miércoles, 30 de noviembre de 2022

TORRE MAGALANA Y PEÑAS BLANCAS - VELILLA / BESANDE 26-11-22

 


1ª ASCENSIÓN A LA “TORRE MAGALANA” Y A “PEÑAS BLANCAS (DE BESANDE)”.

(Carretera Velilla-Besande). 26-11-22 (Sábado)

Rematando prácticamente el año montañero, nos hemos ido al límite provincial con Palencia para ascender a la Torre Magalana y a las Peñas Blancas, dos sencillas cumbres cercanas a Besande y Velilla del Río Carrión. Al nombre de Peñas Blancas le he añadido la coletilla “(de Besande)” para distinguirla de otra cima de nombre similar también alcanzada por mi y situada en El Bierzo. La ruta trascurre además por el bonito hayedo de Askar, que ya encontramos demasiado marchitado y con mucho menos atractivo visual sin el colorido otoñal.
-1º C marcaba un termómetro en Armunia cuando salí de casa para recoger a los compañeros de ruta en los lugares acordados. En total cinco participantes nos animamos en esta ocasión: José Luis, Mª Jesús, Juan M., Álvaro y yo. Ya todos en la furgoneta salimos de León cuando eran las 8:40 horas por la autovía hacia Mansilla de las Mulas. En ese punto la abandonamos para seguir por otras vías hasta llegar a Almanza donde paramos unos minutos a tomar un café. De nuevo en marcha pasamos por Puente Almuhey antes de entrar en la provincia palentina minutos después. Cruzamos Guardo y Velilla del Río Carrión para seguidamente entrar de nuevo en León con dirección a Besande. Algo más de dos kilómetros antes de este pueblo, al comienzo del valle del arroyo de Axtos, aparcamos la furgoneta en una pequeña pradería helada cuando eran las 10:15 horas y tras unos 100 km hechos.
En ese punto nos preparamos para la ruta que iniciamos a las 10:30 horas a una altitud de 1258 metros y con el sol aún luciendo claro, aunque las nubes y brumas ya rondaban cercanas. Tras escasos 50 metros por el asfalto nos desviamos hacia un camino que se internaban en el valle con dirección Suroeste. En unos verdes prados al otro lado de la carretera vimos pastar varios caballos. Nosotros cruzamos una cancilla metálica que prohibía el paso de vehículos para seguir el avance hacia la cabecera de ese valle. El mismo está cerrado por el Sur con el macizo de Peña Lampa y la Torre Magalana. Al Oeste, en la cabecera, el collado de Henal y por el Norte, la sierra de Peñas Blancas.
El ancho camino trascurre paralelo al arroyo de Axtos que bajaba por nuestra izquierda. La ladera Sur del valle estaba cubierta por el gran hayedo de Askar que poco después comenzó a extenderse hasta el fondo del mismo e incluso por la falda Norte. Esta ladera estaba algo más “pelada” y se veía más rocosa, creciendo en la misma algunas sabinas aisladas. Nos fuimos metiendo en el hayedo ya muy deshojado, a través del cual el camino se empinaba algo más. Fue trazando varios zigzag mientras ganaba altura hacia la cabecera del valle y el collado. El terreno se encontraba totalmente cubierto por la hojarasca ocre de las hayas y entre ella crecían algunas setas. Echando la vista atrás comenzamos a divisar algunas cumbres entre la arboleda que más tarde identificamos como el Cueto Camello, bastante cercano, y el Espigüete, por detrás y más lejano.
Alcanzamos el collado de Henal tras 2,900 km hechos y cuando eran las 11:40 horas. Dicho paso se emplaza a una altitud de 1586 metros y comunica el valle del arroyo de Axtos, por el que llegábamos desde el Este, con el valle en el que se emplaza Caminayo, al Oeste. En él encontramos una señal del Camino Olvidado, una de las numerosas variantes del Camino de Santiago, al igual que lo es el Camino de San Salvador que vimos en Asturias durante la última ruta en Pajares.
Este Camino Olvidado, Camino de la Montaña, o Camino Viejo, transcurre paralelo a la ruta más conocida, que es el Camino Francés. Lo hace más al norte que éste y en su mayor parte por zona montañosa. Tiene dos inicios, en Bilbao y en Pamplona, uniéndose ambos en Aguilar de Campoo para continuar hasta Cacabelos donde se incorpora al camino tradicional Francés.
Desde este collado de Henal divisamos ahora varias cumbres hacia el Oeste y que luego detallare más detenidamente. En las laderas de esa orientación se veían los hayedos aún con algo de colorido. Un camino transcurría por el alto de toda la loma saliendo algunos ramales hacia estos dos valles. Nuestra intención desde allí era llegar a la cumbre de la Torre Magalana, al Sur, y nos encaminamos hacia ella por el ancho camino. Justo allí se bifurcaba en dos, tomando nosotros equivocadamente el que comenzaba a bajar hacia el valle de Caminayo. Enseguida nos dimos cuenta y rectificamos retrocediendo los pocos metros hechos por el mismo para desviarnos hacia el correcto.
