lunes, 8 de abril de 2013

PEÑA HOGUERA (Maraña) 07-04-13

 


1ª ASCENSIÓN A “PEÑA HOGUERA”. (Desde Maraña).

07-04-13               (Domingo)

De nuevo hemos modificado los planes previstos para hoy dentro del calendario por la mala climatología que seguimos sufriendo. En el mismo estaba programada la ascensión al pico Vistruey, entre Palencia y Cantabria, una cumbre de dureza considerable debido al desnivel y la distancia a recorrer. Como ya hicimos anteriormente, hemos ascendido una de las cumbres programadas para hace unas semanas, Peña Hoguera, en Maraña.
En Guzmán nos reunimos los 7 participantes en la misma: Mª Jesús, José Luis, Nati, Carmen, Álvaro, Alex y yo. Salimos en mi coche y el de Alex por la autovía hacia Puente Villarente donde cogimos la carretera a Boñar. Desde allí cruzamos a la de Riaño, localidad en la que paramos unos minutos a tomar un café.
A las 10:30 horas llegábamos a Maraña, 1244 m, en cuya plaza aparcamos. Teníamos los Mampodres que se elevaban al Sur y la Peña Hoguera emergía al Noroeste. Mientras nos preparamos para la ruta, Nati sufrió una caída al patinar en el hielo que cubría el asfalto. Por suerte no fue a más el golpe que se dio en la cabeza.
Cargamos agua en una curiosa fuente con forma de cabeza de vaca y a las 10:53 horas emprendíamos la marcha por la carretera que cruza el pueblo hacia el Oeste hasta dejar éste atrás. Abandonamos la misma hacia unos prados para atajar a un camino por debajo de la peña al que enseguida nos incorporamos. La nieve lo cubría todo y por él fuimos avanzando abriendo huella y rodeando Peña Hoguera por el Oeste.
El cielo se mantenía nublado y amenazante. En algunos tramos nos salimos del camino, aunque no aguantábamos mucho más. Incluso decidimos que era mejor seguirlo aunque hubiese nieve. Álvaro y José Luis se echaron hacia la roca en la que se veían algunas canales que a mí no me convencían. Al final solo José Luis se decidió a meterse en ellas mientras el resto seguíamos por el camino hacia la cara Norte por la que se accede a dicha cumbre. La cara Sur era un gran paredón inaccesible a pie.
Ya en la cara Norte abandonamos el camino hacia la misma ladera que se suavizaba visiblemente, aunque con bastante pendiente aún. Un bosque cubría casi toda esta ladera y decidimos pegarnos a la roca para subir por allí. La nieve estaba helada en algunos trozos y teníamos que tener cuidado para no patinar. Comenzamos a trepar por la roca en la que también tuvimos algunos resbalones. Hubo que bajar unos metros al encontrar inaccesible un paso y remontarlo por otra zona.
Poco a poco fuimos ganando altitud y nos encontramos con José Luis, que había subido por la otra cara. Más arriba llegamos a un collado que tuvimos que bajar cruzando entre arboleda antes de volver a remontarlo. La roca abundaba en el terreno y la nieve la hacía especialmente resbaladiza. Precisamente por ese motivo patiné y me di un golpe seco en el pecho que casi me rompe las costillas. Me dejó sin respiración un momento. Por suerte se me ha ido quitando la molestia, aunque no del todo.
Poco antes de las 13:00 horas alcanzábamos lo que creíamos era la cumbre, y de hecho allí dejamos una tarjeta entre un hito de rocas que montamos y nos sacamos unas fotos de grupo. A mi no me terminaba de convencer del todo al ver más al Oeste otras rocas más altas, si bien el mapa no era muy específico. Estando en esta cumbre vimos acercarse un grupo de corzos, aunque una mastina que nos acompañaba desde el pueblo los espantó.
Tras un rato en esta cumbre, y mientras comenzaba a escaparse la nieve, emprendimos la marcha hacia otro collado al Oeste desde dónde se podía bajar por el bosque. Al final los que iban delante dejaron atrás este paso y se encaminaron hacia los picachos siguientes. Nos metimos de nuevo en una canal en cuya parte alta se nos complicó un poco el paso por la fuerte pendiente y la gran capa de nieve blanda que la cubría.
