jueves, 17 de octubre de 2024

HAYEDO DE BUSMAYOR Y PICO FARO (Busmayor) 12-10-24

 



4ª TRAVESÍA “HAYEDO DE BUSMAYOR” Y 3ª ASCENSIÓN AL “FARO (DE BUSMAYOR)”.

12-10-24         (Sábado)

Ya metidos en pleno otoño, en la festividad del Pilar, nos hemos ido hasta el Bierzo, rayando ya la limítrofe provincia lucense, para recorrer el bonito Hayedo de Busmayor y ascender a la cumbre del pico Faro, siguiendo una ruta ya conocida por nosotros de otras ocasiones anteriores. Aunque el resultado fue sin duda satisfactorio, algunos factores hicieron que fuese mejorable, en mi opinión. Por un lado, la climatología, aunque esperada, el cielo cubierto gran parte de la jornada deslució el paisaje del hayedo y las vistas desde la cumbre. Además, encontramos dicho bosque aún poco “otoñal” sin el colorido típico de esta estación del año. Por último, la prisa por bajar de la cumbre, en la que podíamos haber estado algo más de tiempo. Como digo, es mi impresión personal de la jornada en general.
Sobre las 8:20 horas llegaron Álvaro, Juan y Arancha a Armunia de donde salimos en mi furgoneta para recoger luego a José Luis. 13º C marcaban los termómetros a esa hora. Ya el grupo al completo salimos por la nacional hacia Astorga encontrando bancos de niebla en el trayecto. Enlazamos con la autovía por la que avanzamos hacia el puerto Manzanal donde la niebla no llegaba a cerrar la vista, pero se mantenía pocos metros por encima. En una cafetería de la estación de servicio cercana al alto de este puerto paramos a tomar un café durante unos minutos. Retomamos el viaje por la autovía bajando el puerto y dejando atrás Bembibre, Ponferrada y Villafranca del Bierzo. En la salida de Trabadelo abandonamos esta vía rápida para meternos en la nacional VI hasta desviarnos luego hacia una carretera secundaria que se fue estrechando entre un angosto valle con bastante arboleda. Así llegamos a Barjas y cruzamos por sus calles para seguir hacia Busmayor, punto de inicio de la ruta. Poco antes de llegar al mismo, en medio de la carretera, nos encontramos con tres terneros que corrieron a meterse hacia los prados en los que estaba el resto del rebaño. A las 10:47 horas llegamos a Busmayor, cruzando el pueblo por las estrechas calles hasta un aparcamiento dentro de una campa en el cual ya habíamos dejado los coches en otras ocasiones. Eran entonces las 10:55 horas y habíamos hecho 160,000 km hasta allí.
Cerca de esta pradera se encuentra el bar-cantina con cuyos dueños entablamos conversación unos minutos y a los que Arancha ya conocía de otra vez anterior. Nos preparamos para la ruta mientras en el cielo jugaban las nieblas y los claros. A la par llegaron algunos vehículos más y algunos de los ocupantes iban a hacer también ruta.
A las 11:15 horas iniciamos la marcha a una altitud de 1112 metros saliendo de la campa hacia las calles cementadas o asfaltadas del pueblo. En un pequeña plaza encontramos unos bancos coloridos con algunas inscripciones y frases pintadas en los mismos. En un “cajón” elevado sobre un mástil de madera, numerosos libros para intercambiar libremente. Entre casas de piedra y pizarra avanzamos hacia el comienzo del valle por el que baja el Rego Da Valiña Grande por el que transcurre la ruta del Hayedo de Busmayor que íbamos a recorrer. En un muro también de piedra de otra vivienda tenían varios neumáticos pintados y decorados con varias figuras. Enredaderas floridas crecían en el interior de otro jardín.
Abandonamos el asfalto para meternos al ancho camino hacia el Oeste encontrando un gran cartel informativo de la ruta y otro grabado con la inscripción “Inicio Ruta Senda Do Faxeiral”. Allí se bifurcaba el camino en dos ramales, uno hacia arriba, por el que volveríamos, y otro hacia el fondo del valle por el que nos metimos. Enseguida comenzamos a ver setas en el terreno, de varios tipos, tamaños y colores. Entramos ya entre la arboleda variada, que no me atrevo a definir, aunque sí se distinguían los avellanos y por supuesto las hayas. También los helechos ocupaban buena parte del terreno.
Poco a poco el camino se fue convirtiendo en sendero que descendía hacia el cauce del arroyo a cuya vera terminamos llegando tras haber hecho poco más de 800 metros desde el inicio. Allí encontramos la primera de las cascadas destacadas de la ruta, una sucesión de varios saltos y rápidos por los que se precipitaba gran cantidad de agua. El sendero continuaba a su vera ganando altura a través de escalones de piedra tapizados por el musgo y escoltados por numerosa vegetación. Tras subir por ellos encontramos más saltos en el cauce sobre el que ahora cruzaba una pasarela de madera. La atravesamos para llegar justo después a la Frevencia Do Beiro, un punto por encima del cual el arroyo se bifurcaba en varios brazos que caían luego formando otras tres bonitas cascadas en las que paramos a sacarnos varias fotos. El sol, que apenas se hacía visible entre los nubarrones, iluminó durante unos minutos este bello rincón. Llevábamos 940 metros hechos y estábamos a 1161 metros de desnivel. Eran las 11:50 horas.
