1ª ASCENSIÓN A “EL RASTRILLO”. (La Riera de Babia).
23-11-24 (Sábado)
Nueva ruta en este otoño y su climatología cambiante e inestable, como la que tuvimos durante esta jornada de montaña. Apuramos hasta el último momento para elegir la zona con mejor tiempo dentro de lo variable que se presentaba en general. Al final me decanté por una sencilla cumbre a la que nunca había ascendido, El Rastrillo, desde el pueblo de La Riera de Babia. Con una baja de última hora de los participantes apuntados, cuatro fuimos los que nos hemos acercado hasta dicho pueblo babiano para realizar la ruta programada. El resultado de la misma fue todo lo mejor esperado y el transcurso de la jornada como seguidamente se detalla.
Poco después de las 8:00 horas salimos de Armunia los cuatro partícipes: Juan, Mª Jesús, Álvaro y yo, en mi furgoneta con los termómetros exteriores marcando 6º C. Avanzamos por la carretera hacia La Magdalena con los cielos cubiertos por completo y las cumbres ocultas por nieblas altas. Pasamos por esta población y en Canales hemos hecho una parada para tomar un café en el bar habitual. Tras unos minutos en el mismo retomamos la marcha por el valle de Omaña dejando atrás numerosos pueblos de esta comarca. En Los Bayos nos hemos desviado por la estrecha y serpenteante carretera que se dirige a Cabrillanes durante la cual entramos en Babia. En este pueblo nos incorporamos a la general que sube a Villablino, girando nosotros en sentido contrario hacia la cercana bifurcación a La Riera de Babia, pueblo al que llegamos cuando eran las 10:00 horas. Nos costó un rato encontrar un lugar donde aparcar en las estrechas calles de esta localidad. Allí nos preparamos para la ruta, que comenzamos a las 10:25 horas a una altitud de 1322 metros.
El cielo se mantenía cubierto por nubes que ocultaban las cimas. Atravesamos el pueblo por algunas de sus calles dejando atrás una fuente y lavadero de piedra algo restaurados así como un potro de herraje. Pasamos por la parte baja de la iglesia y llegamos al comienzo del camino que se internaba en el valle. Lo cierto es que dimos un rodeo, como luego comprobaríamos, ya que de haber cogido una calle paralela desde donde estaba la furgoneta nos habría sacado casi directamente a ese punto.
Cruzamos una valla metálica y entramos en el camino de tierra cerca del cual pastaban algunas vacas guardadas por varios mastines. Por encima vimos una caseta de recogida de aguas y abajo un manantial. Tuvimos desde ese punto una panorámica casi completa del pueblo. Paralelos al arroyo de La Fuenfría, que corría algo más abajo por nuestra izquierda, ganamos altura con dirección Noroeste entre algunas praderías cerradas por bajos tapiales de piedra y algunas vallas de alambre. Tras caminar más o menos un kilómetro se bifurcó el valle en dos ramales y nos fuimos metiendo en el de la derecha, más al Norte, siguiendo ahora el cauce del arroyo de Corralines, o Fuente de Los Pastores, que no tardando cruzamos. Por el contrario, el del Fuenfría bajaba por la vaguada más al Oeste que luego recorreríamos en el descenso. El ancho camino seguía ascendiendo franqueado por esos tapiales de roca y praderías por un lado y las laderas cubiertas por arbustos en el otro.
Tras una media hora andando por dicho camino, éste dio un brusco giro al Oeste ya que se comunicaba con el del valle paralelo de Fuenfría. Nosotros nos desviamos entonces hacia otro algo menos marcado, aunque también ancho, que seguía subiendo por este valle de Corralines dejando el arroyo a la derecha de la marcha durante un tramo no muy largo antes de atravesarlo en un punto sin ningún puente ni apoyo. Cierto es que no bajaba mucho caudal por el mismo y no supuso mayor problema. Llevábamos como acompañantes dos de los mastines que estaban con las vacas abajo y que, a pesar de espantarlos para que quedasen allí, no hicieron caso alguno.