Llegamos así a un collado entre los dos peñascos. Algunos subieron al de la derecha comprobando que el más alto era el contrario. Nos encaminamos hacia él subiendo otra pala de nieve y trepando un paso antes de alcanzar la verdadera cima de Peña Hoguera, 1511 m, a las 14:00 horas. De nuevo nos hicimos otra foto de grupo y dejamos una tarjeta entre otro montón de rocas que colocamos a modo de buzón. La visibilidad se había reducido considerablemente y la niebla ocultaba la mayoría de las cumbres que antes veíamos.
No nos entretuvimos mucho allí y emprendimos el descenso hacia el collado anterior para rodear la otra cima por su cara Suroeste en la que vimos una pequeña cueva. Dejamos atrás los picachos y nos metimos en el alto de la loma cubierta por el blanco manto entre el cual vimos numerosas flores amarillas. Desde allí se veía la carretera que baja del puerto de Tarna y a su vera un grupo de caseríos.
Aprovechando que había parado de nevar un poco nos acomodamos a comer a la “sombra” de un arbusto. Allí estuvimos una media hora antes de proseguir la ruta por la parte alta de la sierra. Bajamos luego por un bosque hacia un collado decidiendo luego subir a otra pequeña cima con una amplia vista de Maraña al Sur. En esos momentos se abrían algunos claros por los que se colaba el sol. Tras unos minutos en aquel alto retomamos la marcha desandando unos metros y encontrándonos con una sima medio oculta por la nieve, lo cual supone un verdadero peligro en las rutas.
Comenzamos a bajar por una fuerte pendiente de nieve blanda por la que comenzaron a rodar algunas bolas que se agrandaban con la velocidad. Pues bien, algunos aprovechamos una de ellas para hacer el cuerpo de un muñeco que luego fuimos perfeccionando con la cabeza y detalles en la misma. Quedó original.
Retomamos la bajada hacia un camino que veíamos en la parte baja de la vaguada y al que no tardamos nos incorporamos tras cruzar un riachuelo. Por el mismo descendimos suavemente bajo las peñas en las que habíamos estado hasta que llegamos al punto en el que por la mañana lo habíamos abandonado hacia la ladera. Allí cruzamos otro pequeño arroyo antes de incorporarnos al mismo. Comprobamos como, a pesar de quedar mucha nueve aún, se había deshecho considerablemente la capa.
El sol seguía brillando a ratos entre los nubarrones y nos colocamos las gafas para protegernos. Así llegamos al lugar donde lo habíamos cogido y de nuevo nos echamos a los prados para atajar por ellos saliendo a la carretera poco antes de las casas de Maraña. A las 17:45 horas entrábamos en el pueblo dirigiéndonos hacia la plaza en la que teníamos los coches. En el bar estaba Nati con Alex y Carmen, que se habían adelantado. Por allí vimos varios mastines con algunos bonitos cachorros.
Tras cambiarnos y ponernos cómodos entramos al mismo para tomar un refrigerio y hacer las cuentas de la salida antes de ponernos de regreso a León a las 18:15 horas. En el primer trayecto hasta la carretera general nos encontramos con algunos caballos en medio de ella lamiendo la sal para la nieve. También vimos numerosos corzos en las laderas cercanas. Ya camino de Riaño se echó a llover copiosamente cerrándose el paisaje de forma brusca. Con este panorama circulamos varios kilómetros antes de que cesara un poco, aunque el sol apenas lo vimos.
A las 20:00 horas llegábamos a la capital tras 125 Km. recorridos desde Maraña. Con ello cerramos otra de las salidas pendientes, pero seguimos dejando otras por detrás.       

















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