Se empinaba éste algo más hacia la cima visible del pico en la que ya destacaba un gran hito. Entre escobas y algunos pequeños pinos avanzamos casi en línea recta por terreno montano mientras se abría el paisaje por el Este, Norte y Oeste. La subida era cómoda y así llegamos a la cima de la Torre Magalana a las 12:15 horas habiendo recorrido un total de 4,000 km. En esta cumbre de 1711 metros de altitud encontramos un gran monolito de piedras apiladas a modo de pilar en la que también había una placa metálica con la inscripción: “La cultura de un pueblo empieza por el amor a la naturaleza. 1711 metros. Torre Magalana. Tío Pinao”.
A pesar de ser una cima de altitud no muy destacable, las vistas desde ella sí lo eran. Infinidad de cumbres se mostraban en las diferentes orientaciones. Cimas como el Espigüete, Peña Ten, Peñas Pintas, Mampodres, Peña Corada, Peña Ubiña, etc. etc. etc. La sierra continuaba por el Este hacia la cima de Peña Lampa tras el collado de Lampa y a una distancia de casi tres kilómetros. Hace algunos años que la subimos nosotros también desde la misma carretera que ahora pero en un punto anterior. El valle por el que bajamos en esa ocasión lo teníamos ahora bajo nosotros y en él podían verse los restos de los diferentes edificios e instalaciones de las minas que antaño hubo en la zona. Al Sudeste, Guardo y Velilla del Río Carrión destacaban en el valle principal.
Estando allí llegaron dos jóvenes por el mismo camino que nosotros y por otro más al Sur pasaron dos ciclistas. Nosotros nos sacamos unas fotos y dejamos una tarjeta de cumbres entre las piedras de gran hito antes de emprender la bajada por el mismo camino a las 13:15 horas. En 15 minutos bajamos hasta el collado de Henal donde vimos ahora un charco de agua aún congelado y con una curiosas formas creadas por ese hielo. Iniciamos desde allí la subida por otro ramal que se veía recién desbrozado y que parecía más un cortafuegos que un camino. La pendiente era más pronunciada que hacia la otra cima y lo tomamos con calma. De nuevo encontramos numerosas setas en el suelo de diferentes clases y tamaños. Se suavizó algo más tras ese tramo y sin darnos cuenta nos metimos en la zona rocosa donde la caliza sustituyó al terreno montano.
Avanzamos entonces por grandes losas de piedra cruzadas por innumerables grietas de distintos grosores y profundidades que fuimos sorteando o saltando. La pendiente no era excesiva y se caminaba cómodamente por allí. Echándonos un poco al Este vimos como la sierra se cortaba casi verticalmente varios metros hacia el valle por el que antes habíamos subido. En él, unos metros por encima del fondo y metido contra la pared de Peña Lampa, vimos una pequeña laguna. Por cualquier lugar se podían ver caminos y pistas, muchas de ellas usadas para el servicio de las antiguas minas que en esa zona abundaban antaño.
Por detrás quedamos Mª Jesús y yo mientras Juan, su hermano José Luis y Álvaro nos habían sacado bastante ventaja. Les vimos llegar a la cumbre de Peñas Blancas varios minutos antes de hacerlo nosotros a las 14:30 horas y tras haber hecho 6,700 km. En esta cima de 1772 metros había un monolito de rocas mucho más pequeño que en la anterior y no había identificación alguna. El paisaje era similar a de la Torre Magalana pero cambiando la perspectiva. También contemplábamos ahora Peña Corada, pico Moro, Picos de Europa, Pico Arbillos o el Curavacas. Cercano estaba el Cueto de Prioro, en el que hace varios años colocamos un Belén de Cumbres. En el valle del Oeste estaba Caminayo y al Este, bajo el Espigüete, Valverde de la Sierra. Echando una ojeada bajo la cumbre, al Oeste también, vimos algunos pequeños neveros en la umbría.
Nos acomodamos para comer un poco al resguardo de una suave pero fresca brisa que corría del Noroeste. Tras esta comida estuvimos un buen rato de charla disfrutando del buen día que teníamos. Antes de emprender el descenso decidimos la ruta a seguir entre las dos opciones que llevábamos como alternativas. Por un lado, crestear la sierra por el espolón Este para bajar desde el mismo por la ladera al valle de subida ya cerca del inicio. La segunda opción, por la que al final nos decidimos, era bajar hacia el Norte al collado de Fuente Bendiga para desde él dirigirnos a Besande y recorrer los tres kilómetros por carretera de vuelta a la furgoneta.