Un nuevo cruce del arroyo y seguimos la remontada por el valle en el que las praderas de la parte baja habían sido sustituidas por laderas de escobas y otros arbustos. El camino se mantenía bastante despejado e incluso encontramos rastros de haber sido desbrozado recientemente. Así lo encontramos a lo largo de unos 2,500 km desde el pueblo hasta que poco a poco se fue difuminando en el terreno para convertirse en sendero que seguía cruzando el arroyo Corralines mientras nos acercábamos a la cabecera del valle. Encontramos en algunas praderas altas infinidad de tierra removida por los jabalís recientemente.
Veíamos ya la cabecera del valle con las cumbres que lo cierran totalmente cerradas por las nieblas. El arroyo se precipitaba en varias pequeñas cascadas que también contemplábamos por delante. Intentamos seguir la senda, que a veces se nos despistaba entre las escobas, aunque realmente solo eran cuatro corros los que atravesamos. Así llegamos al cruce de un arroyuelo lateral con apenas caudal y en el que se formaba por encima de nosotros la cascada de Cascariche, como apunto, con un pequeño chorro de agua solamente. Estábamos a 1647 metros de altitud y llevábamos 3,100 km. Eran las 11:45 horas.
El arroyo principal giraba al Oeste y con él la senda que subía ya con bastante pendiente hacia el collado El Rozo. En ese tramo de campas nos separamos unos de otros, y mientras Mª Jesús y Álvaro se desviaron a la izquierda, Juan y yo lo cogimos más directamente por la vaguada en la que nacía el arroyo Corralines en La Fuente de Los Pastores, que en algunos mapas da nombre también a este arroyo. En la verde pradera encontramos algunas setas ya bastante pasadas. Los mastines seguían con nosotros, aunque iban a su aire por donde mejor les convenía. Al Norte aparecían los paredones calizos de la falda Sur del Montigüero bajo la cumbre totalmente oculta por las nieblas.
Cuando estábamos a 1710 metros de altitud nos encontramos con los primeros resquicios de nieve en el terreno, minúsculos y escasos, eso sí. A las 12:18 horas alcanzamos Juan y yo el collado El Rozo de 1842 metros de altitud y tras 3,800 km hechos. Álvaro y Mª Jesús habían alcanzado la cresta pero bastante más abajo. Desde ese punto dimos vista a la cercana cumbre de La Crespa, al Oeste, que igualmente se mantenía oculta por completo. Algo al Sur sí vimos parte del valle principal y Quintanilla de Babia en él. También la cercana cumbre de El Rastrillo tras una ante-cima más cercana. Hacia ella nos encaminamos por pradería y algo de roca muy dispersa rodeando esa cima secundaria por el Oeste. En el último tramo se acentuó de nuevo la pendiente por algo más de roca cómoda de subir. Así coronamos la cresta poco antes de la cima encontrando un par de hitos de rocas apiladas en este corto tramo hasta la cumbre principal. A la misma llegamos cuando eran las 12:40 horas y tras 4,300 km hechos.
El Rastrillo es una cima / cresta de 1926 metros de altitud con no mucha roca y además poco definida. De hecho no había ninguna señal que indicase la ubicación exacta de la cota más alta, ya que dos de los “picachos” se veían de similar altura. Lo lógico hubiese sido que algunos de los dos grandes hitos de rocas que había pocos metros antes estuviese en la cima principal. Tampoco es que tenga mayor importancia este dato, dicho sea de paso.
Álvaro llegó casi a la par que nosotros y Mª Jesús poco después. Los mastines habían bajado al collado Salinas, al Norte, y comenzaban a subir por la ladera hacia el macizo del Montigüero. El paisaje que contemplábamos en esta ocasión se resume en pocas palabras dado que las nieblas ocultaban por completo casi todas las cimas, tanto cercanas como lejanas. Sí se veían las que cerraban por el Este el valle por el que habíamos subido y que tienen menos altitud. El pico de Vega Vieja, Peñas de Celada, Villameroy o el pico Burón encima de La Riera de Babia, pueblo oculto tras las lomas. En un momento determinado abrió un poco y vimos parte de la cresta del macizo del Montigüero y alguna cumbre que no llego a identificar. A la cumbre principal, el Montigüero, teníamos 1,200 km en línea recta.
En los valle se acertaban a ver algunos pueblos bajo la niebla, como el ya anotado Quintanilla de Babia, Las Murias de Babia y Mena de Babia. Acercándonos un poco hacia la ladera Oeste pudimos ver los restos del cercado de un corral cuadrado y la Majada de Fuenfría con el refugio en el fondo del valle.
