EL BLOG DE JAVI GALLEGO: LAS CAMPOSAS Y COGOLLO CEBOLLÉU (Orallo) 28-09-24

lunes, 30 de septiembre de 2024

LAS CAMPOSAS Y COGOLLO CEBOLLÉU (Orallo) 28-09-24

1ª ASCENSIÓN A “LAS CAMPOSAS” Y “COGOLLO CEBOLLÉU”. (Orallo).

28-09-24 (Sábado)

Una semana después de hacer la última ruta, repetimos salida para ascender a dos cumbres emplazadas muy cerca del límite provincial de León y Asturias, pero estando ambas en territorio asturiano. Sin embargo, la mayor parte del recorrido de la ruta transcurre por la zona leonesa ya que la iniciamos cerca de Orallo, en la comarca de Laciana. La climatología nos acompañó a pesar de la previsión un tanto revuelta que había para una parte de la jornada.

A las 8:20 horas se acercaron Silvano, Arancha y Juan hasta Armunia de donde salimos en mi furgoneta en busca de José Luis. 5º C marcaban los termómetros a esa hora. El grupo ya al completo emprendimos el viaje por la carretera hacia La Magdalena con cielos despejados, aunque hacia el Norte se veían nubes cubriendo las cumbres. En Canales hemos hecho una parada para tomar un cafetín en el bar habitual.

Seguimos el viaje por la sinuosa carretera de Omaña dejando atrás varios pueblos de este valle y así pasamos el puerto de La Magdalena. Al llegar a Los Bayos nos hemos encontrado con la carretera cortada por un rally que se estaba celebrando en la zona. Esa incidencia nos hizo desviarnos por la carretera de Cabrillanes y dar un rodeo de unos 10,000 km. Sin comentarios......

No quedando ahí la cosa, tras pasar Villablino, y ya en Orallo, nos encontramos con algunos coches de dicho rally de frente, parándonos en el pueblo para decirnos que nos habíamos metido en el trazado del mismo. Desde luego, ninguna señal anterior lo había indicado ni nadie nos había advertido de ello. Organización pésima en ese sentido, y además poniendo en riesgo a los que íbamos circulando con vehículos. Total, estábamos ya en un cruce donde salíamos de este trazado y avanzamos por el medio de Orallo hasta el final del pueblo. Desde ese punto continuaba una pista asfaltada hacia el valle Norte a lo largo de más o menos 1,400 km. Allí terminaba dicho asfalto y entrábamos en un camino medio pedregoso y ascendente en estado no muy adecuado para vehículos que no fuesen todo-terreno. Ya sabíamos lo que nos esperaba, pero no hasta donde podríamos avanzar por él. De hecho, hace tiempo que tenía otra ruta pendiente para coronar otras cumbres de este valle y me había echado para atrás la longitud de dicha ruta incluso comenzándola mucho más arriba del valle.

Con precaución avanzamos otro 1,400 km con algún tramo algo más complicado hasta las cercanías de una braña donde aparcamos a la vera de dicho camino cuando eran las 11:03 horas ya y tras 113,000 km hechos. 3º C marcaba el termómetro de la furgoneta.

Con el cielo despejado casi por completo nos preparamos para la ruta a una altitud de 1324 metros, y siendo las 11:20 horas iniciamos la marcha hacia el Norte por el mismo camino que traíamos. Entre praderías y muchas fincas y brañas más avanzamos ganando altura muy sutilmente por la ladera derecha de este valle y paralelos al río Orallo que bajaba por nuestra izquierda. Muretes de piedras delimitaban las fincas en las que vimos varias casas, corrales y cuadras. En una de ellas tenían un potro para herrar ganado. Más adelante, en un corral empalizado, tenían un gran toro encerrado. A lo largo de un pequeño tramo encontramos el firme cementado. Luego nos cruzamos con un todo-terreno con remolque que antes había subido hacia la cabecera del valle. Algunos camino laterales se desviaban del principal, tanto hacia arriba como hacia el río.