Seguimos ganando altura y cruzamos una nueva pasarela sobre el Rego Da Valiña Grande tras la cual encontramos una gran formación rocosa. Más setas crecían en el terreno tapizado por hojarasca, aunque no del año actual en su mayoría. Como ya anoté al comienzo, el hayedo en el que ya estábamos metidos por completo, se encontraba aún con un verdor “primaveral” donde los colores otoñales apenas si eran distinguibles en algunos ejemplares. Los acebos también crecían en este bosque. Llegamos al desvío hacia la Cova da Raposa, que nos marcaba en dirección contraria al recorrido general. Desde ese punto caminamos apenas 100 metros hasta este lugar señalado de la ruta. Se trata de una gran roca recubierta con mucha vegetación en cuya base hay varias estrechas cavidades que se adentran en ella, lo que da nombre a este emplazamiento, Cueva de la Raposa. Al igual que en la cascada anterior, un indicador informa del nombre del lugar. Se emplaza a 1210 metros de altitud y llevábamos caminados 1,400 km. Eran las 12:15 horas.
Unas fotos y emprendimos el corto regreso al desvío para seguir la ruta por el medio de la gran cantidad de hayas y a media ladera hasta llegar al siguiente lugar emblemático, distante escasos 100 metros desde dicho desvío. Se trata de un punto en el cual hay colocada una piedra grabada con la inscripción “Piedra de Los Poetas MMX”, y donde cada mes de agosto se celebra el certamen poético “Versos en el Hayedo”. En el mismo se dan cita varios poetas para recitar numerosos versos delante de un artesanal atril de madera colocado a tal fin.
Foto de grupo y continuamos subiendo por la senda a la vera de un arroyo afluente del principal, el del Rego Da Valiña Grande, que ya se nos había alejado al Norte. Cruzamos un camino trasversal algo más ancho para iniciar una fuerte subida que nos sacó a un pequeño claro en el bosque que atravesamos antes de volver entre la arboleda, aunque no tan tupida ya. A la vera del estrecho sendero encontramos durante un tramo una cordada sujeta en estacas de madera a modo de protección y de ayuda si el terreno estuviese muy mojado o resbaladizo. También subimos allí algunos escalones hechos con madera. Continuamos igualmente viendo setas de todas las clases, muchas de ellas amanitas, las rojas de los “gnomos”.
El hayedo fue quedando atrás y llegamos al cruce con otro ancho camino que subía desde el valle. Tomamos el ramal que ascendía y que enseguida dio un giro completo, aunque otro ramal seguía de frente. Pues bien, el track que llevábamos como referencia era el de la ruta hecha por nosotros hacía 7 años. En aquella ocasión, en este punto habíamos seguido de frente mientras que ahora, por no fijarnos, giramos por el que subía a la izquierda. Ese despiste no tuvo mayores consecuencias ya que comprobamos que ambos caminos iban al mismo punto más arriba con una distancia similar, y que además ahora seguíamos la ruta “oficial”.
Comenzamos a divisar por encima de nosotros una gran antena sujeta con varios vientos. El camino trazó algunas curvas más y así llegamos a otra bifurcación en la cual un indicador caído en el suelo marcaba dos direcciones, la Senda del Faxeiral por un lado y a un Mirador por otro. Nos dijeron luego que desde éste que se podía ver Busmayor en el valle. Tras poner en pie este indicador tomamos nosotros el primer ramal que enseguida nos llevó a otro desvío donde de nuevo nos incorporamos al track de la vez anterior. Un nuevo indicador marcaba la ruta del hayedo hacia ese camino que bajaba, pero como nuestra intención era coronar la cima del pico Faro, abandonamos allí la ruta señalizada para seguir por dicho camino pero en sentido ascendente entre arboleda y helechos.
Volvimos durante un tramo a colocarnos no muy lejos del arroyo que se encajonaba por debajo de nosotros mientras el camino seguía ganando altura entre las hayas. Cruzamos un cierre de alambre para el ganado en un giro del camino y no tardando abandonamos definitivamente el abrigo del hayedo no lejos de la alta antena que se elevaba en un cerro por encima del camino al Sur. Las escobas y pradería cubrían ahora esta parte alta del valle no lejos ya de la cresta. Las vistas se fueron ampliando y contemplamos las laderas de este valle por el que estábamos subiendo y que estaban cubiertas por algunos pinares en las lomas contrarias. A las 13:25 horas llegamos al camino que transcurre por la línea cimera de esta falda Sur del valle y que alcanzamos a una altitud de 1458 m tras 3,800 km hechos.