Antes de comer hemos amontonado unas rocas en la cima para señalarla un poco y dejar entre ellas nuestra tarjeta de cumbres. También unas fotos de grupo en dicha cima con el escaso paisaje que se veía. Nos acomodamos para comer metidos hacia esa orientación Oeste a la abrigada de unas rocas. No hacía excesivo frío, pero la cazadora no sobraba. De nuevo habían aparecido los dos mastines a los que dimos algún pedazo de pan y demás. La niebla nos envolvió por completo mientras comíamos tranquilamente y descansábamos.
A las 14:30 horas iniciamos el descenso hacia el collado Salinas por la loma montana tapizada por algunos diminutos y dispersos neveros. En unos diez minutos bajamos a esta cota de 1868 metros donde la visibilidad seguía siendo casi nula. Nos echamos entonces al valle Oeste, el del arroyo Fuenfría, por una amplia vaguada también con pradería y poca roca. Fuimos dejando la niebla arriba ocultando por completo las cumbres que nos quedaban en frente, la Crespa y la Malvosina entre otras. Solo en algunos escasos momentos abría un poco y podíamos ver algunas impresionantes agujas y afilados picachos. Echando la vista al Sur, en la “V” que formaba el valle, se podía divisar de nuevo parte del valle principal de Babia y uno de los pueblos en él.
Hemos cruzado el arroyo Fuenfría a una altitud de 1663 metros remontando unos metros por la ladera contraria hacia el sendero de esa parte. En pocos minutos llegamos a los restos del recinto cerrado por un murete medio derruido de bloques de hormigón donde también vimos unos gruesos y grandes paneles del mismo material tumbados en el terreno. Dejamos atrás el mismo y pasamos a la vera de un pequeño manantial mientras el sendero se iba ensanchando hasta convertirse en ancho camino. Por delante comenzó a abrirse el valle que se convertía en una amplia y verde vega por la que bajaba el arroyo. Entre la niebla que aún seguía cerrada arriba vimos durante algún momento los grandes hitos de piedras cercanos a la cumbre de El Rastrillo.
A las 15:30 horas, tras 6,500 km hechos, llegamos a la Majada de Fuenfría. Se ubica a 1580 metros de altitud y consiste en un recinto cerrado para el ganado, bastante embarrado y lleno de estiércol, al lado del cual está el refugio cerrado. A través de una ventana vimos su interior, al parecer usado por los pastores, por lo que se veía dentro. Dejamos atrás este recinto y avanzamos por el camino acompañados aún por los dos mastines y contemplando varios caballos pastando en la verde pradería del valle. En una cerca que cruzamos nos hemos sacado una foto de grupo con el valle detrás y las nieblas ocultando las cimas.
Pasamos luego cerca de varios cercados de piedras que se extendían por esa parte del valle donde también vimos algunas vacas. Poco a poco fuimos acercándonos a la confluencia con el valle por el que habíamos subido, el del arroyo Corralines, aunque dicho camino nos quedaba bastante distante. Sí que comenzamos a ver el pueblo algo más abajo y así llegamos al enlace con el camino que une ambos valles y que por la mañana habíamos visto en el otro extremo. Eran las 16:03 horas, llevábamos 7,800 km y estábamos a 1507 metros de altitud.
Como no era muy tarde y el tiempo se mantenía más o menos estable, optamos por seguir la ruta prevista en vez de acortar por ese “atajo”. Comenzamos entonces a ascender por el ramal que seguía al Sur y que enseguida nos llevó a otro cercado donde el camino se encontraba totalmente encharcado. Para evitar este tramo nos metimos hacia las praderías por un acceso abierto en la cerca, por ese lado, pero no por donde queríamos salir. Un murete de piedras con alambre de espinos nos complicó la salida de ese prado teniendo que saltarlo como mejor pudo cada cual. De nuevo en el camino seguimos subiendo hasta llegar poco después a un refugio de piedra y abierto. En el interior, muy deteriorado, había una mesa, bancos y chimenea. Eran las 16:25 horas, llevábamos 8,600 km y estábamos a 1544 metros de altitud.