A las 16:50 horas nos echamos por la ladera Norte hacia dicho collado entre roca y terreno más herboso. En algunos puntos de esa roca vimos corros helados. En un momento determinado vimos cruzar por encima un rebeco que se escondió rápidamente. El sol iba descendiendo y con las nubes formaba algunas bonitas postales. Con la cámara de fotos, y regulando la luz, quedan espectaculares.
Seguíamos viendo vestigios de la actividad minera de la zona y en una de esas escombreras distinguimos una furgoneta medio enterrada en el cascajal. Por lo indicado en los mapas, estas escombreras eran de explotaciones de mármol, que también abundaban por esos valles. José Luis, que iba un poco por delante, se desvió del track que llevábamos, y en vez de llegar al collado de Fuente Bendiga, se echó al valle directamente un tramo antes. Aunque se vislumbraba un sendero, enseguida se metió entre maleza que tuvimos que sortear, sin mucha dificultad, eso sí. Cruzamos el cauce seco de un arroyo para meternos en la ladera contraria más limpia, pasando desde allí a otra vaguada contigua. No tardamos en divisar Besande en la parte baja así como Valverde de la Sierra más lejano bajo el siempre imponente pico Espigüete. Más al Norte iban a desapareciendo de la vista los Picos de Europa moteados por la nieve e iluminados por un bonito sol rojizo.
Descendimos bruscamente por la pendiente vaguada hasta meternos de lleno en el hayedo de la misma. Sin senda marcada perdimos altura por él sin mayor dificultad ya que no estaba muy tupido. Tras un tramo por el mismo lo abandonamos y tuvimos de nuevo el pueblo a la vista. El track del GPS transcurría más arriba que nosotros y llegaba a Besande. Nosotros íbamos por el fondo de la vaguada que terminaba un tramo antes del pueblo, por lo que no necesitábamos llegar a él. De nuevo nos separamos y algunos quedamos por detrás. Perdimos de vista al resto del grupo durante un rato hasta que les vimos en un collado a la derecha, entre esta vaguada y la siguiente del Sur. Ladeamos hacia el mismo hasta alcanzarlo y tuvimos vista de la carretera bajo nosotros. Hacia ella iniciamos el descenso directo mientras anochecía. Eran las 18:05 horas entonces.
En apenas 10 minutos salimos al asfalto donde ya esperaba el resto de compañeros. El cielo se mostraba ahora “empedrado” por nubes iluminadas por el bonito color rojizo del atardecer. Habíamos atajado unos 800 metros al no llegar a Besande y nos restaba más o menos 1,500 km al final. Como íbamos por la carretera, algunos sacaron los frontales para hacernos ver. De vez en cuando podíamos caminar por detrás del quitamiedos y otras veces por algunos tramos sin uso donde habían quitado curvas cerradas de la misma. Bajo las rocosas paredes de la sierra, en el lado derecho, encontramos algunos restos más de edificaciones de las minas. A las 18:45 horas llegamos a la pequeña campa donde estaba la furgoneta, en la cual terminamos la ruta tras un total de 10,900 km hechos y un desnivel acumulado de 705 metros, según datos del GPS.
La noche ya era casi cerrada por completo y así nos cambiamos antes de emprender el regreso a las 19:00 horas. Avanzamos sin novedades hasta llegar a Quintana de Rueda donde paramos unos minutos a tomar un refrigerio antes de seguir el viaje. Ya en León dejé a los compañeros en los lugares de recogida y a las 21:45 horas, con 3º C en los termómetros, llegaba yo a casa.
Como ya adelanté, estamos rematando el año montañero y posiblemente ésta fuera la penúltima ruta que hayamos hecho, como grupo. En principio, y si no hay otros planes o cambios, nos resta la colocación del Belén de Cumbres con la que habitualmente cerramos las actividades anuales. Todo se irá viendo.

MAPA ESQUEMA

ENLACE RUTA WIKILOC:


VISTA SATÉLITE


ARMUNIA

SAN ANDRÉS / LEÓN



TRAYECTO



INICIO DE RUTA (1258 m)


VALLE DE AXTOS




HAYEDO DE ASKAR








COLLADO DEL HENAR (1586 m)





TORRE MAGALANA (1711 m)



GUARDO

VELILLA DEL RÍO CARRIÓN



MAMPODRES



DESCENSO


HACIA PEÑAS BLANCAS




POR LA CALIZA




LAGUNA EN EL VALLE

CONTRALUZ

ESPIGÜETE CON VALVERDE DE LA SIERRA BAJO EL MISMO

PEÑAS BLANCAS (1772 m)













POSTALES AL ATARDECER




POR LA VAGUADA


BESANDE EN EL VALLE

NIEVE EN PICOS DE EUROPA



EN EL HAYEDO






LA CARRETERA A LA VISTA


ANOCHECIDO

VESTIGIOS DE LA MINERÍA



ARMUNIA