Avanzamos por el mismo subiendo más o menos suavemente con algunos pinares también por nuestra izquierda, cuyas laderas caían hacia el valle del Rego do Chao que baja hacia Barrosas, Quintela de Bajas y más pueblos de ese valle. Apunto aquí que por ese mismo camino, pero en sentido contrario, se llega a La Cruz Do Coto y el Teso Quintela, cerros por los que hace años pasamos durante la celebración de un Magosto Montañero organizado por la Delegación de Montaña de León y donde por primera vez recorrí yo el Hayedo de Busmayor. La ruta partió de Barjas para recorrer la sierra y estos dos cerros, bajando por el hayedo a Busmayor y regresando a Barjas donde se celebró el magosto. Fue el 29 de octubre de 2006.
La pendiente se hizo más pronunciada según ascendíamos por el camino - cortafuegos hasta que llegamos al cruce con otro camino perpendicular que corría también por la parte alta de la cabecera principal del valle. En esos momentos, a las 13:45 horas, nos situamos en el límite con la provincia de Lugo. Estábamos a 1545 metros de altitud y llevábamos recorridos 4,500 km. En los mapas marcan la zona como Chao Do Marco.
Hicimos un pequeño receso y tomamos un tentempié en ese punto antes de retomar la marcha por dicho camino hacia el Norte subiendo a la vera del pinar, que caía hacia los valles lucenses que poco a poco se fueron mostrando en esa orientación Oeste. Las nieblas cubrían las cimas de los picos más altos que se veían por encima de esos valles gallegos. Llegamos a una cota de 1598 metros desde la cual acertamos a divisar el vértice geodésico en lo alto del pico Faro. Por delante nos quedaba bajar a un collado anterior hacia el cual nos echamos algo por debajo de la línea cimera. Desde este tramo pudimos ver varias poblaciones lucenses en los valles al Oeste. Consultando el GPS, y ahora el mapa, podemos nombrar algunos de estos pueblos: San Pedro, Chan de Pena, Romeor o Millares, entre otros.
La niebla nos comenzó a rodear llegando a este collado de 1581 metros de altitud desde el cual iniciamos la última y pendiente subida a la cercana cumbre. Por terreno pedregoso y como digo, con bastante pendiente, remontamos esos 34 metros de desnivel hasta alcanzar la cumbre del pico Faro a las 14:15 horas y tras 5,700 km hechos. En esta cima de 1615 metros de altitud, a la que yo he “apellidado” “De Busmayor”, por distinguirla de otras cumbres también ascendidas con el mismo nombre, hay un vértice geodésico en el cual nos acomodamos para comer sin perder mucho tiempo ya que “la cosa” se ponía fea. La niebla ocultaba por completo los valles al Este por donde habíamos subido y el de bajada. Hacia el Oeste, Galicia, tampoco era que se viese mucho ya. Es cierto que la previsión se estaba cumpliendo, anunciando a esas horas lo peor de la jornada y mejorando luego.
Estando comiendo comenzó a llover y hubo que cubrirse. Soplaba un vientecillo fresco que enfriaba el ambiente, aunque era aguantable. Entre un montón de piedras había un bote vacío dentro de una bolsa, ambos muy deteriorados. Los recogí para tirarlos y dejé un nuevo bote con nuestra tarjeta de cumbres. Nos hemos sacado una foto de grupo, y como ya había prisa por bajar, emprendimos el descenso a las 15:00 horas.
Lo hicimos por la loma contraria, al Norte, hacia el collado Campo Do Gamonal. Tras el mismo se eleva la cima del Pico Grande y tras otro collado posterior, la de Peña Redonda. De no haberse puesto el tiempo así nos hubiésemos acercado a ellas. Llegamos a este collado de 1501 metros de altitud en el cual hay un viejo pluviómetro acribillado por balazos que lo traspasan de lado a lado. Cerca, un gran cartel, reciente por lo nuevo que se veía, con información sobre los tejos existentes en las localidades de la zona, tanto gallegas como leonesas. Desde este collado seguía el camino hacia las otras cumbres mencionadas y otro ramal bajaba al valle Este por el que nos echamos nosotros. Un indicador de madera marcaba la dirección a “Peña Redonda Ruta 1” al Norte y otro, caído y que recoloqué en su sitio, indicaba “Chao Do Marco Ruta 2” al Sur desde donde veníamos.