Volvimos al camino y dejamos una fuente con pilón a la vera. Tras apenas 100 metros subiendo por allí llegamos a la bifurcación que comenzaba a descender mientras que el otro ramal seguía hacia una gran nave ganadera que se veía más arriba. Nos echamos por dicho camino descendente entre matorral y robles teniendo una amplia panorámica del valle de Fuenfría y el comienzo del de Corralines. También comenzamos a vislumbrar el pueblo bajo nosotros entre dichas escobas y la furgoneta aparcada en una de las calles.
Dejamos atrás una nueva fuente y pilón con agua y cruzamos un cierre de alambrada antes de comenzar a girar ya hacia el pueblo. Teníamos ahora de frente el valle de Corralines por el que habíamos subido y vimos cómo la espesa niebla había bajado de cota y cerraba ya las cimas más bajas. A la vera del camino encontramos una gran cantidad de endrinos cargados de frutos. Poco a poco fuimos perdiendo altura mientras rodeábamos el pueblo de Oeste a Sur por donde entramos minutos después.
A las 17:20 horas cruzamos un puente sobre el arroyo Fuenfría y entramos en La Riera de Babia pasando entre viviendas de piedra y pizarra. En poco minutos, cuando eran las 17:25 horas, llegamos al final de la ruta cuyo resultado en datos es de 11,200 km hechos con un desnivel acumulado de 688 metros.
Nos cambiamos allí mismo, aprovechando un reguero cercano para limpiar las botas, polainas y demás. Mientras tanto, los dos mastines, acompañados por algunos más, rondaban por allí cerca. A las 18:00 horas iniciamos el regreso a León mientras el ocaso se echaba encima. De nuevo opté por volver por Omaña cruzando desde Cabrillanes hacia Los Bayos. Con la noche encima avanzamos por el valle de Omaña hasta llegar a Canales donde paramos a tomar un merecido refrigerio. Sin novedades hicimos el último tramo del viaje hasta Armunia donde llegamos a las 20:35 horas. 10º C de temperatura teníamos a esa hora en el exterior.
Buena elección hicimos para esta jornada de climatología tan irregular. Dentro de las previsiones tan malas que teníamos, la zona escogida resultó idónea para realizar la bonita ruta que recorrimos con una nueva cumbre a añadir al largo listado de ellas. Solo nos resta un mes para rematar el año montañero con el Belén de Cumbres, y si cuadra, una más anterior.
MAPA ESQUEMA
ENLACE RUTA WIKILOC
Powered by Wikiloc
MAPA RASTER
VISTA SATÉLITE
ARMUNIA
TRAYECTO
LA RIERA DE BABIA
INICIO DE RUTA (1322 m)
CONTRALUZ AL SUDESTE
SALIENDO DEL PUEBLO
PANORÁMICA DE LA RIERA DE BABIA
VALLE DE CORRALINES
CABECERA DEL VALLE
UNO DE NUESTROS COMPAÑEROS CANINOS
CASCADA DE CASCARICHE
HACIA EL COLLADO EL ROZO
PRIMERAS NIEVES DE LA TEMPORADA
VALLE PRINCIPAL DE BABIA AL SUR
DESDE EL COLLADO DEL ROZO (1842 m)
QUINTANILLA DE BABIA
A LA VISTA LA CUMBRE
EL RASTRILLO (1926 m)
PANORÁMICA ESTE Y VALLE DE CORRALINES
LA CRESPA Y OTRAS CUMBRES ENTRE NIEBLA AL OESTE
COLLADA SALINAS Y PICO LOS EROS AL NORTE
MONTANDO UN MONOLITO DE ROCAS EN LA CIMA
REPONIENDO FUERZAS
¿SERÁN CAPACES DE NO DARME NADA?.......
DESCENSO HACIA EL COLLADO SALINAS
CANCHALES BAJO LAS CUMBRES DEL OESTE
CORRALES EN EL VALLE DE FUENFRÍA
ARROYO FUENFRÍA
VALLE DE FUENFRÍA
MAJADA Y REFUGIO DE FUENFRÍA
SE VE UNA PARTE DE LA RIERA DE BABIA
REFUGIO
FUENTE CON PILÓN
PANORÁMICA DE LOS VALLES
LA RIERA DE BABIA
ENTRANDO EN EL PUEBLO
FIN DE RUTA
TOMANDO UN MERECIDO REFRIGERIO EN CANALES
ARMUNIA