jueves, 24 de marzo de 2016

RAQUETADA - SESTEADERO BUEY DE FRAILE - 20-03-16


III RAQUETADA “CUMBRES DE LEÓN”

4ª ASCENSIÓN AL “SESTEADERO BUEY DE FRAILE” (Fasgar) 

20-03-16                    (Domingo)

Una vez más hemos aprovechado la nieve caída este invierno para realizar otra raquetada, aunque tuvimos que modificar sobre la marcha la ruta prevista precisamente por la falta de ésta en el lugar elegido. Al final incluso realizamos ascensión en vez de travesía en una jornada que, salvo por las temperaturas un tanto suaves, fue del todo invernal.
Eran las 8:30 horas cuando nos juntamos en Guzmán los cuatro participantes de la marcha: Álvaro, José Luis, Guiomar y yo. Guiomar nos acompañaba de nuevo tras varios años de ausencia. En la furgoneta salimos por la carretera de La Magdalena con el cielo cubierto, aunque cuando paramos en Canales a tomar un café lucía el sol entre claros.
La ruta prevista para hacer era la señalizada por “Cuatro Valles” en Villayuste, “Los Caminos de la Trashumancia”, que hace años hice yo con mucha nieve también. Pues bien, ya según íbamos de camino comprobamos con sorpresa como el paisaje se encontraba libre totalmente del manto blanco y así se encontraba el pueblo a la llegada nuestra. Esta ruta en sí no tiene mayor aliciente y la habíamos elegido por su sencillez para hacerla con raquetas, por lo que enseguida, sin bajarnos del coche, pensamos en otras opciones por la zona. Al final retomamos la marcha hacia Fasgar, que se encuentra más alto, a ver si allí podíamos usar las raquetas. El panorama no cambió demasiado durante este tramo y Fasgar seguía libre de nieve, aunque algo más alto sí se veía.
Eran las 10:10 horas cuando aparcamos en la plaza de este pueblo situado a 1300 metros de altitud y nos preparamos para la ruta. Desde allí podíamos ir hasta el Campo de Santiago y José Luis comentó la posibilidad de seguir hasta unas lagunas de la parte contraria. Yo no le entendí y pensé que hablaba de las de Baucín, situadas en la base de Peña Cefera y Arcos de Agua. Más tarde salí del error.
Como seguíamos sin mucha nieve, estuvimos dilucidando si llevar o no las raquetas. Al final todos, menos José Luis, las colgamos de las mochilas, lo cual fue todo un acierto y él se arrepintió. A las 10:40 horas nos pusimos en marcha por las calles del pueblo para salir por el valle del río Urdiales hacia el Campo de Santiago. Dejamos atrás una ermita y de un portalón salió un bonito cachorro de mastín que tuvimos que espantar para que no nos siguiese. El asfalto se transformó en cemento poco antes de enlazar con el camino de tierra que entraba en el valle después de dejar atrás un depósito de agua.
Las nubes cubrían el cielo y ganaban terreno a los claros que habíamos visto anteriormente. Poco a poco fue apareciendo más nieve hasta que cubrió por completo el camino. Fue entonces cuando optamos por colocar las raquetas. Con ellas continuamos avanzando por el valle hasta llegar a una bonita fuente de piedra en la que una inscripción rezaba “Fasgar – 1995”. Llevábamos 2,500 Km.
No tardó en comenzar a caer chispas de nieve ya cerca del collado Ocidiello o de Campo al que llegamos a las 12:15 horas tras 3,200 Km. En esta cota de 1640 metros encontramos un cartel con una panorámica de las cumbres que se ven desde allí y que rodean el Campo de Santiago. La niebla cubría la mayor parte de ellas impidiendo su visibilidad. Las lagunas a las que quería llegar José estaban al otro lado del Campo de Santiago, pero para alcanzarlas había que bajar hasta él, casi 200 metros, y subir hasta los 1900 metros. Según estaba el tiempo, que seguía nevando, y el desnivel a subir, no hizo desistir y entonces optamos por subir hacia el Sesteadero Buey de Fraile.
El verano pasado lo subimos en una ruta nocturna desde Colinas del Campo hasta este collado y ya amaneciendo llegamos a la cumbre. Por la misma ruta más o menos emprendimos la subida por la loma nevada ganando altura suavemente mientras nevaba cada vez más. En el Campo de Santiago vimos un caserío aunque la ermita estaba oculta debajo de la loma que subíamos. El brezo cubría esta ladera y las raquetas se trababan en algunos tramos con ellos teniendo que evitarlos en lo posible. La niebla se iba metiendo en el valle y ocultaba cada vez más el paisaje. A José Luis le costaba algo más avanzar por no llevar las raquetas, pero íbamos en grupo a la par.
Así llegamos al punto donde el terreno se volvía pedregoso ya cerca de la cumbre y tuvimos que quitarlas. La piedras estaban algo resbaladizas y había que subir con algo de precaución, pero se ascendía cómodamente. Más arriba nos metimos en la misma cresta para recorrer los últimos metros a la cima a la que llegamos cuando eran las 14:15 horas.