Tras algo más de un kilómetro hecho llegamos a la altura de una fuente con pilón en el cual tenía una fecha grabada, 1989. Pocos metros después se desprendía por la ladera un pequeño regato. Seguimos subiendo entre más brañas y verdes praderas en las que veíamos vacas y caballos pastando. Cruzamos un pequeño regato y llegamos a la altura de una pradera en la cual había una lagunilla. Por allí vimos algunas brañas más, que en mapa las denomina como Las Brañuelas. Por encima, y algo más adelante, se encuentran las de El Agueiro. Dejamos atrás las ruinas de una caseta de bloques de hormigón y llegamos a una segunda fuente. Este manantial salía por un pequeño tubo incrustado en una roca casi a ras de suelo. Llevábamos hasta allí 2,700 km y estábamos a 1410 metros de altitud.

Poco más adelante encontramos un pequeño y solitario acebo de verdes hojas. El camino venía trazando desde Las Brañuelas algunos altibajos con pequeños descensos y subidas sucesivas. Nos tocaba bajar ahora un tramo algo más largo hacia la campa en la que ya veíamos el refugio de Orallo. Nos situamos cerca del cauce del río en el que se formaban algunos rápidos y no tardando llegamos a un puente sobre el mismo tras el cual se emplaza este refugio a una altitud de 1428 m. Al mismo hemos llegado cuando eran las 12:20 horas y tras 3,700 km hechos.

Se trata de una caseta de piedra con tejado de pizarra dentro del cual encontramos una mesa con bancos, chimenea, un estante con algunos productos de alimentación y leña. Unas escaleras daban acceso a una buhardilla superior usada como dormitorio. Apenas paramos unos minutos para verlo antes de continuar la marcha dejando atrás otra edificación con cercado y un corral pocos metros más adelante.

El valle se iba abriendo según ganábamos altura y así llegamos a la bifurcación de las dos vaguadas principales de la cabecera del mismo. Por un lado, el valle continuaba al Norte, de frente, siguiendo el Riego de Cabril, aunque en otros mapas lo sigue denominando río Orallo. Nosotros teníamos que tomar el camino que se desviaba al valle del Este, por el cauce del arroyo Las Cereizales, para lo cual cruzamos otro puente sobre el primer río para entrar en una pradería por la que continuaba el ancho camino.

Este camino se fue difuminando en la pradera hasta convertirse en senda poco definida entre matorral no muy tupido de momento. Tras cruzar un regato que bajaba por la vaguada bajo la falda del Cogollo Cebolléu, nos desviamos de la senda y nos echamos equivocadamente hacia el arroyo Las Cereizales donde se nos perdió por completo el buen trazado. Entre matorral más tupido y cerrado conseguimos volver a la senda más marcada por la que ya seguimos ganando altura hacia el collado o Puerto de Cereizales en la cabecera de este valle. En la ladera contraria del arroyo vimos un bonito caballo. La pendiente se acentuaba según ganábamos altura, pero por la senda no se avanzaba mal. Poco antes de alcanzar este Puerto de Cereizales, situado a 1735 metros de altitud, decidimos desviarnos más directos a las cimas, al Norte. Cruzamos un pequeño regato que bajaba de esas laderas e iniciamos la remontada por la pendiente loma hacia la cresta, que alcanzamos a las 14:00 horas y tras 7,200 km hechos. Anoto aquí que José Luis se había adelantado en el valle y se había desviado del track que llevábamos como referencia yéndose más al Oeste por la ladera de la cumbre del Cogollo Cebolléu.

Nosotros, desde esa cota de 1846 metros en la que nos encontrábamos, divisoria de provincias y comunidades, tuvimos a la vista el valle asturiano del río Pigüeña tras el cual emergía la cima medio nevada del Cornón. Un sendero seguía más o menos la línea cimera hacia la cumbre que se encontraba justo al Norte y que dependiendo el mapa o track de rutas que se consultase tenía un nombre u otro. En unos lo denominaban Las Camposas y en otros Los Raxos, los cuales igualmente los situaban en una cumbre más al Este tras un collado. Nosotros tomamos como buena esta segunda opción, y aunque luego cambiamos la opinión durante un tiempo, al final la hemos mantenido como correcta.

