Balouta, situado en la falda del Miravalles,  en el cual aún pueden verse varias pallozas más o menos conservadas. Nos dimos un paseo por el pueblo antes acercarnos al Centro de Turismo Rural en cuyo bar nos tomamos un refrigerio. Al ir a la furgoneta nos encontramos debajo un pequeño gato que se escondía de un perro que rondaba por allí.

A las 20:30 horas nos pusimos de regreso a casa. Subimos todo el puerto encontrándonos algunas vacas en medio de la carretera. Sin novedades llegamos a Vega de Espinareda donde cogimos la carretera a Ponferrada para dejar a José Carlos en Santo Tomás de las Ollas. Allí cogimos la autovía hacia Astorga en donde enlazamos con la nacional a la capital llegando poco antes de las 23:00 horas a Armunia. 

























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