Iniciamos el descenso por el ancho camino medio envueltos en la niebla entre helechos y otros arbustos mientras trazamos un zigzag en la ladera. De frente teníamos un gran pinar que destacaba por su verdor más intenso. En la cabecera de la vaguada por la que bajábamos nace el principal arroyo del valle, el Rego Da Valiña Grande, que llega a Busmayor y que cruzamos en la subida en la parte baja. En el GPS teníamos marcado un punto desde el cual atajamos la vez anterior hacia la cueva a la que nos íbamos a acercar también ahora, la Cueva Veiga de Cima. Pues bien, llegado a ese punto vimos que la ladera se había cerrado de maleza y el sendero por el que habíamos bajado en aquella ocasión no se distinguía. No era mucho tramo, pero no merecía la pena meterse entre todo ese meollo. Continuamos bajando entonces por el ancho camino hasta el desvío marcado a la misma, aunque le faltaba la señal en el poste de madera. Retrocedimos entonces por dicho camino, por debajo del anterior, a lo largo de unos 500 metros en los que se ganan 40 metros y se bajan 10 m. En este tramo nos cruzamos con un grupo que ya regresaba. Anoto aquí que apenas habíamos encontrado gente en la ruta, solo a unos pocos por la mañana en el hayedo.
El sendero se encajonaba entre dos taludes en el último tramo donde cruzamos un arroyuelo antes de subir los últimos metros hasta la entrada de la cueva. Una cuerda servía de nuevo como agarre y ayuda en este trecho pendiente final. A las 16:00 horas llegamos a esta Cueva Veiga de Cima situada a 1324 metros de altitud y tras 8,200 km hechos. Se emplaza en una formación rocosa casi cubierta por completo por una enredadera vegetal que crece alrededor de la entrada a la cavidad. La profundidad de la misma es de unos 30 metros aproximadamente y se entra de pie los primeros metros. Luego se va encogiendo y termina en un embudo cerrado por la roca. En las paredes vimos numerosas arañas y colgado del techo, un murciélago.
Tras visitar a la misma iniciamos el regreso por la misma senda hasta el enlace con el camino principal. Los ejemplares de setas diversas seguían creciendo en el terreno por cualquier lugar. Pocos metros más delante de este desvío a la cueva encontramos un merendero con una barbacoa en un pequeño espacio a la vera del camino. Desde ese punto ya vimos algunas casas de Busmayor por debajo. Dejamos atrás un manantial de piedra con pilón y más adelante cerramos el lazo en la bifurcación hacia el hayedo y el pueblo. 9,900 km llevábamos hasta ese punto a las 16:55 horas.
Ya por el tramo común continuamos bajando hacia el cercano pueblo en el que entramos minutos más tarde. Atravesamos el mismo por sus calles y poco antes de llegar a la campa donde teníamos la furgoneta nos encontramos con un grupo que salía de ella. Entablé conversación con ellos y no sé cómo, vimos que al Este emergía una cumbre encima de la cual se distinguía una caseta con el zoom de la cámara. Enseguida supe que era la Peña del Seo y un joven de aquel grupo lo confirmó con una aplicación del móvil. A las 17:13 horas terminamos la ruta tras 10,400 km hechos y un desnivel acumulado de 619 metros. Lucía el sol en esos momentos.
Nos cambiamos y nos hemos acercado hasta el bar a tomar un refrigerio. A las 18:00 horas iniciamos el regreso a León. 17º C marcaba el termómetro de la furgoneta a esa hora. Por la estrecha carretera avanzamos hacia Barjas para continuar por otra similar hacia el enlace con la nacional VI. Dejamos atrás Trabadelo y entré a echar gasolina en una estación de servicio cercana. Desde ella ya nos incorporamos a la Autovía por la que circulamos mientras en el cielo las nubes formaban verdaderas postales con el sol del atardecer. Así llegamos a la salida hacia Astorga donde me desvié y a las 19:30 horas aparcamos en esta ciudad por debajo de las murallas.
De nuevo las nubes iluminadas por ese sol del ocaso formaron unas bellas postales con las siluetas a contraluz del Palacio de Gaudí y la Catedral. Nos tomamos un refrigerio en un bar cercano y nos encaminamos hacia la parte alta. En una de las calles de Astorga se pueden ver dos grandes murales pintados en sendas fachadas “enfrentadas” en los laterales de dos edificios. En otra, una bicicleta también pintada en la pared con incluso sombras que parece totalmente real. Anocheció y disfrutamos de las bonitas vistas de la Catedral y del Palacio de Gaudí iluminados así como de la muralla. Nos hemos tomado otra consumición en una cafetería y a las 20:40 horas, con 17º C, emprendimos el regreso ya definitivo a León, que hicimos sin novedades por la nacional. Quedó José Luis el primero y el resto vino conmigo hasta Armunia donde terminamos el viaje a las 21:40 horas con 15º C en el exterior.
En resumen, resultó una grata jornada de montaña en la que disfrutamos, pero qué como ya anoté al comienzo, mejorable en cuanto a climatología, estado del hayedo, poco “otoñal”, etc.