Avanzamos por la senda que continuaba ganando altura hasta que llegamos a un punto en el cual nos teníamos que echar a la ladera del Este para cruzar por ella hacia el collado anterior a Los Raxos, el primer objetivo que nos habíamos marcado. Como ya habíamos leído en descripciones de otros grupos, y ahora comprobamos in situ, este paso no era nada bueno. La inclinación era muy pronunciada y el terreno con hierba resbaladiza lo hacía un tanto peligroso. Vimos además, tras avanzar un tramo por allí, que teníamos que cruzar algunas zonas de roca que no ofrecían tampoco buen aspecto. Por ello, tras una corta parada en la que tomamos un pequeño tentempié, decidimos comenzar a subir directamente hacia la cumbre que teníamos encima y luego, desde ella, ya veríamos si merecía la pena o no llegar a Los Raxos. Como digo, la pendiente ladera cubierta de hierba estaba bastante resbaladiza y por ella remontamos los ya escasos metros hasta alcanzar la cima de Las Camposas y sus 2052 metros de altitud. Eran entonces las 14:55 horas y llevábamos 8,100 km hechos.

En el terreno quedaban algún rastro de nieve de la caída días antes, por lo que podemos decir que pisamos allí la primera de la temporada. Al poco de llegar nosotros lo hizo José Luis, que había pasado por el Cogollo Cebolléu. La vista desde allí era amplia, contemplándose valles y cumbres en redondo. Entre otras, al Este veíamos Peña Ubiña y parte del macizo en el que se emplaza. Por delante de ella, numerosas más de la zona de Somiedo, como la Calabazosa, Torre Orníz, etc. Siguiendo la sierra en la que nos encontrábamos por el Sudeste, el pico Sierra Pelada, Cornín y el Cornón, que como ya adelanté, tenía su cima moteada de blanco por la nieve. Al Norte las nieblas ocultaban buena parte de las cimas, pero bajo nosotros corría el valle que baja a Villar de Vildas, pueblo que veíamos en él. Al Oeste, cercano, el Cogollo Cebolléu del que venía José Luis y al que queríamos llegar nosotros ahora.

Sacamos unas fotos de grupo y dejamos la tarjeta en un bote entre un monolito de rocas que había, eso sí, con el nombre equivocado de Los Raxos. Aunque ya era algo tarde, les propuse esperar a comer en la otra cima, más alta, y así ya bajar desde ella tranquilamente. Me demoré un poco haciendo algunas fotos más y a las 15:20 horas inicié yo la bajada hacia el collado Cebolléu anterior a la segunda cima. El descenso al mismo era cómodo pasando una zona algo más rocosa a media ladera. La cota más baja de este tramo se encuentra a 2014 metros de altitud antes de comenzar a remontar la loma hacia la cima. A las 14:47 horas, tras 8,400 km hechos, llegué a la cumbre del Cogollo Cebolléu cuya altitud es de 2084 metros.

En ella ya estaban los compañeros acomodados y comiendo a la vera de un monolito de rocas entre las que había una cruz metálica. Adherida a ella, una placa con el nombre y altitud de la cumbre así como otros datos del grupo que la colocó y fecha. Tanto en la misma como en una piedra colocada sobre el hito de rocas marcaba una altitud de 2089 metros. Otra de las numerosas discrepancias de los datos que nos encontramos en las cimas, mapas y otros medios.

Me uní al resto del grupo para comer cómodamente en esta cima de la que en esos momentos marchaba un joven que formaba parte de un gran grupo que vimos bajar por las lomas y collados al Oeste y que no habían llegado a la cima, por lo que nos comentó. Desde esta cumbre tuvimos una amplia panorámica hacia esa orientación de la otra parte de la sierra que cerraba el valle por el que habíamos subido. En la misma se elevaban cumbres como la del pico Buzongo, Cogollo, Peña Treisa o Cabril, Treisín, Los Corros, Chanu los Bueyes, la Paradona o Alto de Sopeña, la Machada, Llaus Secos, Corripios y Los Tambarones. Todas ellas se incluían en la ruta que tenía pendiente y que comenté al comienzo de este resumen. En el cordal Este, que se disgregaba del principal que corría hacia el Cornón, emergían las cumbres del pico Sierra Pelada, Helena, Pico del Río o el Pico Los Pastores. Seguíamos viendo Villar de Vildas en el valle Norte, y bajando unos metros por la ladera Oeste, se acertaba a ver parte de la Braña de La Pornacal, la mejor conservada de la zona con sus cabañas de piedra que conservan aún el techo de teito, cubierta vegetal. En el valle del río Orallo se acertaba a distinguir el refugio y la braña cercana. También en las laderas más umbrías de este pico quedaban algunos restos de nieve. Seguía luciendo el sol, aunque algunas nubes surcaban el cielo y las nieblas se cerraban al Norte. La temperatura era fresca, pero para nada hacía frío.