La cumbre del Sesteadero Buey de Fraile tiene 1912 metros de altitud y hasta ella habíamos caminado 4,400 Km. En la cima hay un monolito de piedras entre las que buscamos alguna tarjeta de cumbres sin éxito. Dejamos la nuestra en un bote y sacamos una foto mientras se acercaba otra borrasca de nieve. El frío no era muy intenso, pero el poco viento que soplaba lo acentuaba. Salvo algo de paisaje de la parte baja, el resto estaba oculto por la nieve y niebla. Habíamos comentado la posibilidad de ir hasta las lagunas de Baucín, pero quedaban más alejadas de lo que parecía y desistimos. Sí que decidimos bajar hacia la parte contraria por el valle que sube a ellas. Media hora después de llegar a la cumbre emprendimos dicho descenso hacia ese lado.
No tardamos en divisar Fasgar en el fondo del valle. Nos desviamos entonces hacia la collada siguiente al Sesteadero para coger desde allí una pala de nieve por la que se bajaba bien. Las raquetas no hacían falta, aunque Guiomar sí las puso. Al poco de comenzar a bajar por el nevero vi que podía hacerse haciendo “culoskí” y saqué el plástico que siempre llevo en la mochila. Me tiré con él y subí dos veces más para hacerlo y disfrutar de esa bajada, aunque cansaba mucho remontar la pendiente para repetirlo más veces.
En la parte baja parecía que había un camino que subía hacia un collado y queríamos llegar a él. Según descendíamos nos dimos cuenta que no era un camino si no un arroyo que bajaba por la ladera entre arboleda. La nieve seguía abundando pero se bajaba bien. Guiomar era la que peor lo llevaba e íbamos con tranquilidad para que no quedase por detrás. Llegamos al arroyo y entramos entre la arboleda donde había que tener cuidado con las ramas que nos podían marcar la cara fácilmente. José Luis se metió hacia el cauce mientras nosotros fuimos unos metros separados del mismo un tramo hasta meternos en él también. En muchos lugares la nieve nos cubría por encima de la rodilla, aunque las raquetas no eran necesarias. Con tanta rama y demás podían estorbar más que ayudar. Bajando este tramo del arroyo tropecé y caí sobre las piedras y menos más que tuve reflejos para no hacerme daño en la mano sobre la que me apoyé. Como llevaba la funda impermeable para la mochila, no podía sujetar bien las raquetas y me iban dando en el brazo. 
Así llegamos a un punto donde una cascada de mayor altura impedía el paso por el cauce. Tuvimos que remontar el talud del arroyo y así alcanzamos el alto de otra loma donde las escobas dominaban el terreno entre la nieve. De pronto vi moverse unas ramas por delante y Álvaro vio un pasar un corzo o similar. Ya con el valle y el pueblo de nuevo a la vista seguimos perdiendo altura y así llegamos al camino de la parte baja por el que habíamos subido. Estábamos a un kilómetro del pueblo y eran las 17:05 horas.
Cruzamos el puente sobre el arroyo mientras la nieve se había convertido en lluvia. Avanzamos por el camino y dejamos atrás la bifurcación que salía hacia el otro ramal del valle y por el que se puede llegar al Tambarón, cumbre eso sí, bastante más alejada a la que hace años subí por dicho valle.
A las 17:30 horas entramos en Fasgar y por sus calles llegamos a la plaza en la que terminamos la ruta poco más tarde. En una especie de plataforma de piedra y cubierta nos resguardamos para cambiarnos cómodamente y comer, que aún no lo habíamos hecho a esas horas. Una hora más tarde nos acercamos con la furgoneta hasta el bar donde tomamos unas consumiciones e hicimos las cuentas de la salida. Ya eran las 19:20 horas cuando emprendimos el viaje de regreso a León. Sin novedades llegamos a la capital y llegando a Guzmán nos cruzamos con dos unidades de Bomberos que pasaron a toda velocidad por La Condesa. A las 20:40 horas dejaba a los compañeros en este punto y poco después llegaba yo a casa.
Al final, lo que iba a ser una sencilla ruta se convirtió en toda una ascensión de la que el GPS nos dio estos datos principales: 630 metros de desnivel acumulado en 7,700 Km recorridos.  
Esta ha sido la última ruta del invierno, aunque igual no es la última invernal.      
     
MAPA ESQUEMA
MAPA GPS Y ENLACE RUTA:

ARMUNIA
LEÓN
LA MAGDALENA
FASGAR





VALLE DE URDIALES



FUENTE DE LA SED
COLLADO OCIDIELLO
CUESTA HACIA EL SESTEADERO

CAMPO DE SANTIAGO
LA CUMBRE ENTRE NIEBLAS


PEDREROS DE LA CIMA




SESTEADERO BUEY DE FRAILE

FASGAR
SIERRA DEL ARCOS DE AGUA
BAJANDO LOS NEVEROS


¿QUIEN HACE FLEXIONES EN LA NIEVE?
ENTRANDO A LA ARBOLEDA

BUENA CAPA DE NIEVE

POR EL ARROYO




PANORAMICA DEL VALLE DE URDIALES
ENTRE ESCOBAS Y NIEVE
CAMINO DE FASGAR

FASGAR

COBERTIZO APROPIADO PARA CAMBIARSE CÓMODAMENTE