MAPA ESQUEMA


MAPA RASTER

ENLACE RUTA WIKILOC
Powered by Wikiloc

VISTA SATÉLITE

ARMUNIA

TRAYECTO





BUSMAYOR


INICIO DE RUTA (1112 m)






POR EL HAYEDO


PRIMERAS CASCADAS










FREVENCIA DO BEIRO












COVA DA RAPOSA




PIEDRA DE LOS POETAS


ARROYO







ABANDONAMOS LA RUTA DEL HAYEDO EN ESTE PUNTO






DIVISAMOS EL PICO FARO

POR EL CAMINO - CORTAFUEGOS


VARIAS CUMBRES DE LA ZONA

CHAO DO MARCO




VALLES LUCENSES AL OESTE




COLLADO ANTERIOR A LA CUMBRE



MIRADA ATRÁS


PICO FARO (1615 m)

AL SUR



ENTRE LA NIEBLA




CARTEL Y PLUVIÓMETRO EN EL COLLADO CAMPO DO GAMONAL



DESCENSO HACIA EL VALLE DEL REGO DA VALIÑA GRANDE




HACIA LA CUEVA







CUEVA VEIGA DE CIMA





MURCIÉLAGO Y NIDO DE ARAÑAS













DESVÍO A LA CUEVA

MERENDERO

FUENTE


ENTRANDO EN BUSMAYOR


BUSMAYOR



BARJAS


NUBES EN EL REGRESO

ASTORGA




MURALES


CATEDRAL

PALACIO DE GAUDÍ






BICICLETA PINTADA EN LA PARED

BONITAS VISTAS NOCTURNAS


ARMUNIA

No hay comentarios:

Publicar un comentario