Nos sacamos varias fotos y dejamos una tarjeta de cumbres antes de emprender la bajada a las 17:00 horas. Lo hicimos por la falda Sur, por la que antes había subido José Luis, entre dos vaguadas. Perdimos altura rápidamente por la pendiente ladera entre algo de matorral bajo. Más abajo entramos en algunos surcos creados por regatos casi secos. Sí se veía abundante caudal en otro que bajaba por la vaguada de la derecha. Cruzamos algunos tramos de escobas más altas que fuimos sorteando más o menos fácilmente hasta enlazar con un sendero marcado que cruzaba algo transversalmente.

Nos fuimos metiendo a la vaguada derecha, que se había ido estrechando hasta convertirse casi en un pequeño cañón. José Luis y Silvano ya la habían atravesado mientras que Juan, Arancha y yo quedamos por detrás. Por la parte contraria seguía un sendero que me parecía que subía de nuevo, por lo que yo decidí continuar bajando por la misma margen del arroyo sin cruzarlo hacia el fondo del valle principal, que no quedaba muy lejos ya. Las escobas no suponían mayor problema y las fui sorteando mientras veía al resto de compañeros por la loma contraria a más altura. En pocos minutos llegué al sendero del fondo del valle por donde habíamos subido y donde pastaba algo de ganado. Llevaba hechos 10,900 km y estaba a 1516 metros de altitud.

Echando la vista arriba vi unas cascadas en el arroyo que se encajonaba antes de desembocar en dicho valle principal. Decidí subir por un sendero a la vera del mismo hacia dichos saltos, aunque al llegar comprobé que el acceso, aunque no imposible, era un tanto complicado. Como tampoco es que fuesen unos saltos espectaculares, ni mucho menos, volví a bajar al sendero principal por el que continué el descenso hasta encontrarme con el resto de compañeros que estaban descansando en una campa.

Nos restaba poco trecho hasta la confluencia de este valle del arroyo de Las Cereizales con el del Riego del Cabril, que cruzamos por el puente sobre el mismo. Ya por ancho camino nos encaminamos hacia el cercano refugio de Orallo que dejamos atrás sin detenernos en él. Cruzamos de nuevo el segundo puente sobre el río Orallo para comenzar el tramo de subida que tenía en ese punto el camino. En la parte alta del mismo encontramos un par de bonitos caballos, uno de ellos de pelaje completamente negro. Luego en el camino vimos una víbora a la que habían pisado la cabeza, pero que aún movía la cola. En lo alto de otra loma se veía una casa de cuya chimenea salía humo. Pasamos a la vera de dos mastines que nos vigilaron acercándose con algo de temeridad.

Volvimos a remontar otro trecho más antes de descender a la altura de la campa con la laguna en medio. Dejamos atrás las brañas de El Agueiro y Las Brañuelas y cruzamos el arroyo cercano a ellas. Caía la tarde mientras avanzábamos entre las diferentes brañas y fincas con praderías y ganado pastando en ellas. Pasamos a la vera de la fuente con pilón y cruzamos el tramo cementado antes de pasar por la orilla de la finca con el potro de herraje. Pocos metros nos quedaban para el final de la ruta, que terminamos a las 19:45 horas tras 16,100 km hechos y 903 metros de desnivel acumulado.

Nos cambiamos y a las 20:00 horas iniciamos el regreso a León. 11º C marcaba el termómetro de la furgoneta. Con precaución pasamos el tramo de camino mas abrupto hasta el asfalto. Pasamos por Orallo y Villablino antes de desviarnos hacia Omaña mientras anochecía. Al llegar a Canales hemos vuelto a parar a tomar un merecido refrigerio antes de retomar el viaje. Dejamos a José Luis el primero y el resto vino conmigo hasta Armunia donde tenían un coche. Eran las 22:55 horas y los termómetros marcaban 12º C.

Una nueva larga jornada de montaña en la que disfrutamos de todo lo que nos ofrece la misma: paisajes, bonitos rincones, gratos momentos y buena compañía. De eso se trata principalmente.

MAPA ESQUEMA